Festival de la Habana: "La Rabia", mejor que "Leonera", y supersuceso de "Ceguera"
- por © Frank Padrón (Cuba)–NOTICINE.com
A mitad de camino en la edición del Festival habanero que, como se ha dicho, celebra ufano sus 30 años de provechosa vida cultural más allá del ámbito local, la competencia también arrecia, y una suerte de polémica interna entre el cine argentino que mayoritariamente concursa (incluso dentro de la misma productora: Matanza Cine S.R.L: Pablo Trapero y Martina Gusmán) apunta a un duelo entre espectadores y críticos: ¿"Leonera" o "La Rabia"? .
De la primera, que sirvió de première al evento, ya hablamos. La segunda trae una situación entre dos familias en un paraje rural donde afloran la infidelidad, la inarmonía y el odio con final (in)feliz: una pareja con niña muda de una parte, de la otra, el vecino granjero con su hijo adolescente; las interrelaciones de adultos e infantes, entre ellos y con los otros conforman esta pieza que tiene el elam de una tragedia shakesperiana.
Su directora Albertina Carri ("Los rubios") ha sabido enlazar cada elemento con pormenorizadas intención e intensidad; quizá el prólogo resulte más largo y detallado de la cuenta (si bien fija las claves de la violencia concentrada e insinuada que preludian la caza y el sacrificio de reses) mas, una vez situados los principales puntos dramáticos la cinta comienza el ascenso de su curva entonacional con admirable manejo de los recursos diegéticos, los clímax parciales y final, y una dramaturgia bien calculada y mejor plasmada.
La irrupción de los dibujos de la niña (sobre todo cuando son animados e incorporados a la narración) actúa como atendible catalizador del relato, pero lo mejor es la atmósfera de violencia, más aún esa contenida, a punto todo el tiempo de estallar, como si pudiera cortarse el aire, que la explícita en palabras y acciones. Muy notorias son también las actuaciones de Analía Cruceiro, Javier Lorenzo y Víctor Hugo Carrizo.
Para este crítico es evidente que le lleva ventajas, pero habrá que ver qué opina el jurado.
Fuera de la liza ha habido dos grandes sucesos en un festival caracterizado hasta ahora por más de un "taquillazo": "Che" y "Ceguera". De la primera ya hablamos en otro artículo, y también fue un gran suceso de público el estreno en Cuba de "Ceguera" ("Blindness"), la ya famosa adaptación de Fernando Meirelles ("Cidade de Deus", "El jardinero fiel") de la novela "Ensayo sobre la ceguera", del Nobel portugués Fernando Saramago.
Para los "literalistas", la versión fílmica es una victoria. Al redactor le parecía estar una vez más frente a las páginas del libro, a tal punto se respeta la letra, incluso en momentos cuando la narración se torna "in off" porque no le parece al director suficientemente explícito lo que está mostrando y asume la omnisciencia del autor.
Para quienes no han leído la pieza literaria, de cualquier modo (y es lo definitivo) se enfrentan a un excelente trayecto fílmico sobre esa ciudad cualquiera donde un progresiva y misterioso virus deja ciego a casi todos, excepto a la esposa del protagonista, un médico.
La violencia también ascendente, el estudio de caracteres, el clima de angustia y desesperación se apropia también de la pantalla que recrea de forma tan eficaz esta metáfora sobre la depauperación humana, la pérdida de valores que impiden ver cuánto de bueno aún existe en el mundo sin que se aproveche del todo, o peor: arruinándolo cada día más.
Otro mérito son las actuaciones: Mark Ruffalo, Julianne Moore, Alice Braga, Yusuke Isella, Danny Glover, Gael García Bernal y otros muchos, no sólo constituyen un lujoso elenco internacional, sino que llevan a puerto seguro sus labores, en este film coral que obtendría un coral seguro de competir.
De la primera, que sirvió de première al evento, ya hablamos. La segunda trae una situación entre dos familias en un paraje rural donde afloran la infidelidad, la inarmonía y el odio con final (in)feliz: una pareja con niña muda de una parte, de la otra, el vecino granjero con su hijo adolescente; las interrelaciones de adultos e infantes, entre ellos y con los otros conforman esta pieza que tiene el elam de una tragedia shakesperiana.
Su directora Albertina Carri ("Los rubios") ha sabido enlazar cada elemento con pormenorizadas intención e intensidad; quizá el prólogo resulte más largo y detallado de la cuenta (si bien fija las claves de la violencia concentrada e insinuada que preludian la caza y el sacrificio de reses) mas, una vez situados los principales puntos dramáticos la cinta comienza el ascenso de su curva entonacional con admirable manejo de los recursos diegéticos, los clímax parciales y final, y una dramaturgia bien calculada y mejor plasmada.
La irrupción de los dibujos de la niña (sobre todo cuando son animados e incorporados a la narración) actúa como atendible catalizador del relato, pero lo mejor es la atmósfera de violencia, más aún esa contenida, a punto todo el tiempo de estallar, como si pudiera cortarse el aire, que la explícita en palabras y acciones. Muy notorias son también las actuaciones de Analía Cruceiro, Javier Lorenzo y Víctor Hugo Carrizo.
Para este crítico es evidente que le lleva ventajas, pero habrá que ver qué opina el jurado.
Fuera de la liza ha habido dos grandes sucesos en un festival caracterizado hasta ahora por más de un "taquillazo": "Che" y "Ceguera". De la primera ya hablamos en otro artículo, y también fue un gran suceso de público el estreno en Cuba de "Ceguera" ("Blindness"), la ya famosa adaptación de Fernando Meirelles ("Cidade de Deus", "El jardinero fiel") de la novela "Ensayo sobre la ceguera", del Nobel portugués Fernando Saramago.
Para los "literalistas", la versión fílmica es una victoria. Al redactor le parecía estar una vez más frente a las páginas del libro, a tal punto se respeta la letra, incluso en momentos cuando la narración se torna "in off" porque no le parece al director suficientemente explícito lo que está mostrando y asume la omnisciencia del autor.
Para quienes no han leído la pieza literaria, de cualquier modo (y es lo definitivo) se enfrentan a un excelente trayecto fílmico sobre esa ciudad cualquiera donde un progresiva y misterioso virus deja ciego a casi todos, excepto a la esposa del protagonista, un médico.
La violencia también ascendente, el estudio de caracteres, el clima de angustia y desesperación se apropia también de la pantalla que recrea de forma tan eficaz esta metáfora sobre la depauperación humana, la pérdida de valores que impiden ver cuánto de bueno aún existe en el mundo sin que se aproveche del todo, o peor: arruinándolo cada día más.
Otro mérito son las actuaciones: Mark Ruffalo, Julianne Moore, Alice Braga, Yusuke Isella, Danny Glover, Gael García Bernal y otros muchos, no sólo constituyen un lujoso elenco internacional, sino que llevan a puerto seguro sus labores, en este film coral que obtendría un coral seguro de competir.