En salas la candidata peruana al Oscar, "La erección de Toribio Bardelli"
- por © Jaime Duque-NOTICINE.com
Desde este jueves las salas de cine peruanaa reciben a "La erección de Toribio Bardelli", candidata peruana al Oscar a Mejor Película Internacional este año. Esta tragicomedia dirigida por Adrián Saba es una coproducción entre Perú y Brasil y cuenta con un elenco encabezado por Gustavo Bueno, Gisela Ponce de León, Michele Abascal y Rodrigo Sánchez Patiño, entre otros actores y actrices.
Esta es la tercera película dirigida por el cineasta peruano, Adrián Saba, después de sus películas "El Limpiador" y "El Soñador". La película fue filmada en 2019, y la pandemia coincidió con el proceso de montaje, por lo que el estreno de la película no se vio afectado. Según Saba, "Tuve la suerte de que la cuarentena me tocó en el momento del montaje y no cuando estábamos a punto de estrenar o rodar".
La historia gira en torno a una familia disfuncional de cinco miembros: un padre de 70 años que siente que ha fracasado en la vida y sus cuatro hijos, que siguen un camino no muy diferente al de su padre. Toribio, el anciano, tiene un único deseo para sus últimos años de vida: recuperar su erección. Así comienza el viaje de los "héroes" en una extraña, oscura y cómica aventura.
"Si bien hay mucha melancolía y los personajes están bastante rotos, lo que me interesa es cómo se reconstruyen", explica el cineasta a Ventana Indiscreta, añadiendo que "la película quizás no te brinde todas las respuestas; la intención es mostrar que hay algo de luz".
La película se desarrolla en su mayoría en una atmósfera de oscuridad, solo interrumpida por destellos de luz de la iluminación urbana, como semáforos y carteles de neón, así como por la luz de las velas. La dirección de fotografía, a cargo de Christian Valera, busca transmitir una estética melancólica mediante el uso de escenas y planos en claroscuro.
Saba ha buscado crear una historia que aborde temas existenciales desde una perspectiva satírica. En sus propias palabras, "Hay un pesar existencial que es difícil de expresar con palabras, y eso es lo que he tratado de reflejar en mi película".
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Esta es la tercera película dirigida por el cineasta peruano, Adrián Saba, después de sus películas "El Limpiador" y "El Soñador". La película fue filmada en 2019, y la pandemia coincidió con el proceso de montaje, por lo que el estreno de la película no se vio afectado. Según Saba, "Tuve la suerte de que la cuarentena me tocó en el momento del montaje y no cuando estábamos a punto de estrenar o rodar".
La historia gira en torno a una familia disfuncional de cinco miembros: un padre de 70 años que siente que ha fracasado en la vida y sus cuatro hijos, que siguen un camino no muy diferente al de su padre. Toribio, el anciano, tiene un único deseo para sus últimos años de vida: recuperar su erección. Así comienza el viaje de los "héroes" en una extraña, oscura y cómica aventura.
"Si bien hay mucha melancolía y los personajes están bastante rotos, lo que me interesa es cómo se reconstruyen", explica el cineasta a Ventana Indiscreta, añadiendo que "la película quizás no te brinde todas las respuestas; la intención es mostrar que hay algo de luz".
La película se desarrolla en su mayoría en una atmósfera de oscuridad, solo interrumpida por destellos de luz de la iluminación urbana, como semáforos y carteles de neón, así como por la luz de las velas. La dirección de fotografía, a cargo de Christian Valera, busca transmitir una estética melancólica mediante el uso de escenas y planos en claroscuro.
Saba ha buscado crear una historia que aborde temas existenciales desde una perspectiva satírica. En sus propias palabras, "Hay un pesar existencial que es difícil de expresar con palabras, y eso es lo que he tratado de reflejar en mi película".
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