Entrevista exclusiva con el compositor de cine Tomás Barreiro: "Después de 20 años, no puedo estar más feliz de hacer lo que hago"
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
Cuatro veces nominado al Ariel (lo consiguió por "Niñas bien"), Tomás Barreiro es uno de los compositores de cine mexicanos más reconocidos. Esta semana se lanza uno de sus últimos trabajos, la comedia de Netflix "Los (casi) ídolos de Bahía Colorada", en la que la música tiene un alto peso específico. De ello, de sus preferencias y su eclecticismo, NOTICINE.com habló con Barreiro, que ha escrito bandas sonoras de films como "Güeros", "El norte sobre el vacío", "Jezabel", "Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando" o "Malinche".
- Creo que muchos fanáticos del cine agradecerían conocer cómo es tu sistema de trabajo desde que te llaman para componer una banda sonora. ¿Podría compartir algunos detalles al respecto?
Claro, sí, es interesante. Lo que me gusta mucho de las películas es que no hay un sistema de trabajo establecido. Cada película es única y cambia mucho. Me gusta pensar que hacer una banda sonora es inventar un método en lugar de seguir uno preestablecido, eso es lo que encuentro emocionante. Por ejemplo, en "Norte sobre el vacío", de Alejandra Márquez, que me gusta mucho y que actualmente está nominada a los Arieles, no hubo una pista musical temporal. Cuando leí el guión, tuvimos una discusión creativa y ella me pidió que compusiera música sin tener la película y luego ella encontraría los lugares donde ponerla. Fue un proceso muy gratificante. En general, el proceso sería: te dan el guión, lo lees y empiezas a bosquejar ideas y temas. Luego, te dan la película ya editada, posiblemente con algo de música que el editor utilizó para encontrar el ritmo y el tamaño de las escenas. Con esa versión final, comienzas a crear maquetas. Una vez que las maquetas son aprobadas, pasas al proceso de producción musical y realizas la finalización en 5.1 o Atmos del material que has producido. Aún se pueden realizar ajustes y detalles en la sala de mezcla THX.
- Entonces, no solo compone la partitura, sino que también produce la grabación. ¿Es así?
Sí, en general, ambos aspectos están bastante relacionados. Tengo un productor que me ayuda mucho, pero me gusta estar presente en las decisiones y apoyar en todo lo posible. Lo más importante es el sonido de la película.
- En ese proceso de creación, ¿tiene una relación más intensa con el director de la película o con los productores?
En general, mi relación es más intensa con el director de la película. Me gusta trabajar con directores y prefiero proyectos que sean autorales. Por ejemplo, en la película "Los (casi) ídolos de Bahía Colorada", trabajé con un director muy joven pero muy energético. Tuvimos una relación cercana y sólida, e incluso él compuso algunas de las canciones que los personajes de los hermanos Abitia interpretan en la película. Ricardo Castro Velázquez es un director muy talentoso, y a diferencia de mi experiencia previa con directores que también son músicos, trabajar con Ricardo fue todo lo contrario. Él entendió hasta dónde podía aportar y creó cuatro canciones fantásticas. Además, me dio mucho espacio para elegir la música incidental y tener su propia voz. Fue una experiencia muy interesante.
- En "Bahía Colorada", había una referencia a la música de banda que era difícil de evitar debido a la historia. ¿Qué le pidieron y qué aportó usted desde su propio enfoque?
Sí, era difícil evitarlo. Cuando comencé el proyecto, debo admitir que no era el mayor fanático de la música de banda, pero poco a poco fui apreciando su sonido y comprendiendo qué es lo que genera en la gente de Sinaloa y en el norte del país. Lo interesante de componer para la banda sonora fue que, al adaptarla para toda la película, pude llevar el sonido de la banda fuera de su zona de confort. Descubrí cosas fascinantes, como el hecho de que si ralentizas un poco una canción de banda, puedes encontrar similitudes con arreglos balcánicos o metales. También tuve que ajustar el tempo y el fraseo del acordeón, lo que me llevó a descubrir sonidos similares al del acordeón en el "score" de Amélie. Fue un proceso interesante porque el universo de la banda se expandió y adquirió sonidos inesperados.
