Víctimas de las circunstancias en la Berlinale, con "Jack", "71" y "La voie de l'ennemi"

por © E.E. (Berlín)-NOTICINE.com
Heredia, Bouchareb, Whitaker y Blethyn

A pesar de la entrada en la carrera por los Osos de tres títulos este viernes, en la segunda jornada competitiva de la Berlinale, el alemán "Jack", el británico "71" y el francés "La voie de l'ennemi", tres historias con protagonistas incomprendidos y sufridores, ninguno de ellos levantó las pasiones de la víspera, con "The Grand Budapest Hotel". La buen voluntad no conlleva necesariamente el triunfo.

"Remake" probablemente innecesario del "polar" (cine negro a la francesa") de los primeros años 70 "Dos hombres en la ciudad / Dos contra la ciudad / Deux hommes dans la ville", de José Giovanni, la francesa "La voie de l'ennemi", del argelino-francés Rachid Bouchareb ("London River", "Days of Glory / Indigenes") goza del atractivo de los conocidos y prestigiados rostros de los estadounidenses Forest Whitaker y Harvey Keitel, quienes junto a la británica Brenda Blethyn y los latinos Luis Guzmán y Dolores Heredia ayudan a trasladar una historia francesa al marco de la frontera entre Estados Unidos y México.

Bouchareb prosigue su evolución desde un cine meramente antirracista al género negro que ya trató sin demasiada fortuna en su anterior "Hors la loi". Ahora, decide cambiar completamente la apariencia del film de Giovanni, de manera que el expresidiario Alain Delon se convierte en Whitaker, y Francia ha sido sustituida por Nuevo México. El hecho de que el cineasta magrebí tenga ganas de contar historias de género no implica que olvide su pasado y los aspectos raciales y religiosos están muy presentes en este film que por su estética tiene también mucho de western.

Este expresidiario, convertido al Islam, sale de la prisión con ganas de rehacer su vida, se enfrenta a un veterano sheriff (Keitel) que no quiere darle una segunda oportunidad y se obsesiona por devolverle a su celda, y ello a pesar de que el antiguo delincuente dispone del apoyo de su agente de libertad provisional (Blethyn). El todo no mejora la película original de Giovanni, y coincide con ella en abusar de los clichés.

Opera prima del francés criado en Inglaterra Yann Demange, "71" se basa esta vez en sucesos históricos reales, uno de los momentos más álgidos del conflicto armado en Irlanda del Norte. Estamos en una noche del año del título, cuando las calles de Belfast tienen menos de urbanas que de campo de batalla. El protagonista, Gary (Jack O'Connell), un joven recluta británico recién aterrizado en la zona, se ve atratapo en el enfrentamiento político-religioso entre católicos y protestantes, y las recibe de todos lados.

"71" brilla en su puesta en escena, con muy buenas reconstrucciones bélicas, que derivan no obstante hacia el efectismo, olvidándose precisamente del punto de partida y sus posibilidades dramáticas: una lucha fratricida, teñida de violencia, en una diabólica espiral de acción-reacción. Demange parece tener más interés en mostrarnos esa violencia que en profundizar en sus orígenes o sus efectos psicológicos en los individuos que la provocan o la sufren.

Quizás lo más salvable de la jornada de este viernes venía precisamente del anfitrión. El cine alemán, desde hace unos años muy presente en la Berlinale de forma directa o en coproducción, lanzó su primera andanada, también una película dirigida por un nuevo realizador con previa experiencia televisiva. Edward Berger narra con la ciudad de Berlín como decorado, en "Jack", la historia de un niño de 10 años obligado a madurar sin remedio, cuidando a su hermanito Manuel, mientras su joven y atractiva progenitora es una cabecita loca sin la menor responsabilidad maternal, y los abandona horas o incluso días para irse con sus múltiples amigos o amantes. El realizador alemán logra transmitir la angustia del pequeño Jack sin sucumbir al fácil sentimentalismo o al melodrama. Ivo Pietzcker, todo un descubrimiento, es ese héroe infantil que brilla en una historia demasiado oscura.

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