Héctor Noas, protagonista de "Sergio & Sergei": "La censura en Cuba existe y me parece absurda"
- por © J.A. (Málaga)-NOTICINE.com
El actor cubano y español Héctor Noas se convirtió en el único defensor, el pasado fin de semana en el español Festival de Málaga, de su película "Sergio & Sergei", de Ernesto Daranas, una coproducción cubano-española que ha pasado ya con buen pie por diferentes festivales (Toronto, Miami, La Habana, Toulouse...), acumulando varios premios del público. NOTICINE.com dialogó en exclusiva con el popular actor, quien se expresó con rotundidad contra la censura y por la aprobación de una Ley de Cine en la isla que facilite las inversiones privadas en el cine.
- ¿Cómo es su personaje del cosmonauta soviético? Creo que aunque no es una historia real al 100% si se inspira en cosas que ocurrieron...
Mi personaje es Sergei, un astronauta soviético que se queda varado en la estación Mir cuando se desmiembra la Unión Soviética en 1991. La película está basada en dos cosas reales: la primera es esa de que en el 91 se quedó la tripulación de la Mir varada en el espacio sin saber cómo iban a regresar y que cuando regresaran iban a regresar a un país diferente, iban a regresar a Rusia, no a la Unión Soviética que ya había dejado de existir. Esa noticia los sorprende a ellos ahí arriba. Y lo otro es que también casualmente en esa época, varios radioaficionados cubanos contactaron con la Mir y hablaron con los astronautas soviéticos que estaban ahí arriba en el espacio. A partir de ahí, el director Ernesto Daranas establece este guion. Es una historia de ficción donde se encuentran casualmente en las ondas de radioaficionados este astronauta soviético. El personaje de Sergio es un profesor de filosofía marxista que estudió en Moscú y que es profesor en el Instituto Superior de Arte de La Habana. Y es cuando empieza el período especial. Está el personaje de Peter, el americano, que es un radioaficionado americano que hace estudios e investigaciones sobre procesos de la NASA y tiene también sus conflictos con respecto a las investigaciones que está haciendo la NASA.
- ¿Para usted qué fue lo más difícil al rodar "Sergio & Sergei"?
Lo primero fue tener que hablar en ruso, aprenderme el idioma, el guion, estudiarmelo fuertemente para dominarlo y que eso estuviera digamos en una segunda naturaleza. Yo no podía estar pensando el idioma. Pero también estaba el entrenamiento de cuerdas porque teníamos que simular la ingravidez, todo el tiempo yo colgado de unos arneses. Se hizo en un estudio todo el tiempo, en Barcelona, donde se hizo una especie de réplica de la Mir, no absolutamente exacta, pero sí se hizo un estudio de la Mir y construyó un decorado muy parecido. Tenía que estar dialogando con cosas que no estaban, con personas que no estaban, y para mí eso era muy difícil como actor, y además dar la soledad escénica que tenía ese hombre ahí arriba y todos sus conflictos, eso fue lo más difícil como actor para hacer.
- ¿Cuando era niño no aprendió ruso en la escuela?
No. En el Superior de arte dimos unas clases de ruso, pero como era algo que prácticamente estaba como opción en el plan de estudios y yo sinceramente lo borré. Sé algo como "da", "niet" y "spasiba" y "harasho", y ya no sabía nada de ruso, nada, nada, absolutamente nada, ya lo había olvidado completamente. Como había olvidado mi carrera anterior, yo antes de estudiar el Superior de arte y graduarme como actor, fui piloto de la marina mercante. Tras haber dejado esa carrera yo no recordaba cómo ubicarme en la nave, en las coordenadas de las estrellas ni nada de eso porque lo había borrado completamente.
- Su film llega a Málaga después de haber pasado por varios festivales desde el año pasado.
Sí, la película tuvo su estreno en Toronto en septiembre, y fue muy triste porque nosotros estábamos invitados los dos actores y el director para el estreno, y el día antes nos cerraron el aeropuerto de La Habana porque empezó el Huracán Irma, y tuvimos que guardar los trajes y quedarnos esperando a ver qué pasaba. La película sé que tuvo muchos aplausos, ovaciones. El estreno real fue en el Festival de La Habana. Para mí fue impresionante la acogida del público en ese evento. Cogimos el Premio del público en el festival, hubo que hacer pases extra después. Después fuimos al Festival de Miami. Igual hubo que hacer pases extra de la película. Pensé que era porque contaba cosas familiares para la realidad cubana, y eso generaba simpatía y ese acercamiento con nosotros, pero es que después viajando al Festival de Toulouse con la película también cogimos el Premio del público, lo cual quiere decir que de alguna forma conecta la película con la sensibilidad independientemente digamos de la identidad cultural que tenga el espectador que la ve.
