Broche al Festival de San Sebastián con Hugh Jackman y la aplaudida despedida del cine español, "La herida"

por © Carolina G.Guerrero (San Sebastián)-NOTICINE.com
Marián Alvarez
Con sólo 13 películas en competencia, la última jornada se reservó a un sólo título, doble despedida, ya que cerraba igualmente la participación española. "La Herida", primer largometraje del director y montajista Fernando Franco, coincidió con el día del homenaje a Hugh Jackman, quien promociona "Prisoners / Prisioneros", su actual número uno en Norteamérica. El actor australiano sedujo -a pesar de su muy corta estadía- a fans y medios de comunicación por su simpatía y proximidad. Hasta se permitió alguna escapada fuera de programa...

La historia de "La Herida", filmada en la misma San Sebastián, se centra en su protagonista Ana (Marian Alvarez), quien sufre un trastorno denominado borderline, de descontrol de la personalidad, y ella no lo sabe. Ana trabaja en una compañía de ambulancias trasladando a ancianos y discapacitados, y en ese momento se siente bien y realizada, pero en su vida personal las cosas son diferentes, y tiene muchos problemas para relacionarse con los demás, sobre todo con su madre.

La chica llegará a autolesionarse para calmar la ansiedad en los momentos más graves de sus crisis, algo que lleva a cabo de forma inconsciente. El film nació después de un proyecto sobre este tema para realizar un documental, pero finalmente a su director le pareció que bien se merecía un largo de ficción.

Realmente en este trabajo se refleja muy bien el sufrimiento que sienten o cómo viven este trastorno las personas que lo padecen. Su protagonista la actriz Marian Alvarez (“Lo mejor de mi”, “Incautos”), esta sobresaliente este trabajo, y no sería extraño que se llevara la ansiada Concha de Plata a la mejor actriz. La película ha gustado y ha sido aplaudida calurosamente, y puede que este sea el trampolín perfecto para que despunte por todo lo alto.

Pero el verdadero protagonista del día, y del festival de este año ha sido el actor australiano Huhg Jackman, que llegó en la madrugada de este viernes al hotel Maria Cristina desde el aeropuerto de Bilbao. El actor, al que se le esperaba desde hacía ya un rato, se bajó del coche antes de que este llegara a su puerta principal, sorprendiendo a público y prensa, y se acercó a los fans que le esperaban, a pesar de lo intempestivo de la hora, con una elegancia y un porte irresistibles.

En la rueda de prensa posterior a la presentación de la película “Prisioners”, Jackman estuvo, cercano, simpático y encantador. "Esta mañana -contó- cuando me he levantado, he dicho en el hotel que me gustaría dar un paseo en bicicleta, y todos pusieron cara de horror: "No, no se puede, estará todo lleno de gente", me dijeron. A las ocho y media he salido y he ido pedaleando hasta la playa, que me recordaba mucho a una que hay en Australia, y me he bañado. ¡¡No había nadie!! Me acerque hasta las universidades mientras unos chicos fumaban y me miraban como diciendo, mira el tipo este en bici a estas horas... No se han dado cuenta de que era yo (grandes risas)".

“Me hubiera gustado -agregó el popular Lobezno/Wolverine- ser un 'sex symbol' a los dieciocho años y decir allá voy, pero ahora, (risas) sólo me sirve para decirle a mi mujer, vale, ahora voy a sacar la basura”.

De sus interpretaciones favoritas destaca la de Gregory Peck en "Matar a un ruiseñor", las de Indiana Jones o "El cazador", de Robert de Niro.

Piensa que ha tenido mucha suerte en su carrera, y cada vez le ofrecen papeles mas interesantes. Pero no ha pensado aún en dejar a su personaje de Lobezno, aunque algún día tendrá que hacerlo.

Sobre el Premio Donostia que ha recibido esta tarde de viernes, algo que le ilusiona, recordó que hay una vinculación "familiar" entre el festival y los suyos, ya que su mujer ganó la Concha de Plata a la mejor actriz en los noventa, "así que todo queda en casa", ha bromeado el que fuera maestro de ceremonias  de los Oscars y nominado por su trabajo en "Los miserables".

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