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El nuevo festival de Montreal promete atención al cine latino

14-II-05

Berlín, 13 de febrero de 2004. Moritz de Hadeln, quien durante más de dos décadas reinó en este festival, presenta en sociedad un nuevo certamen, que acaba de nacer en Montreal (Canadá) como consecuencia de las desavenencias entre los organismos oficiales patrocinadores y Serge Losique, fundador y director durante casi tres décadas del Festival de los Films del Mundo. Este recién nacido Festival International de Films de Montréal ha fichado como responsable de programación al veterano De Hadeln, cuya trayectoria incluye la dirección de los certámenes de Locarno y Venecia, además de su larga estancia en la Berlinale, toda una garantía. Según aseguró a NOTICINE.com, se propone conceder una amplia atención a las cinematografías europea e iberoamericana (se integra en su equipo directivo André Paquet, ex colaborador de Losique y gran conocedor del cine latino), y aunque este año la primera edición se desarrollará en octubre, la idea es pasar a una fecha previa, durante el verano, en la segunda.

De esta manera, conseguirá anticiparse a su directa competencia en el mismo Canadá, el Festival de Toronto, quien ya está considerado el segundo certamen más importante del mundo, detrás de Cannes, a pesar de no poseer la categoría competitiva reconocida por la Federación Internacional de Productores (FIAPF). Precisamente, según nos explicó De Hadeln, ya han solicitado la inscripción en este organismo para obtener el reconocimiento (esa conocida popularmente como "categoría A"), del que antes disfrutó el certamen de Losique y perdió en 2003.

"Pregúnteme de nuevo en un año qué podemos ofrecer a los productores para que prefieran Montreal a Toronto, y podré responderle", dice Moritz de Hadeln, cuando le interrogamos sobre la cercanía del evento que se celebra en el Canadá anglófono. Más tarde, el veterano especialista, que siempre ha hecho gala de un exquisito equilibrio entre autoría y "glamour" en los festivales que ha dirigido, recuerda que el "Nuevo festival de Montreal" va a ser competitivo -lo que no ocurre en Toronto- y sin evitar a Hollywood se propone dedicar un espacio privilegiado a determinadas cinematografías, sobre todo a la francesa (por obvios motivos de identidad cultural) y la latina: "El idioma español se habla ya del norte al sur de América, y será una referencia destacada", afirma. Para ello, sin duda la presencia en su equipo de André Paquet, quien era responsable de una sección especializada en el certamen de Losique, ofrece grandes garantías de éxito. En el "Nuevo Montreal", los cinestas latinos pueden tener una privilegiada ventana abierta.
© A.F. (Berlín)-NOTICINE.com
Tickets

La proximidad de la muerte, protagonista en el concurso berlinés

14-II-05

La jornada competitiva del lunes en la Berlinale ha estado centrada en la idea de la proximidad de la muerte, aunque con las muy diferentes ópticas de un anciano político, Mitterrand, y las de dos suicidas palestinos, respectivamente en "Le promeneur du Champ de Mars" y "Paradise now". Fuera de concurso, se exhibió "Tickets", un proyecto compartido por tres grandes directores: Abbas Kiarostami, Ermanno Olmi y Ken Loach. Todas estas cintas han tenido una buena acogida, destacando la soberbia interpretación del expresidente francés, a cargo de un Michel Bouquet que se ha erigido por derecho propio en favorito para el premio al mejor actor.

Bouquet, que siempre ha tenido un gran parecido físico con el extinto líder socialista galo lleva a cabo un impecable trabajo lleno de matices en "Le promeneur du Champ de Mars" (El paseante del Campo de Marte), insólita incursión del habitualmente divertido y colorista Robert Guédiguian en el campo de la biografía seria. Sin duda ha sido la personalidad política de quien fuera referencia de la izquierda y luego controvertido presidente la que ha movido a Guédiguian a salir de su Marsella y su siempre cerrado círculo de actores. "Si Michel Bouquet hubiese dicho que no, no habría hecho esta película", aseguraba el cineasta francés. Y ciertamente el veterano actor, más habitual en los escenarios que en la gran pantalla, "borra" literalmente el recuerdo de la imagen del personaje que interpreta para encarnarlo en el sentido más propio.