- ¿Cómo les fue en Miami, donde hay esa relación amor-odio hacia las películas cubanas?
Sí, yo pensé que realmente en el Festival de Miami le iban a echar en cara a la película que no hablara más cruelmente sobre el "Período Especial", pero es que la película no va de eso. Está ubicada en un contexto histórico que abarca el "Período Especial", pero es una película que va sobre la amistad, sobre el amor, sobre la solidaridad humana, sobre cómo tres personas de culturas diferentes, incluso de ideologías diferentes pueden unirse en un bien común como es salvar una vida. La película, sin embargo, fue muy bien acogida en Miami porque quizás de alguna forma la película se ríe, se burla un poco de lo que es la censura en la isla, la censura absurda, ese personaje que interpreta el actor Mario Guerra que digamos está como caricaturizado. El director se burla con ese personaje de lo que es algo tan absurdo y tal inútil como la censura.
- Una censura que sigue vigente en su país, donde recientemente hemos tenido noticias al respecto con un film independiente donde uno de los personajes critica a Martí...
Sí, la censura existe y me parece que es algo absurdo, una cosa que no aporta nada, que lejos de -digamos- proteger a un país, lo que hace es crear un ambiente, una atmósfera enrarecida que no tiene sentido ninguno porque la historia es la historia, y la historia tiene su devenir y va poniendo las cosas en su lugar. Censurar una película es darle a veces la connotación que no tendría si la estrenas. Ha pasado con varias películas en los últimos años que han sido censuradas en el Festival de La Habana, y después la gente las ha visto y se da cuenta de por qué se hace, por qué se pone. Se hace una censura que no tiene sentido, que no lleva a nada realmente, porque además hablan de realidades que existieron, y el director tiene derecho a tener su punto de vista sobre eso.
- En etapas históricas de transición, como el final del Franquismo en España o ahora en Cuba, en las que parece que hay una apertura pero nadie sabe muy bien hasta dónde se puede o no se puede llegar, los creadores están en una gran incertidumbre, ¿no?
Creo que en ese sentido el trabajo de los guionistas y los directores es complicado, porque también puede funcionar la autocensura... Trato de autocensurarme para que mi proyecto pueda salir adelante. Pero eso, está en juego la inteligencia del director, cómo puede jugar a eso. En el caso de películas que han están digamos comprometidas con la crítica, por llamarlo de alguna forma, o son más abiertas a la crítica, tienen un respeto, siempre y cuando tú hables de una situación respetando los puntos de vista creo que eso es muy válido. Por eso esta película "Sergio & Sergei" pasó la censura, porque a pesar de esto hay mucho respeto en la película hacia los puntos de vista diferentes de la gente.
- ¿Cómo sintió la acogida del público aquí en Málaga?
En la conferencia de prensa fue excelente la acogida, la prensa muy bien, las preguntas creo que aplaudieron la proyección de la película al final, cosa que es muy buen síntoma. Individualmente no sé cada periodista después la opinión que tendrá. Para mí lo importante es que la película se comunique con el público, que el público la vea y la disfrute, porque aunque tenga algunas claves de comedia, es una película profunda, ya que trata temas muy profundos y hay muchas metáforas sobre la realidad cubana.
- Ha hecho mucho cine últimamente, y en varios países...
Sí, bueno, el hecho de ser un actor que además tengo la ciudadanía española porque yo he vivido temporadas largas aquí en España también, me permite también hacer coproducciones con España. Eso económicamente ayuda y me ayuda también en mi carrera como actor. Este año pasado hice 5 películas, los 5 proyectos muy interesantes, muy diferentes. Me tiene muy ilusionado la participación en la película de Iciar Bollaín ("Yuli"), que hizo en La Habana ahora y tuve una escena muy importante, porque es el personaje mío que tiene una sola secuencia, pero una secuencia que ella me explicó que era muy importante en la película porque es una metáfora de la Revolución. En ella hay un recorrido que él hace por las escuelas de Arte con una delegación de arquitectos, y es una metáfora de lo que ha sido la Revolución. Para ella era muy importante contar eso desde las emociones.