- Existen puristas en los géneros musicales que no aceptan fácilmente las actualizaciones de ritmos tradicionales. ¿Cómo enfrentó ese desafío?
Es cierto que puede ser difícil, pero siempre digo que hay quienes hacen y quienes copian. Creo que aquellos que encuentran la libertad de decir "ahora será así" son los que lideran. Actualmente, vemos esto con el corrido tumbado de Natanael Cano y Peso Pluma, quienes están haciendo cosas nuevas. Un buen ejemplo es Rosalía, que sale del flamenco y no se considera flamenco, pero ella podría decir que está reinventando la seguiriya y le guste a quien le guste.
- "Bahía Colorada" cuenta con una productora de amplia experiencia como Mónica Lozano, pero también está Netflix. ¿Tuvo algún contacto directo con la plataforma en relación a la música?
No tuve contacto directo con la plataforma, lo cual agradezco. He trabajado para Netflix en otros proyectos, y aunque me encantan los proyectos en los que he participado, siento que la forma en que la plataforma aborda la música puede ser un poco mecánica. Afortunadamente, en este caso, Mónica Lozano tiene muchísima experiencia y conocimiento. Ella decidió producir la película como se haría normalmente y luego lidiar con la plataforma. Creo que encontró un equilibrio muy bueno que permitió tener libertad creativa y, especialmente, que el director pudiera expresar su visión. Esto es muy importante para lograr que la película sea redonda.
- Ha trabajado con varios directores reconocidos como Alonso Ruiz Palacios, Manolo Caro, Alejandra Márquez Abella, Alejandro Lozano y Alfonso Pineda Ulloa. ¿Cuál de ellos diría que tiene un mejor oído musical y quién le ha dado más importancia a su banda sonora?
En términos de oído musical, definitivamente Alonso Ruiz Palacios es excepcional. Él es un melómano y tiene un amplio conocimiento musical. Siempre que trabajo con él, las referencias que utiliza son hermosas. Hemos utilizado desde Schubert para algunas de sus películas hasta sonatas tardías de Beethoven desconocidas. Puedo decir que es un director muy culto y con un gran oído musical. En cuanto a la importancia que le han dado a mi banda sonora, siento que Alejandra Márquez Abella es la que más me ha permitido ser yo mismo y proponer. Su conocimiento musical le permite pedir cualquier cosa, incluso música clásica, y eso es muy valioso.
- Si repasamos su carrera, podríamos decir que es un compositor muy ecléctico en cuanto a géneros, ya que ha trabajado en comedias, terror, acción, drama, entre otros. ¿Existen claves musicales asociadas a cada género, o cada película requiere su propia clave?
Me gustan los géneros y, desde joven, me he entrenado musicalmente explorándolos y tratando de comprenderlos. Sin embargo, lo que realmente me gusta es que cada película establezca sus propias reglas. Escoger un género puede ser un buen punto de partida, pero es solo eso, un punto de partida. Eventualmente, creo que sería genial que la música también se desligara del género. Por ejemplo, he trabajado con Bruno Santa María, un documentalista joven y fantástico que me ha pedido cosas que no suelo hacer, como un reguetón. Sin embargo, logramos crear un reguetón muy cinematográfico que se ajustaba a lo que la película necesitaba.
- Además de "Bahía Colorada", tiene otras tres películas pendientes de estreno y tres más que se han estrenado recientemente. ¿Cómo se organiza con tanto trabajo?
No es fácil, pero tengo un equipo maravilloso que me respalda en todo momento. Cuento con mucha asistencia, pero no asistencia creativa. Es decir, me gusta estar presente en cada detalle musical de las películas, pero hay mucho trabajo que debe realizarse para que yo me dedique exclusivamente a la parte creativa. Tengo un equipo talentoso en mi oficina, un asistente genial, un productor, un mezclador y personal de oficina. Aunque puede ser complicado, logramos mantener los proyectos en marcha y equilibrarlos.
