Festivales
"Machuca" encabeza las favoritas en Bogotá
11-X-04
Esta es una de las ciudades con mayor tráfico del mundo, por lo que el tránsito a los cines, de por sí distantes, resulta bien difícil, a pesar de lo cual, se va viendo lo que ofrece el Festival Internacional de cine que, desde el 7 y hasta el 14 tiene lugar en varias de las principales salas de la capital colombiana.
"Machuca", del chileno Andrés Wood, es hasta ahora una de las favoritas para el Círculo Precolombino de Oro, lauro de este evento. La amistad entre dos niños de clases sociales diferentes en el Chile de la Unidad Popular y hasta los días del golpe de estado de Pinochet, sus familias, el colegio donde estudian y sus primeros lances eróticos, son recreados por el joven cineasta con una sensibilidad y una fuerza de la que carecía su filme anterior, "La fiebre del loco", enturbiado por problemas narrativos. Lo mejor de esta historia es cómo sortea el sentimentalismo para conectarnos con un drama sólido y bien contado, donde el contexto socio-político, de gran complejidad, es algo más que un telón de fondo, si bien la perspectiva es sobre todo humana.
"Ladies' Night", de México, es otra notable oferta en la sección oficial competitiva. Gabriela Tagliavini es la joven realizadora argentina de este film feminista sin rabietas antimasculinas que discursa, con una saludable ironía, en torno a la virginidad, el primer amor, el peso de la infancia en el universo adulto, la amistad y otros tantos tópicos que aquí se abordan con una perspectiva novedosa y original, pletórica de efectos especiales, con sabia incorporación de dibujos animados, una banda sonora exquisita y un diseño coreográfico perfectamente integrado, que transcurre con ritmo ágil y montaje eficaz. Lástima que este festival no conceda premios de interpretación, pues sino Ana de la Reguera sería una fuerte candidata, por su desempeño lleno de matices y sensualidad.
La uruguaya "El Viaje hacia el mar", de Guillermo Casanova, es un cálido trayecto en torno a la tercera edad; un grupo de ancianos de un pequeño pueblo verán por primera vez la gran fuente acuática desde un destartalado camión. Road movie modesta, cálida, de una especial poesía, desaprovecha la posibilidad de desarrollar mayores posibilidades de conflictos entre los personajes , como quiera que se trata de un cuento, famoso por cierto, llevado a largometraje, pero las actuaciones y la conseguida atmósfera, la convierten en una respetable propuesta.
España tiene varios títulos en competencia, de los cuales ya se han visto "La suerte dormida" (Angeles González Sinde), farragoso trayecto sobre irresponsabilidades de empresas en las minas, y "Nubes de verano" (Felipe Vega), agradable comedia nada ligera en torno a eso que algún compositor llamó "el juego limpio de la seducción" , aquí no tan limpio que digamos, y que lamentablemente se dilata innecesariamente en su desenlace. Al cierre de este comentario, se programan cintas de Costa Rica, Irlanda y la propia Colombia, mientras en el Panorama Contemporáneo se espera con ansiedad la famosa norteamericana "Before Sunset", de Richard Linklater.
Esta es una de las ciudades con mayor tráfico del mundo, por lo que el tránsito a los cines, de por sí distantes, resulta bien difícil, a pesar de lo cual, se va viendo lo que ofrece el Festival Internacional de cine que, desde el 7 y hasta el 14 tiene lugar en varias de las principales salas de la capital colombiana.
"Machuca", del chileno Andrés Wood, es hasta ahora una de las favoritas para el Círculo Precolombino de Oro, lauro de este evento. La amistad entre dos niños de clases sociales diferentes en el Chile de la Unidad Popular y hasta los días del golpe de estado de Pinochet, sus familias, el colegio donde estudian y sus primeros lances eróticos, son recreados por el joven cineasta con una sensibilidad y una fuerza de la que carecía su filme anterior, "La fiebre del loco", enturbiado por problemas narrativos. Lo mejor de esta historia es cómo sortea el sentimentalismo para conectarnos con un drama sólido y bien contado, donde el contexto socio-político, de gran complejidad, es algo más que un telón de fondo, si bien la perspectiva es sobre todo humana.
