Entrevista con Amat Escalante en Venecia: "Quien maltrata a su mujer es probable que en realidad sea homosexual"
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
Al mexicano nacido en España Amat Escalante en cierta forma le enorgullece que su cine no deje indiferente a nadie. Si la violencia implícita en su anterior cinta, "Heli", ya generó cierta polémica en Cannes, ahora, en un terreno novedoso para él, el de la Mostra de Venecia, "La región salvaje" vuelve a convertirle en protagonista de una de las controversias más importantes de esta 73 edición, al mezclar su habitual hiperrealismo social con una criatura extraterrestre que provoca placeres sexuales inimaginables... y deja algunos cadáveres en su camino. El también autor de "Los bastardos" y "Sangre" habló en exclusiva con NOTICINE.com sobre su nuevo trabajo.
- Imagino que a estas alturas no se sorprende de haber generado un impacto y cierta polémica...
Esta es mi cuarta película, así que de algún modo estoy acostumbrado al nacimiento de ellas (se refiere al estreno en festivales) y siempre es hermoso y duro, doloroso en muchas formas. Pero no espero exactamente nada, solo que le guste a la mayor parte de la gente, aunque sé que no va a gustar a todos porque es una película fuerte, con imágenes duras o más bien sexualmente duras. No es tan gráfica en ese sentido, pero trata mucho el tema de la sexualidad y, a veces, eso espanta más que la violencia, especialmente cuando haces un tipo de sexualidad no comercial, porque la que estamos acostumbrados a aceptar es la que está hecha para vender a las televisiones. En mi caso, es más una exploración honesta del ser humano y su relación con su sexualidad y el rechazo de la misma. De ahí surge la película.
- Es la primera vez que usted combina la fantasía de la ciencia-ficción con la denuncia social que acompaña habitualmente a su cine.
Me atraen las historias sociales y realistas. En esta película noté que la realidad no me daba respuestas satisfactorias o no encontraba ningún tipo de explicación real a las cosas que quería exponer como la homofobia, el maltrato a la mujer, etc... Esos elementos psicológicos también tienen que ver con la represión de uno mismo y terminan deformándose. En México, por ejemplo, ha habido desde siempre una epidemia de asesinatos a mujeres y uno se pregunta por qué. Yo no encontré una respuesta en la realidad, así que lo fui a buscar a un género en el cine, que es el terror, además de mi estilo que está ahí también.
- Su aportación a ese debate puede parecer atrevida: relaciona el machismo en México y la violencia doméstica con una homosexualidad masculina reprimida. ¿Lo considera arriesgado?
Esa podría ser mi teoría: cuando uno maltrata y denigra a la mujer es probable que aunque no lo sepas seas homosexual, porque hay un rechazo ahí. Es conflictivo, porque la sociedad dice que un hombre tiene que ser varonil y casarse con mujeres, aunque esto suena un poco anticuado aquí en Europa. Sentía que la película tal vez no se entendería al 100% en Europa, pero en otros países que están más retrasados en la liberación sexual de su gente, como los latinoamericanos, espero se entienda más.
- Bueno, y ¿cómo definiría la reacción del público aquí en Venecia?
Yo creo que sí se han sorprendido, no sé qué más predecir más allá. Es una película llena de imágenes sorprendentes y novedosas, porque creo que en el cine debemos buscar siempre formas nuevas y jugar con ellas. El cine es relativamente joven y no se ha movido tanto en la forma de contar historias, aunque sí en lo tecnológico. Quiero pensar que enfrentar esta película es un reto no solo para mí sino para el público.
- ¿Se reconoce usted en esa imagen de provocador con su cine?
Una película sirve siempre para provocar algo, pero no tiene que ser necesariamente provocativa. En mi caso al menos, no siento esta película así, sino una cierta honestidad entre el público y yo, eso es lo que quería cuidar. En ese sentido estoy contento con lo que hice y listo para enfrentarlo con el público. Ha habido muchas preguntas sobre qué significan las cosas en la película. Eso ya me lo esperaba, pero están justificadas. Hay mucha curiosidad por los elementos no reales de la película. Entre menos tenga que explicar mejor siento que la habré hecho.
