Adrián Suar llega con "Mazel Tov" a Disney+ mientras pide trabajar con Darín
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com

El actor y director argentino Adrián Suar ha estrenado este viernes 13 de junio en Disney+ "Mazel Tov", su segundo trabajo como realizador después de "30 noches con mi ex", que llega a los hogares en todo el mundo menos de dos meses después de lanzarse en salas. Ahora, el astro comparte su deseo de compartir pantalla pronto con su buen amigo Ricardo Darín ("El eternauta"), con el que cree formaría una dupla muy atractiva para las audiencias.
"Mazel Tov" aborda los conflictos familiares a través de la historia de Darío Roitman (interpretado por el propio Suar), un empresario judío que regresa a Buenos Aires desde Nueva York para el casamiento de su hermana y el bat mitzvá de su sobrina. La muerte repentina del padre obliga a los hermanos a enfrentar viejas tensiones mientras deciden si continúan con las celebraciones o se sumergen en el duelo tradicional.
"Tratamos de hacer una película que ponga en el centro los vínculos familiares", explica Suar en una entrevista con Newsweek Argentina. A diferencia de su opera prima, que combinaba humor y drama con un tono más liviano, esta vez el enfoque es más íntimo. "Es una película más emocional, más de vínculos reales, de cosas que le pasan a la gente común". El elenco lo completan Natalie Pérez, Benjamín Rojas y Fernán Mirás como los hermanos, junto a Lorena Vega en un papel clave.
Aunque la trama comparte elementos con la vida de Suar —como la identidad judía o la dinámica entre cuatro hermanos—, el director aclara que no se trata de una autobiografía. "Son circunstancias similares, pero no hacen a la película. La película es la suma de otros vínculos". El título, "Mazel Tov" (una expresión hebrea usada en celebraciones), fue elegido precisamente por su conexión con los ritos cotidianos. "Puede ser judío, católico, italiano, español... son situaciones de la vida", reflexiona.
Suar reconoce que dirigir y actuar simultáneamente no es sencillo, especialmente en escenas con múltiples personajes. "Esta fue más complicada que la primera por la cantidad de gente en pantalla". Sin embargo, valora el trabajo del reparto: "Con Fernán, Natalie y Benjamín conformamos un gran equipo. Son actores que entienden la emoción que buscábamos".
Pese a su larga trayectoria como productor y actor, Suar admite que los estrenos le ponen nervioso. "Es como salir y no poder hacer nada, porque la película ya es de la gente". Sobre la crítica, mantiene una postura pragmática: "Cuando es atinada, me entrego. Si es de mala leche, me afecta, pero no demasiado".
El cineasta también reflexiona sobre la confianza que su nombre genera en el público. "No sé si la gente va al cine solo porque es una película mía, pero si pasa, es un privilegio. Eso sí, después hay que responder en la sala". Rechaza, eso sí, cualquier aura de "prócer": "Sigo siendo curioso, con ganas de aprender. Eso es genuino, no una pose".
Más allá del cine, Suar no descarta un regreso a la televisión, aunque reconoce los desafíos económicos del medio. "Me gustaría producir una ficción, una tira (serie). Pero hoy es difícil por los costos". Sobre el mundo streaming, observa con interés el camino de su hijo Toto Kirzner, aunque le advierte sobre sus riesgos: "Es fácil pensar que estás en tu casa y decir algo no afortunado".
Entre sus cuentas pendientes, destaca un deseo: trabajar con Ricardo Darín. "Me debo una película con él. Sería como 'voy a ver la de Darín y Suar'". El actor, que ya produjo a Darín en "El hijo de la novia", no oculta su admiración: "Es uno de los grandes, y compartir pantalla con él sería un lujo".
Suar asegura que la dirección llegó para quedarse en su carrera. "Es un paso lógico después de producir. Sentí que estaba preparado y quiero seguir haciéndolo". En "Mazel Tov", busca equilibrar humor y drama sin caer en estereotipos. "No es solo una historia judía; habla de hermanos, de silencios, de esas peleas que solo se dan en familias".
