Hablamos con José Miguel Ribiero, ganador del Quirino a mejor largo de animación
- por © Jon Apaolaza (La Laguna)-NOTICINE.com
"Nayola" es el drama de animación dirigido por José Miguel Ribiero reúne tres generaciones de mujeres durante la guerra civil de 25 años: Lelena (la abuela), Nayola (la hija) y Yara (la nieta). Mediante la animación y las voces angolanas, el director relató a NOTICINE.com que esta película nació con el objetivo de "sentir Angola, conocer Angola". El film obtuvo el pasado fin de semana en La Laguna, Tenerife, el Premio Quirino a mejor largo animado del año.
- ¿Qué es concretamente lo que le inspiró a la hora de realizar "Nayola"?
Mi padre combatió la guerra colonial de Guinea Bissau y cuando volvió descubrimos que todos aquellos padres volvían con la guerra a casa. Yo tenía cinco años y no entendía qué pasaba, solo ahora lo veo claro. Esa construcción que aprendí yo - que soy portugués - es que conozco esa historia desde la perspectiva portuguesa y ahora quiero ver la perspectiva angolana.
- ¿Tiene su película un ejemplo de lucha por la democracia?
La niña más pequeña de la familia está inspirada en una rapera angoleña. Lo que veo es una persona que está muy ligada a los derechos de las mujeres negras angoleñas y que esto es un ejemplo y una inspiración para todas las mujeres que pertenecen a una sociedad machista como aquí. Me inspira conocer personas así y saber que son angolanos.
- El tema de la guerra en Angola es bastante recurrente en el cine portugués y no solo en animación sino también en el cine de imagen real, ¿por qué cree que es más que otras excolonias portuguesas?
En mi caso ha hecho un film que cuenta la relación de la guerra de liberación de esos pueblos. Hay casi cuatro millones de personas que tienen contacto con casos muy próximos y han sido víctimas como mi padre que combatió en Guinea Bissau y yo lo veo todos los días. A veces creo que eso está en la sociedad portuguesa y que antes no se hablaba. Las primeras generaciones no han hablado mucho de eso y ahora son los hijos de esos soldados los que han empezado a replantearse ese momento trágico de la historia de Portugal. En un futuro no nos podemos separar de esa herencia histórica y tenemos que aprender a reconstruir la historia con esos países.
- ¿Cómo cree usted que podría venir una necesaria reconciliación?
Yo creo que la primera cosa es que los angolanos, los quinienses, los mozambiqueños… puedan contar también sus narrativas. En estos países los institutos de Cinema es muy difícil porque están en la construcción de su democracia y hay otras cosas urgentes que están construyendo. Si no fuera por los países europeos que ayudaron a esos autores no tendríamos muchos films que cuenten sus historias. Aunque la gente ya ha contado esas historias, no hay condiciones financieras.
- Entonces, usted se siente de alguna manera responsable de contar esa historia...
Claro que sí. Yo quiero descubrir la realidad, la verdad es siempre difícil de alcanzar y lo que veo ahora con mis ojos es que estamos muy lejos. Hay una narrativa de descubrimientos, de un pasado glorioso de las colonias portuguesas que continúa muy presente en la sociedad portuguesa.
- ¿Qué realidad cree que es la que nos están contando?
Es una narrativa ficcional y una realidad construida por oposición a las alianzas de los inmigrantes que pueden venir y que todo lo que pueda venir de esos países lo hacen mal. Es una construcción de control de la sociedad, de callar para que puedan hacer lo que quieren. Creo que lo importante contarlo para que los portugueses puedan conocer la verdad y decir que hicieron cosas brutales e incorrectas. También decir Angola no es solo hambre y sufrimiento o desastres naturales, también hay personas que todos los días van a trabajar para transformar el país en más democrático.
- ¿Qué es para usted lo más importante de poder contar este tipo de historias?
En Angola y Mozambique es complicado, ya que puedes quedar preso y desaparecer por lo que hay gente que inspira para defender las democracias y más en estos países donde las democracias están comenzando así construidas. Aquí tenemos democracias que pensamos que son más seguras.
- ¿Ha contemplado al realizar esta cinta que pueda verla un público que no sea ni portugués ni angolano?
Siempre tuve eso presente. Tenía más cosas pensadas como la intervención en Cuba, ya que a mí me parece que puedo no tener toda la información y me parece muy fuerte que envíen soldados para iniciar la independencia de esos países. Esa visión me parece mucho más humana y cierta que la versión capitalista de ayudar en las guerras.
- ¿Cuál ha sido la trayectoria de la película?
La mostramos por primera vez en Angola y la reacción ha sido muy buena. Los angolanos lo ven como un film angolano que los representa. Lo único que echan en falta es que la localización sea angolana. Se estrenó también en las salas de Portugal, lo que es bueno es un film para adultos, no es un espacio habitual en animación.
