Oscars y Márketing
- por © Ariel Vinocur-NOTICINE.com
28-III-01Detrás de una Julia Roberts emocionada por su premio ganado, se esconde el productor con una sonrisa de oreja a oreja. Si "Erin Brockovich" fue un buen negocio en el momento de su estreno, ahora, con un Oscar a cuestas, tiene que serlo aún más. Es claro que gracias al óscar, se abre para la película de Scott, una segunda carrera comercial.Con mucha razón el Oscar se ha transformado en uno de los eventos más vistos del mundo, a la par de los mundiales de fútbol y las olimpíadas. Esos millones de televidentes constituyen la audiencia perfecta para las películas americanas. El Oscar significa publicidad gratis para los films concursantes, para los actores, directores y la poderosa industria toda. Ni siquiera Internet ofrece la oportunidad de entrar en contacto con aquellos miles y miles de potenciales espectadores de una película al mismo tiempo y con costos nulos.
Es cierto que para estar en la entrega de premios, hay que estar nominado. Por ello, los productores se "matan" contratando actores o directores ya premiados. No es casual que últimamente todas las películas de cierta calidad anuncien en sus tráilers "... Protagonizada por el Ganador del Oscar ...."..Se trata entonces, de generar ese elemento diferenciador que hace que un título sea más recordado por el espectador, al momento en que éste decida ir al cine. Pensemos también que los premios óscar funcionan como un efecto "palanca", porque literalmente apalancan o catapultan películas; muchas de ellas de desconocida procedencia o con pocas posibilidades de distribución mundial. Es el caso del rubro "Mejor película extranjera": aquellas cinco películas, de las que dos o tres vienen de cinematografías periféricas, ven multiplicada su convocatoria de potenciales distribuidores hayan ganado o no el premio de la Academia. De allí, su exhibición internacional está asegurada, al igual que la rentabilidad y ganancia para el productor.
Estos efectos también suceden con los actores y técnicos, que son virtualmente puestos en la primera plana de los medios del mundo. Si ganan premios, su reposicionamiento como "actores de calidad o serios" es inmediata, al igual que su salario y la multiplicación de las ofertas de trabajo. Pensemos en el ascendente Russel Crowe o en Benicio del Toro: seguramente los veremos hasta en la sopa, por los próximos dos años.
Es cierto que para estar en la entrega de premios, hay que estar nominado. Por ello, los productores se "matan" contratando actores o directores ya premiados. No es casual que últimamente todas las películas de cierta calidad anuncien en sus tráilers "... Protagonizada por el Ganador del Oscar ...."..Se trata entonces, de generar ese elemento diferenciador que hace que un título sea más recordado por el espectador, al momento en que éste decida ir al cine. Pensemos también que los premios óscar funcionan como un efecto "palanca", porque literalmente apalancan o catapultan películas; muchas de ellas de desconocida procedencia o con pocas posibilidades de distribución mundial. Es el caso del rubro "Mejor película extranjera": aquellas cinco películas, de las que dos o tres vienen de cinematografías periféricas, ven multiplicada su convocatoria de potenciales distribuidores hayan ganado o no el premio de la Academia. De allí, su exhibición internacional está asegurada, al igual que la rentabilidad y ganancia para el productor.
Estos efectos también suceden con los actores y técnicos, que son virtualmente puestos en la primera plana de los medios del mundo. Si ganan premios, su reposicionamiento como "actores de calidad o serios" es inmediata, al igual que su salario y la multiplicación de las ofertas de trabajo. Pensemos en el ascendente Russel Crowe o en Benicio del Toro: seguramente los veremos hasta en la sopa, por los próximos dos años.