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Lo que debió ser una inauguración de lujo para la edición 13 del Festival de Cine de Morelia con el film gótico "La cumbre escarlata / Crimson Peak", quedo mermada por dos hechos ciertamente impredecibles. Primero la cancelación -a último momento- de la presencia de su autor, Guillermo Del Toro, que redujo drásticamente la expectativa de cientos de fanáticos que deseaban tener frente a uno de los más creativos directores del cine actual; y por otro lado tenemos a Patricia, un huracán que fuera de temporada ha aparecido en las costas de los estados de Colima y Jalisco, y cuyos estragos se empiezan a sentir en la capital michoacana, una fuerte lluvia que con seguridad nos acompañará todo el fin de semana.

Al mismo tiempo, los aficionados a las cábalas aseguran que la inasistencia de Guillermo Del Toro a la inauguración del Morelia 2015 le reservará una terrible consecuencia: no ganar la dorada estatuilla del Oscar. Para certificar esta descabellada teoría mencionan que tanto Alfonso Cuarón como Alejandro Iñarritu abrieron el festival con "Gravedad / Gravity" y "Birdman", respectivamente; y meses después se alzaban con el Oscar al mejor director del año.

Anécdotas de lado, lo importante era ver "La cumbre escarlata / Crimson Peak", antes de su estreno mexicano que será el próximo 30 de octubre, y dos semanas antes de Suramérica, a excepción de Argentina, que ya puede verla desde hace días.  Se trata de una de esas películas que no pueden postergarse, y bien valió el esfuerzo. Guillermo Del Toro realiza un aplicado e inspirado homenaje al cine gótico de décadas pasadas, y los simbolismos de clásicos del género sobrevuelan todo el relato. Sería injusto, no reconocerle dominio de todos los recursos técnicos que ha tenido a su disposición, no obstante, se echa de menos el ingrediente de la fascinación, que sí encontramos en sus trabajos más recordados como "El laberinto del fauno" o "Cronos".  

El rojo, aquella herramienta cromática que muchos han celebrado y comparan al de las adaptaciones cinematográficas de Edgar Allan Poe, y también a los de la factoría Hammer;  no pasa de un guiño cinéfilo y al mismo tiempo, no es suficiente para un director talentoso como Del Toro. Ciertamente, la espectacularidad es una de las virtudes de "La cumbre escarlata", y también se convierte en su lastre, pues es evidente la preocupación del cineasta tapatío de controlar al milímetro el descenso del espectador a una tragedia de ribetes sobrenaturales. En este caso, lo cerebral le gana la partida a la emoción, que debería ser el engranaje natural de este macabro melodrama. Sin embargo, reitero que se trata de trabajo muy superior a lo que Hollywood suele ofrecernos, y para ello mencionaré un aspecto digno del mayor elogio: la dosificación de los sustos y persistir en ello en toda la película, algo que siguiendo el espíritu del film está "fuera de moda".  

Este sábado empiezan las proyecciones de las películas de la competencia de Largometraje Mexicano, el apartado de mayor interés del certamen. A continuación todos los títulos que la integran:

- "Almacenados", de Jack Zagha Kababie
- "Bictor Ugo", de Carlos Clausell, Josep Maria Bendicho
- "La casa más grande del mundo", de Ana V. Bojórquez, Lucía Carreras
- "Los herederos", de Jorge Hernández Aldana
- "Mientras la prisión exista", de Nicolás Gutiérrez Wenhammar
- "El placer es mío", de Elisa Miller
- "Sopladora de hojas", de Alejandro Iglesias Mendizábal
- "Te prometo anarquía", de Julio Hernández Cordón
- "Un monstruo de mil cabezas", de Rodrigo Plá
- "Yo", de Matías Meyer Rojas

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