Crítica: "Kiki, el amor se hace", tolerancia y diversidad

por © NOTICINE.com
Paco León y Ana Katz, en ''Kiki''
Por Verónica Orea  

Paco León vuelve a presentarse ejerciendo como director, por tercera vez, y, además, interpretando en “Kiki, el amor se hace” (2016). El actor y director sevillano ha conseguido reunir a un gran elenco de actores de completa actualidad como Natalia de Molina, que ganó su segundo Goya con “Techo y comida”, o Belén Cuesta (“Ocho apellidos catalanes”), cuyo trabajo en cine y televisión ha despegado a gran velocidad. Candela Peña (“Ayer no termina nunca”), Mari Paz Sayago, con quien León trabajó en “Carmina o revienta” y “Carmina y amén”, junto a Alexandra Jiménez (“Los miércoles no existen”) forman los pilares de las diferentes parejas sobre las que gira esta película. El reparto queda completado por Álex García (“La Novia”), la actriz argentina Ana Katz (“Mi Amiga del Parque”), Luís Callejo (“Palmeras en la Nieve”), Luís Bermejo (“Magical Girl”) y David Mora (“Gernika”).

Durante un caluroso verano en Madrid, cinco parejas con curiosas filias sexuales deberán encontrar la manera de incluirlas en sus respectivas relaciones. Dacrifilia o excitarse con el llanto, elifilia y obsesión por determinados tejidos y harpaxofilia o atracción a ser robado con violencia son algunas de las filias a la que los personajes deberán enfrentarse. Paco León presenta historias independientes: la de una mujer inválida que no deja que su marido le roce, tratada de una manera más oscura aunque siempre dentro de la comedia, una joven incapaz de encontrar pareja, un matrimonio que busca tener un hijo pero en el que la mujer no consigue disfrutar en la cama, una pareja a la que una tercera persona le pondrá todo del revés y una pareja de jóvenes que intentarán superar una curiosa filia sexual. Todos deberán romper tabúes y aceptar sus manías sexuales.  

Con “Kiki, el amor se hace”, Paco León ha conseguido entrelazar perfectamente diferentes historias totalmente independientes entre sí. El humor inteligente es un pilar fundamental de la comedia que el director ha empleado como un medio para contar historias y no como el fin de esas historias protagonizadas por personajes muy cotidianos.  Aunque todos los actores se mueven perfectamente en la comedia es necesario destacar el trabajo de Belén Cuesta que, desde el primer momento, se hace con el público.

Paco León ha conseguido crear una película entretenida, divertida e ingeniosa con la que hacer abrir la mente porque, finalmente, es lo que pretende transmitir: la libertad sexual alejada de tabúes y prejuicios. Se trata de disfrutar de estas historias y de una realidad de una manera muy cómica sin preocupación alguna.


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