"Ladies' Night", de México, es otra notable oferta en la sección oficial competitiva. Gabriela Tagliavini es la joven realizadora argentina de este film feminista sin rabietas antimasculinas que discursa, con una saludable ironía, en torno a la virginidad, el primer amor, el peso de la infancia en el universo adulto, la amistad y otros tantos tópicos que aquí se abordan con una perspectiva novedosa y original, pletórica de efectos especiales, con sabia incorporación de dibujos animados, una banda sonora exquisita y un diseño coreográfico perfectamente integrado, que transcurre con ritmo ágil y montaje eficaz. Lástima que este festival no conceda premios de interpretación, pues sino Ana de la Reguera sería una fuerte candidata, por su desempeño lleno de matices y sensualidad.
La uruguaya "El Viaje hacia el mar", de Guillermo Casanova, es un cálido trayecto en torno a la tercera edad; un grupo de ancianos de un pequeño pueblo verán por primera vez la gran fuente acuática desde un destartalado camión. Road movie modesta, cálida, de una especial poesía, desaprovecha la posibilidad de desarrollar mayores posibilidades de conflictos entre los personajes , como quiera que se trata de un cuento, famoso por cierto, llevado a largometraje, pero las actuaciones y la conseguida atmósfera, la convierten en una respetable propuesta.
España tiene varios títulos en competencia, de los cuales ya se han visto "La suerte dormida" (Angeles González Sinde), farragoso trayecto sobre irresponsabilidades de empresas en las minas, y "Nubes de verano" (Felipe Vega), agradable comedia nada ligera en torno a eso que algún compositor llamó "el juego limpio de la seducción" , aquí no tan limpio que digamos, y que lamentablemente se dilata innecesariamente en su desenlace. Al cierre de este comentario, se programan cintas de Costa Rica, Irlanda y la propia Colombia, mientras en el Panorama Contemporáneo se espera con ansiedad la famosa norteamericana "Before Sunset", de Richard Linklater.
- © Frank Padrón (enviado especial)-NOTICINE.com
Gerard presenta en Santo Domingo su autobiográfica "Cuba libre"
11-X-04
De arquitecto a cineasta. Tras una vida dedicada a la arquitectura, el cubano Juan Gerard empezó su segunda vida cumpliendo su sueño al dirigir "Cuba libre" (Dreaming of Julia), película de homenaje al cine, a las películas que le cautivaron desde pequeño, y a su familia cubana, y que ayer fue proyectada en presentación especial en la VI Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo, ciudad donde se rodó. Un total de 47 películas procedentes de 17 países se exhiben en este certámen, que se inauguró el pasado día 7 y se clausurará el 16 de octubre, y que este año está dedicado a España, país del que se proyectan las películas más representativas de los últimos años.
"Antes de ser presentada, ya se ha convertido en objeto de culto en el país", afirmó el director del certámen, Arturo Rodríguez, en la presentación de la película.
Gerard logró reunir en el elenco a Harvey Keitel, los mexicanos Gael García Bernal y Diana Bracho, Ibel Hjejle y Gabino Diego. Fueron cerca de siete años los que le llevó concluir su sueño cinematográfico basado en historias reales de su infancia en Cuba, país que abandonó a los 10 años para marchar a Estados Unidos. Es 1958, último año del régimen batista que coincide con el proceso de desintegración de una familia de Holguín.
La idea surgió cuando Gerard le contó a Jorge Sotolongo (ex guionista del ICAIC) una anécdota de la infancia: "Estaba viendo en Holguín una película de Doris Day y se fue la luz en el cine del pueblo por causa de una bomba. La electricidad no se estableció hasta un año más tarde", cuenta en una entrevista a NOTICINE.com. "Cuba libre" no es una película política: "No quería comentar la revolución. Quería hablar sobre los recuerdos de un hombre cuando era niño. Y estos recuerdos son cosas como una bandera gigante. He eliminado cualquier alusión política, he batallado por hacer una película que reunifique a los cubanos de Cuba y a los de fuera".
Gerard aprendió cine frente a la pantalla, con "maestros" como John Ford, Luis Buñuel, Alfred Hitchock, Francois Truffaut, o Jean Renoir, y a ellos les rindió tributos en diversas escenas de la película. "Quise rendir un homenaje al cine y a mi familia", dice. "Era la película que llevaba en mi corazón", subraya Gerard, quien después de tantas décadas trabajando como arquitecto, comenzó su carrera de cineasta. Antes dirigió durante dos años el San Juan Cinemafest y durante 11 el Festival Internacional de Cine de Puerto Rico, donde vivió hasta que recientemente trasladó su residencia a Los Angeles. "Me ganaba la vida como arquitecto y lo perdía con el cine", cuenta. "A los 50 años decidí dejarlo todo y empezar de nuevo". Para Gerard, la arquitectura y el cine están unidos, "como dijo un crítico inglés, el cine es la arquitectura a través de la dimensión del tiempo. Los planos son los guiones, la construcción el rodaje y la post-producción, y el cliente el productor".
