Javier Godino estrena "Adiós Madrid": "La película tiene que ver con cómo los artistas viven el duelo y la herida"
- por © Celia Santos-NOTICINE.com
Este viernes 17 de enero se estrena en cines españoles "Adiós Madrid", la película protagonizada por el argentino Luciano Cáceres y el actor español Javier Godino, y coproducida por sus respectivos países. Recientemente, Cáceres reveló en exclusiva a NOTICINE.com algunos detalles sobre la película. Ahora, Godino, que ha trabajado en varios films argentinos (entre ellos "El secreto de sus ojos") nos cuenta un poco más.
La cinta sigue a Ramiro (Cáceres), quien debe viajar a Madrid para decidir sobre la vida o muerte de su padre, con el que lleva más de treinta años sin hablar. Sin embargo, el viaje a Madrid toma un giro inesperado cuando se encuentra con tres jóvenes actores, entre ellos Julio (Godino). Juntos recorrerán las calles de la capital, lo que permitirá a Ramiro conocer más acerca de la vida que su padre llevaba en España.
- Ya había trabajado anteriormente con Luciano Cáceres, ¿cómo ha sido coprotagonizar esta película juntos?
Ha sido divertidísimo y también un desafío trabajar con Luciano. Como es tan profesional y tiene tanta experiencia, es fácil trabajar con él. Tuvimos muy poco tiempo de rodaje y cuando cambiábamos de localización íbamos ensayando el texto y pactando todo en el momento, fue muy divertido. Trabajar con Luciano es un placer porque entra al trapo con todo, nunca pone problemas y siempre es un "sí".
- Su personaje protagoniza momentos de tensión que pueden llegar a ser incómodos para el espectador. ¿Cómo ha sido rodar estas escenas?
El momento en el que mi personaje se pasa, se confunde y roba un beso sin permiso a Ramiro (Luciano Cáceres), ahora mismo es una cosa muy incómoda. Es una "mini agresión", aunque no creo que sea nada delictivo. Para mí hacerlo fue incómodo, porque mi personaje sentía un cariño que también tiene que ver con el cariño que sentía hacia su mentor, el padre de Ramiro. Creo que ese momento muestra que Ramiro tiene mucha agresividad y rabia. Es probable que él tenga una homofobia y un claro rechazo hacia la bisexualidad de su padre. Todo esto lo refleja en el beso y saca todo lo que no ha sacado antes, que es un rechazo hacia el colectivo y hacia la libertad, porque él es un hombre reprimido que vive negando una realidad.
- En la película, el duelo ocupa un papel fundamental, ¿cómo se aborda?
Sí, la película tiene que ver con cómo los artistas viven el duelo y la herida. Lo viven con una alegría y con unas ganas de vivir y de celebrar que al personaje de Luciano le puede resultar incómodo, pero es algo sano.
- Al inicio de la película aparece un extracto de "La Divina Comedia" de Dante. ¿Cómo influye esta obra en la película?
Esta obra se relaciona con el infierno, pero en la película tiene que ver más con el corazón Ramiro, porque, para mi personaje, esa noche no es un infierno; no es como en "La Divina Comedia", que también para el guía es bajar al infierno. Para mí es una noche madrileña de celebración, pero Ramiro empieza a ver todo eso que ha negado.
- Ha participado como actor, pero también ha tenido un papel detrás de las cámaras al recomendar a varios actores y actrices que finalmente han formado parte del reparto. ¿Cómo ha sido?
Ha sido muy divertido porque teníamos muy poco tiempo de producción y yo conozco a muchos actores. Desde el primer día que tuve la primera escena con Mónica Solaun (que interpreta a Paola) haciendo una obra sobre Antoine de Saint-Exupéry, el autor de "El Principito" le dije: "Tú tendrías que actuar en cine". Cuando me llegó el guion y vi el personaje de Paloma, pensé que era perfecta. Ramón Esquinas, que interpreta a Ignacio, es un actor al que admiro mucho. Creo que hay muchos techos de cristal, no solo para las mujeres, sino para los actores de cine, que de pronto no están considerados. Ramón es un "actorazo", ha hecho escenas muy buenas en la película y creo que podría tener muchísimos personajes distintos que, por desgracia, no le dan a un actor de ese calibre. Tuve la suerte de tener la voz con Diego, el director, para recomendarle a Mónica y a Ramón. Ese nivel de implicación te hace sentirte todavía más parte de la película y es emocionante sentir que colaboras de otra manera. Ahora quiero ampliar mi carrera a dirigir, y estoy escribiendo y creando. Esta experiencia me dice que, de alguna manera, tengo buen ojo.
- ¿Tiene algún proyecto a la vista?
Entre marzo y abril voy a hacer una obra en el teatro Fernán Gómez que se llama "De Profundis" de Oscar Wilde. Se trata de uno los últimos dramas de Oscar Wilde, una carta que escribe en la cárcel a su enamorado, Bossie, por el que entró en la cárcel, puesto que lo acusaron de sodomía. Es un espectáculo musical y tiene canciones bastante especiales. Es una obra muy bonita y un viaje a la libertad y al perdón, también un poco como esta cinta. Después tengo una película bastante interesante de un gran director español que creo que será para una gran plataforma, aunque todavía no puedo decir nada. Espero que vaya muy bien y que sea de las películas del año, ojalá. Ahora estoy pendiente de un par de rodajes, aunque estamos a la espera de conseguir financiación. Tengo muchas ganas de hacer cine y de que me ofrezcan buenos personajes.
