Ridley Scott estrena "Gladiator II" a los 87 años: "Aún tengo algunos proyectos por hacer"
- por © Redacción-NOTICINE.com
El cineasta británico Ridley Scott, que cumple 87 años el próximo 30 de este noviembre, repasa su extensa carrera de casi cinco décadas en el cine, en la que se destacan obras icónicas como "Alien", "Blade Runner", cuando estrena "Gladiator II" este jueves y viernes en la mayor parte del mundo. Con una productividad asombrosa para su edad, Scott continúa produciendo y dirigiendo películas de gran envergadura, lo que genera una mezcla de asombro y admiración entre quienes siguen su trayectoria. "Es mi pasión y, por lo tanto, mi placer", afirma en una entrevista con The Hollywood Reporter el director, quien revela que el cine es lo que lo mantiene en movimiento. "No lo haría si me pareciera un trabajo", detalla.
Al comentar sobre "Gladiator II", su esperado regreso a la épica historia de la Antigua Roma, Scott responde a quienes elogian su esfuerzo con una sonrisa contenida. "Lo sé. Nunca cuentas los pollos antes de que nazcan… pero a veces, sabes". Consciente de los vaivenes de la industria y armado con una perseverancia que él mismo califica como su "endurance profesional", Scott confiesa que ha tenido que adaptarse y refinar sus métodos con los años. Una de las claves, según explica, ha sido saber seleccionar los proyectos en los que trabaja. "He aprendido a cortar todo lo superfluo. No puedes tener 40 proyectos en desarrollo; eso es una mala idea. Generalmente, tengo tres o cuatro". Así, asegura, ha logrado una relación estable y duradera con los estudios de cine, en particular con Fox, con quienes ha realizado más de una docena de películas. "Es un poco como abrir un restaurante. Tienes que comer ahí cada noche. Así que ceno en mi mesa cada noche con Fox", comenta, refiriéndose a la estabilidad de su colaboración profesional.
A pesar de su longeva carrera, Scott admite que su ingreso a Hollywood no fue fácil y llegó "tarde" en comparación con otros grandes cineastas de su generación. "Entré a Hollywood cuando tenía 40 años", recuerda, "Spielberg tenía 19. George Lucas tenía 20. Y Coppola tendría 22 o algo así. Todos venían de escuelas de cine prestigiosas. Yo solo tenía un buen reel de mis comerciales de televisión". Sin embargo, a través de su estilo visual único y su habilidad para contar historias de manera innovadora, Scott logró hacerse un lugar en la industria, y ha demostrado ser una figura persistente en un entorno tan competitivo.
Respecto a su relación con el descanso, el director confiesa que la idea de tomar vacaciones le resulta ajena. "No, soy de esas personas para las que tomarse unas vacaciones está fuera de cuestión. Mi descanso es el fin de semana", explica. Durante esos días de "descanso", Scott suele dedicarse a la pintura, una pasión que compara con el golf por su carácter adictivo y desafiante. "La pintura es como luchar constantemente con el lienzo y me encanta eso".
Su pasión por la dirección cinematográfica es tan intensa que para Scott no existe el concepto de "retiro". Cuando se le pregunta si planea dejar de trabajar algún día, responde con una especie de broma oscura, haciendo un ruido de croar, y luego comenta: "Clint [Eastwood] tiene 94 años. Yo tengo 86, así que aún tengo algunos proyectos por hacer". A propósito de la famosa afirmación de Quentin Tarantino sobre su intención de retirarse después de su décima película, Scott es tajante. "No lo creo. Es una mierda. Cállate y haz otra película", dice con desdén, recordando que su hermano, el también director Tony Scott, trabajó sin descanso hasta su fallecimiento en 2012.
El vínculo con su hermano Tony siempre fue especial, y su ausencia sigue siendo una herida para Ridley. Cuando se le pregunta sobre "Top Gun: Maverick", la secuela de la icónica película dirigida por Tony, Ridley confiesa que fue invitado a dirigirla, pero declinó. "Me pidieron [dirigirla] y dije, ‘No quiero seguir los pasos de mi hermano’. Tony siempre se interesó por temas actuales. Mucho de lo que hago está en la historia, la fantasía o la ciencia ficción. Tony no soportaba la fantasía; cosas como ‘Alien’ o ‘Blade Runner’ no eran lo suyo".
