Felipe Wein habla del estreno de su opera prima, "Tiempo de pagar"
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
El joven director y guionista argentino Felipe Wein, se prepara para el estreno -el próximo día 7- de su opera prima "Tiempo de pagar", una historia que pone en el centro el caos y la peculiaridad de la vida en el microcentro porteño, específicamente en la zona de Florida y Lavalle. A lo largo de una odisea a contrarreloj, que dura poco más de una hora, el protagonista, Richard, un cambista que se mueve en un circuito de relaciones problemáticas y decisiones impulsivas, refleja, según el propio Wein, "cómo se han resuelto varios de los problemas en Argentina".
Wein explicó a ANCCOM que la película surgió de un momento casual durante la postproducción de un cortometraje: "Estábamos en el microcentro, salíamos del estudio de sonido y nos encontramos en plena peatonal Florida o Lavalle. Ahí veíamos estos personajes particulares y dijimos ‘estos tipos están para una historia’". Aquella visión de los "arbolitos" porteños, los cambistas que operan en la calle, fue el punto de partida de un guion que creció a lo largo de los meses. "Recorrí el microcentro por tres meses, observando, entendiendo toda la fauna de personajes que había. Y salió de esa manera".
Wein no solo es el guionista y director de la película, sino también uno de sus principales motores. La producción se realizó sin apoyo oficial, a diferencia de muchas producciones nacionales, y se financió con recursos propios y de colaboradores cercanos. Sobre esta decisión, Wein comentó: "No tuve financiamiento del INCAA. Fue una decisión de producción… yo no tenía puntos como para presentar un proyecto al INCAA, y me hubiese demorado mucho". Ante el tiempo ajustado para filmar, decidió avanzar con un equipo pequeño: "Era ahora que había que meter esto, ahora sí o sí. Teníamos el apoyo de la universidad y diez o doce personas que pusieron algo de su dinero".
Para Wein, el personaje principal de la historia, Richard, es esencial para lograr la conexión con el espectador: "Queríamos un protagonista atrapado en su propio círculo vicioso, alguien lleno de ‘fallas’ que nos ayudara a entender un modo de vida que hemos adoptado. ¿Cómo hacemos los argentinos para zafar de un problema? Nos metemos en otro". Esta visión se traduce en el constante ir y venir de Richard, un hombre al que las circunstancias nunca lo doblegan, pero tampoco lo transforman. Wein subraya que "no glorificamos al protagonista; mostramos el mundo a través de sus ojos. Un mundo podrido pero pintoresco donde todo puede pasar".
El rodaje de "Tiempo de pagar" fue en sí mismo un proceso desafiante. La película se filmó en tres tandas durante 2022 y 2023, un ritmo que permitió a Wein analizar el material y hacer ajustes en medio de la producción. Una de estas adiciones fue una secuencia en un casino clandestino, que el director escribió ya en sala de montaje. "Dije: ‘Falta algo en la mitad de la película’. Entonces escribí esa secuencia en el casino porque me parecía que agregaba tensión y servía como gancho. Siempre había querido filmar una escena en un casino clandestino", cuenta Wein, quien insiste en la necesidad de "tensionar al espectador" para mantener el interés en la historia.
El papel de Richard quedó en manos del actor Juan Nemirovsky, a quien Wein conoció en el rodaje de una serie. "Lo vi y le dije ‘vos vas a actuar en mi corto’. Para mí era la persona perfecta, tiene todo para ser Richard", explicó el director, convencido desde el principio de que Nemirovsky aportaría autenticidad al rol. La relación entre director y actor se consolidó hasta tal punto que Nemirovsky, originario de Rosario, decidió trasladarse temporalmente a Buenos Aires y convivir con Wein durante el rodaje. "Nos hicimos muy amigos y él le puso una garra increíble. En las persecuciones en la calle, los peatones pensaban que era un ladrón de verdad y hasta llegaron a tacklearlo… y él siguió adelante, siempre con buena energía".
La historia tiene un cierre que Wein concibió desde el principio como una especie de paralelo con el thriller argentino "Nueve Reinas", utilizando una estructura de creciente tensión hasta el final. "En Argentina, da la sensación de que todo está por explotar, pero también de que seguimos adelante como si nada. Ese contexto es lo que me interesaba explorar", explica Wein, quien considera el final como una oportunidad para explorar la verdadera esencia del personaje: "Quería mostrar cómo él, cuando se encuentra bajo presión, se revela realmente. Lo que sucede al final es el resultado natural de la vida que él ha elegido".