- ¿Componer para el cine siempre fue tu objetivo como músico, o fue impuesto por el destino?
Fue completamente impuesto por el destino. Originalmente, yo era guitarrista y estudiaba ocho horas al día. Desafortunadamente, tuve una lesión en la mano derecha mientras interpretaba el Concierto de Aranjuez, lo cual fue lo peor que me ha sucedido en la vida. Sin embargo, resultó ser lo mejor, ya que me permitió dejar el mundo de la guitarra y enfocarme en el cine, el teatro, la danza y la enseñanza. Hoy en día, estoy muy agradecido por eso. Mi padre estaba involucrado en el teatro y varios de mis amigos se dedicaban al cine, así que de alguna manera la vida me llevó hacia ese camino. Después de 20 años, no puedo estar más feliz de hacer lo que hago.
- ¿Cuáles han sido o son sus referencias musicales en tu carrera o con qué compositor le gustaría intercambiar su carrera?
Me gusta mucho el trabajo de Alexander Desplat. Aprecio cómo se adapta a diferentes directores y crea colaboraciones sólidas. Por ejemplo, cuando trabajó con Wes Anderson, creó un mundo musical muy particular. Con cualquier otro director, Desplat puede generar un universo propio y reinventarse para crear una música diferente. También me gusta Hans Zimmer, cuyo trabajo es ampliamente conocido, y Alberto Iglesias, un compositor español que hace cosas muy sorprendentes. Me gusta especialmente su trabajo de cámara. Estos dos compositores son los que más me gustan.
- Haber trabajado para Netflix significa que "Bahía Colorada" se verá en todo el mundo. ¿Te gustaría componer música para películas de países y culturas lejanas?
Me encantaría. Creo que el exotismo es una fuente importante que ha generado arte fundamental. Encuentro el exotismo muy interesante. Por ejemplo, actualmente disfruto mucho del cine de Bollywood. Me encantaría ver una película mexicana con música de Bollywood, y sería un sueño poder componer música para una película de Bollywood siendo un compositor mexicano.
Transcripión: Ana Karina Villegas
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- Creo que muchos fanáticos del cine agradecerían conocer cómo es tu sistema de trabajo desde que te llaman para componer una banda sonora. ¿Podría compartir algunos detalles al respecto?
Claro, sí, es interesante. Lo que me gusta mucho de las películas es que no hay un sistema de trabajo establecido. Cada película es única y cambia mucho. Me gusta pensar que hacer una banda sonora es inventar un método en lugar de seguir uno preestablecido, eso es lo que encuentro emocionante. Por ejemplo, en "Norte sobre el vacío", de Alejandra Márquez, que me gusta mucho y que actualmente está nominada a los Arieles, no hubo una pista musical temporal. Cuando leí el guión, tuvimos una discusión creativa y ella me pidió que compusiera música sin tener la película y luego ella encontraría los lugares donde ponerla. Fue un proceso muy gratificante. En general, el proceso sería: te dan el guión, lo lees y empiezas a bosquejar ideas y temas. Luego, te dan la película ya editada, posiblemente con algo de música que el editor utilizó para encontrar el ritmo y el tamaño de las escenas. Con esa versión final, comienzas a crear maquetas. Una vez que las maquetas son aprobadas, pasas al proceso de producción musical y realizas la finalización en 5.1 o Atmos del material que has producido. Aún se pueden realizar ajustes y detalles en la sala de mezcla THX.
- Entonces, no solo compone la partitura, sino que también produce la grabación. ¿Es así?
Sí, en general, ambos aspectos están bastante relacionados. Tengo un productor que me ayuda mucho, pero me gusta estar presente en las decisiones y apoyar en todo lo posible. Lo más importante es el sonido de la película.