- Su físico, "poco caribeño", blanco y con ojos claros, le debe ayudar a esa carrera internacional...
Sí, bueno claro sí, hay quien dice "ah, pero eso te va a salir muy bien, claro como tú pareces un ruso". Pero el solamente tener un físico tampoco es lo más importante...
- ¿Se puede decir que está usted en el mejor momento de su carrera?
Yo pienso que lo mejor siempre está por venir, no me puedo quejar realmente, no me puedo quejar. Creo que soy un actor privilegiado en el sentido de tener las posibilidades de vivir de mi carrera, de seleccionar proyectos, de poder hacer teatro, de poder hacer cine, buen teatro, buen cine, y eso en las condiciones actuales no siendo Hollywood, es como un regalo que te da la vida.
- A veces se habla del "Período Especial", época en que se desarrolla la película, como si fuese ya historia, pero la precariedad económica sigue muy presente en la vida diaria de los cubanos...
El período especial en muchos sentidos sigue, por supuesto que sigue. Hay cosas que no se han recuperado y formas de ver la vida que se mantienen todavía. Yo creo que estamos en un Período Especial todavía. No en la opción 0 que llegamos a estar en los 90, pero ha habido un detenimiento y ha habido una digamos mutilación de la calidad de vida que se ha sentido mucho, mucho, mucho.
- ¿Cómo están viviendo la situación actual ustedes los actores cubanos?
La opción de los actores cubanos es bastante complicada, está muy limitada, se hace muy poco cine realmente. La televisión está en unas condiciones de producción muy elementales, muy malas condiciones de trabajo, no hay buenos guiones. Yo incluso cuando el período especial hice series de televisión, no teniendo ni comida ni agua para tomar, que tenían una calidad superior a lo que se está haciendo ahora. Se ha perdido mucho la calidad. La televisión creo que ha perdido el rigor. Se ha perdido la referencia por lo anterior y es muy triste, porque nosotros que fuimos los que inventamos la telenovela, ya no sabemos hacer telenovelas. Tú no ves las telenovelas. Nosotros tenemos los lunes, miércoles y viernes la telenovela cubana, y los martes, jueves y sábado la novela brasileña. La diferencia es abismal y yo pienso que no es solamente económica. Lo mucho que se ha perdido ha sido en gran medida la forma de hacer la televisión, se ha perdido imaginación, se ha perdido rigor, sobre todo rigor a la hora de trabajar. En el teatro sí te encuentras en Cuba proyectos muy interesantes, muy, muy interesantes.
- ¿Y existen posibilidades de desarrollo de una industria audiovisual independiente?
El problema es que el cine independiente en Cuba es muy pobre. Es muy difícil que se haga un proyecto de verdad que pueda llegar a tener... porque al ser independiente si después no tienes una buena distribución, no tienes nada, te tienes que comer la película. Por eso siempre digo que nosotros estamos luchando porque en Cuba se pueda hacer la Ley de cine. Necesitamos una Ley de cine que nos permita a los cineastas y a la gente que quiera hacer cine, desarrollar nuestro propio cine. Eso lleva ya unos cuantos debates, unas cuantas reuniones, eso está en "stand by" ahora mismo y ojalá que podamos seguir insistiendo y que se haga una Ley de cine. Ahora mismo República Dominicana nos está robando todos los proyectos, porque tiene una Ley de cine favorable, con lo cual la gente va allí a invertir y eso se devuelve en algún sentido. Yo me pregunto por qué los cineastas cubanos no podemos aportar nuestro salario, lo que ganemos fuera de Cuba por ejemplo, invertirlo en un cine nacional y desarrollarlo nosotros y desarrollar el cine cubano, que en un momento fue muy referencial en América Latina.
- Con Obama hubo una mejora en las relaciones e intercambios con Estados Unidos y se rodaron películas y series estadounidenses en Cuba. Pero Trump parece haber dado muchos pasos atrás...
