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Una de las películas más emblemáticas del cine peruano, "Gregorio", dirigida por Alejandro Legaspi, Stefan Kaspar y Fernando Espinoza, que cautivó a audiencias en la década de los 80, regresaba a las principales salas de cine del país este jueves 14 de marzo con motivo de su próximo 40 aniversario con una versión remasterizada que resalta la calidad visual y sonora de la obra. Esta ya fue presentada en el Festival de Lima de 2019, pero su reestreno comercial previsto para 2020 fue pospuesto debido a la pandemia.

El Grupo Chaski, fundado en 1982 con el objetivo de difundir el cine nacional e internacional en comunidades marginadas, ha sido fundamental en la producción y promoción de "Gregorio". Su compromiso con la creación de cine de calidad y relevancia social ha dejado un legado duradero en la industria cinematográfica peruana. La restauración y remasterización de la película estuvo a cargo de Guarango Cine y Video, que incluyó la búsqueda exhaustiva de los negativos perdidos, finalmente localizados en los archivos de la cinemateca suiza, con la participación del codirector Legaspi y el sonidista Francisco Adrianzén.

"Gregorio" cuenta la historia de un niño provinciano de 12 años que se ve obligado a migrar con su familia desde los Andes hasta la caótica Lima. En su travesía, enfrenta el choque cultural entre dos mundos radicalmente diferentes y se ve obligado a enfrentar la adversidad en un entorno hostil. La película, producida por el Grupo Chaski en 1985, ha sido reconocida internacionalmente con premios en festivales de La Habana, Bogotá, Madrid y Suiza.



En una entrevista exclusiva con Perú21, el director compartió sus reflexiones sobre la vigencia de "Gregorio" en la sociedad actual: "Esos "Gregorios", creo yo, ahora son los padres y abuelos de todos los trabajadores y empresarios actuales. Todos los dueños de MYPES, de tiendas de ropas. Sus padres fueron aquellos que migraron. Eso le da cierta continuidad a la historia". "Hay varios elementos presentes en la película que siguen vigentes en nuestra sociedad, cosas buenas y malas, como la fuerza del personaje; pero también el racismo, el machismo, el desprecio hacia las provincias...", alegó el codirector.

María Barea, productora de la película, destacó la importancia de "Gregorio" en el panorama cinematográfico peruano de los años 80: "En sí, también eran otros tiempos, ya que había un número más limitado de cineastas dedicados a crear cine."

En unas declaraciones hace años, representantes del Grupo Chaski destacaron la importancia de mantener un sello distintivo en su trabajo, centrado en un compromiso con el proceso de liberación del pueblo peruano, visión se refleja en todas las facetas de su producción cinematográfica, desde la investigación y promoción hasta la capacitación y distribución.

Uno de los puntos clave del debate fue la elección entre adoptar estéticas occidentales, influenciadas por Hollywood o el cine europeo, o buscar un enfoque propio que reflejase las realidades únicas del tercer mundo. En este sentido, Chaski dijo optar por una estética y un lenguaje cinematográfico que reflejen los códigos de comunicación naturales del pueblo peruano, reconociendo la diversidad cultural y las múltiples formas de expresión.

Críticos notables del cine, como Leny Fernández y Sandro Mairata, elogian la importancia cultural y social de "Gregorio", destacando su estética documental y el impacto de la interpretación del elenco, especialmente del actor protagonista. La película ha sido reconocida por su capacidad para capturar la complejidad de la sociedad peruana y ofrecer una mirada honesta a sus desafíos y triunfos.

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