"La Calle de la Amargura", ovacionada en el Festival de Morelia 2015
- por © José Romero Carrillo (Morelia)-NOTICINE.com
El 2015 está siendo un año muy significativo para la extensa carrera del director mexicano Arturo Ripstein. Previamente, el 72 Festival Internacional de Cine de Venecia le brindó un homenaje por sus cincuenta años de trayectoria, con la proyección fuera de concurso de su último largometraje "La calle de la Amargura", también estuvo en Toronto y en agosto pasado, en el Festival de Lima se rindió tributo a la pareja creativa que conforma con su guionista Paz Alicia García-Diego. También a modo de celebración, hace algunas semanas y por solo un día se liberó la película en internet para que cualquier mexicano pueda verla antes de su estreno; y las cifras de visitas fueron muy auspiciosas.
La décimo tercera edición del Festival Internacional de Morelia, programó la cinta de Arturo Ripstein como una de galas mexicanas, y el público respondió agotando las entradas de la sala 04, la de mayor capacidad del complejo Cinépolis Centro. Esta era la oportunidad para constatar la reacción del público, porque el desánimo con el que gran porcentaje de prensa nacional recibe cada nuevo trabajo del veterano realizador ya es una certeza. Ya he sido testigo de la receptividad de sus películas en otras latitudes, ahora lo que importaba era ver la respuesta del espectador local, y conclusión: la película gustó. Los aplausos y elogios para las actrices protagónicas Patricia Reyes Spíndola, Nora Velázquez, Sylvia Pasquel y Arcelia Ramírez no se hicieron esperar. Desafortunadamente, el director Arturo Ripstein no pudo asistir por estar acompañando a la película en otro festival.
"La calle de la Amargura" está filmada en blanco y negro, y reconstruye un caso real ocurrido en 2009, en el cual dos prostitutas drogaron y asesinaron sin querer (por la dosis de tranquilizante) a un par de luchadores enanos: "La parkita" y "Espectrito Jr." en un hotel de la Ciudad de México. En la adaptación de García-Diego, las dos veteranas meretrices, utilizan gotas oftálmicas para dormirlos y poder robarles, pero la dosis utilizada y el tamaño de los luchadores, tienen funestas consecuencias. Las mujeres viven en modestas casas de vecindad. Una de ellas, tiene conflictos con su pareja, un vividor asiduo al travestismo y una rebelde hija adolescente que solo saber dar problemas. La otra, a duras penas puede mantener a su madre postrada, a la que traslada diariamente a la vía pública para que al menos de lastima y reciba alguna limosna. Estas amigas y veteranas del oficio carnal, tienen la oportunidad de conseguir algo de efectivo con estos pequeños gemelos que solo pretenden celebrar el triunfo que acaban de obtener en el ring. Pero como es lógico en cine de Ripstein, el destino nunca será grato.
La primera actriz mexicana, Patricia Reyes Spíndola expresó que trabajar con Nora Velázquez "fue como agua fresca que me cayó del cielo, fue estupendo trabajar con ella porque viene de otra disciplina. Yo llevo muchas películas con Arturo, para mí fue lo mejor que me pudo haber pasado dentro esa película. "La calle de la amargura" es una historia desgarradora, porque a pesar de las diferencias por las que lucha por la apariencia de sus hijos, ella los ve normales y con el amor que cualquier madre ve a sus hijos.
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La décimo tercera edición del Festival Internacional de Morelia, programó la cinta de Arturo Ripstein como una de galas mexicanas, y el público respondió agotando las entradas de la sala 04, la de mayor capacidad del complejo Cinépolis Centro. Esta era la oportunidad para constatar la reacción del público, porque el desánimo con el que gran porcentaje de prensa nacional recibe cada nuevo trabajo del veterano realizador ya es una certeza. Ya he sido testigo de la receptividad de sus películas en otras latitudes, ahora lo que importaba era ver la respuesta del espectador local, y conclusión: la película gustó. Los aplausos y elogios para las actrices protagónicas Patricia Reyes Spíndola, Nora Velázquez, Sylvia Pasquel y Arcelia Ramírez no se hicieron esperar. Desafortunadamente, el director Arturo Ripstein no pudo asistir por estar acompañando a la película en otro festival.
"La calle de la Amargura" está filmada en blanco y negro, y reconstruye un caso real ocurrido en 2009, en el cual dos prostitutas drogaron y asesinaron sin querer (por la dosis de tranquilizante) a un par de luchadores enanos: "La parkita" y "Espectrito Jr." en un hotel de la Ciudad de México. En la adaptación de García-Diego, las dos veteranas meretrices, utilizan gotas oftálmicas para dormirlos y poder robarles, pero la dosis utilizada y el tamaño de los luchadores, tienen funestas consecuencias. Las mujeres viven en modestas casas de vecindad. Una de ellas, tiene conflictos con su pareja, un vividor asiduo al travestismo y una rebelde hija adolescente que solo saber dar problemas. La otra, a duras penas puede mantener a su madre postrada, a la que traslada diariamente a la vía pública para que al menos de lastima y reciba alguna limosna. Estas amigas y veteranas del oficio carnal, tienen la oportunidad de conseguir algo de efectivo con estos pequeños gemelos que solo pretenden celebrar el triunfo que acaban de obtener en el ring. Pero como es lógico en cine de Ripstein, el destino nunca será grato.
La primera actriz mexicana, Patricia Reyes Spíndola expresó que trabajar con Nora Velázquez "fue como agua fresca que me cayó del cielo, fue estupendo trabajar con ella porque viene de otra disciplina. Yo llevo muchas películas con Arturo, para mí fue lo mejor que me pudo haber pasado dentro esa película. "La calle de la amargura" es una historia desgarradora, porque a pesar de las diferencias por las que lucha por la apariencia de sus hijos, ella los ve normales y con el amor que cualquier madre ve a sus hijos.
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