Al hablar sobre su carrera, Scott recuerda también algunos de sus mayores retos en el proceso de creación cinematográfica, incluyendo sus experiencias con el sistema de premios. Aunque "Gladiator" le valió su única nominación al Óscar como mejor director en 2000, Scott nunca ha ganado la estatuilla, algo que parece no preocuparle demasiado. "He sido nombrado caballero dos veces", comenta con cierta ironía, refiriéndose a los honores que ha recibido en el Reino Unido. "Mi recompensa es poder hacer lo que hago".
A pesar de su fuerte personalidad, Scott revela que en los sets de filmación intenta mantener un ambiente ameno, recurriendo al humor como herramienta para aliviar la tensión. "Intento ser gracioso, siempre", explica. Según él, esta actitud ayuda a crear un ambiente colaborativo, donde cada miembro del equipo se siente parte de algo importante. Esta aproximación se complementa con su forma de trabajo meticulosa, caracterizada por su uso de múltiples cámaras para optimizar el tiempo de rodaje. "Uso entre ocho y once cámaras, lo que significa que avanzamos de ocho a once veces más rápido", asegura, indicando que su unidad de producción en "Gladiator II" contaba con 1200 personas, "como un ejército" que debe ser dirigido de manera precisa.
Otro tema recurrente en la conversación con Scott es la propiedad intelectual de las franquicias que él mismo creó. Scott lamenta no haber asegurado un control sobre los derechos de "Alien" y "Blade Runner", en contraste con lo que lograron Steven Spielberg y James Cameron con sus respectivas franquicias. "Hice ‘Alien’ y ‘Blade Runner’, pero luego seguí adelante. Debería haber asegurado los derechos, como Spielberg hizo con ‘Jurassic Park’ y todo lo que él hace, o Cameron. Vi ‘Alien 2’, ‘3’ y ‘4’ y pensé, ‘Oh, simplemente lo llevaron hasta el fondo’". En respuesta a esa percepción, Scott decidió regresar a la franquicia con "Prometheus" y "Alien: Covenant", aunque admite que su enfoque pudo haber sido "demasiado intelectual para atraer al gran público".
En cuanto a su último proyecto, "Gladiator II", Scott explica que la película comenzó con una duración inicial de tres horas y cuarenta minutos, aunque en su versión final se redujo a dos horas y treinta y tres minutos. Al preguntársele sobre una posible versión extendida, el director no descarta la idea, pero insinúa que podría preferir avanzar hacia una tercera entrega. "Siempre he tenido una idea basada en ‘El Padrino II’", dice enigmáticamente. Además, Scott revela que encontró al protagonista de "Gladiator II", Paul Mescal, al ver la serie "Normal People". "Este chico es interesante", pensó. "Se parece mucho a Richard Harris", lo cual lo llevó a ofrecerle el papel de Lucius, el personaje que interpreta en la secuela.
Otro actor destacado en "Gladiator II" es Denzel Washington, con quien ya había trabajado en "American Gangster". Según Scott, el actor quedó impresionado por la magnitud de la producción. "Creo que se sorprendió con la escala. ¿Cómo no iba a estarlo? Pero yo estoy acostumbrado", comenta Scott, destacando que su trabajo consiste en tener todo bajo control y saber exactamente qué se va a hacer cada día.
Scott también se prepara para un próximo proyecto inusual: una película biográfica sobre los Bee Gees. Según el director, se siente atraído por este desafío precisamente porque lo coloca en "hielo fino". Explica que no ha trabajado antes con el proceso de "movimiento y música", pero que disfruta de esa incertidumbre, pues lo obliga a prestar atención. Para Scott, asumir proyectos fuera de su zona de confort es una forma de mantenerse alerta y motivado.