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La cinta sigue a Ramiro (Cáceres), quien debe viajar a Madrid para decidir sobre la vida o muerte de su padre, con el que lleva más de treinta años sin hablar. Sin embargo, el viaje a Madrid toma un giro inesperado cuando se encuentra con tres jóvenes actores, entre ellos Julio (Godino). Juntos recorrerán las calles de la capital, lo que permitirá a Ramiro conocer más acerca de la vida que su padre llevaba en España.
- Ya había trabajado anteriormente con Luciano Cáceres, ¿cómo ha sido coprotagonizar esta película juntos?
Ha sido divertidísimo y también un desafío trabajar con Luciano. Como es tan profesional y tiene tanta experiencia, es fácil trabajar con él. Tuvimos muy poco tiempo de rodaje y cuando cambiábamos de localización íbamos ensayando el texto y pactando todo en el momento, fue muy divertido. Trabajar con Luciano es un placer porque entra al trapo con todo, nunca pone problemas y siempre es un "sí".
- Su personaje protagoniza momentos de tensión que pueden llegar a ser incómodos para el espectador. ¿Cómo ha sido rodar estas escenas?
El momento en el que mi personaje se pasa, se confunde y roba un beso sin permiso a Ramiro (Luciano Cáceres), ahora mismo es una cosa muy incómoda. Es una "mini agresión", aunque no creo que sea nada delictivo. Para mí hacerlo fue incómodo, porque mi personaje sentía un cariño que también tiene que ver con el cariño que sentía hacia su mentor, el padre de Ramiro. Creo que ese momento muestra que Ramiro tiene mucha agresividad y rabia. Es probable que él tenga una homofobia y un claro rechazo hacia la bisexualidad de su padre. Todo esto lo refleja en el beso y saca todo lo que no ha sacado antes, que es un rechazo hacia el colectivo y hacia la libertad, porque él es un hombre reprimido que vive negando una realidad.
- En la película, el duelo ocupa un papel fundamental, ¿cómo se aborda?
Sí, la película tiene que ver con cómo los artistas viven el duelo y la herida. Lo viven con una alegría y con unas ganas de vivir y de celebrar que al personaje de Luciano le puede resultar incómodo, pero es algo sano.
- Al inicio de la película aparece un extracto de "La Divina Comedia" de Dante. ¿Cómo influye esta obra en la película?
Esta obra se relaciona con el infierno, pero en la película tiene que ver más con el corazón Ramiro, porque, para mi personaje, esa noche no es un infierno; no es como en "La Divina Comedia", que también para el guía es bajar al infierno. Para mí es una noche madrileña de celebración, pero Ramiro empieza a ver todo eso que ha negado.
- Ha participado como actor, pero también ha tenido un papel detrás de las cámaras al recomendar a varios actores y actrices que finalmente han formado parte del reparto. ¿Cómo ha sido?
Ha sido muy divertido porque teníamos muy poco tiempo de producción y yo conozco a muchos actores. Desde el primer día que tuve la primera escena con Mónica Solaun (que interpreta a Paola) haciendo una obra sobre Antoine de Saint-Exupéry, el autor de "El Principito" le dije: "Tú tendrías que actuar en cine". Cuando me llegó el guion y vi el personaje de Paloma, pensé que era perfecta. Ramón Esquinas, que interpreta a Ignacio, es un actor al que admiro mucho. Creo que hay muchos techos de cristal, no solo para las mujeres, sino para los actores de cine, que de pronto no están considerados. Ramón es un "actorazo", ha hecho escenas muy buenas en la película y creo que podría tener muchísimos personajes distintos que, por desgracia, no le dan a un actor de ese calibre. Tuve la suerte de tener la voz con Diego, el director, para recomendarle a Mónica y a Ramón. Ese nivel de implicación te hace sentirte todavía más parte de la película y es emocionante sentir que colaboras de otra manera. Ahora quiero ampliar mi carrera a dirigir, y estoy escribiendo y creando. Esta experiencia me dice que, de alguna manera, tengo buen ojo.
- ¿Tiene algún proyecto a la vista?
Entre marzo y abril voy a hacer una obra en el teatro Fernán Gómez que se llama "De Profundis" de Oscar Wilde. Se trata de uno los últimos dramas de Oscar Wilde, una carta que escribe en la cárcel a su enamorado, Bossie, por el que entró en la cárcel, puesto que lo acusaron de sodomía. Es un espectáculo musical y tiene canciones bastante especiales. Es una obra muy bonita y un viaje a la libertad y al perdón, también un poco como esta cinta. Después tengo una película bastante interesante de un gran director español que creo que será para una gran plataforma, aunque todavía no puedo decir nada. Espero que vaya muy bien y que sea de las películas del año, ojalá. Ahora estoy pendiente de un par de rodajes, aunque estamos a la espera de conseguir financiación. Tengo muchas ganas de hacer cine y de que me ofrezcan buenos personajes.
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