"El auge del humano 3" llega a salas argentinas tras rentable paso por festivales
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Esta semana se estrena en Argentina "El auge del humano 3", premiada en San Sebastián y Tesalonika, una coproducción internacional dirigida por el cineasta Eduardo "Teddy" Williams. Esta película es la tercera parte de una obra experimental que comenzó con "El auge del humano", la cual ganó el Leopardo de Oro en la categoría de Cineastas del Presente en 2016. En esta nueva entrega, el director sigue explorando un estilo visual particular, mostrando a diferentes grupos de personas en un entorno lluvioso y oscuro, que escapan de sus trabajos para sumergirse en una fantasía surrealista de temática LGTB.
Una de las características más destacadas de "El auge del humano 3" es el uso de una cámara 360. A diferencia de las cámaras tradicionales que enfocan un solo punto, este dispositivo permite ver todas las posiciones posibles del encuadre. Según contó Williams a Ventana Indiscreta, la decisión de utilizar esta tecnología le permitió elegir los encuadres en la postproducción, lo que le brindó una nueva manera de percibir el espacio y el tiempo en el cine. "Decidir un encuadre cambiaba la manera de ver mi película", explicó. El director comentó que esta técnica le ayudó a sentir un nivel físico diferente al hacer cine, ya que podía observar los movimientos de la cámara en realidad virtual y decidir la composición de la imagen moviendo su cabeza. Esto permite al espectador experimentar los espacios de manera más inmersiva, creando una cercanía con las personas que aparecen en la pantalla.
En cuanto a los temas espirituales que se pueden interpretar en la película, Williams aclaró que no hay una intención consciente detrás de ello. Sin embargo, mencionó que algunos espectadores asociaron las escenas de personas flotando con el uso de drogas o la meditación. Al respecto, comentó que esos estados mentales influyeron en su trabajo, pero que durante el rodaje no consideró consumir sustancias debido al enfoque y la urgencia de la producción. "Me gusta en la vida experimentar distintos estados mentales, sea con drogas o meditación", comentó el director entre risas.
Williams también se refirió a cómo el público a menudo se decepciona cuando le preguntan por sus referentes cinematográficos. "Intento ver películas como espectador y no como director. No las veo como si las fuese a usar", afirmó. El cineasta señaló que encuentra más inspiración en la vida misma que en el cine, y que le sorprende cuando otras personas asocian sus películas con otras obras cinematográficas.
En cuanto a la relación con los actores, Williams destacó la importancia de compartir tiempo con ellos antes y durante el rodaje, en lugar de centrarse en ensayos formales. "En mis películas ensayamos el recorrido que hacen los personajes, pero los diálogos no, a menos que sea una escena en específico o haya mucho texto", explicó. Para el director, el tiempo compartido con los actores es crucial, ya que la película es compleja y solo puede ser entendida completamente una vez filmada. Por ello, aseguraba a los actores que no podían equivocarse, incluso si olvidaban una línea. "Incluso si se olvidaban una línea, yo seguía grabando e incluso ello podía hacer que la escena quedara mejor", detalló.
Williams enfatizó que no insiste en preguntar a los actores si entendieron la propuesta de la película, ya que la mayoría no está acostumbrada a ese tipo de cine. "Para mí es muy importante saber qué sintieron al momento de hacerlo", comentó. Aunque los actores le agradecieron la oportunidad de participar, sintió que no lograron comprender del todo la naturaleza del proyecto.
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Una de las características más destacadas de "El auge del humano 3" es el uso de una cámara 360. A diferencia de las cámaras tradicionales que enfocan un solo punto, este dispositivo permite ver todas las posiciones posibles del encuadre. Según contó Williams a Ventana Indiscreta, la decisión de utilizar esta tecnología le permitió elegir los encuadres en la postproducción, lo que le brindó una nueva manera de percibir el espacio y el tiempo en el cine. "Decidir un encuadre cambiaba la manera de ver mi película", explicó. El director comentó que esta técnica le ayudó a sentir un nivel físico diferente al hacer cine, ya que podía observar los movimientos de la cámara en realidad virtual y decidir la composición de la imagen moviendo su cabeza. Esto permite al espectador experimentar los espacios de manera más inmersiva, creando una cercanía con las personas que aparecen en la pantalla.
En cuanto a los temas espirituales que se pueden interpretar en la película, Williams aclaró que no hay una intención consciente detrás de ello. Sin embargo, mencionó que algunos espectadores asociaron las escenas de personas flotando con el uso de drogas o la meditación. Al respecto, comentó que esos estados mentales influyeron en su trabajo, pero que durante el rodaje no consideró consumir sustancias debido al enfoque y la urgencia de la producción. "Me gusta en la vida experimentar distintos estados mentales, sea con drogas o meditación", comentó el director entre risas.
Williams también se refirió a cómo el público a menudo se decepciona cuando le preguntan por sus referentes cinematográficos. "Intento ver películas como espectador y no como director. No las veo como si las fuese a usar", afirmó. El cineasta señaló que encuentra más inspiración en la vida misma que en el cine, y que le sorprende cuando otras personas asocian sus películas con otras obras cinematográficas.
En cuanto a la relación con los actores, Williams destacó la importancia de compartir tiempo con ellos antes y durante el rodaje, en lugar de centrarse en ensayos formales. "En mis películas ensayamos el recorrido que hacen los personajes, pero los diálogos no, a menos que sea una escena en específico o haya mucho texto", explicó. Para el director, el tiempo compartido con los actores es crucial, ya que la película es compleja y solo puede ser entendida completamente una vez filmada. Por ello, aseguraba a los actores que no podían equivocarse, incluso si olvidaban una línea. "Incluso si se olvidaban una línea, yo seguía grabando e incluso ello podía hacer que la escena quedara mejor", detalló.
Williams enfatizó que no insiste en preguntar a los actores si entendieron la propuesta de la película, ya que la mayoría no está acostumbrada a ese tipo de cine. "Para mí es muy importante saber qué sintieron al momento de hacerlo", comentó. Aunque los actores le agradecieron la oportunidad de participar, sintió que no lograron comprender del todo la naturaleza del proyecto.
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