Crítica aplaude el musical de Broadway basado en "Buena Vista Social Club"
- por © Celia Santos-NOTICINE.com

El pasado 19 de marzo tuvo lugar el estreno oficial del musical "Buena Vista Social Club" en el Gerald Schoenfeld Theatre, aunque las funciones dieron inicio el 21 de febrero. La obra, basada en la película de Wim Wenders y las grabaciones de Ry Cooder, ha recibido críticas positivas por parte de los principales medios, que han elogiado la puesta en escena, la banda y la música.
Este musical, entre cuyos productores está el colombiano John Leguízamo, lleva al escenario la historia del grupo cubano Buena Vista Social Club y de la grabación del disco homónimo en 1996, que incluye temas míticos como "Chan Chan", "El Cuarto de Tula" o "Dos Gardenias". Además, la obra entremezcla los hitos de la música afrocubana con la historia de Omara Portuondo, integrante del grupo Buena Vista Social Club y galardonada con varios premios Grammy Latino a lo largo de sus más de 60 años en la música.
El musical está dirigido por Saheem Ali, mientras que Marco Ramírez se encarga de la redacción del guion. Por su parte, la actriz trinitense Natalie Belcon da vida a Omara Portuondo y Julio Monge encarna a Compay Segundo, que participó en el disco de 1996. Esta obra está inspirada en el documental "Buena Vista Social Club" nominado al Oscar a Mejor largometraje documental en 1999.
En las últimas horas, varios de los diarios y revistas de mayor prestigio en Estados Unidos han publicado críticas, mayoritariamente positivas, sobre el nuevo musical que aterrizó en Broadway hace unos días.
Frank Rizzo, de Variety, hace un breve recorrido por la historia que plantea el musical así como una breve mención de los personajes más destacados. Al referirse al personaje de Omara, define a Natalie Belcon como "fantástica", y a su personaje como "una figura majestuosa e imponente que no tienen ningún interés en mirar atrás". Además, aprovecha para comentar el trabajo realizado por el guionista, Marco Ramírez, ya que menciona que consigue crear una tensión dramática y que el musical esté cargado de sentimiento. Con respecto a las canciones, Rizzo señala que aunque no todas estén traducidas al inglés, la esencia del musical se comprende fácilmente: "No hace falta ser cubano para sentir la nostalgia, el romance, la pérdida, la liberación, la alegría y el orgullo de una música tan bien vivida". Finalmente, Rizzo advierte que la narrativa puede caer en clichés con respecto a las conversaciones con familiares fallecidos, pero destaca que el musical logra incorporar críticas sutiles sobre la raza, la clase y el capitalismo .
Por su parte, Jackson McHenry, de Vulture, hace un breve resumen de la historia, al igual que Rizzo, y compara el musical recientemente estrenado en Broadway y su versión Off Broadway, estrenada a finales de 2023. McHenry alaba las variaciones que el guion sufrió entre ambas versiones, ya que su reducción ha permitido que otros aspectos de la producción se expandan, como pueden ser la música, la banda o la danza. McHenry no duda en elogiar los bailes, que aportan "una textura que el espectáculo suele carecer en otros lugares", y la banda, compuesta por músicos de todo el mundo, lo que "le da al espectáculo su centro de gravedad". Sin embargo, el periodista también señala la otra cara de la moneda con respecto a esta reducción del guion: "Con un libreto tan reducido y su cuidadosa limitación para abarcar solo las generalidades más amplias sobre la historia de Cuba, ‘Buena Vista Social Club’ solo aspira a algo modestamente alto, justo por encima del nivel de un concierto homenaje". Jackson McHenry finaliza su crítica con una frase significativa que resume su aportación: "Es un buen material, si alguien quiere profundizar en él".
La crítica de Deadline es la que más información incluye sobre la trama y el contenido opinativo se reduce a unos pocos párrafos, en los que menciona que la música y el baile toman el control de la obra, dejando a un lado el guion, los arcos argumentales y las tramas predecibles. Además, esta crítica elogia a la banda y sus músicos. Asimismo, coincide con Variety al mencionar que es sencillo seguir la trama del musical aunque las canciones sean en español, y destaca "El Carretero", "Candela", "Dos Gardenias" y "Chan Chan". Finalmente, se hace referencia a la puesta en escena: "‘Buena Vista Social Club’ captura el aspecto deteriorado pero emocionante de la vieja Cuba, el hermoso vestuario de dos épocas y el impulso vibrante y el ritmo elegante y vertiginoso de esa increíble música".
Finalmente, Elisabeth Vincentelli, de The New York Times, comienza destacando el espíritu del musical, presente desde su primera escena gracias al poder de su música y su atmósfera: "Las interconexiones entre músicos, canciones y una sociedad rara vez se han evocado con tanta viveza y cariño". A su vez, aporta una perspectiva diferente a otras críticas al señalar que el guion menciona a los personajes por sus nombres de pila, resaltando que la obra va más allá de un biomusical y se presenta como un ejercicio de imaginación. A su vez, Vincentelli alaba el trabajo de los coreógrafos Patricia Delgado y Justin Peck, así como el de la encargada de vestuario Dede Ayite y la escenografía de Arnulfo Maldonado: "La escenografía en dos niveles evoca con elegancia no solo los balcones de hierro forjado de La Habana, sino también los clubes y el estudio de grabación". A su vez, la periodista radicada en Nueva York resalta que este músical logra hacer música en lugar de explicar las cosas con palabras.