Wein, quien además se inspira en la obra de realizadores como Scorsese y en películas con protagonistas "llenos de fallas", asegura que su interés se centra en construir personajes imperfectos. "Siempre me gustaron esos personajes que no cumplen con el manual de cómo hay que ser en la vida, que son un poco incorrectos, porque creo que son mucho más divertidos de ver en pantalla. Personajes como Travis Bickle de 'Taxi Driver', que son perversos o simplemente raros", describe el director.
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Wein explicó a ANCCOM que la película surgió de un momento casual durante la postproducción de un cortometraje: "Estábamos en el microcentro, salíamos del estudio de sonido y nos encontramos en plena peatonal Florida o Lavalle. Ahí veíamos estos personajes particulares y dijimos ‘estos tipos están para una historia’". Aquella visión de los "arbolitos" porteños, los cambistas que operan en la calle, fue el punto de partida de un guion que creció a lo largo de los meses. "Recorrí el microcentro por tres meses, observando, entendiendo toda la fauna de personajes que había. Y salió de esa manera".
Wein no solo es el guionista y director de la película, sino también uno de sus principales motores. La producción se realizó sin apoyo oficial, a diferencia de muchas producciones nacionales, y se financió con recursos propios y de colaboradores cercanos. Sobre esta decisión, Wein comentó: "No tuve financiamiento del INCAA. Fue una decisión de producción… yo no tenía puntos como para presentar un proyecto al INCAA, y me hubiese demorado mucho". Ante el tiempo ajustado para filmar, decidió avanzar con un equipo pequeño: "Era ahora que había que meter esto, ahora sí o sí. Teníamos el apoyo de la universidad y diez o doce personas que pusieron algo de su dinero".
Para Wein, el personaje principal de la historia, Richard, es esencial para lograr la conexión con el espectador: "Queríamos un protagonista atrapado en su propio círculo vicioso, alguien lleno de ‘fallas’ que nos ayudara a entender un modo de vida que hemos adoptado. ¿Cómo hacemos los argentinos para zafar de un problema? Nos metemos en otro". Esta visión se traduce en el constante ir y venir de Richard, un hombre al que las circunstancias nunca lo doblegan, pero tampoco lo transforman. Wein subraya que "no glorificamos al protagonista; mostramos el mundo a través de sus ojos. Un mundo podrido pero pintoresco donde todo puede pasar".
El rodaje de "Tiempo de pagar" fue en sí mismo un proceso desafiante. La película se filmó en tres tandas durante 2022 y 2023, un ritmo que permitió a Wein analizar el material y hacer ajustes en medio de la producción. Una de estas adiciones fue una secuencia en un casino clandestino, que el director escribió ya en sala de montaje. "Dije: ‘Falta algo en la mitad de la película’. Entonces escribí esa secuencia en el casino porque me parecía que agregaba tensión y servía como gancho. Siempre había querido filmar una escena en un casino clandestino", cuenta Wein, quien insiste en la necesidad de "tensionar al espectador" para mantener el interés en la historia.
El papel de Richard quedó en manos del actor Juan Nemirovsky, a quien Wein conoció en el rodaje de una serie. "Lo vi y le dije ‘vos vas a actuar en mi corto’. Para mí era la persona perfecta, tiene todo para ser Richard", explicó el director, convencido desde el principio de que Nemirovsky aportaría autenticidad al rol. La relación entre director y actor se consolidó hasta tal punto que Nemirovsky, originario de Rosario, decidió trasladarse temporalmente a Buenos Aires y convivir con Wein durante el rodaje. "Nos hicimos muy amigos y él le puso una garra increíble. En las persecuciones en la calle, los peatones pensaban que era un ladrón de verdad y hasta llegaron a tacklearlo… y él siguió adelante, siempre con buena energía".
La historia tiene un cierre que Wein concibió desde el principio como una especie de paralelo con el thriller argentino "Nueve Reinas", utilizando una estructura de creciente tensión hasta el final. "En Argentina, da la sensación de que todo está por explotar, pero también de que seguimos adelante como si nada. Ese contexto es lo que me interesaba explorar", explica Wein, quien considera el final como una oportunidad para explorar la verdadera esencia del personaje: "Quería mostrar cómo él, cuando se encuentra bajo presión, se revela realmente. Lo que sucede al final es el resultado natural de la vida que él ha elegido".
Wein, quien además se inspira en la obra de realizadores como Scorsese y en películas con protagonistas "llenos de fallas", asegura que su interés se centra en construir personajes imperfectos. "Siempre me gustaron esos personajes que no cumplen con el manual de cómo hay que ser en la vida, que son un poco incorrectos, porque creo que son mucho más divertidos de ver en pantalla. Personajes como Travis Bickle de 'Taxi Driver', que son perversos o simplemente raros", describe el director.
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