La crítica no se toma muy en serio "G20", la cinta de la mexicana Patricia Riggen con Viola Davis
- por © Angela Pérez Torres-NOTICINE.com
La nueva apuesta de Prime Video, "G20", protagonizada por la ganadora del Oscar Viola Davis y dirigida por la mexicana Patricia Riggen, ha generado reacciones encontradas que inclinan la balanza hacia el escepticismo. Aunque Davis entrega una actuación intensa y comprometida como la presidenta Danielle Sutton, la crítica considera que la película no está a la altura de su protagonista.
Desde Variety, la valoración de Peter Debruge no es benévola: "Viola Davis sale ilesa de una absurda película sobre un presidente convertido en héroe de acción". El medio describe una cinta que parece "una parodia de SNL" y en la que Davis, aunque convincente en su papel, se ve rodeada de un entorno filmado "como si fuera una telenovela mediocre".
La crítica de Lovia Gyarkye en The Hollywood Reporter tampoco pasa por alto las inconsistencias narrativas, al señalar que G20 "tarda en arrancar" y "se tambalea bajo las exigencias de sus diversos puntos de la trama". Sin embargo, reconoce que Davis "se divierte con el papel, dando patadas giratorias a los villanos y portando una pistola mientras lleva su vestido de noche".
Jordan Hoffman, de Entertainment Weekly, abraza el absurdo con entusiasmo al calificarla como una "explosiva película de acción completamente ridícula — y aún mejor por eso". Sherin Nicole de RIOTUS la defiende con un entusiasmo similar: "¿Pierde a veces la lógica? Claro. Pero es un thriller de acción grande, audaz, y sin disculpas… por eso, voy a llamar a mis amigas".
No obstante, muchos otros no comparten ese entusiasmo. Tim Grierson de AV Club sostiene que Davis "es lo único real en una película desesperadamente falsa", y William Bibbiani de TheWrap, aunque le otorga una crítica favorable, admite que "el argumento y los personajes secundarios no son nada del otro mundo", aunque reconoce que Davis "le da a esta película mediocre todo lo que tiene".
Críticas más duras provienen de medios como Paste Magazine, donde Rory Doherty la tacha de "genérica, fea y mal compuesta… una pieza de basura de streaming que nos hace querer darle la Medalla de la Libertad a Wolfgang Petersen y Roland Emmerich". En la misma línea, Giovanni Lago de Next Best Picture afirma que "G20" es "una cinta de acción de lo peor del catálogo directo-a-streaming, indigna del pedigrí de Viola Davis".
Fred Topel, de United Press International, adopta un enfoque nostálgico, definiéndola como "una divertida y tonta vuelta a ‘La jungla de cristal / Duro de matar / Die Hard’ y otras películas de acción similares", mientras que Tania Hussain de Collider lamenta que el elenco merecía una historia "que equilibrara mejor la evasión de alto riesgo con la intensidad de los thrillers políticos".
Al final, "G20" parece dividir a los columnistas entre quienes están dispuestos a disfrutar de su tono exagerado y quienes consideran que Davis y compañía merecían un guion más sólido. Como resume Variety, la película es "una fantasía patriótica y promilitar" dirigida precisamente a "quienes menos apoyarían a una candidata como Sutton". Y aunque Davis "exuda autenticidad", como apunta AV Club, ni siquiera su talento basta para elevar una producción que, para muchos, se queda en una promesa a medio cumplir.
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Desde Variety, la valoración de Peter Debruge no es benévola: "Viola Davis sale ilesa de una absurda película sobre un presidente convertido en héroe de acción". El medio describe una cinta que parece "una parodia de SNL" y en la que Davis, aunque convincente en su papel, se ve rodeada de un entorno filmado "como si fuera una telenovela mediocre".
La crítica de Lovia Gyarkye en The Hollywood Reporter tampoco pasa por alto las inconsistencias narrativas, al señalar que G20 "tarda en arrancar" y "se tambalea bajo las exigencias de sus diversos puntos de la trama". Sin embargo, reconoce que Davis "se divierte con el papel, dando patadas giratorias a los villanos y portando una pistola mientras lleva su vestido de noche".
Jordan Hoffman, de Entertainment Weekly, abraza el absurdo con entusiasmo al calificarla como una "explosiva película de acción completamente ridícula — y aún mejor por eso". Sherin Nicole de RIOTUS la defiende con un entusiasmo similar: "¿Pierde a veces la lógica? Claro. Pero es un thriller de acción grande, audaz, y sin disculpas… por eso, voy a llamar a mis amigas".
No obstante, muchos otros no comparten ese entusiasmo. Tim Grierson de AV Club sostiene que Davis "es lo único real en una película desesperadamente falsa", y William Bibbiani de TheWrap, aunque le otorga una crítica favorable, admite que "el argumento y los personajes secundarios no son nada del otro mundo", aunque reconoce que Davis "le da a esta película mediocre todo lo que tiene".
Críticas más duras provienen de medios como Paste Magazine, donde Rory Doherty la tacha de "genérica, fea y mal compuesta… una pieza de basura de streaming que nos hace querer darle la Medalla de la Libertad a Wolfgang Petersen y Roland Emmerich". En la misma línea, Giovanni Lago de Next Best Picture afirma que "G20" es "una cinta de acción de lo peor del catálogo directo-a-streaming, indigna del pedigrí de Viola Davis".
Fred Topel, de United Press International, adopta un enfoque nostálgico, definiéndola como "una divertida y tonta vuelta a ‘La jungla de cristal / Duro de matar / Die Hard’ y otras películas de acción similares", mientras que Tania Hussain de Collider lamenta que el elenco merecía una historia "que equilibrara mejor la evasión de alto riesgo con la intensidad de los thrillers políticos".
Al final, "G20" parece dividir a los columnistas entre quienes están dispuestos a disfrutar de su tono exagerado y quienes consideran que Davis y compañía merecían un guion más sólido. Como resume Variety, la película es "una fantasía patriótica y promilitar" dirigida precisamente a "quienes menos apoyarían a una candidata como Sutton". Y aunque Davis "exuda autenticidad", como apunta AV Club, ni siquiera su talento basta para elevar una producción que, para muchos, se queda en una promesa a medio cumplir.
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