Rodrigo de la Serna filma en Luján serie de Trapero sobre la Triple A
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com

A menos de 70 kilómetros de Buenos Aires, la localidad de Luján revive parte del pasado más oscuro de la nación argentina. El terrorismo de estado practicado por el grupo conocido como Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), una organización de extrema derecha con íntimas lazos con la policía y sectores del poder peronista, que empezó a practicar lo que luego, durante la posterior última dictadura militar, fue norma, contra todo lo que sonara a izquierda. El reconocido actor Rodrigo de la Serna interpreta a uno de los torturadores y matones de la AAA, Aníbal Gordon, en la que nueva serie para Netflix que aún no tiene título oficial. Su showrunner es el conocido cineasta Pablo Trapero, y entre los productores está el actor y director Adrián Suar.
"Cuando me ofrecieron el papel, lo primero que pregunté fue: '¿Cómo humanizamos a un monstruo?'", confesaría De la Serna durante un descanso, mientras maquillaje le oscurecía los pómulos para recrear la cicatriz que Gordon llevaba como estigma.
En la plaza Rivadavia, Camila Peralta ensayaba una escena clave junto a Matías Recalt. "En esta esquina", señalaba un asistente, "Gordon reclutó a su primer cómplice". Vecinos observaban tras las vallas: algunos con celulares en alto, otros con el ceño fruncido. "Mi abuelo desapareció en el '76", compartía en voz baja un joven elegido como extra. "Vine para entender".
El Aeroclub se convirtió en campo minado de memorias. Helicópteros militares prestados por el Ejército sobrevolaban la pista donde, según archivos desclasificados, Gordon coordinaba traslados hacia el centro de tortura de Automotores Orletti. "Cada toma duele", admitía un técnico mientras ajustaba cámaras en lo que simulaba ser un centro clandestino.
"La serie no juzga", explicaba Trapero durante un ensayo con Matías Mayer. "Muestra cómo un ladrón de poca monta se convirtió en eslabón clave del terror". En escena, Mayer interpretaba a un empresario que financiaba la cacería humana mientras sus hijas tomaban la leche escolar.
En el bar La Cautiva, los electricistas desayunaban medialunas junto a sobrevivientes de la dictadura. "¿Saben qué es lo más aterrador?", preguntaba una mujer de pelo blanco mientras servidores de Netflix anotaban en libretas. "Que Gordon compraba helados en esa esquina después de torturar".
Cuando el sol disipó la niebla, Luján mostró su doble piel: turistas fotografiaban la Basílica mientras, dos calles abajo, utileros colgaban carteles de "Proscripción al peronismo". En unos días, la producción se trasladará a Río Negro.
Con episodios realizados por Trapero y otros por Pablo Fendrick, la serie revive, usando en ocasiones los propios escenarios reales, hechos ocurridos hace más de medio siglo, y no demasiado documentados por la ficción audiovisual nacional, el de la organización terrorista parapolicial anticomunista de ultraderecha, gestada por su jefe político José López Rega, con apoyo de la logia italiana Propaganda Due, y en la que se integró Aníbal Gordon, un criminal que pasó de robar a ser confidente policial y luego activo colaborador de la organización parapolicial.
La fuente de la nueva producción de Netflix es la novela "Gordon", en la que el escritor, periodista e historiador Marcelo Larraquy dramatiza la historia real del delincuente devenido colaborador de la represión más sangrienta. El autor colaboró también con Marcos Osorio Vidal y Trapero en la escritura del guión. La serie podría estar en la plataforma en la primera mitad del año próximo.
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"Cuando me ofrecieron el papel, lo primero que pregunté fue: '¿Cómo humanizamos a un monstruo?'", confesaría De la Serna durante un descanso, mientras maquillaje le oscurecía los pómulos para recrear la cicatriz que Gordon llevaba como estigma.
En la plaza Rivadavia, Camila Peralta ensayaba una escena clave junto a Matías Recalt. "En esta esquina", señalaba un asistente, "Gordon reclutó a su primer cómplice". Vecinos observaban tras las vallas: algunos con celulares en alto, otros con el ceño fruncido. "Mi abuelo desapareció en el '76", compartía en voz baja un joven elegido como extra. "Vine para entender".
El Aeroclub se convirtió en campo minado de memorias. Helicópteros militares prestados por el Ejército sobrevolaban la pista donde, según archivos desclasificados, Gordon coordinaba traslados hacia el centro de tortura de Automotores Orletti. "Cada toma duele", admitía un técnico mientras ajustaba cámaras en lo que simulaba ser un centro clandestino.
"La serie no juzga", explicaba Trapero durante un ensayo con Matías Mayer. "Muestra cómo un ladrón de poca monta se convirtió en eslabón clave del terror". En escena, Mayer interpretaba a un empresario que financiaba la cacería humana mientras sus hijas tomaban la leche escolar.
En el bar La Cautiva, los electricistas desayunaban medialunas junto a sobrevivientes de la dictadura. "¿Saben qué es lo más aterrador?", preguntaba una mujer de pelo blanco mientras servidores de Netflix anotaban en libretas. "Que Gordon compraba helados en esa esquina después de torturar".
Cuando el sol disipó la niebla, Luján mostró su doble piel: turistas fotografiaban la Basílica mientras, dos calles abajo, utileros colgaban carteles de "Proscripción al peronismo". En unos días, la producción se trasladará a Río Negro.
Con episodios realizados por Trapero y otros por Pablo Fendrick, la serie revive, usando en ocasiones los propios escenarios reales, hechos ocurridos hace más de medio siglo, y no demasiado documentados por la ficción audiovisual nacional, el de la organización terrorista parapolicial anticomunista de ultraderecha, gestada por su jefe político José López Rega, con apoyo de la logia italiana Propaganda Due, y en la que se integró Aníbal Gordon, un criminal que pasó de robar a ser confidente policial y luego activo colaborador de la organización parapolicial.
La fuente de la nueva producción de Netflix es la novela "Gordon", en la que el escritor, periodista e historiador Marcelo Larraquy dramatiza la historia real del delincuente devenido colaborador de la represión más sangrienta. El autor colaboró también con Marcos Osorio Vidal y Trapero en la escritura del guión. La serie podría estar en la plataforma en la primera mitad del año próximo.
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