Daniel Hendler, en Málaga: "En política, el patetismo nos angustia pero también nos puede divertir"
- por © Jon Apaolaza (Málaga)-NOTICINE.com
El actor y cineasta uruguayo Daniel Hendler está en el Festival de Málaga por dos motivos principales, sendas películas, una de las cuales le tiene como coprotagonista -"El otro hermano", de Israel Adrián Caetano- y la otra como director, "El candidato". Ambas participan en la sección oficial del certamen malagueño, que por primera vez combina films españoles y latinoamericanos. NOTICINE.com habló en exclusiva con el cineasta e intérprete charrúa.
- ¿Cómo es su personaje en "El otro hermano"?
A mí me toca hacer el personaje de Cetarti, que es alguien con quien el espectador va a viajar, a sumergirse en esta historia oscura. Se trata de un personaje que fue despedido de un empleo público del que él se dejó despedir porque es un tipo que está siguiendo algún tipo de intuición, buscando una puerta abierta, alguna luz que lo dirija; es un personaje que tiene poco que perder y que arriesga para ver dónde puede haber mucho para ganar.
- Llega "El otro hermano" a este festival español pocos días antes de estrenarse en los cines argentinos. ¿Qué perspectivas tienen?
La película se está presentando en Argentina, al mismo tiempo que aquí en Málaga. Es una película esperada por mucha gente, ya que Adrián Caetano hacía mucho tiempo que no filmaba, y puedo asegurar que es un regreso contundente. Es una cinta que creo que es un golpe en el estómago que te deja sin aliento pero que después, cuando te recompones, es linda y profunda la sensación.
- ¿Cómo ha sido trabajar con Leo Sbaraglia y el resto del elenco?
El trabajo actoral en esta película fue muy exigente. Contar con compañeros como Leo (Sbaraglia), Ángela (Molina) o Alian (Devetac) fue fantástico porque básicamente la actuación es un juego de redes donde uno necesita confiar en el otro para lanzarse un poco al vacío y jugar un juego en conjunto, y tuve esa suerte de encontrarme con grandes compañeros en escenas que eran duras, bajo un sol tremendo -que es como se llama la novela que dio origen a esta adaptación- que nos abrasaba, nos hacía transpirar y aletargar nuestros pensamientos, pero había una alerta y una escucha grupal que fueron importantes también para poder hilar lo fino dentro de una historia tan fuerte.
- Hábleme de esta dicotomía entre sus dos vocaciones, director y actor. Aquí se tiene usted que poner esas dos caretas...
Es muy diferente la experiencia de dirigir y actuar, pero cuando me toca actuar me encanta entregarme a la dirección, olvidarme de que soy actor porque de alguna manera la actuación en cine exige desaprender un poco la técnica actoral para permitir que el director extraiga, robe algún momento vivo que nosotros permitimos de alguna manera que suceda. No somos nosotros los que estamos proyectando a la cámara, sino que es el director a través del montaje quien va a construir eso y a proyectarlo, y nosotros tenemos que estar ahí viviendo y construyendo verdad para que se nos robe a través de una ventanita. Para vivir esa experiencia creo que hay que someterse también un poco a la ignorancia de qué es lo que el director está buscando y simplemente escucharlo y escuchar a tus compañeros, así que en todo caso uno recurre al conocimiento del lenguaje cinematográfico para saber qué conviene en cada plano, pero es lindo esto de dejarse llevar.
- ¿Como ha sido la respuesta a "El otro hermano" aquí en Málaga?
Fue muy lindo reencontrarnos acá en Málaga con Ángela, y también con Leo, al que no veía hace un par de meses. Tengo la sensación de que fue muy buena la recepción acá en el pase de prensa. Es una película que exuda sensaciones fuertes. Cuando uno ve una película no necesariamente está queriendo vivir una experiencia tan oscura, pero a veces es bueno salirse de la rutina y de una mirada que a veces empieza a esquematizarse con este tipo de películas que te sacan de la butaca y te llevan a otra zona desconocida.
- Este es el primer año en que Málaga iguala en su competencia oficial a películas españolas y latinoamericanas. ¿Qué le parece?
Me parece muy saludable este cambio que ha tenido el Festival de Málaga de unir las secciones, como en un sólo cine, que es cine en español. Me parece acertada además la forma en la que convocan a través del cine en español porque es interesante cómo un mismo idioma puede reunir muchas culturas, y además vemos películas que no están dobladas, que están en su idioma original, y me parece algo muy sabio por parte de esta dirigencia haberlos unido y haber hecho este cambio en el Festival.
- ¿Qué significaría para ustedes un premio?
No tenemos ninguna expectativa en particular con la parte de la premiación, creo que eso es una política personal porque cada vez que esperé un premio no llegó y cuando no lo esperé llegó. Es mucho mejor no esperar siempre. En principio estar acá ya es un premio, y lo digo seriamente porque sé que hay muchísimas películas que se presentaron a este festival. Es una selección muy reducida y para mí ya es genial que la película esté acá seleccionada.
- Pero además usted participa con otra, "El candidato", que ha realizado, una parábola sobre los liderazgos populistas de tipos con dinero, algo que tiene un reflejo bastante evidente en la realidad...
"El candidato" es en efecto un película política, porque toda obra es política; cuente lo que cuente está tomando una posición política. Ésta en particular se podría definir como una comedia entrelazada con un thriller político donde hay algo de lo que está sucediendo en este momento en particular en nuestra región allá en Sudamérica, y también en todo el mundo, que tiene que ver con estos nuevos personajes un poco impresentables que requieren de técnica actoral para poder convencer al espectador de un discurso vacío, construido, muchas veces contradictorio, sobre todo con sus propias ideas, si es que existen, y que están arrasando porque llegan a la política para cubrir lo privado y lo público, que empiezan a entremezclarse, y estamos viviendo ahí varios peligros, así que sí, creo que la película de alguna manera refleja esto con preocupación y con humor, porque a veces el patetismo nos angustia pero también nos puede divertir.