Finalmente, al hablar sobre el legado de sus películas y su influencia en la industria, Scott comenta que se siente satisfecho al ver cómo otros directores respetan sus trabajos originales. Actualmente, existen series derivadas de "Alien" y "Blade Runner" en desarrollo para la televisión, algo que él ve como un reconocimiento a su visión. "He creado un estilo visual durante bastante tiempo. Sé exactamente lo que he hecho y cómo ha sido influyente, porque lo sigo viendo".
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Al comentar sobre "Gladiator II", su esperado regreso a la épica historia de la Antigua Roma, Scott responde a quienes elogian su esfuerzo con una sonrisa contenida. "Lo sé. Nunca cuentas los pollos antes de que nazcan… pero a veces, sabes". Consciente de los vaivenes de la industria y armado con una perseverancia que él mismo califica como su "endurance profesional", Scott confiesa que ha tenido que adaptarse y refinar sus métodos con los años. Una de las claves, según explica, ha sido saber seleccionar los proyectos en los que trabaja. "He aprendido a cortar todo lo superfluo. No puedes tener 40 proyectos en desarrollo; eso es una mala idea. Generalmente, tengo tres o cuatro". Así, asegura, ha logrado una relación estable y duradera con los estudios de cine, en particular con Fox, con quienes ha realizado más de una docena de películas. "Es un poco como abrir un restaurante. Tienes que comer ahí cada noche. Así que ceno en mi mesa cada noche con Fox", comenta, refiriéndose a la estabilidad de su colaboración profesional.
A pesar de su longeva carrera, Scott admite que su ingreso a Hollywood no fue fácil y llegó "tarde" en comparación con otros grandes cineastas de su generación. "Entré a Hollywood cuando tenía 40 años", recuerda, "Spielberg tenía 19. George Lucas tenía 20. Y Coppola tendría 22 o algo así. Todos venían de escuelas de cine prestigiosas. Yo solo tenía un buen reel de mis comerciales de televisión". Sin embargo, a través de su estilo visual único y su habilidad para contar historias de manera innovadora, Scott logró hacerse un lugar en la industria, y ha demostrado ser una figura persistente en un entorno tan competitivo.
Respecto a su relación con el descanso, el director confiesa que la idea de tomar vacaciones le resulta ajena. "No, soy de esas personas para las que tomarse unas vacaciones está fuera de cuestión. Mi descanso es el fin de semana", explica. Durante esos días de "descanso", Scott suele dedicarse a la pintura, una pasión que compara con el golf por su carácter adictivo y desafiante. "La pintura es como luchar constantemente con el lienzo y me encanta eso".
Su pasión por la dirección cinematográfica es tan intensa que para Scott no existe el concepto de "retiro". Cuando se le pregunta si planea dejar de trabajar algún día, responde con una especie de broma oscura, haciendo un ruido de croar, y luego comenta: "Clint [Eastwood] tiene 94 años. Yo tengo 86, así que aún tengo algunos proyectos por hacer". A propósito de la famosa afirmación de Quentin Tarantino sobre su intención de retirarse después de su décima película, Scott es tajante. "No lo creo. Es una mierda. Cállate y haz otra película", dice con desdén, recordando que su hermano, el también director Tony Scott, trabajó sin descanso hasta su fallecimiento en 2012.
El vínculo con su hermano Tony siempre fue especial, y su ausencia sigue siendo una herida para Ridley. Cuando se le pregunta sobre "Top Gun: Maverick", la secuela de la icónica película dirigida por Tony, Ridley confiesa que fue invitado a dirigirla, pero declinó. "Me pidieron [dirigirla] y dije, ‘No quiero seguir los pasos de mi hermano’. Tony siempre se interesó por temas actuales. Mucho de lo que hago está en la historia, la fantasía o la ciencia ficción. Tony no soportaba la fantasía; cosas como ‘Alien’ o ‘Blade Runner’ no eran lo suyo".