- En ese proceso de creación, ¿tiene una relación más intensa con el director de la película o con los productores?
En general, mi relación es más intensa con el director de la película. Me gusta trabajar con directores y prefiero proyectos que sean autorales. Por ejemplo, en la película "Los (casi) ídolos de Bahía Colorada", trabajé con un director muy joven pero muy energético. Tuvimos una relación cercana y sólida, e incluso él compuso algunas de las canciones que los personajes de los hermanos Abitia interpretan en la película. Ricardo Castro Velázquez es un director muy talentoso, y a diferencia de mi experiencia previa con directores que también son músicos, trabajar con Ricardo fue todo lo contrario. Él entendió hasta dónde podía aportar y creó cuatro canciones fantásticas. Además, me dio mucho espacio para elegir la música incidental y tener su propia voz. Fue una experiencia muy interesante.
- En "Bahía Colorada", había una referencia a la música de banda que era difícil de evitar debido a la historia. ¿Qué le pidieron y qué aportó usted desde su propio enfoque?
Sí, era difícil evitarlo. Cuando comencé el proyecto, debo admitir que no era el mayor fanático de la música de banda, pero poco a poco fui apreciando su sonido y comprendiendo qué es lo que genera en la gente de Sinaloa y en el norte del país. Lo interesante de componer para la banda sonora fue que, al adaptarla para toda la película, pude llevar el sonido de la banda fuera de su zona de confort. Descubrí cosas fascinantes, como el hecho de que si ralentizas un poco una canción de banda, puedes encontrar similitudes con arreglos balcánicos o metales. También tuve que ajustar el tempo y el fraseo del acordeón, lo que me llevó a descubrir sonidos similares al del acordeón en el "score" de Amélie. Fue un proceso interesante porque el universo de la banda se expandió y adquirió sonidos inesperados.
- Existen puristas en los géneros musicales que no aceptan fácilmente las actualizaciones de ritmos tradicionales. ¿Cómo enfrentó ese desafío?
Es cierto que puede ser difícil, pero siempre digo que hay quienes hacen y quienes copian. Creo que aquellos que encuentran la libertad de decir "ahora será así" son los que lideran. Actualmente, vemos esto con el corrido tumbado de Natanael Cano y Peso Pluma, quienes están haciendo cosas nuevas. Un buen ejemplo es Rosalía, que sale del flamenco y no se considera flamenco, pero ella podría decir que está reinventando la seguiriya y le guste a quien le guste.
- "Bahía Colorada" cuenta con una productora de amplia experiencia como Mónica Lozano, pero también está Netflix. ¿Tuvo algún contacto directo con la plataforma en relación a la música?
No tuve contacto directo con la plataforma, lo cual agradezco. He trabajado para Netflix en otros proyectos, y aunque me encantan los proyectos en los que he participado, siento que la forma en que la plataforma aborda la música puede ser un poco mecánica. Afortunadamente, en este caso, Mónica Lozano tiene muchísima experiencia y conocimiento. Ella decidió producir la película como se haría normalmente y luego lidiar con la plataforma. Creo que encontró un equilibrio muy bueno que permitió tener libertad creativa y, especialmente, que el director pudiera expresar su visión. Esto es muy importante para lograr que la película sea redonda.
- Ha trabajado con varios directores reconocidos como Alonso Ruiz Palacios, Manolo Caro, Alejandra Márquez Abella, Alejandro Lozano y Alfonso Pineda Ulloa. ¿Cuál de ellos diría que tiene un mejor oído musical y quién le ha dado más importancia a su banda sonora?
En términos de oído musical, definitivamente Alonso Ruiz Palacios es excepcional. Él es un melómano y tiene un amplio conocimiento musical. Siempre que trabajo con él, las referencias que utiliza son hermosas. Hemos utilizado desde Schubert para algunas de sus películas hasta sonatas tardías de Beethoven desconocidas. Puedo decir que es un director muy culto y con un gran oído musical. En cuanto a la importancia que le han dado a mi banda sonora, siento que Alejandra Márquez Abella es la que más me ha permitido ser yo mismo y proponer. Su conocimiento musical le permite pedir cualquier cosa, incluso música clásica, y eso es muy valioso.
