Víctor Jorge Ruiz habla de su "medio budista" film "Quiero morir en tus brazos"
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
El argentino Víctor Jorge Ruiz ("La última mirada", "Flores amarillas en la ventana") estrena este jueves -tres años después de rodarla- su cuarta película, "Quiero morir en tus brazos", un drama sentimental condicionado por la convulsa historia argentina del pasado siglo, protagonizado por Roberto Vallejos y Melina Petriella, que -según su director y guionista- "parte de una idea medio budista acerca del tipo de vida que nos impone el sistema y cómo la vida nos pasa factura".
Eduardo (Vallejos), un hombre de mediana edad, recibe una noticia que lo lleva a abandonar todo y volverse a su pueblo natal, en la Patagonia. Quiere reencontrarse con su novia de veinte años atrás (Petriella), cuyo amor sacrificó estúpidamente para afrontar la vida de allí en adelante. Su infancia, su familia, las consecuencias de la fragmentación de la Argentina de aquellos momentos (caída de Perón en los cincuenta, la Dictadura de los setenta, la destrucción de los noventa). Sus afectos más profundos, sus tristezas, sus miedos, vuelven a aparecer en recuerdos de aquellos años como si fueran las causas del destino que se impuso a sí mismo y que lo transformó en lo que es; situándolo en el inicio – que a su vez es el final, de una vida inútil disfrazada de éxito.
"Muestra -explica Ruiz en declaraciones a Telam- la historia de un tipo que para esta sociedad sería un triunfador porque tiene mucho dinero pero, de repente, se ve ante una encrucijada y decide volver a su pueblo en la Patagonia y a un amor que abandonó para poder llevar esa vida de éxito. No quería que el personaje se transformara en otra cosa y aunque busca su lado positivo después de una vida negativa, no intenta redimirse. Es oscuro y un pobre tipo".
"Quiero morir en tus brazos", que filmó en la Patagonia (Esquel ) y Buenos Aires, es para su autor "extraña, porque no tiene una historia como a mi me gusta contar y estuve a punto de abandonarla pero la seguí como un desafío". Como su anterior trabajo, "La última mirada", el tema de la dictadura militar y su influencia sobre los ciudades, está presente en la historia, pero también el derrocamiento de Perón, la agitación social de los 70 y al proyecto neoliberal de los 90 (década en la que se desarrolla la trama), porque -afirma Ruiz- "me gusta escribir con contexto y los argentinos tenemos mucho contexto. Esta cosa de los vaivenes políticos que nos han fragmentado es inherente a mi generación y por eso pienso que el padre del protagonista es el personaje más importante de la película".
En sus declaraciones a Telam, el realizador y guionista considera, en relación con el presente del cine argentino, que no se cuidan suficientemente los guiones: "El cine argentino mayoritariamente tiene dos problemas graves porque existen elementos esenciales que no están considerados ya que no se trabaja ni el guión ni la imagen. Hay directores que no entienden que el guión es lo más importante, y que hay que contar una historia, pero lo esencial es cómo se cuenta. El cine es un arte colectivo y puede pedírsele a alguien que escriba lo que uno sabe o no quiere, pero en la Argentina los guionistas no están valorados".
Eduardo (Vallejos), un hombre de mediana edad, recibe una noticia que lo lleva a abandonar todo y volverse a su pueblo natal, en la Patagonia. Quiere reencontrarse con su novia de veinte años atrás (Petriella), cuyo amor sacrificó estúpidamente para afrontar la vida de allí en adelante. Su infancia, su familia, las consecuencias de la fragmentación de la Argentina de aquellos momentos (caída de Perón en los cincuenta, la Dictadura de los setenta, la destrucción de los noventa). Sus afectos más profundos, sus tristezas, sus miedos, vuelven a aparecer en recuerdos de aquellos años como si fueran las causas del destino que se impuso a sí mismo y que lo transformó en lo que es; situándolo en el inicio – que a su vez es el final, de una vida inútil disfrazada de éxito.
"Muestra -explica Ruiz en declaraciones a Telam- la historia de un tipo que para esta sociedad sería un triunfador porque tiene mucho dinero pero, de repente, se ve ante una encrucijada y decide volver a su pueblo en la Patagonia y a un amor que abandonó para poder llevar esa vida de éxito. No quería que el personaje se transformara en otra cosa y aunque busca su lado positivo después de una vida negativa, no intenta redimirse. Es oscuro y un pobre tipo".
"Quiero morir en tus brazos", que filmó en la Patagonia (Esquel ) y Buenos Aires, es para su autor "extraña, porque no tiene una historia como a mi me gusta contar y estuve a punto de abandonarla pero la seguí como un desafío". Como su anterior trabajo, "La última mirada", el tema de la dictadura militar y su influencia sobre los ciudades, está presente en la historia, pero también el derrocamiento de Perón, la agitación social de los 70 y al proyecto neoliberal de los 90 (década en la que se desarrolla la trama), porque -afirma Ruiz- "me gusta escribir con contexto y los argentinos tenemos mucho contexto. Esta cosa de los vaivenes políticos que nos han fragmentado es inherente a mi generación y por eso pienso que el padre del protagonista es el personaje más importante de la película".
En sus declaraciones a Telam, el realizador y guionista considera, en relación con el presente del cine argentino, que no se cuidan suficientemente los guiones: "El cine argentino mayoritariamente tiene dos problemas graves porque existen elementos esenciales que no están considerados ya que no se trabaja ni el guión ni la imagen. Hay directores que no entienden que el guión es lo más importante, y que hay que contar una historia, pero lo esencial es cómo se cuenta. El cine es un arte colectivo y puede pedírsele a alguien que escriba lo que uno sabe o no quiere, pero en la Argentina los guionistas no están valorados".