"Le promeneur du Champ de Mars" no es un film fácil de digerir. Está lleno de diálogos, en ocasiones trufados de citas literarias y con algunas referencias a la historia y la política francesas que no serán facilmente accesibles fuera de su país de origen, pero el sobrio retrato humano que hace de un hombre controvertido y contradictorio, amante del poder más que de mantener su ideología, y sabedor de la cercanía del fin, a la vez político y vital de su existencia convierten al nuevo trabajo de Guédiguian en un film imprescindible para entender a François Mitterrand. Y ello, a pesar de que su autor asegura que en él todo es recreación ficticia y nada es real.

Por su parte, "Paradise now" ha sido una agradable sorpresa. Esta cinta del palestino afincado en Europa Hany Abu-Assad, quien ha filmado en su tierra e incluso con apoyo israelí esta historia sobre dos amigos desde la infancia, que se "enrolan" en la lucha armada contra Israel y reciben la misión de convertirse en "hombres bomba" fue aplaudida por su valiente y equilibrada visión del problema israelo-palestino, con además meritorios trabajos de sus protagonistas Kais Nashef y Ali Suliman.

Acababa el lunes con la proyección fuera de concurso de "Tickets", una colaboración de Ermanno Olmi, Abbas Kiarostami y Ken Loach para a través del escenario único de un tren que viaja de Suiza a Roma, narrar historias independientes pero con algún personaje común. Es la primera, la de Olmi, la menos interesante y más pesada, sobre un anciano miembro de la industria farmaceútica que vive o cree vivir su último amor con una asistente mucho más joven que él. Kiarostami se vuelve cómico para contar como un joven que hace su servicio social acompañando a una insufrible viuda de un general, llega al colmo de su aguante y la abandona a mitad de trayecto. En un in-crescendo brillante, la cinta termina con el capítulo firmado por Loach, en el que tres adolescentes seguidores de un equipo de fútbol escocés se ven confrontados a una realidad menos "deportiva", la de la emigración en Europa. Sin duda "Tickets" puede dar mucho juego en las pantallas especializadas de todo el mundo.
© J.A. (Berlín)-NOTICINE.com
In good company

Alemania se niega a olvidar su pasado en la Berlinale

13-II-05

Con "Sophie Scholl - Die letzten Tage" (Sophie Scholl - Los últimos días) el cine alemán demuestra nuevamente que se niega a olvidar su pasado más trágico, ya sea -según la interpretación de cada uno- para denunciar en primera persona los horrores del nazismo o para reivindicar que frente a ese poder hubo alemanes que lucharon por la libertad. Esta "biopic" de Marc Rothemund sobre una joven hermana de un estudiante que forma parte de un grupo de oposición pacifista a la guerra imperialista de Hitler, miembro del grupo "La rosa blanca", y guillotinada en 1943 sólo por redactar y repartir panfletos contra la sangría de soldados alemanes en el frente soviético, no ofrece demasiada originalidad. No obstante, goza de la fuerza de una historia real de heroísmo, que nos hace pensar en que en toda situación de cruel injusticia surgen voces que sin miedo a la represión se alzan en favor de nuestra parte más humana y positiva.

Rothemund no elige un sendero cómodo para volver a contar en imágenes la historia de esta muchacha valiente y guapa con una tremenda fuerza interior. La detención y ejecución de Scholl y su hermano se benefician en este caso de nuevos documentos del proceso hallados en los archivos de la extinta República Democrática Alemana, y la película no evita prestar -con el riesgo de una cierta pesadez para el espectador- una importante atención al interrogatorio de Sophie. Sin embargo, evita acentuar los aspectos más sentimentalmente sensacionalistas, de forma que la emoción está contenida y surge inevitablemente sin subrayados o ayudas externas.

Para nosotros, "Sophie Scholl - Die letzten Tage" es a la vez la oportunidad de descubrir a una joven intérprete con muchas posibilidades de figurar en la quiniela para el palmarés final, Julia Jentsch, quien podría ser una razonable receptora del León de Plata a la mejor actriz.

La ópera "Carmen" en una colorista versión pasada de kilos... Eso es lo que nos propone Mark Dornford-May en el musical surafricano "U-Carmen eKhayelitsha", que conserva la popular música de Georges Bizet, aunque las letras han sido traducidas al lenguaje local, el Xhosa. Dornford-May, quien había previamente a filmar la película montado su versión en un escenario teatral, consigue un espectáculo en el que la Andalucía del XIX se convierte en la Surafrica del XXI, pero Carmen sigue siendo una mujer sensual (y aquí opulenta) y Don José un obseso enamorado. Nadie podrá encontrar excesivas novedades o sorpresas en esta enésima versión de la mítica historia de pasión, manipulación y venganza (hace poco que en España Vicente Aranda hizo la suya, con Paz Vega), pero "U-Carmen eKhayelitsha" se ve agradablemente.

