Crítica: "Almamula", Juan Sebastián Torales en búsqueda de la identidad sexual
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Por Juan Pablo Russo
Fusionando elementos de la realidad y la fantasía, el cineasta argentino Juan Sebastián Torales nos sumerge en un mundo donde el dolor y la esperanza convergen. "Almamula" (2023) se despliega como un relato que aborda temas de identidad sexual, superstición y misticismo religioso.
En la época de la colonización, la Iglesia, representada por la Santa Inquisición, dio origen a una leyenda con el propósito de controlar la sexualidad. Impactados por la libertad con la que los indígenas en Sudamérica vivían su sexualidad, los responsables religiosos crearon una figura monstruosa. Su propósito era doble: imponer castigos y, al mismo tiempo, forjar un mito que evitara la continuidad de tales prácticas, todo esto en aras de la moral eclesiástica.
La historia de "Almamula" gira alrededor de Nino (Nicolás Díaz), un niño de 12 años procedente de la ciudad argentina de Santiago del Estero. La vida de Nino da un giro devastador cuando se convierte en víctima de agresión debido a su orientación sexual. Con el fin de proteger a su hijo, el padre de Nino toma la decisión de mudarse junto a su familia a una zona rural, en un intento por dejar atrás las sombras de la intolerancia.
Es en esta nueva vida que Nino se encuentra con la leyenda del Almamula. La historia toma una dimensión sobrenatural a medida que Nino se sumerge en la fascinante mitología de su entorno, llevándolo a confrontar sus propios miedos y traumas.
Torales explora la dualidad de una sociedad influenciada tanto por la preservación de tradiciones y creencias supersticiosas como por las tensiones que emergen entre diferentes estratos sociales. En esta exploración, demuestra una habilidad excepcional para entrelazar lo tangible con lo místico, fusionando lo oscuro y lo esperanzador en una historia cautivadora y matizada.
"Almamula", por su parte, despliega una trama de profundo calado, cargada de significado y resonancia, con el propósito fundamental de empoderar a aquellos que luchan por expresar su autenticidad en un mundo que en ocasiones puede parecer hostil. A través de una narrativa sin concesiones, Torales invita a reflexionar sobre la capacidad de resistencia humana y la esperanza en la transformación personal, incluso cuando las circunstancias parecen desafiantes.
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Fusionando elementos de la realidad y la fantasía, el cineasta argentino Juan Sebastián Torales nos sumerge en un mundo donde el dolor y la esperanza convergen. "Almamula" (2023) se despliega como un relato que aborda temas de identidad sexual, superstición y misticismo religioso.
En la época de la colonización, la Iglesia, representada por la Santa Inquisición, dio origen a una leyenda con el propósito de controlar la sexualidad. Impactados por la libertad con la que los indígenas en Sudamérica vivían su sexualidad, los responsables religiosos crearon una figura monstruosa. Su propósito era doble: imponer castigos y, al mismo tiempo, forjar un mito que evitara la continuidad de tales prácticas, todo esto en aras de la moral eclesiástica.
La historia de "Almamula" gira alrededor de Nino (Nicolás Díaz), un niño de 12 años procedente de la ciudad argentina de Santiago del Estero. La vida de Nino da un giro devastador cuando se convierte en víctima de agresión debido a su orientación sexual. Con el fin de proteger a su hijo, el padre de Nino toma la decisión de mudarse junto a su familia a una zona rural, en un intento por dejar atrás las sombras de la intolerancia.
Es en esta nueva vida que Nino se encuentra con la leyenda del Almamula. La historia toma una dimensión sobrenatural a medida que Nino se sumerge en la fascinante mitología de su entorno, llevándolo a confrontar sus propios miedos y traumas.
Torales explora la dualidad de una sociedad influenciada tanto por la preservación de tradiciones y creencias supersticiosas como por las tensiones que emergen entre diferentes estratos sociales. En esta exploración, demuestra una habilidad excepcional para entrelazar lo tangible con lo místico, fusionando lo oscuro y lo esperanzador en una historia cautivadora y matizada.
"Almamula", por su parte, despliega una trama de profundo calado, cargada de significado y resonancia, con el propósito fundamental de empoderar a aquellos que luchan por expresar su autenticidad en un mundo que en ocasiones puede parecer hostil. A través de una narrativa sin concesiones, Torales invita a reflexionar sobre la capacidad de resistencia humana y la esperanza en la transformación personal, incluso cuando las circunstancias parecen desafiantes.
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