Crítica: "Mi panadería en Brooklyn", una historia insulsa
- por © NOTICINE.com
Por Verónica Orea
"Mi panadería en Brooklyn / My Bakery in Brooklyn" (2016) es la nueva película del director español Gustavo Ron, una co-producción entre España y Estados Unidos que se estrenará este viernes en los cines españoles. Gustavo Ron centra la historia en la panadería que dos primas deberán sacar adelante cuando su tía fallezca.
La cinta es una comedia romántica protagonizada por Aimee Teegarden ("Scream 4"), Krysta Rodriguez ("How I met your dad") y la presencia de los actores españoles Blanca Suárez, Aitor Luna y Enrique Arce. Todo comienza cuando Vivien (Teegarden) y Chloe (Rodriguez) acaban de heredar la panadería de su tía en Williamsburg, el barrio más hípster de Nueva York, pero ambas tendrán una visión diferente para el negocio. Mientras la primera se siente en la obligación de que nada cambie, la segunda intentará dar un nuevo aire al local creando un conflicto entre ambas. Todo se enreda cuando descubren que el local tiene una gran deuda con el banco que deberán subsanar si quieren mantener la panadería. Blanca Suárez da vida a la amiga a la que las protagonistas recurren para dar ese lavado de cara que pretenden para el local, mientras que Aitor Luna interpreta a un cocinero español, seductor y arrogante, que tiene su propio programa de televisión y que vive una aventura con una de las protagonistas.
Por un lado, "Mi panadería en Brooklyn" es una comedia romántica a la que la etiqueta de "comedia" no le es muy acertada, pues no aporta nada de humor, a excepción del personaje al que da vida Enrique Arce, que es el que proporciona esos puntos con el que sacar la sonrisa al espectador, y además, el guión resulta poco atractivo. Por otro lado, la historia paralela que vive el personaje de Blanca Suárez con Ian, interpretado por Griffin Newman, resulta del todo extraña y fuera de contexto.
En definitiva, la cinta de Gustavo Ron es un producto muy ligero que no aporta nada nuevo a lo ya conocido, con unos personajes que parecen no tener mayores conflictos que los presentados al público, pero que para evadirse durante un tiempo cumple con su cometido.
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"Mi panadería en Brooklyn / My Bakery in Brooklyn" (2016) es la nueva película del director español Gustavo Ron, una co-producción entre España y Estados Unidos que se estrenará este viernes en los cines españoles. Gustavo Ron centra la historia en la panadería que dos primas deberán sacar adelante cuando su tía fallezca.
La cinta es una comedia romántica protagonizada por Aimee Teegarden ("Scream 4"), Krysta Rodriguez ("How I met your dad") y la presencia de los actores españoles Blanca Suárez, Aitor Luna y Enrique Arce. Todo comienza cuando Vivien (Teegarden) y Chloe (Rodriguez) acaban de heredar la panadería de su tía en Williamsburg, el barrio más hípster de Nueva York, pero ambas tendrán una visión diferente para el negocio. Mientras la primera se siente en la obligación de que nada cambie, la segunda intentará dar un nuevo aire al local creando un conflicto entre ambas. Todo se enreda cuando descubren que el local tiene una gran deuda con el banco que deberán subsanar si quieren mantener la panadería. Blanca Suárez da vida a la amiga a la que las protagonistas recurren para dar ese lavado de cara que pretenden para el local, mientras que Aitor Luna interpreta a un cocinero español, seductor y arrogante, que tiene su propio programa de televisión y que vive una aventura con una de las protagonistas.
Por un lado, "Mi panadería en Brooklyn" es una comedia romántica a la que la etiqueta de "comedia" no le es muy acertada, pues no aporta nada de humor, a excepción del personaje al que da vida Enrique Arce, que es el que proporciona esos puntos con el que sacar la sonrisa al espectador, y además, el guión resulta poco atractivo. Por otro lado, la historia paralela que vive el personaje de Blanca Suárez con Ian, interpretado por Griffin Newman, resulta del todo extraña y fuera de contexto.
En definitiva, la cinta de Gustavo Ron es un producto muy ligero que no aporta nada nuevo a lo ya conocido, con unos personajes que parecen no tener mayores conflictos que los presentados al público, pero que para evadirse durante un tiempo cumple con su cometido.
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