- ¿Hay alguna plataforma que se haya interesado por él?
Sí, tenemos a HBO que ya compró los derechos por Europa Central y en Portugal tenemos la NOS, que es un gran grupo que está haciendo la distribución para ponerlo en las plataformas.
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- ¿Qué es concretamente lo que le inspiró a la hora de realizar "Nayola"?
Mi padre combatió la guerra colonial de Guinea Bissau y cuando volvió descubrimos que todos aquellos padres volvían con la guerra a casa. Yo tenía cinco años y no entendía qué pasaba, solo ahora lo veo claro. Esa construcción que aprendí yo - que soy portugués - es que conozco esa historia desde la perspectiva portuguesa y ahora quiero ver la perspectiva angolana.
- ¿Tiene su película un ejemplo de lucha por la democracia?
La niña más pequeña de la familia está inspirada en una rapera angoleña. Lo que veo es una persona que está muy ligada a los derechos de las mujeres negras angoleñas y que esto es un ejemplo y una inspiración para todas las mujeres que pertenecen a una sociedad machista como aquí. Me inspira conocer personas así y saber que son angolanos.
- El tema de la guerra en Angola es bastante recurrente en el cine portugués y no solo en animación sino también en el cine de imagen real, ¿por qué cree que es más que otras excolonias portuguesas?
En mi caso ha hecho un film que cuenta la relación de la guerra de liberación de esos pueblos. Hay casi cuatro millones de personas que tienen contacto con casos muy próximos y han sido víctimas como mi padre que combatió en Guinea Bissau y yo lo veo todos los días. A veces creo que eso está en la sociedad portuguesa y que antes no se hablaba. Las primeras generaciones no han hablado mucho de eso y ahora son los hijos de esos soldados los que han empezado a replantearse ese momento trágico de la historia de Portugal. En un futuro no nos podemos separar de esa herencia histórica y tenemos que aprender a reconstruir la historia con esos países.
- ¿Cómo cree usted que podría venir una necesaria reconciliación?
Yo creo que la primera cosa es que los angolanos, los quinienses, los mozambiqueños… puedan contar también sus narrativas. En estos países los institutos de Cinema es muy difícil porque están en la construcción de su democracia y hay otras cosas urgentes que están construyendo. Si no fuera por los países europeos que ayudaron a esos autores no tendríamos muchos films que cuenten sus historias. Aunque la gente ya ha contado esas historias, no hay condiciones financieras.
- Entonces, usted se siente de alguna manera responsable de contar esa historia...
Claro que sí. Yo quiero descubrir la realidad, la verdad es siempre difícil de alcanzar y lo que veo ahora con mis ojos es que estamos muy lejos. Hay una narrativa de descubrimientos, de un pasado glorioso de las colonias portuguesas que continúa muy presente en la sociedad portuguesa.
- ¿Qué realidad cree que es la que nos están contando?
Es una narrativa ficcional y una realidad construida por oposición a las alianzas de los inmigrantes que pueden venir y que todo lo que pueda venir de esos países lo hacen mal. Es una construcción de control de la sociedad, de callar para que puedan hacer lo que quieren. Creo que lo importante contarlo para que los portugueses puedan conocer la verdad y decir que hicieron cosas brutales e incorrectas. También decir Angola no es solo hambre y sufrimiento o desastres naturales, también hay personas que todos los días van a trabajar para transformar el país en más democrático.
- ¿Qué es para usted lo más importante de poder contar este tipo de historias?
En Angola y Mozambique es complicado, ya que puedes quedar preso y desaparecer por lo que hay gente que inspira para defender las democracias y más en estos países donde las democracias están comenzando así construidas. Aquí tenemos democracias que pensamos que son más seguras.
- ¿Ha contemplado al realizar esta cinta que pueda verla un público que no sea ni portugués ni angolano?
Siempre tuve eso presente. Tenía más cosas pensadas como la intervención en Cuba, ya que a mí me parece que puedo no tener toda la información y me parece muy fuerte que envíen soldados para iniciar la independencia de esos países. Esa visión me parece mucho más humana y cierta que la versión capitalista de ayudar en las guerras.
- ¿Cuál ha sido la trayectoria de la película?
La mostramos por primera vez en Angola y la reacción ha sido muy buena. Los angolanos lo ven como un film angolano que los representa. Lo único que echan en falta es que la localización sea angolana. Se estrenó también en las salas de Portugal, lo que es bueno es un film para adultos, no es un espacio habitual en animación.
- ¿Hay alguna plataforma que se haya interesado por él?
Sí, tenemos a HBO que ya compró los derechos por Europa Central y en Portugal tenemos la NOS, que es un gran grupo que está haciendo la distribución para ponerlo en las plataformas.
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