Hablamos con Rolando Díaz, en vísperas de rodar "Adiós Cuba", una película "de supervivencia"

por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
Rolando Díaz
Rolando Díaz
El veterano cineasta cubano Rolando Díaz, autor de cintas como "Los pájaros tirándole a la escopeta", "Melodrama" o "Si me comprendieras", está próximo a filmar en Valencia (con un prefacio en Miami) su nueva película, "Adios Cuba", una historia de emigrantes cubanos en España, que protagonizarán Yuliet Cruz, Betiza Bismark y Frank Moreno. En entrevista exclusiva con NOTICINE.com, Díaz detalla motivaciones de este proyecto "de supervivencia" y su escepticismo ante la posibilidad de que pueda ser estrenada en su país, donde "la persecución en temas culturales es cada vez más tremenda".

- "Adiós Cuba" de alguna manera ha sido precedida por otras cintas suyas en las que ya se apuntaba la nostalgia y el desarraigo...
Sí, tiene que ver con todas esas películas que hice a finales de los 90 y principios de los 2000, forma parte de ese vínculo con Cuba, que después se rompió un tiempo cuando hice varias películas como "Los Caminos de Aissa", "Dossier de ausencias", que la hice en República Dominicana, o "Un elefante sobre la tela de una araña", que rodé ya en Valencia. En cambio esta sí regresa a Cuba. Yo pienso que es continuadora de "Si me comprendieras", en el sentido de que aunque "Si me comprendieras" fue hecha dentro de Cuba de forma semiclandestina, ya que la gente no sabía que yo estaba allí grabando una película, esta también va a regresar a Cuba. En "Si me comprendieras" tenía unas ganas diferentes de volver a Cuba de las que tengo ahora, porque yo ya llevo 32 años fuera de mi país y entonces solo llevaba 4 o 5 años sin regresar. Existe esa intención de regresar y conversar con un yo profundo que tiene que ver con mis raíces.

- ¿Hubo algún desencadenante concreto del que surgió "Adiós Cuba"?
Si de alguna manera sí, tiene que ver con algo que le oí a Leonardo Padura, el escritor, sobre que en los últimos dos años se han ido del país más de 600 000 cubanos. Aun con todas las restricciones que hay ahora, están entrando al día en Estados Unidos más de 700 cubanos. Esto son cifras estremecedoras.
Esta realidad de abandono del país se puede ver en la película de mano de jóvenes que en realidad ni siquiera estaban valorando irse, como yo que me fui finalmente por la censura de una película, y por ver las cosas que comenzaban a pasar en el cine, que para mi comenzaban a pasar pero que estaban pasando desde la época de Sara Gómez, Nicolasita Guillén y desde todo lo que fue el cine cubano inicial. Yo lo vine a ver en los 90 con la película de mi amigo Daniel Díaz Torres, "Alicia en el pueblo de maravillas", y ya venia también de inconformidad con los noticieros críticos que hacíamos cuando estábamos con Santiago Álvarez en Noticiero ICAIC Latinoamericano. Todo esto nos fue separando. Entonces encontrarme con esta generación de jóvenes 40 años después, que salen de forma masiva del país, y que no solo son artistas, sino que son 600 000 personas de una isla de 11 millones de habitantes, en dos años. Que si tuvieran facilidades para irse no me imagino cuántos podrían llegar a ser, porque todos estos se van de las maneras más increíbles posibles, con lo difícil que les resulta entrar en otros países, y de esto también va la película de alguna manera. "Adiós Cuba" es ese decir adiós a veces de maneras muy dolorosas. Entonces mi regreso al tema cubano es desde ese desgarramiento. Es más bien la pregunta de "¿qué está pasando?, ¿que va a pasar al final de todo esto?", porque la gente no para de irse, y ya me doy cuenta de que muchos de estos jóvenes con los que hablo ni siquiera tienen una postura de oposición política, sino que simplemente no pueden estar ahí, no pueden vivir ahí.