No ocurre tanto con "In good company", cinta cuya presencia en la competición berlinesa puede sólo tener sentido en la necesidad del director del evento, Dieter Kosslick, de lucir estrellas en la alfombra roja de acceso al Berlinale Palast. En este caso, el astro es Dennis Quaid, quien en esta previsible y rutinaria comedia sentimental en la más pura línea conformista de Hollywood, interpreta a un veterano ejecutivo de poco más de 50 años obligado a obedecer a un nuevo jefe joven, universitario, "pijo" y sin experiencia, que para colmo acaba ligándose a su hija (la siempre deliciosa Scarlett Johansson). El director, Paul Weitz, pasa de puntillas sobre el tema de las reestructuraciones laborales para centrarse en la más o menos cómica frustración de su protagonista, que teme ser despedido como otros, cuando su esposa le acaba de anunciar que volverán a ser padres, y debe soportar con estoicismo a un nuevo superior que amenaza además con ser su yerno.
© J.A. (Berlín)-NOTICINE.com
Provincia meccanica

Sábado gris sin el brillo del buen cine en la Berlinale

12-II-05

Tres nuevos títulos, este sábado, no lograron elevar el nivel de calidad de la competición en la 55 Berlinale. Por renombre, puede ser la francesa de André Techiné "Les temps qui changent" (Los tiempos que cambian) la que haya aportado una mayor decepción, aunque en opinión de la crítica fue la italiana "Provincia meccanica", de Stefano Mordini, la peor cinta de la jornada. La esperada "One day in Europe", comedia con participación gallega sobre una hipotética final de la Copa de Europa entre el Deportivo de La Coruña y el Galatasaray turco, seguida con fervor por las cuatro esquinas del continente, ofrece algunos momentos puntuales de humor pero no pocos estereotipos y un tono irregular y caótico sin que llegue una clara moraleja.

La veteranía de Téchiné, acompañada por la presencia en el reparto de dos de las mayores estrellas del cine galo en las últimas tres o cuatro décadas, Catherine Deneuve y Gérard Depardieu prometían mucho en "Les temps qui changent", un film que -según su director- refleja "el desorden de la vida" a través de una historia no muy creíble sobre un hombre que ha permanecido 30 años enamorado de su primer amor, y que se reencuentra con ella en Tánger con la aspiración de recuperarla. Se trata en cierta forma -admite Techiné- de una situación de roles invertidos, donde él (Depardieu) refleja unos sentimientos más propios de la mujer (un amor como permanente obsesión de la vida) y ella (Deneuve) la determinación masculina de no conceder a los sentimientos el peso preponderante en su existencia.

Este "culebrón" de final feliz y dispersas buenas intenciones no aporta gran cosa y dejó bastante fría a la audiencia, aunque sonaron algunos aislados aplausos al final de la proyección. Deneuve, en ausencia de un Depardieu que la víspera iniciaba un nuevo rodaje con su veterano cómplice Bertrand Blier, fue la estrella de la jornada, en su rueda de prensa y el posterior paseo por la alfombra roja (bajo la lluvia) del Berlinale Palast.

El cielo gris y encapotado de la capital alemana era una buena metáfora, efectivamente, del día. Gris oscura fue la acogida a la representante italiana "Provincia meccanica", donde ni el encanto de Valentina Cervi, logra salvar este melodrama sobre una pareja de provincias que educa a sus hijos de una manera harto liberal que choca a los responsables del colegio al que acuden, lo cual provoca la actuación de la abuela que reclama su custodia.

Muchos se preguntaron qué pintaba esta película en la selección, y las valoraciones de la crítica han sido las peores desde el inicio del certamen, el pasado jueves.

Respecto de la alemana, con participación española "One day in Europe" (Un día en Europa), la expectiva era grande. Su director, Hannes Stöhr, fue muy elogiado por su anterior "Berlin is Germany" y en el pase de prensa hubo que habilitar hasta dos salas para albergar a los informadores y críticos. Lo que nos cuenta en este comedia donde suenan diferentes lenguas es el diversidad de culturas y sentimientos que conviven en el más o menos unido continente europeo, en el cual los dos únicos elementos en común parecen ser la pasión por el fútbol, y los robos, reales o fingidos.