Yo tube la posibilidad de trabajar en la primera serie que se hizo allí, que fue "House of Lies", de la que se grabó el último capítulo de la última temporada allí en La Habana, y yo trabajé ahí en una secuencia. Ellos estaban fascinados con La Habana porque a pesar de que les tocó una etapa de mucha lluvia y condiciones climáticas desfavorables para el proyecto. Estaban maravillados con la ciudad, el equipo de trabajo de Cuba, y el director decía: "donde quiera que pongo la cámara, el plano es perfecto". Porque La Habana tiene una belleza en la decadencia, una belleza absoluta. Bueno, se ve también en la película de "Sergio & Sergei". Cuando lo de Obama se abrió una etapa de mucha ilusión, fue como que "Oh, por fin, vamos a empezar". Yo te confieso que fui cauto con la ilusión en ese sentido porque aún así el bloqueo está todavía establecido, por Ley todavía existe el bloqueo y mientras no se levante existen muchas leyes de un lado y de otro que no favorecen los acercamientos. Llega Donald Trump y lo que ha hecho es sembrar un miedo, un pánico... la gente no quiere venir a invertir a Cuba, sobre todo el cine, porque tiene miedo a represalias allí en EEUU, que existen realmente. De hecho el turismo ha vuelto a bajar otra vez porque en las agencias de viaje te dicen que allí (en Cuba) hay problemas de epidemias, que como no tienen consulado, ahora que cerraron la embajada, que solo han dejado un solo funcionario... Les dicen que después no van a tener garantías diplomáticas allí... No sé, es el miedo, creo que es una forma de controlar también. Una clara regresión, sí, sí, cuando yo pienso un año atrás ahora, hay mucha desilusión porque se ha paralizado también, Cuba también ha paralizado un poco la posibilidad digamos de la iniciativa privada. Siempre ha sido abrir, abrir, abrir y de buenas a primeras eso está paralizado también. Entonces, hay un bloqueo afuera pero también un autobloqueo, también tenemos nosotros que tratar por nosotros mismos de resolver la situación. Obama fue muy claro en el discurso cuando dio en La Habana que dijo "el problema de Cuba lo tienen que resolver ustedes".
- Este mes está prevista la renuncia de Raúl Castro como presidente del país, aunque seguirá al frente del Partido Comunista. ¿Cree que habrá algún cambio sustancial a partir de ese momento?
Bueno todavía no está el cambio, eso será ahora a finales de abril. Pero no hay cambio, hay una continuidad en el sentido de que el Partido Comunista sigue siendo el órgano rector de la política en Cuba, eso sigue y seguirá todavía.
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- ¿Cómo es su personaje del cosmonauta soviético? Creo que aunque no es una historia real al 100% si se inspira en cosas que ocurrieron...
Mi personaje es Sergei, un astronauta soviético que se queda varado en la estación Mir cuando se desmiembra la Unión Soviética en 1991. La película está basada en dos cosas reales: la primera es esa de que en el 91 se quedó la tripulación de la Mir varada en el espacio sin saber cómo iban a regresar y que cuando regresaran iban a regresar a un país diferente, iban a regresar a Rusia, no a la Unión Soviética que ya había dejado de existir. Esa noticia los sorprende a ellos ahí arriba. Y lo otro es que también casualmente en esa época, varios radioaficionados cubanos contactaron con la Mir y hablaron con los astronautas soviéticos que estaban ahí arriba en el espacio. A partir de ahí, el director Ernesto Daranas establece este guion. Es una historia de ficción donde se encuentran casualmente en las ondas de radioaficionados este astronauta soviético. El personaje de Sergio es un profesor de filosofía marxista que estudió en Moscú y que es profesor en el Instituto Superior de Arte de La Habana. Y es cuando empieza el período especial. Está el personaje de Peter, el americano, que es un radioaficionado americano que hace estudios e investigaciones sobre procesos de la NASA y tiene también sus conflictos con respecto a las investigaciones que está haciendo la NASA.
- ¿Para usted qué fue lo más difícil al rodar "Sergio & Sergei"?