Gerard sabía lo que quería hacer y escribió junto a su esposa, Letvia Arza-Goderich, el guión en una semana. Para el papel de su abuelo veían nada menos que a Harvey Keitel, quien aceptó embarcarse en la aventura de un cinéfilo de Puerto Rico, que nunca antes se había puesto detrás de una cámara. "Keitel nos dijo que el guión le cautivó porque veía detrás a su familia rumana y dijo que quería producir la película". En la película, "es un Harvey distinto, no es el Harvey matón, es un hombre duro, lloroso y de familia a la vez".
El presupuesto inicial fue de 8 millones de dólares, pero quedó reducido a 3 millones tras un largo camino lleno de obstáculos. El primer problema surgió en Cuba, donde quería rodar la película, pero pocas semanas antes del inicio, cuando realizaban allí las tareas de post-producción, les negaron el permiso. Así que el equipo se trasladó a República Dominicana, país que, una vez más, hizo de Cuba. La dirección de fotografía corrió a cargo del estadounidense Kramer Morgenthau.
Después surgieron los problemas con los derechos de las canciones. Gerard quiso que "la música fuera como un personaje más, que contase la acción y que fuera cubana". Incluyó temas como "Castigo en la distancia", "Papa mojada", de Celia Cruz o "As times goes by", de Casablanca, que tuvo que sustituir al final por otras tras la petición de pago de derechos que le hizo la Warner. La música corrió a cargo de los compositores cubanos Edesio Alejandro y Gerardo García.
La película fue presentada en noviembre pasado, en el Festival de Tokyo, donde tuvo una gran acogida. Desde entonces ha recorrido una treintena de festivales antes de llegar a Santo Domingo. "No la he querido pasar ni en Cuba ni en Miami para que no se utilice políticamente, ni de un lado ni del otro". En enero se estrenará en Estados Unidos. Gerard ya está preparando su próximo proyecto en Texas, protagonizado por una mujer que se está muriendo de cáncer. "De repente, ya no soy arquitecto", dice ilusionado.
De arquitecto a cineasta. Tras una vida dedicada a la arquitectura, el cubano Juan Gerard empezó su segunda vida cumpliendo su sueño al dirigir "Cuba libre" (Dreaming of Julia), película de homenaje al cine, a las películas que le cautivaron desde pequeño, y a su familia cubana, y que ayer fue proyectada en presentación especial en la VI Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo, ciudad donde se rodó. Un total de 47 películas procedentes de 17 países se exhiben en este certámen, que se inauguró el pasado día 7 y se clausurará el 16 de octubre, y que este año está dedicado a España, país del que se proyectan las películas más representativas de los últimos años.
"Antes de ser presentada, ya se ha convertido en objeto de culto en el país", afirmó el director del certámen, Arturo Rodríguez, en la presentación de la película.
Gerard logró reunir en el elenco a Harvey Keitel, los mexicanos Gael García Bernal y Diana Bracho, Ibel Hjejle y Gabino Diego. Fueron cerca de siete años los que le llevó concluir su sueño cinematográfico basado en historias reales de su infancia en Cuba, país que abandonó a los 10 años para marchar a Estados Unidos. Es 1958, último año del régimen batista que coincide con el proceso de desintegración de una familia de Holguín.
La idea surgió cuando Gerard le contó a Jorge Sotolongo (ex guionista del ICAIC) una anécdota de la infancia: "Estaba viendo en Holguín una película de Doris Day y se fue la luz en el cine del pueblo por causa de una bomba. La electricidad no se estableció hasta un año más tarde", cuenta en una entrevista a NOTICINE.com. "Cuba libre" no es una película política: "No quería comentar la revolución. Quería hablar sobre los recuerdos de un hombre cuando era niño. Y estos recuerdos son cosas como una bandera gigante. He eliminado cualquier alusión política, he batallado por hacer una película que reunifique a los cubanos de Cuba y a los de fuera".
