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Lo que pudiera parecer un sin sentido, que El Santo, el añorado luchador, personaje y actor conocido como "El Enmascarado de Plata", esté presente en el Festival de Morelia, merece una rápida explicación. No es el mítico luchador mexicano haya resucitado digitalmente o algo así, sino que su hijo es el centro del documental “El hombre detrás de la máscara” que compite en la selección oficial del festival mexicano, y que se suma a otras iniciativas que confirman la vigencia del mito del cuadrilatero y la pantalla.

El fenómeno de las luchas libres que es cultura viva del país azteca tuvo desde la década de los años cuarentas hasta inicios de los ochentas a su máximo exponente El Santo, este luchador enmascarado no solo se lució en el ring sino también en el cine, a través de muchísimas películas en los que vio amplificada su dimensión heroica. Las cintas de El Santo forjaron un subgénero en la pantalla grande mexicana que tuvo un enorme arraigo popular pero que sin embargo fue desdeñado por los intelectuales y las clases altas de la primera mitad del pasado sigo, ello no impidió que el espectador popular lo aclamara y quisiera como un súper héroe.

Rodolfo Guzmán, como era su nombre real dedicó su vida entera a encarnar a este héroe, casi a tiempo completo pues no aparecía nunca sin máscara, era consciente que era su responsabilidad velar por la honorabilidad y decencia que tenía el famoso personaje. Los momentos en que se desenmascaraba, eran los dedicados a la familia y estos no fueron jamás registrados, y precisamente fue en esa intimidad que su hijo, desde pequeño vio a su padre, digámoslo así, en dos personalidades bien definidas. Es así que tras años de verlo luchando en un ring y protagonizar decenas de películas decide asumirse como ‘El Hijo del Santo’ e iniciar una carrera en la lucha libre siempre oculto bajo una máscara de color plata.

Toda esta historia del legado de un personaje mítico de México está plasmada con efectividad en el documental “El hombre detrás de la máscara”, la opera prima de la también productora, Gabriela Obregón. Un trabajo bien estructurado, que sin duda ha sabido aprovechar del vasto material de archivo que se disponía para luego de un trabajo de montaje que no debió ser nada fácil dar como resultado un producto de un enorme potencial con miras a su futuro estreno comercial que aún no tiene fecha definida.

No por nada en la "première" en el XI Festival de Cine de Morelia, se organizó una alfombra roja que convocó a una enorme cantidad de fanáticos que solo deseaban tenerlo de cerca o retratarse junto a él, muchos de ellos obviamente no eran cinéfilos de festival.

Resulta paradójico que este subgénero de las luchas -como se le denomina en México- haya tenido recientemente un resurgimiento hasta el punto de ser valoradas algunas de ellas como obras de culto que son programadas regularmente en Festivales de Cine de varios rincones del ejemplo. Por ejemplo el año pasado, aquí en el Festival de Morelia tuve el raro privilegio de apreciar en pantalla grande, una copia restaurada de “El Santo contra las mujeres vampiro” (1962) en una sala abarrotada de espectadores que vibraban con cada una de sus secuencias. Toda una experiencia.

A pesar de lo entretenido y revelador que resulta el metraje, el trabajo final se (re)siente como una prolongación de algo que debió producirse primero: la película sobre El Santo. Detalle que, al parecer, los productores están solucionando de inmediato al anunciar que será el mexicano Carlos Carrera (“El crimen del Padre Amaro”) el encargado de realizar el documental sobre el mítico Enmascarado de Plata. Según declaró la productora del proyecto, Gabriela Obregón, el rodaje podría empezar dentro de un año y se utilizará material visual de archivo que es muy valioso y que se guardó justamente para hacer una historia sobre 'El Santo'.