Ariel Winograd, sin poder estrenar "Hoy se arregla el mundo": "Hay algo de guerra entre el streaming y el cine"

por © Noemí Romero Vera-NOTICINE.com
Ariel Winograd
Ariel Winograd
El director, productor y guionista de cine argentino Ariel Winograd ("Cara de queso", "El robo del siglo") ha hablado con el programa radial "Pasajera en Trance del estreno de su última película "Hoy se arregla el mundo". El film, pese a estar listo para los proyectores, ha sido víctima de las medidas anticovid y el segundo cierre se salas en el país austral. El autor de numerosos éxitos, el último "El robo del siglo" aboga por el cine en gran pantalla como un "espacio colectivo", además de recalcar sus reticencias frente a las plataformas: "Hay algo de guerra entre el streaming y el cine".

Winograd ha explicado que existen diferencias entre ambas formas de disfrutar del Séptimo Arte, y que hay algo de la guerra que mantienen el streaming y el cine que no tiene muy claro hacia dónde va: "Cuando uno va a ver una película al cine al otro día alguien la recomienda, y la película pasa a tener vida y cuando funciona sigue siendo tema durante semanas, sin embargo el streaming es más como esta semana hay que ver esta película en este día, y a la semana ya no se acuerda nadie, y para mí eso es una falta del conjunto, del decir, de lo colectivo".

Así, el argentino ha reivindicado la importancia de las salas y del cine en conjunto como un espacio "común" y un evento más cultural y también hablaba de no perder la esperanza con respecto a su reapertura y el volver a compartir la experiencia del cine todos juntos: "No hay que perder nunca la esperanza, no tengo dudas que todas esas cosas que en este momento no están sucediendo, como el cine, van a volver".

El director, que se encuentra a la espera de estrenar su último proyecto "Hoy se arregla el mundo", hoy en día se encuentra escribiendo. "Uno tiene que aprender a convivir con ello, y en mi caso por ejemplo aprendí a dirigir vía zoom, algo que era impensado", ha contado en la entrevista. Sobre su relación con el mundo digital, agregaba: "Aprender a montar una película vía Zoom con el montajista fue muy difícil por las conexiones a internet, pero se puedo hacer".

Según el director, con la pandemia, se han ralentizado los procesos de producción, algo que ha hecho que los proyectos puedan tener más tiempo para pensarse:  "Que un proyecto pueda tener un mayor tiempo de maduración siempre es mejor. En un guion no es lo mismo una primera versión que una cuarta. En ese sentido fue ganar tiempo para algunos proyectos, eso fue bueno", ha explicado Winograd con respecto al tiempo de reescritura y el proceso de elaboración de sus proyectos: "Hay que tratar de verle el lado positivo y hacerse más fuerte en un tiempo".

Además, manteniendo su visión positivista, el argentino ha contado que ya hay productoras en el país que están volviendo a filmar, proyectos que están empezando a ver la luz y otros que están empezando a gestarse, y que poco a poco la industria audiovisual está volviendo. "Todo -explicaba- nos va a llevar a que poco a poco pueda normalizarse la situación, en el buen sentido de la palabra, de que podamos salir ir al cine, al teatro, ir a ver un concierto…".

Winograd ha explicado que están "aguantando el estreno de su película "Hoy se arregla el mundo" para cuando se pueda volver a los cines. El director ha afirmado que "requiere un esfuerzo muy grande y complejo, y que espera a que haya una vuelta al cine tras la recuperación de la segunda ola de COVID-19 que actualmente enfrenta el país". El argentino ha alabado a su reparto Leonardo Sbaraglia, Charo López y concretamente a Benjamín Otero, un niño de 10 años, que según afirma "la rompe toda" en la cinta.

Escrito por Mariano Vera, la trama de la película gira en torno a David Samarás "el Griego", el productor general del talk show "Hoy se arregla el mundo", en el que se presenta a gente común con sus conflictos de pareja, amistad, trabajo, padres e hijos. El Griego nunca ha podido entablar un vínculo duradero, y el lazo más perdurable de su vida es su hijo de 9 años Benito, fruto de una relación ocasional. Más unidos por la obligación legal que por el afecto, siempre tiene la sensación de que Benito es alguien que sobra en su vida. Pero la historia cambia cuando en medio de una fuerte discusión con Silvina, la madre del chico, se entera de que Benito no es su hijo. Poco después de esta revelación, Silvina muere. El Griego decide contarle la verdad a Benito y a cambio este le pide que haga una última cosa por él, ayudarle a encontrar a su verdadero padre. El Griego acepta, y la búsqueda les lleva a una encrucijada mucho más grande que la que salieron a enfrentar.

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