Gerard aprendió cine frente a la pantalla, con "maestros" como John Ford, Luis Buñuel, Alfred Hitchock, Francois Truffaut, o Jean Renoir, y a ellos les rindió tributos en diversas escenas de la película. "Quise rendir un homenaje al cine y a mi familia", dice. "Era la película que llevaba en mi corazón", subraya Gerard, quien después de tantas décadas trabajando como arquitecto, comenzó su carrera de cineasta. Antes dirigió durante dos años el San Juan Cinemafest y durante 11 el Festival Internacional de Cine de Puerto Rico, donde vivió hasta que recientemente trasladó su residencia a Los Angeles. "Me ganaba la vida como arquitecto y lo perdía con el cine", cuenta. "A los 50 años decidí dejarlo todo y empezar de nuevo". Para Gerard, la arquitectura y el cine están unidos, "como dijo un crítico inglés, el cine es la arquitectura a través de la dimensión del tiempo. Los planos son los guiones, la construcción el rodaje y la post-producción, y el cliente el productor".
Gerard sabía lo que quería hacer y escribió junto a su esposa, Letvia Arza-Goderich, el guión en una semana. Para el papel de su abuelo veían nada menos que a Harvey Keitel, quien aceptó embarcarse en la aventura de un cinéfilo de Puerto Rico, que nunca antes se había puesto detrás de una cámara. "Keitel nos dijo que el guión le cautivó porque veía detrás a su familia rumana y dijo que quería producir la película". En la película, "es un Harvey distinto, no es el Harvey matón, es un hombre duro, lloroso y de familia a la vez".
El presupuesto inicial fue de 8 millones de dólares, pero quedó reducido a 3 millones tras un largo camino lleno de obstáculos. El primer problema surgió en Cuba, donde quería rodar la película, pero pocas semanas antes del inicio, cuando realizaban allí las tareas de post-producción, les negaron el permiso. Así que el equipo se trasladó a República Dominicana, país que, una vez más, hizo de Cuba. La dirección de fotografía corrió a cargo del estadounidense Kramer Morgenthau.
Después surgieron los problemas con los derechos de las canciones. Gerard quiso que "la música fuera como un personaje más, que contase la acción y que fuera cubana". Incluyó temas como "Castigo en la distancia", "Papa mojada", de Celia Cruz o "As times goes by", de Casablanca, que tuvo que sustituir al final por otras tras la petición de pago de derechos que le hizo la Warner. La música corrió a cargo de los compositores cubanos Edesio Alejandro y Gerardo García.
La película fue presentada en noviembre pasado, en el Festival de Tokyo, donde tuvo una gran acogida. Desde entonces ha recorrido una treintena de festivales antes de llegar a Santo Domingo. "No la he querido pasar ni en Cuba ni en Miami para que no se utilice políticamente, ni de un lado ni del otro". En enero se estrenará en Estados Unidos. Gerard ya está preparando su próximo proyecto en Texas, protagonizado por una mujer que se está muriendo de cáncer. "De repente, ya no soy arquitecto", dice ilusionado.
- © Mónica Uriel (Enviada especial)-NOTICINE.com
"Cuatro labios" y "Lo que quedó de Pancho", dos propuestas documentales en Morelia
11-X-04
Dentro de la programación oficial de documentales, del Festival de Cine de Morelia, destaca el título "Cuatro labios" de Carlos Marcovich. Llamaba la atención en especial por sus antecedentes en videoclips y su ópera prima "¿Quién diablos es Juliette?" (1997); este último con un palmarés de dos Arieles (Mejor Edición y Mejor Opera Prima), el Premio de la Crítica en Guadalajara y la Mejor Película Latinoamericana en Sundance, entre otros reconocimientos. Siete años más tarde presenta "Cuatro labios", el registro de la desaparición del grupo de pop OV7, el mismo que convocó a 120 mil personas en el Zócalo de la Ciudad de México.
Fue filmado en video entre febrero del 2003 y abril del 2004, con muy poco presupuesto porque reutilizó casetes del grupo Caifanes. Al igual que su opera prima el tema está tratado con sentido del humor, burlándose un poco de los integrantes. También se presenta la contraparte a través de Julissa, la creadora y representante del grupo con la que tuvieron una ruptura hace algunos años.