La acción se desarrolla simultaneamente en cuatro ciudades: Moscú, donde se celebra la final de la Copa de Europa de Fútbol entre el Galatasaray de Estambul y el Deportivo de La Coruña; Berlín, Santiago de Compostela y la propia Estambul. Hay dos o tres símpaticas bromas en la trama, que generan carcajadas, pero también mucho estereotipo y alguna inverosimilitud, sin que se sepa muy bien qué quiere decirnos Hannes Stöhr, salvo que hay gente buena y mala en todas partes y que frente al delito menor la policía es inutil en cualquier país. Dos evidencias que todos sabíamos antes de perder 100 minutos ante la pantalla.
© J.A. (Berlin)-NOTICINE.com
Boris Quercia

Proyectos de Beto Gómez, Echeverría, Salces, Flores Silva y Quercia, en I Encuentro de Coproducción en Guadalajara

11-II-05

Luego de una exitosa convocatoria en la que participaron 93 proyectos, 36 de ellos iberoamericanos y 57 mexicanos, quedaron seleccionados los 20 que participarán en el I Encuentro Iberoamericano de Coproducción a realizarse durante el XX Festival Internacional de Cine en Guadalajara.

El Festival, el Mercado de Cine Iberoamericano en Guadalajara, la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM) y el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE), dan a conocer a través de la presente los resultados oficiales de la convocatoria al I Encuentro de Coproducción Cinematográfica.

Entre los 10 proyectos mexicanos seleccionados encontramos algunos de directores experimentados como Alberto Cortés, quien presentó "Corazón del tiempo", guión escrito junto a Hermann Belinghausen. El realizador Nicolás Echeverría, director de cintas como "Cabeza de vaca", presentó "La calavera de cristal", guión escrito junto a Juan Villoro. "En sueños" es el proyecto del reconocido director Carlos Salces, que ha dirigido anteriormente "Zurdo" y el multipremiado cortometraje "En el espejo del cielo". Alberto Gómez, director de filmes como "Puños rosas" y "El sueño del caimán", presentó "Nostalgia de tiburón".

Por su parte los jóvenes realizadores seleccionados son Mariana Chenillo con "Cinco días sin Nora"; Ernesto Contreras con "Párpados azules" y Enrique Arroyo con "Perfume de gardenias". También fueron seleccionados Claudio Isaac con "El lugar que llaman vida", Francisco Franco con "Quemar las naves" y Silvana Zuanetti con "Una historia de amor y otros accidentes".

En el caso de Iberoamérica, quedaron seleccionados proyectos de 10 países, cinco dirigidos por mujeres, y la mayoría de ellos óperas primas. Sin embargo fueron elegidos dos realizadores experimentados como Beatriz Flores Silva, guionista y directora de "En la puta vida", film con el que ganó el Festival de Huelva y Lleida. La uruguaya presentará el proyecto "Másangeles". Así mismo fue seleccionado el chileno Boris Quercia -guionista y director del exitoso "Sexo con amor"- con "El rey de los huevones".

De Bolivia fue elegido el proyecto "No le digas", de Mela Márquez, quien trabajó como editora del film "El atraco", de Paolo Agazzi. De Ecuador "Isla de paz", de Mauricio Samaniego, segundo asistente de Sebastián Cordero en "Crónicas". De Nicaragua "La yuma de Florence Jaugey", documentalista que ha ganado el premio al mejor cortometraje en el Festival de Berlín y el premio al mejor documental en Biarritz. De Argentina "De ciervos y mariposas" de Maria Berns; de Perú "Pasajeros", de Andrés Cotler; de El Salvador "14 abriles locos", de Noé Valladares, director de documentales y asistente de dirección de Miguel Littin en "Sandino"; de Venezuela "Día naranja", de Alejandra Szeplaki y la coproducción colombiano-argentina "2600 metros" de Roberto Flores Prieto.

Con este Encuentro de Coproducción, el Festival apoyará no sólo la difusión y distribución de películas iberoamericanas, sino también la producción de las mismas. El Encuentro se llevará a cabo los días 13 y 14 de marzo del 2005, en el marco del XX Festival Internacional de Cine en Guadalajara, reuniendo a estos 20 realizadores iberoamericanos con más de 30 fondos, productoras y distribuidoras de Europa, Iberoamérica y Norteamérica, interesados en coproducir proyectos cinematográficos.

El Festival Internacional de Cine en Guadalajara ha reunido a instancias públicas y privadas con la finalidad de que uno de los proyectos presentados obtenga la seguridad de su realización. Así los participantes no sólo contarán con el beneficio de presentar su proyecto ante coproductores potenciales y fondos internacionales de financiamiento fílmico, sino que tendrán la oportunidad también de concursar por el premio.
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