- Si repasamos su carrera, podríamos decir que es un compositor muy ecléctico en cuanto a géneros, ya que ha trabajado en comedias, terror, acción, drama, entre otros. ¿Existen claves musicales asociadas a cada género, o cada película requiere su propia clave?
Me gustan los géneros y, desde joven, me he entrenado musicalmente explorándolos y tratando de comprenderlos. Sin embargo, lo que realmente me gusta es que cada película establezca sus propias reglas. Escoger un género puede ser un buen punto de partida, pero es solo eso, un punto de partida. Eventualmente, creo que sería genial que la música también se desligara del género. Por ejemplo, he trabajado con Bruno Santa María, un documentalista joven y fantástico que me ha pedido cosas que no suelo hacer, como un reguetón. Sin embargo, logramos crear un reguetón muy cinematográfico que se ajustaba a lo que la película necesitaba.
- Además de "Bahía Colorada", tiene otras tres películas pendientes de estreno y tres más que se han estrenado recientemente. ¿Cómo se organiza con tanto trabajo?
No es fácil, pero tengo un equipo maravilloso que me respalda en todo momento. Cuento con mucha asistencia, pero no asistencia creativa. Es decir, me gusta estar presente en cada detalle musical de las películas, pero hay mucho trabajo que debe realizarse para que yo me dedique exclusivamente a la parte creativa. Tengo un equipo talentoso en mi oficina, un asistente genial, un productor, un mezclador y personal de oficina. Aunque puede ser complicado, logramos mantener los proyectos en marcha y equilibrarlos.
- ¿Componer para el cine siempre fue tu objetivo como músico, o fue impuesto por el destino?
Fue completamente impuesto por el destino. Originalmente, yo era guitarrista y estudiaba ocho horas al día. Desafortunadamente, tuve una lesión en la mano derecha mientras interpretaba el Concierto de Aranjuez, lo cual fue lo peor que me ha sucedido en la vida. Sin embargo, resultó ser lo mejor, ya que me permitió dejar el mundo de la guitarra y enfocarme en el cine, el teatro, la danza y la enseñanza. Hoy en día, estoy muy agradecido por eso. Mi padre estaba involucrado en el teatro y varios de mis amigos se dedicaban al cine, así que de alguna manera la vida me llevó hacia ese camino. Después de 20 años, no puedo estar más feliz de hacer lo que hago.
- ¿Cuáles han sido o son sus referencias musicales en tu carrera o con qué compositor le gustaría intercambiar su carrera?
Me gusta mucho el trabajo de Alexander Desplat. Aprecio cómo se adapta a diferentes directores y crea colaboraciones sólidas. Por ejemplo, cuando trabajó con Wes Anderson, creó un mundo musical muy particular. Con cualquier otro director, Desplat puede generar un universo propio y reinventarse para crear una música diferente. También me gusta Hans Zimmer, cuyo trabajo es ampliamente conocido, y Alberto Iglesias, un compositor español que hace cosas muy sorprendentes. Me gusta especialmente su trabajo de cámara. Estos dos compositores son los que más me gustan.
- Haber trabajado para Netflix significa que "Bahía Colorada" se verá en todo el mundo. ¿Te gustaría componer música para películas de países y culturas lejanas?
Me encantaría. Creo que el exotismo es una fuente importante que ha generado arte fundamental. Encuentro el exotismo muy interesante. Por ejemplo, actualmente disfruto mucho del cine de Bollywood. Me encantaría ver una película mexicana con música de Bollywood, y sería un sueño poder componer música para una película de Bollywood siendo un compositor mexicano.
Transcripión: Ana Karina Villegas
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