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- ¿Cómo es su personaje en "El otro hermano"?
A mí me toca hacer el personaje de Cetarti, que es alguien con quien el espectador va a viajar, a sumergirse en esta historia oscura. Se trata de un personaje que fue despedido de un empleo público del que él se dejó despedir porque es un tipo que está siguiendo algún tipo de intuición, buscando una puerta abierta, alguna luz que lo dirija; es un personaje que tiene poco que perder y que arriesga para ver dónde puede haber mucho para ganar.
- Llega "El otro hermano" a este festival español pocos días antes de estrenarse en los cines argentinos. ¿Qué perspectivas tienen?
La película se está presentando en Argentina, al mismo tiempo que aquí en Málaga. Es una película esperada por mucha gente, ya que Adrián Caetano hacía mucho tiempo que no filmaba, y puedo asegurar que es un regreso contundente. Es una cinta que creo que es un golpe en el estómago que te deja sin aliento pero que después, cuando te recompones, es linda y profunda la sensación.
- ¿Cómo ha sido trabajar con Leo Sbaraglia y el resto del elenco?
El trabajo actoral en esta película fue muy exigente. Contar con compañeros como Leo (Sbaraglia), Ángela (Molina) o Alian (Devetac) fue fantástico porque básicamente la actuación es un juego de redes donde uno necesita confiar en el otro para lanzarse un poco al vacío y jugar un juego en conjunto, y tuve esa suerte de encontrarme con grandes compañeros en escenas que eran duras, bajo un sol tremendo -que es como se llama la novela que dio origen a esta adaptación- que nos abrasaba, nos hacía transpirar y aletargar nuestros pensamientos, pero había una alerta y una escucha grupal que fueron importantes también para poder hilar lo fino dentro de una historia tan fuerte.
- Hábleme de esta dicotomía entre sus dos vocaciones, director y actor. Aquí se tiene usted que poner esas dos caretas...
Es muy diferente la experiencia de dirigir y actuar, pero cuando me toca actuar me encanta entregarme a la dirección, olvidarme de que soy actor porque de alguna manera la actuación en cine exige desaprender un poco la técnica actoral para permitir que el director extraiga, robe algún momento vivo que nosotros permitimos de alguna manera que suceda. No somos nosotros los que estamos proyectando a la cámara, sino que es el director a través del montaje quien va a construir eso y a proyectarlo, y nosotros tenemos que estar ahí viviendo y construyendo verdad para que se nos robe a través de una ventanita. Para vivir esa experiencia creo que hay que someterse también un poco a la ignorancia de qué es lo que el director está buscando y simplemente escucharlo y escuchar a tus compañeros, así que en todo caso uno recurre al conocimiento del lenguaje cinematográfico para saber qué conviene en cada plano, pero es lindo esto de dejarse llevar.
- ¿Como ha sido la respuesta a "El otro hermano" aquí en Málaga?
Fue muy lindo reencontrarnos acá en Málaga con Ángela, y también con Leo, al que no veía hace un par de meses. Tengo la sensación de que fue muy buena la recepción acá en el pase de prensa. Es una película que exuda sensaciones fuertes. Cuando uno ve una película no necesariamente está queriendo vivir una experiencia tan oscura, pero a veces es bueno salirse de la rutina y de una mirada que a veces empieza a esquematizarse con este tipo de películas que te sacan de la butaca y te llevan a otra zona desconocida.
- Este es el primer año en que Málaga iguala en su competencia oficial a películas españolas y latinoamericanas. ¿Qué le parece?
Me parece muy saludable este cambio que ha tenido el Festival de Málaga de unir las secciones, como en un sólo cine, que es cine en español. Me parece acertada además la forma en la que convocan a través del cine en español porque es interesante cómo un mismo idioma puede reunir muchas culturas, y además vemos películas que no están dobladas, que están en su idioma original, y me parece algo muy sabio por parte de esta dirigencia haberlos unido y haber hecho este cambio en el Festival.
- ¿Qué significaría para ustedes un premio?
No tenemos ninguna expectativa en particular con la parte de la premiación, creo que eso es una política personal porque cada vez que esperé un premio no llegó y cuando no lo esperé llegó. Es mucho mejor no esperar siempre. En principio estar acá ya es un premio, y lo digo seriamente porque sé que hay muchísimas películas que se presentaron a este festival. Es una selección muy reducida y para mí ya es genial que la película esté acá seleccionada.
- Pero además usted participa con otra, "El candidato", que ha realizado, una parábola sobre los liderazgos populistas de tipos con dinero, algo que tiene un reflejo bastante evidente en la realidad...
"El candidato" es en efecto un película política, porque toda obra es política; cuente lo que cuente está tomando una posición política. Ésta en particular se podría definir como una comedia entrelazada con un thriller político donde hay algo de lo que está sucediendo en este momento en particular en nuestra región allá en Sudamérica, y también en todo el mundo, que tiene que ver con estos nuevos personajes un poco impresentables que requieren de técnica actoral para poder convencer al espectador de un discurso vacío, construido, muchas veces contradictorio, sobre todo con sus propias ideas, si es que existen, y que están arrasando porque llegan a la política para cubrir lo privado y lo público, que empiezan a entremezclarse, y estamos viviendo ahí varios peligros, así que sí, creo que la película de alguna manera refleja esto con preocupación y con humor, porque a veces el patetismo nos angustia pero también nos puede divertir.
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