Lo primero fue tener que hablar en ruso, aprenderme el idioma, el guion, estudiarmelo fuertemente para dominarlo y que eso estuviera digamos en una segunda naturaleza. Yo no podía estar pensando el idioma. Pero también estaba el entrenamiento de cuerdas porque teníamos que simular la ingravidez, todo el tiempo yo colgado de unos arneses. Se hizo en un estudio todo el tiempo, en Barcelona, donde se hizo una especie de réplica de la Mir, no absolutamente exacta, pero sí se hizo un estudio de la Mir y construyó un decorado muy parecido. Tenía que estar dialogando con cosas que no estaban, con personas que no estaban, y para mí eso era muy difícil como actor, y además dar la soledad escénica que tenía ese hombre ahí arriba y todos sus conflictos, eso fue lo más difícil como actor para hacer.
- ¿Cuando era niño no aprendió ruso en la escuela?
No. En el Superior de arte dimos unas clases de ruso, pero como era algo que prácticamente estaba como opción en el plan de estudios y yo sinceramente lo borré. Sé algo como "da", "niet" y "spasiba" y "harasho", y ya no sabía nada de ruso, nada, nada, absolutamente nada, ya lo había olvidado completamente. Como había olvidado mi carrera anterior, yo antes de estudiar el Superior de arte y graduarme como actor, fui piloto de la marina mercante. Tras haber dejado esa carrera yo no recordaba cómo ubicarme en la nave, en las coordenadas de las estrellas ni nada de eso porque lo había borrado completamente.
- Su film llega a Málaga después de haber pasado por varios festivales desde el año pasado.
Sí, la película tuvo su estreno en Toronto en septiembre, y fue muy triste porque nosotros estábamos invitados los dos actores y el director para el estreno, y el día antes nos cerraron el aeropuerto de La Habana porque empezó el Huracán Irma, y tuvimos que guardar los trajes y quedarnos esperando a ver qué pasaba. La película sé que tuvo muchos aplausos, ovaciones. El estreno real fue en el Festival de La Habana. Para mí fue impresionante la acogida del público en ese evento. Cogimos el Premio del público en el festival, hubo que hacer pases extra después. Después fuimos al Festival de Miami. Igual hubo que hacer pases extra de la película. Pensé que era porque contaba cosas familiares para la realidad cubana, y eso generaba simpatía y ese acercamiento con nosotros, pero es que después viajando al Festival de Toulouse con la película también cogimos el Premio del público, lo cual quiere decir que de alguna forma conecta la película con la sensibilidad independientemente digamos de la identidad cultural que tenga el espectador que la ve.
- ¿Cómo les fue en Miami, donde hay esa relación amor-odio hacia las películas cubanas?
Sí, yo pensé que realmente en el Festival de Miami le iban a echar en cara a la película que no hablara más cruelmente sobre el "Período Especial", pero es que la película no va de eso. Está ubicada en un contexto histórico que abarca el "Período Especial", pero es una película que va sobre la amistad, sobre el amor, sobre la solidaridad humana, sobre cómo tres personas de culturas diferentes, incluso de ideologías diferentes pueden unirse en un bien común como es salvar una vida. La película, sin embargo, fue muy bien acogida en Miami porque quizás de alguna forma la película se ríe, se burla un poco de lo que es la censura en la isla, la censura absurda, ese personaje que interpreta el actor Mario Guerra que digamos está como caricaturizado. El director se burla con ese personaje de lo que es algo tan absurdo y tal inútil como la censura.
- Una censura que sigue vigente en su país, donde recientemente hemos tenido noticias al respecto con un film independiente donde uno de los personajes critica a Martí...
Sí, la censura existe y me parece que es algo absurdo, una cosa que no aporta nada, que lejos de -digamos- proteger a un país, lo que hace es crear un ambiente, una atmósfera enrarecida que no tiene sentido ninguno porque la historia es la historia, y la historia tiene su devenir y va poniendo las cosas en su lugar. Censurar una película es darle a veces la connotación que no tendría si la estrenas. Ha pasado con varias películas en los últimos años que han sido censuradas en el Festival de La Habana, y después la gente las ha visto y se da cuenta de por qué se hace, por qué se pone. Se hace una censura que no tiene sentido, que no lleva a nada realmente, porque además hablan de realidades que existieron, y el director tiene derecho a tener su punto de vista sobre eso.
- En etapas históricas de transición, como el final del Franquismo en España o ahora en Cuba, en las que parece que hay una apertura pero nadie sabe muy bien hasta dónde se puede o no se puede llegar, los creadores están en una gran incertidumbre, ¿no?
