El legado de Marianne Eyde y la necesidad de una cinemateca peruana

por © Víctor Delgado-NOTICINE.com
Marianne Eyde en dos momentos de su vida
Marianne Eyde en dos momentos de su vida
La reciente desaparición de la cineasta peruana Marianne Eyde ha servido como recordatorio de que el país andino carece de la cinemateca que se encargue de proteger el legado de los creadores del cine nacional. La suya fue una vida dedicada a hacer realidad una pasión con casi todo en contra.

Eyde, fallecida este mes, defendía la creación de una cinemateca nacional para poder conservar y estudiar todo el archivo audiovisual peruano. En su última entrevista concedida a El Comercio mencionó lo siguiente: "Estoy esperando la creación de la cinemateca para poder depositar las copias de mis películas y los documentos de investigación. Estoy esperando que se promulgue la ley para desocupar mis armarios". Aunque gran parte del cine se encuentre en la plataforma de Cineaparte y en los mercados, ella deseaba que el Estado las conservase también.

Siempre apostó por el cine social y político, en esta última entrevista habló sobre su cine de la siguiente manera: "Pasé de cortos costumbristas a cosas más antropológicas y socioeconómicas. Salvo "La carnada" (1999), mis historias siempre han estado más ligadas a las comunidades, a historias de organización, de lo colectivo". Aunque para ello tuvo que crear su propia productora porque: "Una mujer abordando temas de violencia, marginalidad y vida en el campo en el cine peruano de los 80… ¿Quién habría financiado algo así?". Siempre intentaba hacer lo que deseaba y esto lo demuestra. Luchaba por su cine y por sus intereses.

Gracias a la ley de 1972 que promovía la producción y exhibición de cine nacional comenzó a trabajar en el cine peruano. Aunque también era una época de censura por lo que los film debían pasar por la aprobación del gobierno y uno de los suyos, "Después me voy a mi tierra" fue prohibido. Mientras que "Los ronderos" si fue aprobada porque según la junta: "no iba a ir nadie a verla. Yo la estrené en Cajamarca, Chiclayo, Lima y otros lugares, y hubo más de medio millón de espectadores", mencionó en la entrevista.
 
También defendía el feminismo y a las mujeres trabajadoras de la industria: "Siempre hubo y hay mujeres empujando el cine. Por ejemplo, Nora de Izcue, María Ruiz, cuya preocupación por la parte técnica es impecable. También Pilar Roca, como productora... Y ahora hay magníficas profesionales. Muchas de ellas presentan sus trabajos en este festival, como Melina León, con "Canción sin nombre". Es una película a la que le tengo mucho interés" mencionó a El Comercio. Aunque era conocedora de que seguía siendo, en su mayoría, un espacio para hombres. Apostaba porque las mujeres contasen las historias y trabajasen como guionistas, realizadoras, que las mujeres estuviesen en todos los ámbitos del cine. Ellas debían empoderarse y hacerse más visibles en él. Ella como mujer era consciente de la problemática y por eso luchó por la causa.

Creó distintas películas importantes para su carrera como "La vida es una sola" o "Coca Mama". Buscaba una película y una producción cuidada, se tomaba su tiempo para crear los film.  "Creo que los realizadores deben tener el tiempo para revisar el guion, para preparar la película. Yo veo ahora que muchos viven apurados. La cosa debe digerirse" dijo en su última entrevista de 2019.

Marianne Eyde nació en Tonsberg, Noruega en el año 1949. Estudió Ciencias Políticas en Francia y en la Universidad de Lima, Ciencias de la Comunicación. Viajó a Perú en la década de los 70 en la que se quedó prendada del país. Después de estudiar comunicación se dedicó a crear cortos, medios y largometrajes para otras productoras hasta que creó la suya propia, Kusi Films, para poder hacer las películas que deseaba. Para la cineasta, el mayor logro de su vida según sus declaraciones en la entrevista fue: "haber logrado seguir produciendo, contra viento y marea".

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