La realidad de la mujer musulmana analizada desde Irán y Palestina, en la Seminci

por © J.A.-NOTICINE.com
Los hermanos Nasser
Uno de los grandes misterios por analizar desde nuestra óptica occidental es el de la feminidad musulmana, y desde la Seminci de Valladolid, este lunes las dos películas en competencia han venido a reflejar la realidad de las mujeres en el Islam, las de Irán y Palestina, lecturas realizadas por mujeres y hombres, que vienen a refrendar con valentía la diversidad en lugares donde la narración cinematográfica implica riesgos mucho más importantes que en nuestras cinematografías iberoamericanas.

El director del festival de Valladolid, Javier Angulo, ha querido unir en este lunes dos visiones diversas pero no menos potentes de la realidad de la mujer en el mundo musulman, desde dos ópticas bien diferentes, tanto por sus orígenes nacionales -Irán y Palestina- como por sus autores, una mujer (con su marido como colaborador) en "Nahid", de Ida Panahandeh, y dos hombres, los hermanos gemelos Tarzan y Arab Nasser, en "Dégradé", donde un grupo de diferentes mujeres de Gaza coinciden en una peluquería regentada por una rusa en Gaza, mientras a su alrededor suenan disparos y explosiones fruto tanto del conflicto con Israel como de las luchas intestinas entre las diferentes facciones palestinas.

"La idea me vino sobre mi propia vida, porque fui una niña de una madre solo que perdió pronto a su marido, y todo lo que ella debió luchar para criar a sus dos hijos. Mi marido también tuvo una experiencia similar, con su padre ha estado en la guerra. La idea vino de las vidas de mi suegra y mi madre", explicaba Ida Panahandeh, convencida de que la imagen que desde fuera tenemos de las mujeres iraníes es diferente de la que ella considera real.

"Ser mujer principalmente no es nada facil en ningún lugar, pese a que sea fascinante a la vez. Siendo mujer en cualquier punto del planeta Tierra eres la persona que crea, esto no es fácil. Pero también puedes disfrutar por muchas limitaciones que tengas. Mi petición es que cambien la idea de la mujer en Irán. Lo que veis fuera no es lo que realmente pasa dentro. Ahora Irán es uno de los paises con mayor número de personas con carreras y mujeres con estudios. Tener envidia respecto de las occidentales, no tengo. Nuestra situación es diferente, lo que vivimos y pensamos es diferente", aseguraba en Valladolid este lunes la cineasta persa, que en su film narra la historia de una divorciada que intenta rehacer su vida contra múltiples dificultades.

"Da igual en que parte del mundo, el ejemplo de los padres frente a los hijos, pasa en todos los sitios. Me dijeron en Francia que a pesar de tener más libertades las mujeres pueden sentirse reflejadas", agregaba sobre el padre con problemas de drogas que dibuja en "Nahid".

Panahandeh no se siente marginada por ser mujer en Irán, al contrario cree que tanto ella como su marido, quien coescribió la película y la editó, consideran que por ser ella mujer se le abrieron puertas: "Esta película no tuvo ningún problema porque intenté matizar que no es la vida real de ella. No hubo censura. Lo que intenta el gobierno es que no se exageren las cosas para venderlas mejor. De hecho se me felicitó cuando la película fue premiada en Cannes".

"No se realmente lo que ocurre en otras partes. Solo he vivido en Irán, pero mi marido me decía que es curioso que has tenido tanto éxito y se te han abierto muchas puertas por ser mujer. Hay una parte oculta que se desconoce en la cultura persa en la mujer ocupa un papel muy importante en Irán", agregaba la directora y coguionista.

"Cada uno es libre de ver dónde y cómo tiene más facilidad. Yo podría vivir en Europa y tener más libertad de expresión. Pero como estoy en mi país obedezco sus leyes. Hay una serie de cuestiones no sólo legales sino culturales. Aparte de las leyes en mi cultura lo que ocurre en un dormitorio es privado y lo siento así, es cultural, pero todos conocen que no podría haberlo hecho", añadía la cineasta sobre la ausencia no sólo de sexo, sino incluso de simples besos en su película.

La otra cinta del día en la Seminci, "Dégradé", coproducida por Francia, tiene como autores a los hermanos gemelos Nasser, quienes aseguran que "La mujer en Gaza es fundamental porque resiste en su fortaleza, es una metáfora para contar como dos millones y medio de personas resisten en un lugar sitiado. La asfixia que sienten las personas en Gaza está reflejada en la película. La peluquería es el único lugar en el que una mujer puede sentirse cómoda y expresarse sin ataduras. La diversidad de clases e ideologías se ponen de manifiesto en nuestro film", decían en Valladolid este lunes.

Los Nasser aseguran que "Dégradé" es "la primera película que trata el tema interpalestino, inédito en el cine. Muchas -dicen- han sido las películas en narrar el conflicto con los israelíes, quienes les tiene confinados en Gaza, una franja cuyas fronteras controlan. "Es difícil admitir la autocrítica. Sin ser un cliché, hemos mostrado como los drones israelíes volando sobre nuestras cabezas nos controlan, pero también existe un conflicto dentro de las propias filas palestinas, entre los diversos sectores, Fatah, Hamas, otras facciones islámicas..."

Su película se proyectó dos semanas en Ramalah. Y creen que se podría ver en Gaza, "pero no es fácil porque es una crítica a la sociedad. Reflejar la realidad en un espejo es el gran paso para el cambio", afirman.

Sin embargo, los Nasser han querido que las protagonistas de su historia sean mujeres que aprovechan un momento en el que hay energía eléctrica para acudir a una peluquería regentada por una rusa, una docena larga de personajes femeninos que reflejan las diversas tendencias que conviven en Gaza. Tarzan y Arab Nasser nacieron cuando se cerró el último cine en Gaza, pero estudiaron Arte y pudieron captar una sociedad "sin cine, pero no sin imágenes". Veían el mundo a través de una caja pequeña, la televisión.

"No hay miedo, si tienes miedo no lo cuentes, y si lo cuentas algo hazlo sin miedo. Nosotros no tenemos miedo", afirman.

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