Premios para México, Colombia, Argentina y Uruguay en una Berlinale con palmarés reivindicativo

por © Jon Apaolaza (Berlín)-NOTICINE.com
Kishi, Piñeiro, Restrepo y Piperno
Kishi, Piñeiro, Restrepo y Piperno
Cuatro largometrajes iberoamericanos de ficción fueron reconocidas este fin de semana en la clausura de la 70 Berlinale, encabezadas por la mexicana de Samuel Kishi "Los lobos", doblemente galardonada, y la colombiana "Los conductos", de Camilo Restrepo, mejor opera prima. El Oso de Oro del jurado oficial correspondió a la cinta iraní filmada clandestinamente "Sheytan vojud nadarad" (Satanás no existe), de Mohammad Rasoulof, quien no pudo recoger el premio por estar encarcelado en el régimen de los ayatolah.

El mexicano Kishi Leopo y el colombiano residente en Francia Restrepo se unieron en el palmarés de todas las recompensas de la Berlinale 2020 con el argentino Matías Piñeiro, mención especial al mejor director en la nueva sección Encounters, con "Isabella", y el uruguayo Alex Piperno, premiado por los lectores del diario local Tagesspiegel, con su surrealista "Chico ventana también quisiera tener un submarino".

La emotiva "Los lobos", que tuvo su estreno mundial en el coreano Festival de Busan, es el segundo largo del tapatío Samuel Kishi Leopo. Narra la historia de dos niños inmigrantes en Estados Unidos, hijos de una madre soltera, que los deja en casa mientras ella va a trabajar, y para entretenerlos y que oigan su voz les deja grabadas clases de inglés, cuentos, canciones...  en una cassettera.

"Es una película de esperanza, de empatía, sin llegar a ser cursi ni de lágrima fácil. También es una película que retrata la oscuridad, la dureza de la inmigración, la incertidumbre de formar un hogar, el arraigo y el desarraigo", detalló a NOTICINE.com Kishi Leopo, quien fue reconocido por el jurado de su sección Generation Kplus y además logró el Premio de la Paz, dotado con 5000 euros, y concedido por la Iniciativa Zehlendorf para la paz, la fundación Heinrich Böll y Weltfriedensdienst e.V.

Por su parte, Camilo Restrepo superó a una veintena de títulos de todo el mundo para alzarse con el galardón a mejor opera prima de la Berlinale, acompañado por 50 000 euros, a repartir entre los productores y el director de "Los conductos". El film reflexiona, según contó el colombiano a NOTICINE.com, en "dónde se sitúa la frontera entre el bien y el mal, cuando el personaje central y los otros personajes que lo acompañan van a decidir hasta dónde empujan esa frontera para considerar que una cosa es buena o mala, que un acto es bueno o malo. Un crimen es un delito finalmente, pero... ¿Hay crímenes justificados?".

El uruguayo afincado en la Argentina Alex Piperno atrajo la atención del jurado del diario vespertino Tagesspiegel con su opera prima "Chico ventana también quisiera tener un submarino", que como describió a nuestra web le da la oportunidad de ensalzar "la posibilidad del cine para poner en relación cosas que no la tenían y generar un sentido a partir de esa relación nueva".

Finalmente, el shakespeariano Matías Piñeiro recibió una mención especial como mejor director del jurado de la nueva sección Encounters, por su drama "Isabella". "En esta película hay un cambio de tono que viene por lado de la obra. Es conocida como una pieza problemática de Shakespeare, dado que de comedia tiene poco. Se trata de una novicia que tiene un hermano encarcelado, y que el juez le dice que va a dejar al hermano en libertad si se acuesta con él, con lo cual la idea de comedia está poco modificada. Hay algo de este tono que de alguna manera traté de introducir", explicó el argentino residente en Nueva York a NOTICINE.com

En lo que respeta a la Sección Oficial, la que otorga los Osos de Oro y Plata, no hubo premios para las dos cintas iberoamericanas en liza. Ganó el Oso de Oro la iraní "Sheytan vojud nadarad" (Satanás no existe), definida por el presidente del jurado, el actor británico Jeremy Irons como “Cuatro historias que muestran la red de un régimen autoritario que se extiende sobre la gente normal, acercándola a lo inhumano, una película que hace preguntas sobre nuestra responsabilidad y las elecciones que hacemos en nuestra vida". Al estar encarcelado su guionista y director, Mohammad Rasoulof, precisamente por filmar contra la prohibición de la teocracia persa, fue su hija, la actriz Baran Rasoulof, quien recogió la recompensa por este drama con cuatro historias en torno a la arbitrariedad de la pena de muerte en Irán.

El Oso de Plata a la mejor dirección correspondió al coreano Hong Sangsoo por "Domangchin yeoja" (Mujer fugitiva), y los Osos de interpretación a Paula Beer, por "Undine" y a Elio Germano, por "Volevo nascondermi". El Gran Premio del Jurado fue para "Never Rarely Sometimes Always", de Eliza Hittman, y el Premio Especial 70 Berlinale a "Effacer l'historique", de Benoît Delépine y Gustave Kervern.


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