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El próximo 20 de febrero llegará a las salas de cine mexicanas "Mujeres del alba", una cinta de la directora Jimena Montemayor basada en dos novelas de su padre, Carlos Montemayor. El film narra el papel fundamental, y a menudo olvidado, de las mujeres como parte de la guerrilla contemporánea mexicana y su lucha por defender la naturaleza.

La película es una adaptación de las novelas de Carlos Montemayor "Las armas del alba" y "Las mujeres del alba", que relatan el asalto al cuartel de Ciudad Madera, en la sierra de Chihuahua, el 23 de septiembre de 1965. La cinta, además de contar la historia de este asalto, también incluye varios testimonios de mujeres que participaron en el acto. Esto se complementa con la creación de una atmósfera fantástica y onírica en la que intervienen elementos del realismo mágico, la defensa de la naturaleza y el duelo de un grupo de mujeres que se dedican a buscar a sus familiares desaparecidos.

Con esta película, la directora busca dar a conocer y exaltar el papel de las mujeres en la guerrilla, tal y como introdujo su padre en algunas de sus obras. En una entrevista con la web del IMCINE, Jimena Montemayor recalcó que "ellas también son parte de la guerrilla, los hombres pueden irse justo porque ellas se pueden encargar, además de que ellas pasaban armas". La cineasta también reconoció que esta película es el resultado de "cerrar la promesa que tenía con mi padre de llevar a la pantalla grande una de sus novelas".



El proceso de adaptación de la novela a la gran pantalla fue fluido, aunque tuvo algunos desafíos, ya que "el guion y el libro son piezas literarias que funcionaban bien al leerse, pero al ver la película me vi en la necesidad de quitar muchas voces en off, textos que estaban en la novela y habían sucedido en la realidad, pero que en la película no aportaban". No obstante, el mayor reto al que tuvo que enfrentarse la cineasta fue "hacer las paces con que no iba a ser fiel a ciertas cosas de la novela original, tanto para las mujeres como para mi padre". Por otro lado, la directora reconoció que a los aspectos existentes en el libro se añadieron elementos del realismo mágico ya que "siempre me ha encantado esta magia que existe y que a veces te toca ver", señaló.

Los testimonios de mujeres que participaron en la guerrilla han sido un punto de apoyo importante para la directora, quien tuvo la posibilidad de entrevistar a varias de ellas, además de acceder a las filmaciones que había hecho su padre para el desarrollo de sus novelas. Asimismo, se permitió que algunas de estas mujeres asistieran al rodaje y que estuvieran en contacto con las actrices: "Hicimos una comida para que se preguntaran cosas que quisieran saber del personaje. Quienes pudieron, estuvieron en el rodaje ayudándonos en todo".

Este encuentro enriqueció profundamente la interpretación de las actrices y les permitió comprender mejor la realidad que vivieron las mujeres que lucharon con la guerrilla. Berenice Mastretta, que da vida a Alma, afirmó que el hecho de tener acceso al libro y a los testimonios "era muy rico y a la vez un reto porque no estás contando lo que tú crees que el personaje sintió. Tienes ahí todos los pensamientos, las emociones, las sensaciones y los miedos descritos. Era un reto porque era hacer un homenaje a mujeres que existieron y lucharon". Por su parte, Shaula Ponce habla sobre el duelo y las desapariciones: "Toda esta lucha que damos, como mi personaje Almita, no solamente por ella o por su papá, sino por todas a las que no les entregaron el cuerpo".

Sin embargo, la cinta no solo aborda la contribución de las mujeres a la guerrilla, sino que también se centra en su relación con la naturaleza: "Para mí era fundamental trabajar esta idea de que la naturaleza está del lado de las mujeres y la guerrilla, porque al final es una cuestión de defensa del territorio, y tanto la naturaleza como las mujeres son victimizadas por el hombre de igual forma", señaló la directora.

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