Crítica: "Toro", acción para todos los públicos
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Por Sara Vega
Tras aproximadamente 30 eternos segundos de una larga ristra de productoras que han participado en esta película, comienza "Toro" (2016), del español Kike Maíllo, con la aparición de un juego de cartas que dictan un futuro cercano. Así arranca la trama de la nueva película del director de la elogiada cinta de ciencia ficción "Eva", que durante los primeros minutos de metraje, parece ser un thriller de lo más prometedor. Te deja confuso cuando termina la escena que condena a su protagonista, Toro, interpretado por el típico chico malo Mario Casas, y la trama se interrumpe con unos créditos que parecen ser propios de una serie de televisión, hasta que, cuando terminan, nos encauzan a la vida del personaje 5 años después del incidente que vimos anteriormente.
El thriller de Maíllo no es una historia mal contada, ni mucho menos. Es más, parece que las peripecias de los personajes están bien relacionadas entre sí, pero por desgracia, no termina de impresionar. La película se va desarrollando de una manera predecible aunque no deja de ser entretenida.
La interpretación de Luis Tosar parece estar trabajada hasta la perfección, al igual que su personaje, López, un bandido sucio y egoísta, un personaje que te produce una sensación extraña. No sabremos si odiarlo o amarlo durante la película, y precisamente él es el responsable de meter a su hermano Toro (Casas) en un problema que dificultará su arco de trasformación.
"España es así, un país de malos hermanos", dicta López en el tráiler y que vemos dentro de contexto en la película. Nos deja clara la personalidad del personaje, una persona a la que no se le debe nada, alguien en quien no deberíamos de confiar pero que instintivamente amamos, esta es la sensación que siente Toro por su hermano López y que Tosar nos transmite sin apenas dificultad, una interpretación tan necesaria que sin ella, apenas entenderíamos el comportamiento de Toro, el personaje principal.
Los efectos especiales y las escenas de acción están perfectamente logradas, algo que se entiende tras ver la larga lista de productoras que han participado en la película. Obviamente el dinero provoca efectos más resultones, y lo consiguen sin lugar a dudas. Las persecuciones, los coches de vuelan en el aire, la sangre, todas las escenas de acción una tras otra... parecen ser fruto de una fuerte planificación e inversión de dinero para llevarlas a cabo, algo que se agradece si te gustan las películas de acción.
En cuanto a los malos, los mafiosos encabezados por Romano, el jefe de la banda a la que se enfrentan los protagonistas, está interpretado por el veterano José Sacristán, pero no termina de intimidar como lo haría un buen villano de thriller, pero aun así juega bien su papel junto a Toro y López en una sucesión de toma y daca que se ve hasta el clímax de la película, que vemos perfectamente planteado en los primeros minutos de metraje.
"Toro" termina siendo lo que es, un thriller de acción para todos los públicos. Igual por eso no termina de impresionar como podría hacerlo, intentar agradar a la máxima cantidad de público posible, termina dando como resultado una película poco arriesgada, que por desgracia no terminara siendo tan recordada como podría haberlo sido.
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Tras aproximadamente 30 eternos segundos de una larga ristra de productoras que han participado en esta película, comienza "Toro" (2016), del español Kike Maíllo, con la aparición de un juego de cartas que dictan un futuro cercano. Así arranca la trama de la nueva película del director de la elogiada cinta de ciencia ficción "Eva", que durante los primeros minutos de metraje, parece ser un thriller de lo más prometedor. Te deja confuso cuando termina la escena que condena a su protagonista, Toro, interpretado por el típico chico malo Mario Casas, y la trama se interrumpe con unos créditos que parecen ser propios de una serie de televisión, hasta que, cuando terminan, nos encauzan a la vida del personaje 5 años después del incidente que vimos anteriormente.
El thriller de Maíllo no es una historia mal contada, ni mucho menos. Es más, parece que las peripecias de los personajes están bien relacionadas entre sí, pero por desgracia, no termina de impresionar. La película se va desarrollando de una manera predecible aunque no deja de ser entretenida.
La interpretación de Luis Tosar parece estar trabajada hasta la perfección, al igual que su personaje, López, un bandido sucio y egoísta, un personaje que te produce una sensación extraña. No sabremos si odiarlo o amarlo durante la película, y precisamente él es el responsable de meter a su hermano Toro (Casas) en un problema que dificultará su arco de trasformación.
"España es así, un país de malos hermanos", dicta López en el tráiler y que vemos dentro de contexto en la película. Nos deja clara la personalidad del personaje, una persona a la que no se le debe nada, alguien en quien no deberíamos de confiar pero que instintivamente amamos, esta es la sensación que siente Toro por su hermano López y que Tosar nos transmite sin apenas dificultad, una interpretación tan necesaria que sin ella, apenas entenderíamos el comportamiento de Toro, el personaje principal.
Los efectos especiales y las escenas de acción están perfectamente logradas, algo que se entiende tras ver la larga lista de productoras que han participado en la película. Obviamente el dinero provoca efectos más resultones, y lo consiguen sin lugar a dudas. Las persecuciones, los coches de vuelan en el aire, la sangre, todas las escenas de acción una tras otra... parecen ser fruto de una fuerte planificación e inversión de dinero para llevarlas a cabo, algo que se agradece si te gustan las películas de acción.
En cuanto a los malos, los mafiosos encabezados por Romano, el jefe de la banda a la que se enfrentan los protagonistas, está interpretado por el veterano José Sacristán, pero no termina de intimidar como lo haría un buen villano de thriller, pero aun así juega bien su papel junto a Toro y López en una sucesión de toma y daca que se ve hasta el clímax de la película, que vemos perfectamente planteado en los primeros minutos de metraje.
"Toro" termina siendo lo que es, un thriller de acción para todos los públicos. Igual por eso no termina de impresionar como podría hacerlo, intentar agradar a la máxima cantidad de público posible, termina dando como resultado una película poco arriesgada, que por desgracia no terminara siendo tan recordada como podría haberlo sido.
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