- ¿Y usted mismo tiene claras las motivaciones o moralejas de sus historias?
No, porque no lo planeé así. Hago películas a través de imágenes y conceptos audiovisuales. Aunque no sea por escrito, me cuesta explicar ciertas cosas filosóficamente o conceptualmente, porque yo soy muy visual y mi explicación es muy visual en esta película también. Trato de responder lo mejor que puedo las preguntas pero no puedo dar respuestas reales, por decirlo así, son más bien anecdóticas. Igualmente, creo que las preguntas que me hacen son porque estoy ahí para responderlas, pero no me las hacen porque estén confundidos. Al menos esa es mi percepción a un día de su nacimiento (el estreno en Venecia), más adelante veré si es así o no.
- ¿Esta incursión en lo fantástico es ocasional o puede que la repita?
Para la próxima película no creo, ni siquiera tengo la idea aún. Pero no quisiera volver a abordarlo por el momento. Ahora mismo tengo la cabeza llena con este estreno y ya pensaré en qué viene luego.
- Muchos se sorprendieron de no encontrar a "La región salvaje" en Cannes, festival que le descubrió y en el que usted estrenó todas sus películas anteriores.
Tiene que ver con mi proceso creativo y sus tiempos. Estábamos terminando la película hace justo un año. Normalmente necesito un par de meses de descanso tras un rodaje tan extenso, ocho meses de edición y luego rodar escenas nuevas, que es lo que he hecho siempre. Pero no dio tiempo en este caso para tenerlo todo terminado y estrenar en mayo. Creo -por otro lado- que es interesante y sano buscar otras vías de exposición y lo importante es que quede bien la película, no en qué festival se vea primero.
- ¿Cuáles diría que son las diferencias entre ambos festivales?
Aquí en Venecia creo que es todo menos eufórico, más tranquilo. Se aprecia como director no sentir ese voraz ataque como sucede en Cannes. Son muy diferentes. No he podido ver las películas de aquí este año, pero siento que Alberto (Barbera), el director artístico del festival, tiene una gran sensibilidad artística y el lugar es muy bonito también.
- Una sensibilidad que hasta este año no ha sido demasiado notoria respecto del cine en español, iberoamericano...
Creo que la última película mexicana en competencia fue "Y tu mamá también", en 2002. Por tanto, es un honor venir con una película aquí. Han pasado muchos mexicanos con peliculas de Hollywood como "Birdman", "21 gramos" o "Gravedad", pero para exponer una película mexicana sí que me siento afortunado.
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- Imagino que a estas alturas no se sorprende de haber generado un impacto y cierta polémica...
Esta es mi cuarta película, así que de algún modo estoy acostumbrado al nacimiento de ellas (se refiere al estreno en festivales) y siempre es hermoso y duro, doloroso en muchas formas. Pero no espero exactamente nada, solo que le guste a la mayor parte de la gente, aunque sé que no va a gustar a todos porque es una película fuerte, con imágenes duras o más bien sexualmente duras. No es tan gráfica en ese sentido, pero trata mucho el tema de la sexualidad y, a veces, eso espanta más que la violencia, especialmente cuando haces un tipo de sexualidad no comercial, porque la que estamos acostumbrados a aceptar es la que está hecha para vender a las televisiones. En mi caso, es más una exploración honesta del ser humano y su relación con su sexualidad y el rechazo de la misma. De ahí surge la película.
- Es la primera vez que usted combina la fantasía de la ciencia-ficción con la denuncia social que acompaña habitualmente a su cine.
Me atraen las historias sociales y realistas. En esta película noté que la realidad no me daba respuestas satisfactorias o no encontraba ningún tipo de explicación real a las cosas que quería exponer como la homofobia, el maltrato a la mujer, etc... Esos elementos psicológicos también tienen que ver con la represión de uno mismo y terminan deformándose. En México, por ejemplo, ha habido desde siempre una epidemia de asesinatos a mujeres y uno se pregunta por qué. Yo no encontré una respuesta en la realidad, así que lo fui a buscar a un género en el cine, que es el terror, además de mi estilo que está ahí también.
- Su aportación a ese debate puede parecer atrevida: relaciona el machismo en México y la violencia doméstica con una homosexualidad masculina reprimida. ¿Lo considera arriesgado?