A Marcovich le pareció impresionante que estuvieran juntos por tanto tiempo (desde los 9 años de edad) y que un día preciso tuvieran que separarse, "es como una separación anunciada que me parecía interesante", dijo el cinefotógrafo. El proyecto comenzó cuando dirigió el último videoclip de OV7 y luego les propuso hacer el documental. Aunque en general ha tenido buena aceptación Marcovich ha encontrado algunas reacciones de fobia y prejuicios por tratarse de un grupo musical pop. En la primera presentación del documental en el festival, por ejemplo, un espectador le dijo que consideraba el tema "intrascendente".
"Cuatro labios" podría ser distribuido por Columbia, pero esta compañía mantiene sus reticencias por el resultado de la exhibición "Alex Lora: esclavo del rocanrol" (Luis Nelly, 2003), documental que distribuyó y que no tuvo buena acogida entre el público. Marcovich señaló que no desea hacer otro documental, pero si hay algún personaje que lo motivara sería el compositor y cantante Juan Gabriel.
Otro de los documentales exhibidos en Morelia es "Lo que quedó de Pancho", sobre un delincuente que llega a la cárcel por sexta ocasión. Este documental ha ganado premios como el Ariel 2004 y el José Rovirosa. El director Amir Galván, egresado del CCC, es hijo de una periodista que trabajaba con Francisco Huerta en el programa radiofónico ¿Inocente o culpable?. En uno de los casos del programa conocieron a este personaje que llegó a hacerse amigo de la familia. Así comenzó este proyecto para documentar su vida, cuando sale de la cárcel y se reencuentra con su familia y amigos. Por cierto, en una de las últimas secuencias Francisco Sánchez Maza (el Pancho del título) se robó unas papas fritas de una tienda y fue encarcelado al igual que el director del documental Amir Galván.
Dentro de la programación oficial de documentales, del Festival de Cine de Morelia, destaca el título "Cuatro labios" de Carlos Marcovich. Llamaba la atención en especial por sus antecedentes en videoclips y su ópera prima "¿Quién diablos es Juliette?" (1997); este último con un palmarés de dos Arieles (Mejor Edición y Mejor Opera Prima), el Premio de la Crítica en Guadalajara y la Mejor Película Latinoamericana en Sundance, entre otros reconocimientos. Siete años más tarde presenta "Cuatro labios", el registro de la desaparición del grupo de pop OV7, el mismo que convocó a 120 mil personas en el Zócalo de la Ciudad de México.
Fue filmado en video entre febrero del 2003 y abril del 2004, con muy poco presupuesto porque reutilizó casetes del grupo Caifanes. Al igual que su opera prima el tema está tratado con sentido del humor, burlándose un poco de los integrantes. También se presenta la contraparte a través de Julissa, la creadora y representante del grupo con la que tuvieron una ruptura hace algunos años.
A Marcovich le pareció impresionante que estuvieran juntos por tanto tiempo (desde los 9 años de edad) y que un día preciso tuvieran que separarse, "es como una separación anunciada que me parecía interesante", dijo el cinefotógrafo. El proyecto comenzó cuando dirigió el último videoclip de OV7 y luego les propuso hacer el documental. Aunque en general ha tenido buena aceptación Marcovich ha encontrado algunas reacciones de fobia y prejuicios por tratarse de un grupo musical pop. En la primera presentación del documental en el festival, por ejemplo, un espectador le dijo que consideraba el tema "intrascendente".
"Cuatro labios" podría ser distribuido por Columbia, pero esta compañía mantiene sus reticencias por el resultado de la exhibición "Alex Lora: esclavo del rocanrol" (Luis Nelly, 2003), documental que distribuyó y que no tuvo buena acogida entre el público. Marcovich señaló que no desea hacer otro documental, pero si hay algún personaje que lo motivara sería el compositor y cantante Juan Gabriel.
Otro de los documentales exhibidos en Morelia es "Lo que quedó de Pancho", sobre un delincuente que llega a la cárcel por sexta ocasión. Este documental ha ganado premios como el Ariel 2004 y el José Rovirosa. El director Amir Galván, egresado del CCC, es hijo de una periodista que trabajaba con Francisco Huerta en el programa radiofónico ¿Inocente o culpable?. En uno de los casos del programa conocieron a este personaje que llegó a hacerse amigo de la familia. Así comenzó este proyecto para documentar su vida, cuando sale de la cárcel y se reencuentra con su familia y amigos. Por cierto, en una de las últimas secuencias Francisco Sánchez Maza (el Pancho del título) se robó unas papas fritas de una tienda y fue encarcelado al igual que el director del documental Amir Galván.