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Este musical, entre cuyos productores está el colombiano John Leguízamo, lleva al escenario la historia del grupo cubano Buena Vista Social Club y de la grabación del disco homónimo en 1996, que incluye temas míticos como "Chan Chan", "El Cuarto de Tula" o "Dos Gardenias". Además, la obra entremezcla los hitos de la música afrocubana con la historia de Omara Portuondo, integrante del grupo Buena Vista Social Club y galardonada con varios premios Grammy Latino a lo largo de sus más de 60 años en la música.
El musical está dirigido por Saheem Ali, mientras que Marco Ramírez se encarga de la redacción del guion. Por su parte, la actriz trinitense Natalie Belcon da vida a Omara Portuondo y Julio Monge encarna a Compay Segundo, que participó en el disco de 1996. Esta obra está inspirada en el documental "Buena Vista Social Club" nominado al Oscar a Mejor largometraje documental en 1999.
En las últimas horas, varios de los diarios y revistas de mayor prestigio en Estados Unidos han publicado críticas, mayoritariamente positivas, sobre el nuevo musical que aterrizó en Broadway hace unos días.
Frank Rizzo, de Variety, hace un breve recorrido por la historia que plantea el musical así como una breve mención de los personajes más destacados. Al referirse al personaje de Omara, define a Natalie Belcon como "fantástica", y a su personaje como "una figura majestuosa e imponente que no tienen ningún interés en mirar atrás". Además, aprovecha para comentar el trabajo realizado por el guionista, Marco Ramírez, ya que menciona que consigue crear una tensión dramática y que el musical esté cargado de sentimiento. Con respecto a las canciones, Rizzo señala que aunque no todas estén traducidas al inglés, la esencia del musical se comprende fácilmente: "No hace falta ser cubano para sentir la nostalgia, el romance, la pérdida, la liberación, la alegría y el orgullo de una música tan bien vivida". Finalmente, Rizzo advierte que la narrativa puede caer en clichés con respecto a las conversaciones con familiares fallecidos, pero destaca que el musical logra incorporar críticas sutiles sobre la raza, la clase y el capitalismo .
Por su parte, Jackson McHenry, de Vulture, hace un breve resumen de la historia, al igual que Rizzo, y compara el musical recientemente estrenado en Broadway y su versión Off Broadway, estrenada a finales de 2023. McHenry alaba las variaciones que el guion sufrió entre ambas versiones, ya que su reducción ha permitido que otros aspectos de la producción se expandan, como pueden ser la música, la banda o la danza. McHenry no duda en elogiar los bailes, que aportan "una textura que el espectáculo suele carecer en otros lugares", y la banda, compuesta por músicos de todo el mundo, lo que "le da al espectáculo su centro de gravedad". Sin embargo, el periodista también señala la otra cara de la moneda con respecto a esta reducción del guion: "Con un libreto tan reducido y su cuidadosa limitación para abarcar solo las generalidades más amplias sobre la historia de Cuba, ‘Buena Vista Social Club’ solo aspira a algo modestamente alto, justo por encima del nivel de un concierto homenaje". Jackson McHenry finaliza su crítica con una frase significativa que resume su aportación: "Es un buen material, si alguien quiere profundizar en él".
La crítica de Deadline es la que más información incluye sobre la trama y el contenido opinativo se reduce a unos pocos párrafos, en los que menciona que la música y el baile toman el control de la obra, dejando a un lado el guion, los arcos argumentales y las tramas predecibles. Además, esta crítica elogia a la banda y sus músicos. Asimismo, coincide con Variety al mencionar que es sencillo seguir la trama del musical aunque las canciones sean en español, y destaca "El Carretero", "Candela", "Dos Gardenias" y "Chan Chan". Finalmente, se hace referencia a la puesta en escena: "‘Buena Vista Social Club’ captura el aspecto deteriorado pero emocionante de la vieja Cuba, el hermoso vestuario de dos épocas y el impulso vibrante y el ritmo elegante y vertiginoso de esa increíble música".
Finalmente, Elisabeth Vincentelli, de The New York Times, comienza destacando el espíritu del musical, presente desde su primera escena gracias al poder de su música y su atmósfera: "Las interconexiones entre músicos, canciones y una sociedad rara vez se han evocado con tanta viveza y cariño". A su vez, aporta una perspectiva diferente a otras críticas al señalar que el guion menciona a los personajes por sus nombres de pila, resaltando que la obra va más allá de un biomusical y se presenta como un ejercicio de imaginación. A su vez, Vincentelli alaba el trabajo de los coreógrafos Patricia Delgado y Justin Peck, así como el de la encargada de vestuario Dede Ayite y la escenografía de Arnulfo Maldonado: "La escenografía en dos niveles evoca con elegancia no solo los balcones de hierro forjado de La Habana, sino también los clubes y el estudio de grabación". A su vez, la periodista radicada en Nueva York resalta que este músical logra hacer música en lugar de explicar las cosas con palabras.
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