Suar apuesta a conectar con un público que, como él, valora las historias "que emocionan sin dejar de ser entretenidas". "Al final, todos nos reconocemos en esos conflictos que nunca se resuelven del todo", concluye.
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"Mazel Tov" aborda los conflictos familiares a través de la historia de Darío Roitman (interpretado por el propio Suar), un empresario judío que regresa a Buenos Aires desde Nueva York para el casamiento de su hermana y el bat mitzvá de su sobrina. La muerte repentina del padre obliga a los hermanos a enfrentar viejas tensiones mientras deciden si continúan con las celebraciones o se sumergen en el duelo tradicional.
"Tratamos de hacer una película que ponga en el centro los vínculos familiares", explica Suar en una entrevista con Newsweek Argentina. A diferencia de su opera prima, que combinaba humor y drama con un tono más liviano, esta vez el enfoque es más íntimo. "Es una película más emocional, más de vínculos reales, de cosas que le pasan a la gente común". El elenco lo completan Natalie Pérez, Benjamín Rojas y Fernán Mirás como los hermanos, junto a Lorena Vega en un papel clave.
Aunque la trama comparte elementos con la vida de Suar —como la identidad judía o la dinámica entre cuatro hermanos—, el director aclara que no se trata de una autobiografía. "Son circunstancias similares, pero no hacen a la película. La película es la suma de otros vínculos". El título, "Mazel Tov" (una expresión hebrea usada en celebraciones), fue elegido precisamente por su conexión con los ritos cotidianos. "Puede ser judío, católico, italiano, español... son situaciones de la vida", reflexiona.
Suar reconoce que dirigir y actuar simultáneamente no es sencillo, especialmente en escenas con múltiples personajes. "Esta fue más complicada que la primera por la cantidad de gente en pantalla". Sin embargo, valora el trabajo del reparto: "Con Fernán, Natalie y Benjamín conformamos un gran equipo. Son actores que entienden la emoción que buscábamos".
Pese a su larga trayectoria como productor y actor, Suar admite que los estrenos le ponen nervioso. "Es como salir y no poder hacer nada, porque la película ya es de la gente". Sobre la crítica, mantiene una postura pragmática: "Cuando es atinada, me entrego. Si es de mala leche, me afecta, pero no demasiado".
El cineasta también reflexiona sobre la confianza que su nombre genera en el público. "No sé si la gente va al cine solo porque es una película mía, pero si pasa, es un privilegio. Eso sí, después hay que responder en la sala". Rechaza, eso sí, cualquier aura de "prócer": "Sigo siendo curioso, con ganas de aprender. Eso es genuino, no una pose".
Más allá del cine, Suar no descarta un regreso a la televisión, aunque reconoce los desafíos económicos del medio. "Me gustaría producir una ficción, una tira (serie). Pero hoy es difícil por los costos". Sobre el mundo streaming, observa con interés el camino de su hijo Toto Kirzner, aunque le advierte sobre sus riesgos: "Es fácil pensar que estás en tu casa y decir algo no afortunado".
Entre sus cuentas pendientes, destaca un deseo: trabajar con Ricardo Darín. "Me debo una película con él. Sería como 'voy a ver la de Darín y Suar'". El actor, que ya produjo a Darín en "El hijo de la novia", no oculta su admiración: "Es uno de los grandes, y compartir pantalla con él sería un lujo".
Suar asegura que la dirección llegó para quedarse en su carrera. "Es un paso lógico después de producir. Sentí que estaba preparado y quiero seguir haciéndolo". En "Mazel Tov", busca equilibrar humor y drama sin caer en estereotipos. "No es solo una historia judía; habla de hermanos, de silencios, de esas peleas que solo se dan en familias".
Suar apuesta a conectar con un público que, como él, valora las historias "que emocionan sin dejar de ser entretenidas". "Al final, todos nos reconocemos en esos conflictos que nunca se resuelven del todo", concluye.
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