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El documental del cubano Pavel Giroud "El caso Padilla" triunfó en la competencia Centroamericana y del Caribe de la undécima edición del Costa Rica Festival Internacional de Cine (CRFIC), finalizado el pasado martes. El film, estrenado en Sebastián el año pasado, fue elogiado por el jurado por su valentía, inteligencia y relevancia en el presente. Recibió un incentivo económico de 3 millones de colones (5500 dólares).

"Decidir la película ganadora al Mejor Largometraje de Centroamérica y el Caribe no fue tan difícil y estuvimos totalmente de acuerdo; creemos que es una película que ha valorado la capacidad de resignificar las filmaciones de archivo y darles un sentido actual que invita al espectador a una mirada informada y crítica de un país donde la censura y el control siguen vigentes. Por la libertad creativa y de expresión, el jurado considera que es un documental valiente, inteligente y oportuno para el momento presente, con todos estos antecedentes queremos premiar al documental 'El Caso Padilla', del director Pavel Giroud”, dijo la portavoz del jurado, Mariana Andrade.

El documental parte del hallazgo de la filmación de la retractación pública del poeta y escritor Heberto Padilla, en los primeros años 70, tras ser detenido e interrogado por la seguridad del Estado castrista, ante sus compañeros de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). "Pensé que era un hombre que la salida que encontró para salvar su pellejo fue ponerse en ese paredón moral al que lo sometieron, pero que todo el tiempo estaba mandando mensajes a sus compañeros, y que más de una vez ironizó mucho con lo que decía. Su 'performance' fue el colofón de la retractación de Padilla -que antes ya había hecho por escrito- como artista y como hombre", contó Giroud a NOTICINE.com.


 
Además, se otorgaron menciones honoríficas a la tica "Guián", de Nicole Chi, por su propuesta entrañable que aborda la memoria familiar desde la alegría, y a la boricua "La pecera", de la directora Glorimar Marrero, por su capacidad de revelar metafóricamente las distintas capas del dolor de la protagonista.

En la gala celebrada en el Cine Magaly de San José se entregó también el premio al Mejor Largometraje Costarricense a la directora Valentina Maurel por su película "Tengo sueños eléctricos", destacada por su propuesta estética ágil y sólida que explora las contradicciones de las relaciones parentales y las incertidumbres de la adolescencia. El galardón incluye igualmente una dotación económica de 3 millones de colones.

"Es un ciclo muy bonito que se cierra para la película, el valor de esto reside en la oportunidad que hay y que ofrece el Festival de Cine de potenciar la posibilidad de contar historias para todos los trabajadores del cine en Latinoamérica y en Centroamérica,  que no es tan fácil. Siento que la importancia de esto reside en que se pueda continuar este espacio y que tenga una larga vida para que todas esas historias puedan seguirse contando", dijo el actor Reinaldo Amién, miembre del elenco del film de Maurel.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue el homenaje a Marcela Zamora, una cineasta con una destacada trayectoria cinematográfica. "Agradecer al Costa Rica Festival Internacional de Cine por todo este esfuerzo titánico que han hecho, por mantener este espacio tan importante no solo para ustedes, sino para Centroamérica y para el mundo… siempre he creído que un país sin cine es como una familia que no tiene álbum de fotos y el CRFIC es el álbum de fotos más lindo que tiene Centroamérica", expresó Zamora, recibiendo efusivos aplausos.

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