- © Víctor Uribe /Foto: Paulo Vidales-NOTICINE.com
Abrió con buen ritmo Bogotá 2004
8-X-04
Películas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Canadá, España, China, Israel, Irlanda y la propia Colombia, entre otros países, participan en la competencia oficial de la XXI edición del Festival Internacional de Cine que tiene lugar aquí desde ayer, con la presencia de invitados de todo el mundo, en calidad de cineastas, actores, conferencistas y periodistas.
El evento, que siempre se dedica a una nación, este año rinde homenaje a la cinematografía japonesa, con una retrospectiva que incluye títulos emblemáticos de la misma, de todas las épocas. De modo que el presidente del jurado de ficción (integrado por este crítico), es el notable realizador Kato Itaru. Los Círculos precolombinos, premios de este festival, serán entregados también en las categorías de video, documental y documental sobre arte.
Aunque el cine nipón es el huésped honorífico, también a Valencia el certamen dedica una sección, como lo hace a la obra del italiano Pupi Avati, y al cine contemporáneo universal, donde sobresalen títulos como "La mala educación", de Pedro Almodóvar, o "Criminal", del norteamericano Gregory Jacobs. Habrá, asimismo, numerosas conferencias y talleres sobre los problemas del cine actual, en especial de América Latina.
Henry Laguado, director del evento, dijo en la ceremonia de apertura, donde se proyectó la cinta local "El rey", de Antonio Dorado, que el festival "celebra el primer año de la Ley del Cine por el Ministerio de Cultura, la cual comienza a reflejarse en la activación de la industria, que nunca antes había tenido un estímulo tan eficaz y una voluntad política tan fuerte".
En efecto, la XXI edición del Festival Internacional de Cine de Bogotá se inserta dentro de una suerte de boom del cine colombiano, traducido en el impacto que muchos de sus films encuentran en festivales, crítica y público de diversas partes del mundo.
Películas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Canadá, España, China, Israel, Irlanda y la propia Colombia, entre otros países, participan en la competencia oficial de la XXI edición del Festival Internacional de Cine que tiene lugar aquí desde ayer, con la presencia de invitados de todo el mundo, en calidad de cineastas, actores, conferencistas y periodistas.
El evento, que siempre se dedica a una nación, este año rinde homenaje a la cinematografía japonesa, con una retrospectiva que incluye títulos emblemáticos de la misma, de todas las épocas. De modo que el presidente del jurado de ficción (integrado por este crítico), es el notable realizador Kato Itaru. Los Círculos precolombinos, premios de este festival, serán entregados también en las categorías de video, documental y documental sobre arte.
Aunque el cine nipón es el huésped honorífico, también a Valencia el certamen dedica una sección, como lo hace a la obra del italiano Pupi Avati, y al cine contemporáneo universal, donde sobresalen títulos como "La mala educación", de Pedro Almodóvar, o "Criminal", del norteamericano Gregory Jacobs. Habrá, asimismo, numerosas conferencias y talleres sobre los problemas del cine actual, en especial de América Latina.
Henry Laguado, director del evento, dijo en la ceremonia de apertura, donde se proyectó la cinta local "El rey", de Antonio Dorado, que el festival "celebra el primer año de la Ley del Cine por el Ministerio de Cultura, la cual comienza a reflejarse en la activación de la industria, que nunca antes había tenido un estímulo tan eficaz y una voluntad política tan fuerte".
En efecto, la XXI edición del Festival Internacional de Cine de Bogotá se inserta dentro de una suerte de boom del cine colombiano, traducido en el impacto que muchos de sus films encuentran en festivales, crítica y público de diversas partes del mundo.
- © Frank Padrón (enviado especial)-NOTICINE.com
Carlos Carrera presentó "Cero y van cuatro" en Morelia
8-X-04
El director mexicano Carlos Carrera se encuentra en el Festival de Morelia para presentar la película "Cero y van cuatro", largometraje conformado por cuatro historias filmadas por Fernando Sariñana, Antonio Serrano, Alejandro Gamboa y por él mismo. La presencia del cineasta también obedece a la exhibición de su cortometraje "De raíz", animación que compite en la sección oficial del festival; cabe señalar que su cortometraje "El héroe" abrió el festival (junto con "Diarios de motocicleta").