Creo que en ese sentido el trabajo de los guionistas y los directores es complicado, porque también puede funcionar la autocensura... Trato de autocensurarme para que mi proyecto pueda salir adelante. Pero eso, está en juego la inteligencia del director, cómo puede jugar a eso. En el caso de películas que han están digamos comprometidas con la crítica, por llamarlo de alguna forma, o son más abiertas a la crítica, tienen un respeto, siempre y cuando tú hables de una situación respetando los puntos de vista creo que eso es muy válido. Por eso esta película "Sergio & Sergei" pasó la censura, porque a pesar de esto hay mucho respeto en la película hacia los puntos de vista diferentes de la gente.
- ¿Cómo sintió la acogida del público aquí en Málaga?
En la conferencia de prensa fue excelente la acogida, la prensa muy bien, las preguntas creo que aplaudieron la proyección de la película al final, cosa que es muy buen síntoma. Individualmente no sé cada periodista después la opinión que tendrá. Para mí lo importante es que la película se comunique con el público, que el público la vea y la disfrute, porque aunque tenga algunas claves de comedia, es una película profunda, ya que trata temas muy profundos y hay muchas metáforas sobre la realidad cubana.
- Ha hecho mucho cine últimamente, y en varios países...
Sí, bueno, el hecho de ser un actor que además tengo la ciudadanía española porque yo he vivido temporadas largas aquí en España también, me permite también hacer coproducciones con España. Eso económicamente ayuda y me ayuda también en mi carrera como actor. Este año pasado hice 5 películas, los 5 proyectos muy interesantes, muy diferentes. Me tiene muy ilusionado la participación en la película de Iciar Bollaín ("Yuli"), que hizo en La Habana ahora y tuve una escena muy importante, porque es el personaje mío que tiene una sola secuencia, pero una secuencia que ella me explicó que era muy importante en la película porque es una metáfora de la Revolución. En ella hay un recorrido que él hace por las escuelas de Arte con una delegación de arquitectos, y es una metáfora de lo que ha sido la Revolución. Para ella era muy importante contar eso desde las emociones.
- Su físico, "poco caribeño", blanco y con ojos claros, le debe ayudar a esa carrera internacional...
Sí, bueno claro sí, hay quien dice "ah, pero eso te va a salir muy bien, claro como tú pareces un ruso". Pero el solamente tener un físico tampoco es lo más importante...
- ¿Se puede decir que está usted en el mejor momento de su carrera?
Yo pienso que lo mejor siempre está por venir, no me puedo quejar realmente, no me puedo quejar. Creo que soy un actor privilegiado en el sentido de tener las posibilidades de vivir de mi carrera, de seleccionar proyectos, de poder hacer teatro, de poder hacer cine, buen teatro, buen cine, y eso en las condiciones actuales no siendo Hollywood, es como un regalo que te da la vida.
- A veces se habla del "Período Especial", época en que se desarrolla la película, como si fuese ya historia, pero la precariedad económica sigue muy presente en la vida diaria de los cubanos...
El período especial en muchos sentidos sigue, por supuesto que sigue. Hay cosas que no se han recuperado y formas de ver la vida que se mantienen todavía. Yo creo que estamos en un Período Especial todavía. No en la opción 0 que llegamos a estar en los 90, pero ha habido un detenimiento y ha habido una digamos mutilación de la calidad de vida que se ha sentido mucho, mucho, mucho.
- ¿Cómo están viviendo la situación actual ustedes los actores cubanos?
La opción de los actores cubanos es bastante complicada, está muy limitada, se hace muy poco cine realmente. La televisión está en unas condiciones de producción muy elementales, muy malas condiciones de trabajo, no hay buenos guiones. Yo incluso cuando el período especial hice series de televisión, no teniendo ni comida ni agua para tomar, que tenían una calidad superior a lo que se está haciendo ahora. Se ha perdido mucho la calidad. La televisión creo que ha perdido el rigor. Se ha perdido la referencia por lo anterior y es muy triste, porque nosotros que fuimos los que inventamos la telenovela, ya no sabemos hacer telenovelas. Tú no ves las telenovelas. Nosotros tenemos los lunes, miércoles y viernes la telenovela cubana, y los martes, jueves y sábado la novela brasileña. La diferencia es abismal y yo pienso que no es solamente económica. Lo mucho que se ha perdido ha sido en gran medida la forma de hacer la televisión, se ha perdido imaginación, se ha perdido rigor, sobre todo rigor a la hora de trabajar. En el teatro sí te encuentras en Cuba proyectos muy interesantes, muy, muy interesantes.
