Michel Franco estrenó "A los ojos" en el Festival de Morelia

por © José Romero Carrillo (Morelia)-NOTICINE.com
Michel Franco, con su hermana Victoria (FICM)
Una de las películas más esperadas de la competencia mexicana de ficción en el Festival de Morelia era, sin duda, "A los ojos", el tercer trabajo del director mexicano Michel Franco pero ahora haciendo dupla con su hermana Victoria. Esta es la historia de Mónica, una trabajadora social en la Ciudad de México que tiene una enfermedad degenerativa en ambos ojos. Sin encontrar alguna otra solución solo le queda el trasplante de córnea como única salida. Ante la lentitud de respuesta del sistema sanitario y la escasez de recursos decide buscar una solución extrema en su entorno laboral, el del mundo de los niños de la calle.

"A los ojos" además de ser, una directa referencia al tráfico de órganos, es también como lo dice su título, la exposición de una realidad durísima que en lugar de afrontarla e intervenirla se prefiere desviar la mirada, minimizarla como queriendo justificarla concluyendo que estas personas de la calles por el entorno y sus vicios no son sujetos de derecho. Al respecto, Michel Franco afirma que "el título tiene que ver con esa gente a la que nadie le presta atención, como si la sociedad olvidara que existen o decidiera no ver esta realidad, por eso nos interesó hacer la película, sobre todo la parte de la madre desesperada capaz de hacer cualquier cosa para que su hijo esté bien. Debido al dilema moral que la protagonista tiene que resolver confrontando sus instintos maternales y sus obligaciones laborales".

Precisamente el año pasado en este mismo festival de cine, anunciamos la constitución de Lucia Films (en referencia de su laureado filme "Después de Lucía"), la que se convertiría en su casa productora de sus siguientes trabajos así como la de otros cineastas aztecas que no tuvieran acceso a la producción de sus películas, manteniendo –eso sí- la total independencia creativa que para Franco es fundamental e ineludible. En la presentación se refirió escuetamente a esta su tercera película, como la historia de una asistenta social que debe lidiar con la paulatina ceguera de su hijo. Con tan pocos datos, uno no podía hacerse la idea de lo que se vendría.

Ahora viendo el trabajo final, que concluyó hace apenas una semana, podemos aseverar que "A los ojos" sintoniza perfectamente con aquellas otras preocupaciones sociales que ya retrató en sus películas anteriores pero ahora con mucha más ambición. Esta vez no toca temas críticos que desgraciadamente son de conocimiento público sino una que todavía permanece velada, ignorada. Para lograr el grado de verosimilitud necesario se tuvo que realizar una exhaustiva investigación, en la que su hermana Victoria estuvo muy involucrada, pero esto de nada serviría si no se contara con el apoyo decidido de Casa Alianza, una institución dedicada a la protección de la infancia en estado de abandono.

Luego entraría a tallar la presencia de Michel Franco, que primero hace honor a su apellido en el tratamiento de sus historias para luego ir más allá, de esto podrán dar fe quienes han visto sus primeros trabajos: "Daniel y Ana" y "Después de Lucía". La división de tareas estuvo muy definido desde el principio: Michel se encargaría de la escaleta, de estructurar la ficción y Victoria de preparar con mucho anticipación la parte documental.  

"A los ojos" es una de aquellas películas que no deja indiferente a ninguno. Mientras te sumerge en una realidad con todas sus contradicciones y miserias, va otorgando  pinceladas de insospechada humanidad a unos personajes que -muchas de las veces- son asumidas como presencias espectrales de toda gran ciudad.