Crítica: "Puntos suspensivos", un entretenido juego de egos y sorpresas

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Peretti y Coronado, en "Puntos suspensivos"
Peretti y Coronado, en "Puntos suspensivos"
Por Adolfo Morales     

La española "Puntos suspensivos" ha llegado a los cines de la mano del director y guionista David Marqués tras su preestreno en el Festival de Málaga. La historia aborda elementos clásicos de un thriller psicológico, llevándose a cabo en un aislado chalet extremeño donde se alternan cuchillos, veneno y estrangulamientos. Sin embargo, la trama dividida en varios capítulos de orden aleatorio hace que la historia sea aún más ingeniosa, retorcida y teatral.

La película nos cuenta la historia de Leo (Diego Peretti), un escritor de novelas de misterio, las cuales firma bajo el seudónimo de Cameron Graves. Tratando de continuar con su carrera literaria mientras escribe su nueva obra, se encontrará de frente con una historia tanto despiadada como real al reencontrarse con Jota (Jose Coronado), quién apareció en su chalet sin previo aviso afirmando ser periodista y gran admirador. Victoria (Cecilia Suárez), agente de Leo, y Adriana (Georgina Amorós), su amante, también se verán involucradas en todas las mentiras y traiciones que nacen del duelo de los dos protagonistas. Ningún personaje acaba siendo lo que empezó siendo al comienzo de la película, y cada una de las tramas esconde una piadosa mentira, llegando así al siguiente punto destacable.

Un recurso muy recurrente en esta película es el abuso de giros dramáticos, pues podemos ver uno cada quince o veinte minutos. Sin embargo, cada uno de ellos está pensado al milímetro para que la historia tenga sentido en sí misma a pesar de no contarse de forma cronológica. Es por ello por lo que al principio puede resultar bastante difícil de entender, pues pasan muchas cosas en muy poco tiempo, y en un tiempo que, secuencialmente, está desordenado para despertar más emoción en el espectador. Por ello, además de una película, podemos considerar esta obra como un juego, un puzzle, y contar la historia de manera lineal le habría quitado absolutamente la gracia.



La película arranca con una potente introducción que poco a poco va a hacernos ver que nada es lo que parece. Todo lo que entra por nuestros ojos y nuestros oídos durante la hora y media de película puede ser tomado como cierto y acabar siendo todo lo contrario, y eso lo que hace que te quedes pegado en la butaca del cine hasta descubrir la verdad del argumento. Además, toda la película ocurre en un mismo lugar, el chalé del protagonista, y llevar todo el misterio a un único terreno refuerza esa sensación de incógnita y vulnerabilidad ante lo que está ocurriendo.

En cuanto al final de la cinta, es sorprendente, pero no sale del tópico de cualquier película de suspense. A pesar de ello, la narración tan inquietante, las actuaciones tan espléndidas y el montaje tan extravagante hacen que el cambio de trama constante apenas se note, manteniéndose original dentro de una historia de difícil equilibrio.

Sin duda, "Puntos suspensivos" es una gran carta de amor hacia el cine clásico de suspense que, a pesar de contar con numerosos giros de guión que van sucediendo uno tras otro, el film se sostiene sobre una base dramática bastante armónica y proporcionada. Por ello, esta película funciona como una montaña rusa de emociones que va a conseguir que sigas pensando en ella una vez hayas salido de la sala de cine. Peretti, Coronado, Amorós y Suárez nos brindan unas actuaciones maravillosas que sostienen todo el peso de un trama en torno a los egos, las envidias, las traiciones y los secretos, en un film que, probablemente, se convertirá en un referente dentro del cine de suspense español.

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