Diez años atrás ese premiado cortometraje motivó a Daniela Michel a crear las Jornadas de Cortometraje en la Cineteca Nacional, lo que significó posteriormente el nacimiento del Festival de Cine de Morelia. Carrera habló sobre la situación actual de cortometraje en México: "la parte mala es que hay menos apoyo por parte de las instituciones. La parte buena es que hay más foros".
La idea de "Cero y van cuatro" surge del guionista Antonio Armonía, quien escribió las cuatro historias y fueron los directores los que eligieron las historias que más les agradaban. La cuarta de ellas era completamente diferente y Sariñana tuvo que trabajar para que fuera la conclusión de las otras; originalmente era la historia de una mujer paranoica.
"Cero y van cuatro" es el conjunto de cuatro paradojas del sistema judicial mexicano. En "El torzón" (Alejandro Gamboa) un judicial extorsiona a dos jóvenes cuando los encuentra fumando marihuana. En "Vida exprés" (Antonio Serrano) secuestran a una mujer obesa y su esposo (un vividor) debe conseguir el dinero del rescate. "Barbacoa de chivo" (Carlos Carrera) presenta a un hombre de escasos recursos que tiene una hija enferma de cáncer. La necesidad lo obliga a robarse la imagen de una virgen (Santa Úrsula) de una parroquia. Un profesor universitario es inculpado por el robo y atacado por la comunidad. Finalmente, en "Comida de perros" (Fernando Sariñana) los parroquianos de un restaurante son asaltados por un hombre armado.
Carrera dice que ya está acostumbrado a la idea de herir susceptibilidades, como le sucedió con "El crimen del Padre Amaro". Dijo que la religión católica "es uno de los temas, pero no es una constante", posteriormente agregó que son "historias personales, fobias, crecí en un ambiente católico represivo, puede ser por eso". El próximo proyecto de largometraje de Carrera aun no tiene fecha de inicio, pero será una reelaboración de "Caín y Abel" a través de dos gemelos que se pelean por una muchacha.
El director mexicano Carlos Carrera se encuentra en el Festival de Morelia para presentar la película "Cero y van cuatro", largometraje conformado por cuatro historias filmadas por Fernando Sariñana, Antonio Serrano, Alejandro Gamboa y por él mismo. La presencia del cineasta también obedece a la exhibición de su cortometraje "De raíz", animación que compite en la sección oficial del festival; cabe señalar que su cortometraje "El héroe" abrió el festival (junto con "Diarios de motocicleta").
Diez años atrás ese premiado cortometraje motivó a Daniela Michel a crear las Jornadas de Cortometraje en la Cineteca Nacional, lo que significó posteriormente el nacimiento del Festival de Cine de Morelia. Carrera habló sobre la situación actual de cortometraje en México: "la parte mala es que hay menos apoyo por parte de las instituciones. La parte buena es que hay más foros".
La idea de "Cero y van cuatro" surge del guionista Antonio Armonía, quien escribió las cuatro historias y fueron los directores los que eligieron las historias que más les agradaban. La cuarta de ellas era completamente diferente y Sariñana tuvo que trabajar para que fuera la conclusión de las otras; originalmente era la historia de una mujer paranoica.
"Cero y van cuatro" es el conjunto de cuatro paradojas del sistema judicial mexicano. En "El torzón" (Alejandro Gamboa) un judicial extorsiona a dos jóvenes cuando los encuentra fumando marihuana. En "Vida exprés" (Antonio Serrano) secuestran a una mujer obesa y su esposo (un vividor) debe conseguir el dinero del rescate. "Barbacoa de chivo" (Carlos Carrera) presenta a un hombre de escasos recursos que tiene una hija enferma de cáncer. La necesidad lo obliga a robarse la imagen de una virgen (Santa Úrsula) de una parroquia. Un profesor universitario es inculpado por el robo y atacado por la comunidad. Finalmente, en "Comida de perros" (Fernando Sariñana) los parroquianos de un restaurante son asaltados por un hombre armado.
Carrera dice que ya está acostumbrado a la idea de herir susceptibilidades, como le sucedió con "El crimen del Padre Amaro". Dijo que la religión católica "es uno de los temas, pero no es una constante", posteriormente agregó que son "historias personales, fobias, crecí en un ambiente católico represivo, puede ser por eso". El próximo proyecto de largometraje de Carrera aun no tiene fecha de inicio, pero será una reelaboración de "Caín y Abel" a través de dos gemelos que se pelean por una muchacha.
- © Víctor Uribe (Enviado especial)/Fotos:Paulo Vida