Crítica: "El encuentro de Guayaquil", como una mala clase de historia
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Por Edurne Sarriegui
"El encuentro de Guayaquil" aprovecha la conmemoración de los doscientos años de la Independencia argentina para llegar a los cines. Coproducción argentino-colombiana, se basa en la obra teatral del historiador y político argentino Pacho O´Donnell. Está dirigida por Nicolás Capelli y su guion es compartido por el realizador y Álvaro Aróstegui. La película se centra en el encuentro que tuvo lugar en la ciudad de Guayaquil el día 26 de julio de 1822 entre dos de los libertadores latinoamericanos, José de San Martín y Simón Bolívar.
El libro recrea el contenido de la reunión que, si bien no fue secreta, tuvo lugar entre los dos generales en privado. A partir de ahí el film especula, sin arriesgar demasiado, cuál pudo ser el contenido de la conversación.
San Martín desde el sur y Bolívar desde el norte iban avanzando en el camino hasta la completa independencia de América del Sur. La finalización del proceso tendría lugar en Perú donde San Martín había proclamado la independencia del país pero no había conseguido la victoria sobre los realistas. Falto de recursos y sin recibir respuesta de los gobiernos de Buenos Aires ni de Santiago de Chile, se reúne con Bolívar para unir fuerzas y dar la batalla final que significaría la victoria definitiva sobre los españoles. Los temas tratados durante la reunión fueron más amplios, como está documentado, pero no aparecen en el film.
Cuenta con un extenso elenco. El argentino Pablo Echarri interpreta a José de San Martín y el colombiano Anderson Ballesteros a Simón Bolívar. Actúan también los argentinos Arturo Bonín, Luciano Castro, Juan Palomino, Rubén Stella, Mariela Vitale, Naiara Awada, Eva de Dominici, Miriam Lanzoni y la colombiana Natalia Morales.
La entrevista como ya dijimos es el eje del film. La larga conversación se interrumpe por diversos flashbacks que tratan de informar sobre el camino que llevó a los libertadores hasta ese momento. Pero no consigue ni poner en antecedentes al que desconoce la Historia ni aportar peso dramático a la historia que se está contando.
Es ésta una película con la intención autoproclamada de crear polémica. El revisionismo histórico -tan de moda- trata de desmitificar a los próceres. Los héroes de la independencia sudamericana son presentados en "El encuentro de Guayaquil" como hombres con limitaciones para conseguir recursos militares, doblegados por las enfermedades y acosados por contubernios políticos. También pone énfasis en su relación con las mujeres y las diversas amantes que pasaron por sus vidas. No parecen elementos suficientes como para realmente generar algún tipo de controversia.
"El encuentro de Guayaquil" es un film anodino que trata un tema histórico con bastante superficialidad. Resulta estático, tiene abundancia de diálogos engolados y no hace ningún aporte original a la gesta libertadora. Además, está sobreactuado y es aburrido como una mala clase de historia.
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"El encuentro de Guayaquil" aprovecha la conmemoración de los doscientos años de la Independencia argentina para llegar a los cines. Coproducción argentino-colombiana, se basa en la obra teatral del historiador y político argentino Pacho O´Donnell. Está dirigida por Nicolás Capelli y su guion es compartido por el realizador y Álvaro Aróstegui. La película se centra en el encuentro que tuvo lugar en la ciudad de Guayaquil el día 26 de julio de 1822 entre dos de los libertadores latinoamericanos, José de San Martín y Simón Bolívar.
El libro recrea el contenido de la reunión que, si bien no fue secreta, tuvo lugar entre los dos generales en privado. A partir de ahí el film especula, sin arriesgar demasiado, cuál pudo ser el contenido de la conversación.
San Martín desde el sur y Bolívar desde el norte iban avanzando en el camino hasta la completa independencia de América del Sur. La finalización del proceso tendría lugar en Perú donde San Martín había proclamado la independencia del país pero no había conseguido la victoria sobre los realistas. Falto de recursos y sin recibir respuesta de los gobiernos de Buenos Aires ni de Santiago de Chile, se reúne con Bolívar para unir fuerzas y dar la batalla final que significaría la victoria definitiva sobre los españoles. Los temas tratados durante la reunión fueron más amplios, como está documentado, pero no aparecen en el film.
Cuenta con un extenso elenco. El argentino Pablo Echarri interpreta a José de San Martín y el colombiano Anderson Ballesteros a Simón Bolívar. Actúan también los argentinos Arturo Bonín, Luciano Castro, Juan Palomino, Rubén Stella, Mariela Vitale, Naiara Awada, Eva de Dominici, Miriam Lanzoni y la colombiana Natalia Morales.
La entrevista como ya dijimos es el eje del film. La larga conversación se interrumpe por diversos flashbacks que tratan de informar sobre el camino que llevó a los libertadores hasta ese momento. Pero no consigue ni poner en antecedentes al que desconoce la Historia ni aportar peso dramático a la historia que se está contando.
Es ésta una película con la intención autoproclamada de crear polémica. El revisionismo histórico -tan de moda- trata de desmitificar a los próceres. Los héroes de la independencia sudamericana son presentados en "El encuentro de Guayaquil" como hombres con limitaciones para conseguir recursos militares, doblegados por las enfermedades y acosados por contubernios políticos. También pone énfasis en su relación con las mujeres y las diversas amantes que pasaron por sus vidas. No parecen elementos suficientes como para realmente generar algún tipo de controversia.
"El encuentro de Guayaquil" es un film anodino que trata un tema histórico con bastante superficialidad. Resulta estático, tiene abundancia de diálogos engolados y no hace ningún aporte original a la gesta libertadora. Además, está sobreactuado y es aburrido como una mala clase de historia.
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