- Háblenos de los personajes de la película.
Por un lado está Caridad, la mujer que viaja a España, y está interpretada por Yuliet Cruz. Hay dos amigos que se suman a la locura de Caridad, porque está loca, lo que se le ocurre hacer lo hace, sin dinero, con escenografía, con todas las cosas del mundo y currando contra una realidad que superarla es complicado. En esa pasión surge un personaje llamado Lázaro que es un viejo amigo del ISA, que es el Instituto Superior de Arte, y el tipo fue actor pero lo abandonó. Hizo el camino contrario de ella, se dio cuenta que trabajar como actor iba a ser terrible y se metió a trabajar en una falla, entonces es un artista fallero. Él arrastra a una amiga, que es esa actriz negra cubana Betiza Bismark, que es una actriz formidable, que en la película trabaja con él en el taller, es una mujer carpintera, y él la une al proyecto. El cuarto personaje es una muchacha periodista que llegó hace un año a España, que aquí hay muchos personajes así. Ella trabaja en una cafetería, y la actriz que está seleccionada para esto está encantada porque ella trabaja también en una tienda de vinos, pero también sirve tapas y vinos. Entonces está trabajando en un restaurante muy cerca de donde vive Caridad, y ahí se conocen y se hacen amigas. Como esta muchacha es periodista se ofrece a hacer la investigación para todos los testimonios que la obra de teatro tendría. Estos son los cuatro personajes que tiene la película. Caridad como protagonista, Lázaro como ese amigo que conoció en el ISA y trae a Regla, y la periodista Fátima, que es amiga de Caridad.

- Los cubanos nunca olvidan Cuba...
El otro día iba en el autobús y estaba hablando con mi mujer, que es alemana, y veía un tipo que me miraba y me miraba, y cuando ya llegó la parada, poco antes de bajar el tipo se viró para mí y me dijo: "¿tú eres cubano compadre?", y le dije "sí sí", y me dijo "¿de dónde?", y le contesté "de La Habana" y me dijo "yo soy de La Vívora, que bueno verte", y cogió y se bajó. Ese es el ánimo de encontrar a alguien que te recuerde tus raíces, que pueda ser como tú, que hable en tu acento; y entonces eso es lo que pasa entre Caridad y Fátima, se establece una amistad que regresa a Fátima al periodismo para ayudarla, pero claro en sus tiempos libres, porque Fátima tiene que trabajar de camarera, y tiene esa contradicción igual que los otros tienen que trabajar como artistas falleros. En medio de ese sacrificio van armando la película que transcurre en Valencia todo el tiempo, en una nave, qué es lo que consiguen para poder ensayar. La película son las representaciones teatrales y las entrevistas que ella le hace a todos los testimoniantes que le ha conseguido Fátima en su investigación.

- Como ya hizo en el pasado, ¿volverá entonces a mezclar ficción y documental?
Sí, esa parte de la película va a ser documental, no está guionizada. Son personajes reales donde una actriz asume su personaje, se integra en Caridad, que además es una cubana que también se fue hace un año y pico, y Yuliet Cruz entiende muy bien quién es Caridad. Ella es la que va a hacer las entrevistas, a través de mí por supuesto, con todos los testimoniantes que aparecerán contando las diversas maneras en las que se han ido, pero el objetivo realmente es llegar a la profundidad, llegar a lo duro de la necesidad de partir de tu raíz, lo que significa todo eso, la aventura en la que te metes ahora, los casos en los que se hace por amor, por miedo, o porque no tienen dónde estar. Hay muchos sentimientos complejos que se van a manifestar ahí, y está también el de ella que necesita descubrir qué le pasó a su nación.

- El concepto de pertenencia a una tierra no lo tenemos en tan gran medida en otros países...
Los cubanos tenemos una relación muy fuerte con nuestra tierra, y la verdad no entiendo muy bien por qué. He aprendido muchas cosas de mi mujer que es alemana y está aquí porque quiere, simplemente porque le quiere huir al frío. Hablo mucho con ella de estos temas, también de lo que fue la Guerra Mundial en su país, de lo que significa… Ella es una mujer que ha recorrido mucho mundo, fue mujer de un cineasta alemán durante su juventud y fue a muchísimos lugares. Hablo muchísimo con ella sobre la pasión de los cubanos, y sobre cómo ella también se asombra con ello. Ella siempre me está ayudando buscando casos y también hay un periodista amigo mío cubano que me está ayudando para facilitarle el camino a la actriz que va a ser Fátima.