- ¿Y existen posibilidades de desarrollo de una industria audiovisual independiente?
El problema es que el cine independiente en Cuba es muy pobre. Es muy difícil que se haga un proyecto de verdad que pueda llegar a tener... porque al ser independiente si después no tienes una buena distribución, no tienes nada, te tienes que comer la película. Por eso siempre digo que nosotros estamos luchando porque en Cuba se pueda hacer la Ley de cine. Necesitamos una Ley de cine que nos permita a los cineastas y a la gente que quiera hacer cine, desarrollar nuestro propio cine. Eso lleva ya unos cuantos debates, unas cuantas reuniones, eso está en "stand by" ahora mismo y ojalá que podamos seguir insistiendo y que se haga una Ley de cine. Ahora mismo República Dominicana nos está robando todos los proyectos, porque tiene una Ley de cine favorable, con lo cual la gente va allí a invertir y eso se devuelve en algún sentido. Yo me pregunto por qué los cineastas cubanos no podemos aportar nuestro salario, lo que ganemos fuera de Cuba por ejemplo, invertirlo en un cine nacional y desarrollarlo nosotros y desarrollar el cine cubano, que en un momento fue muy referencial en América Latina.
- Con Obama hubo una mejora en las relaciones e intercambios con Estados Unidos y se rodaron películas y series estadounidenses en Cuba. Pero Trump parece haber dado muchos pasos atrás...
Yo tube la posibilidad de trabajar en la primera serie que se hizo allí, que fue "House of Lies", de la que se grabó el último capítulo de la última temporada allí en La Habana, y yo trabajé ahí en una secuencia. Ellos estaban fascinados con La Habana porque a pesar de que les tocó una etapa de mucha lluvia y condiciones climáticas desfavorables para el proyecto. Estaban maravillados con la ciudad, el equipo de trabajo de Cuba, y el director decía: "donde quiera que pongo la cámara, el plano es perfecto". Porque La Habana tiene una belleza en la decadencia, una belleza absoluta. Bueno, se ve también en la película de "Sergio & Sergei". Cuando lo de Obama se abrió una etapa de mucha ilusión, fue como que "Oh, por fin, vamos a empezar". Yo te confieso que fui cauto con la ilusión en ese sentido porque aún así el bloqueo está todavía establecido, por Ley todavía existe el bloqueo y mientras no se levante existen muchas leyes de un lado y de otro que no favorecen los acercamientos. Llega Donald Trump y lo que ha hecho es sembrar un miedo, un pánico... la gente no quiere venir a invertir a Cuba, sobre todo el cine, porque tiene miedo a represalias allí en EEUU, que existen realmente. De hecho el turismo ha vuelto a bajar otra vez porque en las agencias de viaje te dicen que allí (en Cuba) hay problemas de epidemias, que como no tienen consulado, ahora que cerraron la embajada, que solo han dejado un solo funcionario... Les dicen que después no van a tener garantías diplomáticas allí... No sé, es el miedo, creo que es una forma de controlar también. Una clara regresión, sí, sí, cuando yo pienso un año atrás ahora, hay mucha desilusión porque se ha paralizado también, Cuba también ha paralizado un poco la posibilidad digamos de la iniciativa privada. Siempre ha sido abrir, abrir, abrir y de buenas a primeras eso está paralizado también. Entonces, hay un bloqueo afuera pero también un autobloqueo, también tenemos nosotros que tratar por nosotros mismos de resolver la situación. Obama fue muy claro en el discurso cuando dio en La Habana que dijo "el problema de Cuba lo tienen que resolver ustedes".
- Este mes está prevista la renuncia de Raúl Castro como presidente del país, aunque seguirá al frente del Partido Comunista. ¿Cree que habrá algún cambio sustancial a partir de ese momento?
Bueno todavía no está el cambio, eso será ahora a finales de abril. Pero no hay cambio, hay una continuidad en el sentido de que el Partido Comunista sigue siendo el órgano rector de la política en Cuba, eso sigue y seguirá todavía.
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