Al hablar sobre su carrera, Scott recuerda también algunos de sus mayores retos en el proceso de creación cinematográfica, incluyendo sus experiencias con el sistema de premios. Aunque "Gladiator" le valió su única nominación al Óscar como mejor director en 2000, Scott nunca ha ganado la estatuilla, algo que parece no preocuparle demasiado. "He sido nombrado caballero dos veces", comenta con cierta ironía, refiriéndose a los honores que ha recibido en el Reino Unido. "Mi recompensa es poder hacer lo que hago".
A pesar de su fuerte personalidad, Scott revela que en los sets de filmación intenta mantener un ambiente ameno, recurriendo al humor como herramienta para aliviar la tensión. "Intento ser gracioso, siempre", explica. Según él, esta actitud ayuda a crear un ambiente colaborativo, donde cada miembro del equipo se siente parte de algo importante. Esta aproximación se complementa con su forma de trabajo meticulosa, caracterizada por su uso de múltiples cámaras para optimizar el tiempo de rodaje. "Uso entre ocho y once cámaras, lo que significa que avanzamos de ocho a once veces más rápido", asegura, indicando que su unidad de producción en "Gladiator II" contaba con 1200 personas, "como un ejército" que debe ser dirigido de manera precisa.
Otro tema recurrente en la conversación con Scott es la propiedad intelectual de las franquicias que él mismo creó. Scott lamenta no haber asegurado un control sobre los derechos de "Alien" y "Blade Runner", en contraste con lo que lograron Steven Spielberg y James Cameron con sus respectivas franquicias. "Hice ‘Alien’ y ‘Blade Runner’, pero luego seguí adelante. Debería haber asegurado los derechos, como Spielberg hizo con ‘Jurassic Park’ y todo lo que él hace, o Cameron. Vi ‘Alien 2’, ‘3’ y ‘4’ y pensé, ‘Oh, simplemente lo llevaron hasta el fondo’". En respuesta a esa percepción, Scott decidió regresar a la franquicia con "Prometheus" y "Alien: Covenant", aunque admite que su enfoque pudo haber sido "demasiado intelectual para atraer al gran público".
En cuanto a su último proyecto, "Gladiator II", Scott explica que la película comenzó con una duración inicial de tres horas y cuarenta minutos, aunque en su versión final se redujo a dos horas y treinta y tres minutos. Al preguntársele sobre una posible versión extendida, el director no descarta la idea, pero insinúa que podría preferir avanzar hacia una tercera entrega. "Siempre he tenido una idea basada en ‘El Padrino II’", dice enigmáticamente. Además, Scott revela que encontró al protagonista de "Gladiator II", Paul Mescal, al ver la serie "Normal People". "Este chico es interesante", pensó. "Se parece mucho a Richard Harris", lo cual lo llevó a ofrecerle el papel de Lucius, el personaje que interpreta en la secuela.
Otro actor destacado en "Gladiator II" es Denzel Washington, con quien ya había trabajado en "American Gangster". Según Scott, el actor quedó impresionado por la magnitud de la producción. "Creo que se sorprendió con la escala. ¿Cómo no iba a estarlo? Pero yo estoy acostumbrado", comenta Scott, destacando que su trabajo consiste en tener todo bajo control y saber exactamente qué se va a hacer cada día.
Scott también se prepara para un próximo proyecto inusual: una película biográfica sobre los Bee Gees. Según el director, se siente atraído por este desafío precisamente porque lo coloca en "hielo fino". Explica que no ha trabajado antes con el proceso de "movimiento y música", pero que disfruta de esa incertidumbre, pues lo obliga a prestar atención. Para Scott, asumir proyectos fuera de su zona de confort es una forma de mantenerse alerta y motivado.
Finalmente, al hablar sobre el legado de sus películas y su influencia en la industria, Scott comenta que se siente satisfecho al ver cómo otros directores respetan sus trabajos originales. Actualmente, existen series derivadas de "Alien" y "Blade Runner" en desarrollo para la televisión, algo que él ve como un reconocimiento a su visión. "He creado un estilo visual durante bastante tiempo. Sé exactamente lo que he hecho y cómo ha sido influyente, porque lo sigo viendo".
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