Sofía Gómez Córdova habla sobre el estreno de "Después", que protagoniza Ludwika Paleta

por © Redacción (México)-NOTICINE.com
Gómez Córdova y una escena de "Después"
Gómez Córdova y una escena de "Después"
"Después", la segunda película dirigida por Sofía Gómez Córdova, rodada en 2022 y estrenada el año pasado en el Festival de Guadalajara, llega este jueves a salas mexicanas. En cabeza de cartel está la polaca-mexicana Ludwika Paleta, quien por primera vez compartió pantalla con su hijo Nicolás Haza, fruto de su relación con el también actor Plutarco Haza.

En un taller de la Cátedra Bergman en 2018, Sofía Gómez Córdova observó a Ludwika Paleta durante un ejercicio de actuación. Esa imagen no se le iría de la cabeza. Por aquel entonces, ella y Luis Briones apenas comenzaban a explorar la idea de una madre que pierde a un hijo. "Había una idea que apenas estábamos explorando Luis Briones y yo", recuerda la directora en la web del IMCINE. Fue en ese momento cuando la figura de Paleta se fusionó con el embrión de un personaje que entonces era parte de una historia coral. "Ludwika, en mi cabeza, de inmediato se pegó al personaje", afirma.

Así comenzó el largo camino de "Después", la segunda película de Gómez Córdova, que este jueves llega a las salas nacionales después de haberse rodado en 2022 y presentado el año pasado en el Festival de Guadalajara. El proyecto se distingue por reunir en pantalla a Ludwika Paleta con su hijo Nicolás Haza, quien interpreta a Jorge, el hijo de Carmen, el personaje de Paleta.

La directora narra cómo el proceso de escritura se convirtió en una colaboración estrecha. "Ludwika estuvo en todo el proceso de escritura, haciendo contribuciones de todo tipo", cuenta. La historia, que en un principio era coral, fue centrándose progresivamente en Carmen. "De ahí en adelante el personaje de ella fue tomando más relevancia", explica.

La película se sitúa en el territorio del duelo, pero no en el que se suele retratar. Aquí, el hijo no es un niño, sino un joven adulto con una vida independiente. "Al duelo se une descubrir a alguien que uno creía conocer y que era un desconocido", comenta la directora. Este planteamiento abre la puerta a emociones menos exploradas. "Nos interesaba explorar ese periodo de shock después de la muerte, pero es multidimensional". Gómez Córdova detalla algunos de esos matices: "Puede haber mucho enojo en pensar que fue un idiota, ¿por qué te metiste al mar en la noche? O si te querías morir: ¿por qué no sabía?, ¿por qué no me pediste ayuda?". Y añade: "Hay un sentimiento hasta de traición cuando descubres cosas que tu hijo hizo y de las que tú no te enteraste. Siempre creíste que podían hablarte de cualquier cosa y sin embargo no lo hizo; en cambio, sí acudió al padre cuando estaba en aprietos".



Frente a esta complejidad emocional, la música emerge como un lenguaje alternativo. "Ahí es donde la música cobra una relevancia muy grande, porque al final, todo eso que no se puede decir o describir sobre una persona que pierde a un hijo, se puede llegar a materializar en la música, en particular en Carmen, que ahí encuentra su vía de expresión", reflexiona la directora.

Este elemento sonoro no es un adorno, sino una capa fundamental de la narrativa. Carmen es una mujer que abandonó su vocación musical por la maternidad. "Carmen hacía música, se vuelve madre y abandona su proyecto", señala Gómez Córdova, quien conecta esta decisión con una realidad más amplia. "Le pasa a muchas mujeres con sueños y talentos propios, que intentan crear una identidad, pero llega la maternidad y crea un paréntesis indeterminado". La directora comparte una reflexión personal: "Yo no tengo hijos, pero no porque rechace la maternidad. Realmente no veo la manera, al menos como es mi vida, de conciliar ambas cosas". Y observa un patrón generacional: "Es algo que siempre me ha inquietado mucho y que he visto en la generación anterior a la mía, la de mi mamá, cómo muchas mujeres brillantes en sus carreras, en algún momento tuvieron que tomar esa decisión".

En la película, esta renuncia tiene un desenlace paradójico. "En esta trágica paradoja, es su hijo quien como última voluntad, le dice: 'vuelve a hacerlo, empieza otra vez'", relata.

La banda sonora se convirtió en un personaje más, desarrollado mucho antes del rodaje. "Tan pronto como decidimos que la vocación de Carmen iba a ser la música contacté a ANAN, Natalia Gómez, que es mi prima hermana", revela. El trabajo con la compositora fue inusual. "Empezamos a trabajar un par de años antes de la filmación; de hecho, todo el proceso de escritura de la película lo hice acompañada con los materiales que ella me enviaba. Me salía a caminar y escuchaba lo que me mandaba; muchas secuencias salieron de lo que iba escuchando".

Gómez Córdova, quien tiene crédito como editora musical, describe un proceso de colaboración sin jerarquías. "Yo tengo cierta educación musical y me encanta; si la compositora lo permite, yo hago ediciones con sus materiales. Natalia es una persona generosísima y jugamos mucho con los materiales que iba generando". Esta colaboración se extendió también a la protagonista. "Y con Ludwika, Natalia también tuvo una mucha cercanía, de hablar de la música que hacía Carmen, de mandarle cosas, de mostrarle ejemplos, y eso también fue parte de la preparación del proyecto".

Un detalle significativo subraya el compromiso del film con la autenticidad: cuando la cámara captura a Carmen cantando, es la propia Ludwika Paleta quien lo hace. "Finalmente hay que decir que cuando se ve a Ludwika cantando, es realmente ella quien canta. También hicimos ese trabajo", concluye la directora.

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