Hugo Silva terminó el rodaje de "Desmontando a Lucía"
- por © Redacción-NOTICINE.com
El actor español Hugo Silva ha finalizado, junto a Susana Abaitua y Julián Villagrán "Desmontando a Lucía", la nueva película del director Alberto Utrera. En esta cinta que une elementos de comedia y de cine negro, el otrora sex symbol ibérico interpreta a Simón, un minucioso perito judicial que se enamora de Lucía, una mujer con amnesia y sospechosa de un crimen. En paralelo, seguimos la historia de Óliver, un abogado adicto al juego que trabaja para altos mandos del Estado, ayudándoles a salir de apuros legales. Los destinos de Simón y Óliver se cruzan cuando juntos se embarcan en la resolución de un misterioso asesinato.
La película presenta una estructura narrativa dividida en tres niveles distintos, cada uno con su propio estilo visual. El primero es el mundo real, caracterizado por el naturalismo expresivo que retrata la vida cotidiana de los personajes. El segundo nivel se sumerge en los recuerdos de Lucía, evocando el encanto nostálgico de las películas en formato Super 8mm. Por último, las fantasías de Simón añaden un toque de cine negro a la trama, con un estilo que rinde homenaje a los clásicos del género.
"En el guion hay un tono de Tarantino, de situación, a la contra, que a mí me gustó mucho", contó a NOTICINE.com cuando visitamos el rodaje el pasado octubre".
Lo que hace que "Desmontando a Lucía" sea aún más intrigante es su estilo visual. El director, Alberto Utrera, ha creado una película que es, en sus propias palabras, "una declaración de amor al cine negro y los cómics". Inspirado en el cine de Humphrey Bogart y otras películas emblemáticas del género, Utrera combina elementos de estas obras clásicas con un toque contemporáneo.
Hugo Silva no para de trabajar. Este año ha estrenado dos series, "Pollos sin cabeza" y "Mentiras pasajeras", y dos películas, "El faro" y "Un amor", y ha rodado -además de "Desmontando a Lucía"- "Buscando a Coque" y "Ambrosia", y se apresta a participar en "Perros muertos". Son muchos trabajos de géneros y planteamientos muy diferentes, en los que el actor madrileño muestra su versatilidad y se aleja de la visión edulcorada que tuvo en el inicio de su carrera.
"El diseño clásico de la industria -contaba a Vanity Fair- hace que determinados perfiles de chicos estén escritos con un trazo un poquito fácil y la profundidad va para otros personajes por los que el tiempo ya ha pasado. Yo estoy teniendo mucha suerte porque a medida que voy cumpliendo años ya no puedo hacer esos personajes que hacía cuando era jovencito y estoy feliz porque estoy haciendo personajes que tienen muchas contradicciones y que, sobre todo, no tienen por qué ser perfectos, porque no hay cosa que yo odie más que un personaje perfecto".
"Lo que es complicado de gestionar es la fama efervescente que cuando viene de golpe como me pasó a mí con Los hombres de Paco. Es complicado no por uno mismo, sino porque la gente te mira de una forma que sabes que tú no eres. Hay que hacer un reajuste y no se hace del día a la mañana, tarda tiempo", añadía Silva.
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La película presenta una estructura narrativa dividida en tres niveles distintos, cada uno con su propio estilo visual. El primero es el mundo real, caracterizado por el naturalismo expresivo que retrata la vida cotidiana de los personajes. El segundo nivel se sumerge en los recuerdos de Lucía, evocando el encanto nostálgico de las películas en formato Super 8mm. Por último, las fantasías de Simón añaden un toque de cine negro a la trama, con un estilo que rinde homenaje a los clásicos del género.
"En el guion hay un tono de Tarantino, de situación, a la contra, que a mí me gustó mucho", contó a NOTICINE.com cuando visitamos el rodaje el pasado octubre".
Lo que hace que "Desmontando a Lucía" sea aún más intrigante es su estilo visual. El director, Alberto Utrera, ha creado una película que es, en sus propias palabras, "una declaración de amor al cine negro y los cómics". Inspirado en el cine de Humphrey Bogart y otras películas emblemáticas del género, Utrera combina elementos de estas obras clásicas con un toque contemporáneo.
Hugo Silva no para de trabajar. Este año ha estrenado dos series, "Pollos sin cabeza" y "Mentiras pasajeras", y dos películas, "El faro" y "Un amor", y ha rodado -además de "Desmontando a Lucía"- "Buscando a Coque" y "Ambrosia", y se apresta a participar en "Perros muertos". Son muchos trabajos de géneros y planteamientos muy diferentes, en los que el actor madrileño muestra su versatilidad y se aleja de la visión edulcorada que tuvo en el inicio de su carrera.
"El diseño clásico de la industria -contaba a Vanity Fair- hace que determinados perfiles de chicos estén escritos con un trazo un poquito fácil y la profundidad va para otros personajes por los que el tiempo ya ha pasado. Yo estoy teniendo mucha suerte porque a medida que voy cumpliendo años ya no puedo hacer esos personajes que hacía cuando era jovencito y estoy feliz porque estoy haciendo personajes que tienen muchas contradicciones y que, sobre todo, no tienen por qué ser perfectos, porque no hay cosa que yo odie más que un personaje perfecto".
"Lo que es complicado de gestionar es la fama efervescente que cuando viene de golpe como me pasó a mí con Los hombres de Paco. Es complicado no por uno mismo, sino porque la gente te mira de una forma que sabes que tú no eres. Hay que hacer un reajuste y no se hace del día a la mañana, tarda tiempo", añadía Silva.
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