El abuso sexual ante las cámaras, en la mexicana "Un actor malo"
- por © Marina Durán-NOTICINE.com
En el vibrante mundo del cine, donde las luces, las cámaras y las actuaciones se entrelazan para crear historias cautivadoras, a veces, tras la brillante fachada, se ocultan realidades perturbadoras. "Un actor malo", película dirigida por el mexicano Jorge Cuchí que se estrena el próximo día 4 de abril, adentra al espectador en un oscuro relato que desafía las percepciones y plantea cuestiones fundamentales sobre el consentimiento, el abuso y la responsabilidad en la industria cinematográfica.
La producción, protagonizada por Alfonso Dosal y Fiona Palomo, se sumerge en el trasfondo del set de filmación de una película, donde la línea entre la actuación y la realidad se desdibuja peligrosamente. La trama se desencadena cuando el actor principal, interpretado por Dosal, toma una controvertida decisión que altera drásticamente la vida de su coprotagonista, encarnada por Palomo, y desencadena una serie de eventos que sacuden los cimientos del mundo del cine mexicano.
La narrativa de "Un actor malo" trasciende la pantalla para abordar temas incómodos pero urgentes. En palabras de Alfonso Dosal, quien da vida al personaje principal, la película arroja luz sobre un sistema que está inherentemente sesgado en contra de las víctimas: "Es muy desesperanzador. No hay a quién acudir, estás batallando con un sistema que va en contra de las víctimas. Sabemos que el sistema penal está jodido, pero a las mujeres están en un lugar de mierda, las revictimiza y es lo que vemos todos los días. Estamos hablando de un sistema que está hecho para perpetuar el abuso".
El trasfondo de la trama se inspira en eventos reales, en concreto en el incidente detrás de la película "El último tango en París / Último Tango en París / Ultimo tango a Parigi", donde la actriz Maria Schneider reveló haber sido objeto de abuso durante una escena de sexo, pero nadie le creyó en su momento. Jorge Cuchí, director de "Un actor malo", encontró inspiración en esta historia para explorar las complejidades del poder, el consentimiento y la responsabilidad en la industria del entretenimiento contemporánea: "¿qué pasaría si un incidente como éste, de evidente abuso sexual, sucediera en nuestra época? Y entonces, en 2020, encerrado en mi casa por la pandemia, me puse a escribir ' Un actor malo ‘ ", confiesa el director.
En palabras del propio Cuchí, la película es una reflexión personal sobre los cambios culturales y sociales que han transformado la percepción del abuso sexual en el mundo del cine: "Los tiempos han cambiado. Y creo que para bien". A través de su trabajo cinematográfico, Cuchí busca desafiar las normas establecidas y generar una conversación crucial sobre la ética y la moral en la creación artística.
"Un actor malo" no solo presenta una historia convincente y desgarradora, sino que también plantea preguntas difíciles sobre la responsabilidad de los creadores de contenido y la importancia de creer en las voces de las víctimas. El estreno de esta película busca generar discusiones profundas y reflexiones duraderas sobre el poder del cine para abordar temas sensibles y provocar un cambio social significativo.
Alfonso Dosal, protagonista de la película, resume el impacto emocional del rodaje: "Fue triste y duro filmar. Nuestros llamados fueron increíbles... Íbamos descubriendo más y más cosas que pudiéramos seguir agregando para que la información pasara clarita. Fiona es una actriz increíble, pero no puedo decir que fue un rodaje muy hermoso, porque nos dolía ver esto y hablar de este tema".
"Un actor malo" llega la semana próxima a los cines, en un momento crucial, cuando la sociedad demanda un cambio real y duradero en la forma en que se aborda y se erradica el abuso en todas sus formas. A través de su poderosa narrativa y actuaciones conmovedoras, esta película se posiciona como un faro de esperanza para crear un mundo donde el abuso no tenga cabida, ni ante las cámaras ni fuera de ellas.
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La producción, protagonizada por Alfonso Dosal y Fiona Palomo, se sumerge en el trasfondo del set de filmación de una película, donde la línea entre la actuación y la realidad se desdibuja peligrosamente. La trama se desencadena cuando el actor principal, interpretado por Dosal, toma una controvertida decisión que altera drásticamente la vida de su coprotagonista, encarnada por Palomo, y desencadena una serie de eventos que sacuden los cimientos del mundo del cine mexicano.
La narrativa de "Un actor malo" trasciende la pantalla para abordar temas incómodos pero urgentes. En palabras de Alfonso Dosal, quien da vida al personaje principal, la película arroja luz sobre un sistema que está inherentemente sesgado en contra de las víctimas: "Es muy desesperanzador. No hay a quién acudir, estás batallando con un sistema que va en contra de las víctimas. Sabemos que el sistema penal está jodido, pero a las mujeres están en un lugar de mierda, las revictimiza y es lo que vemos todos los días. Estamos hablando de un sistema que está hecho para perpetuar el abuso".
El trasfondo de la trama se inspira en eventos reales, en concreto en el incidente detrás de la película "El último tango en París / Último Tango en París / Ultimo tango a Parigi", donde la actriz Maria Schneider reveló haber sido objeto de abuso durante una escena de sexo, pero nadie le creyó en su momento. Jorge Cuchí, director de "Un actor malo", encontró inspiración en esta historia para explorar las complejidades del poder, el consentimiento y la responsabilidad en la industria del entretenimiento contemporánea: "¿qué pasaría si un incidente como éste, de evidente abuso sexual, sucediera en nuestra época? Y entonces, en 2020, encerrado en mi casa por la pandemia, me puse a escribir ' Un actor malo ‘ ", confiesa el director.
En palabras del propio Cuchí, la película es una reflexión personal sobre los cambios culturales y sociales que han transformado la percepción del abuso sexual en el mundo del cine: "Los tiempos han cambiado. Y creo que para bien". A través de su trabajo cinematográfico, Cuchí busca desafiar las normas establecidas y generar una conversación crucial sobre la ética y la moral en la creación artística.
"Un actor malo" no solo presenta una historia convincente y desgarradora, sino que también plantea preguntas difíciles sobre la responsabilidad de los creadores de contenido y la importancia de creer en las voces de las víctimas. El estreno de esta película busca generar discusiones profundas y reflexiones duraderas sobre el poder del cine para abordar temas sensibles y provocar un cambio social significativo.
Alfonso Dosal, protagonista de la película, resume el impacto emocional del rodaje: "Fue triste y duro filmar. Nuestros llamados fueron increíbles... Íbamos descubriendo más y más cosas que pudiéramos seguir agregando para que la información pasara clarita. Fiona es una actriz increíble, pero no puedo decir que fue un rodaje muy hermoso, porque nos dolía ver esto y hablar de este tema".
"Un actor malo" llega la semana próxima a los cines, en un momento crucial, cuando la sociedad demanda un cambio real y duradero en la forma en que se aborda y se erradica el abuso en todas sus formas. A través de su poderosa narrativa y actuaciones conmovedoras, esta película se posiciona como un faro de esperanza para crear un mundo donde el abuso no tenga cabida, ni ante las cámaras ni fuera de ellas.
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