Esa podría ser mi teoría: cuando uno maltrata y denigra a la mujer es probable que aunque no lo sepas seas homosexual, porque hay un rechazo ahí. Es conflictivo, porque la sociedad dice que un hombre tiene que ser varonil y casarse con mujeres, aunque esto suena un poco anticuado aquí en Europa. Sentía que la película tal vez no se entendería al 100% en Europa, pero en otros países que están más retrasados en la liberación sexual de su gente, como los latinoamericanos, espero se entienda más.
- Bueno, y ¿cómo definiría la reacción del público aquí en Venecia?
Yo creo que sí se han sorprendido, no sé qué más predecir más allá. Es una película llena de imágenes sorprendentes y novedosas, porque creo que en el cine debemos buscar siempre formas nuevas y jugar con ellas. El cine es relativamente joven y no se ha movido tanto en la forma de contar historias, aunque sí en lo tecnológico. Quiero pensar que enfrentar esta película es un reto no solo para mí sino para el público.
- ¿Se reconoce usted en esa imagen de provocador con su cine?
Una película sirve siempre para provocar algo, pero no tiene que ser necesariamente provocativa. En mi caso al menos, no siento esta película así, sino una cierta honestidad entre el público y yo, eso es lo que quería cuidar. En ese sentido estoy contento con lo que hice y listo para enfrentarlo con el público. Ha habido muchas preguntas sobre qué significan las cosas en la película. Eso ya me lo esperaba, pero están justificadas. Hay mucha curiosidad por los elementos no reales de la película. Entre menos tenga que explicar mejor siento que la habré hecho.
- ¿Y usted mismo tiene claras las motivaciones o moralejas de sus historias?
No, porque no lo planeé así. Hago películas a través de imágenes y conceptos audiovisuales. Aunque no sea por escrito, me cuesta explicar ciertas cosas filosóficamente o conceptualmente, porque yo soy muy visual y mi explicación es muy visual en esta película también. Trato de responder lo mejor que puedo las preguntas pero no puedo dar respuestas reales, por decirlo así, son más bien anecdóticas. Igualmente, creo que las preguntas que me hacen son porque estoy ahí para responderlas, pero no me las hacen porque estén confundidos. Al menos esa es mi percepción a un día de su nacimiento (el estreno en Venecia), más adelante veré si es así o no.
- ¿Esta incursión en lo fantástico es ocasional o puede que la repita?
Para la próxima película no creo, ni siquiera tengo la idea aún. Pero no quisiera volver a abordarlo por el momento. Ahora mismo tengo la cabeza llena con este estreno y ya pensaré en qué viene luego.
- Muchos se sorprendieron de no encontrar a "La región salvaje" en Cannes, festival que le descubrió y en el que usted estrenó todas sus películas anteriores.
Tiene que ver con mi proceso creativo y sus tiempos. Estábamos terminando la película hace justo un año. Normalmente necesito un par de meses de descanso tras un rodaje tan extenso, ocho meses de edición y luego rodar escenas nuevas, que es lo que he hecho siempre. Pero no dio tiempo en este caso para tenerlo todo terminado y estrenar en mayo. Creo -por otro lado- que es interesante y sano buscar otras vías de exposición y lo importante es que quede bien la película, no en qué festival se vea primero.
- ¿Cuáles diría que son las diferencias entre ambos festivales?
Aquí en Venecia creo que es todo menos eufórico, más tranquilo. Se aprecia como director no sentir ese voraz ataque como sucede en Cannes. Son muy diferentes. No he podido ver las películas de aquí este año, pero siento que Alberto (Barbera), el director artístico del festival, tiene una gran sensibilidad artística y el lugar es muy bonito también.
- Una sensibilidad que hasta este año no ha sido demasiado notoria respecto del cine en español, iberoamericano...
Creo que la última película mexicana en competencia fue "Y tu mamá también", en 2002. Por tanto, es un honor venir con una película aquí. Han pasado muchos mexicanos con peliculas de Hollywood como "Birdman", "21 gramos" o "Gravedad", pero para exponer una película mexicana sí que me siento afortunado.
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