- Para el oficialismo la emigración cubana es económica y para la oposición radical en EEUU un signo de oposición al régimen. ¿No le parecen definiciones simplistas?
Hay intereses extremos en las dos bandas. Hay una gama de grises a la cual yo aspiro que esté en la película. La película en el fondo, realmente va de una autora, de una directora teatral cubana que insiste en hacer teatro, lleva 10 años en Valencia y prefiere ser "mileurista" (que gana 1000 euros al mes) y vivir soñando dando clases de teatro para poder hacer su obra. Entonces al final es esa ansiedad, que es un tema recurrente en la historia de la cultura, ni siquiera diría en la historia del cine, del artista que contra viento y marea intenta hacer lo que tiene necesidad y deseo de hacer. De alguna manera ese personaje es un alter ego de mi propio deseo. Es la primera vez que yo solo estoy financiando una película de esta manera, no tengo ayuda de nadie porque no quiero recibir ayudas que no sepa de dónde vienen. Por otra parte sé que es una película que si inicio los procederes que he hecho con otras películas en España va a ser muy difícil de levantar, porque es una película donde habitan únicamente cubanos. Entonces me busqué una productora pequeña de Las Palmas de Gran Canaria que está en Madrid, que se llama Muak Canarias junto al joven cineasta Gerardo Carrera, quien se enamoró conmigo del proyecto y es la productora española que está detrás de esto, además de la hija de Fernando Pérez, Bebé Pérez, que también es cineasta. "Adiós Cuba" es una película de supervivencia, totalmente. Toda la gente con la que estoy trabajando está luchando y abriendo un camino y eso es bonito.

- ¿Qué opina usted de la Asamblea de Cineastas Cubanos que se ha creado en la isla?
Creo que son muy valientes, siempre he dicho que les doy todo mi respaldo. Entre las personas que están al frente de eso está Fernando Pérez, que es un gran amigo mío de toda la vida, amistad que se forjó en el cine pero que va mucho más allá del cine, ya que hemos vivido muchas cosas juntos desde que empezamos en el ICAIC prácticamente a la vez y atravesamos toda una vida hasta que yo me fui. Por supuesto que lo que hacen me parece extraordinario y hay que respaldarlo, lo creo con sinceridad y me encanta lo que están haciendo.

- ¿Cómo le gustaría que quedara "Adiós Cuba"?
Yo aspiro a que esta película explote en el nicho cubano como es normal, pero mi ilusión es que vaya más allá, porque al final el sentimiento de ella es universal. La película comienza con las pateras que llegan a España desde África. Empieza en Lampedusa porque lo que pretende es universalizar esa angustia de quererte ir de un lugar hacia otro arriesgando lo que tengas que arriesgar, más allá de los pesares a los que se deban. Esto nunca será una película directamente política ni de propaganda política, es una película de sentimientos.

- El exilio suele ser amargo. Usted se encuentra en la etapa final de su vida. ¿Ve ese final en España o en Cuba?
No, yo lo veo en España. Porque no entiendo el país que hay ahora en Cuba. No veo qué camino esta tomando, no sé ni en manos de quien está el país. Los vaivenes económicos son brutales, iban a hacer medidas radicales, luego de un día para otro ya no van a hacer esas medidas, cuando ya se iban a implementar. El presidente Díaz-Canel estuvo recorriendo todo el país para explicar esas medidas, pero alguien se dio cuenta de que esas medidas eran una locura, y de un día para otro quitaron al ministro de Economía. Por otro lado, está la persecución en temas culturales que es cada vez más tremenda. Proyectos que tratan de acercarse de manera compleja a la realidad no son aceptados, solo impulsan desde el ICAIC películas que no tengan nada que ver con la realidad actual cubana, como la del boxeador Teófilo Stevenson u otra que anda por ahí de un músico.

Transcripción: Marina Durán

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