Crítica: "Adiós Madrid", tiempo de reconciliación
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Por Celia Santos
Ya se ha estrenado "Adiós Madrid", la nueva película dirigida por Diego Corsini ("Pasaje de vida") y protagonizada por Luciano Cáceres ("El hijo"), Javier Godino ("El secreto de sus ojos"), Fariba Sheikhan ("La Unidad") y Mónica Solaun.
La cinta, coproducida por Argentina y España, que se postula como un drama, sigue a Ramiro (Cáceres), un argentino que viaja a Madrid para decidir sobre la vida o la muerte de su padre, con el que lleva más de 30 años sin hablar, y que está en coma. En Madrid, Ramiro se encuentra por casualidad con los alumnos de la escuela de teatro de su padre, Edgardo, quienes lo guiarán a explorar la vida nocturna de la ciudad y a descubrir los lugares que este solía frecuentar.
En "Adiós Madrid" el duelo por una pérdida ocupa un papel fundamental. Sin embargo, este se explora desde una perspectiva diferente, puesto que las personas que sentían admiración por Edgardo (sus alumnos y su pareja, Ignacio) atraviesan el duelo cuando este aún está vivo. La manera de abordar la figura de Edgardo también demuestra mucha sensibilidad y profundidad emocional, ya que permite que el espectador empatice tanto con Ramiro, que odia a su padre por haberlo abandonado cuando era un niño, como con sus alumnos, quienes sienten fascinación por el que consideran su mentor.
La evolución de la trama, que se desarrolla en una sola noche, se plantea como un viaje a través del cual Ramiro descubre que Edgardo, quien no se ha comportado como un padre para él, sí lo ha sido para sus alumnos. Vemos como, poco a poco, esa coraza que lleva a Ramiro a renegar de su padre se va rompiendo, hasta que entiende que Edgardo intentó recuperar la relación con él, aunque en vano. De esta manera, Corsini consigue crear el hilo narrativo perfecto que permite que la última escena de la película sea una escena conmovedora de perdón y reconciliación, aunque quizás llegue demasiado tarde.
Además de los momentos dramáticos e incluso de tensión entre Ramiro y Julio (Godino), uno de los alumnos de la escuela de teatro, la película también incluye toques de humor, que llevan al espectador a sentirse parte de esa noche madrileña caracterizada por la diversión y la celebración. Esta frescura crea una sinergia con el duelo, la pérdida y la rabia que conviven en el interior de Ramiro.
Gran parte de la trama transcurre durante una sola noche, algo que puede presentar ciertas limitaciones ya que puede dificultar el desarrollo de los personajes o incluso hacer la película algo lenta debido a la ausencia de cambios temporales. No obstante, estos momentos de lentitud resultan necesarios para dar respiro a la trama con el objetivo de equilibrar la intensidad de los planos con múltiples personajes y luces de colores (en la discoteca), que, de otro modo, podrían llegar a resultar visualmente sobrecargados.
Más allá de su argumento, "Adiós Madrid" cuenta con interpretaciones destacadas por parte de Javier Godino y Luciano Cáceres. Ambos actores comparten escenas de tensión que son fundamentales para completar la historia y para que Ramiro comprenda que Edgardo trató de reencontrarse con él, algo que estará muy presente en el desenlace de la cinta. Tanto Godino como Cáceres han demostrado a través de "Adiós Madrid" su versatilidad al dar vida a dos personajes que transitan desde momentos de felicidad eufórica hasta escenas de confrontación entre ellos y con la dura realidad que refleja el film.
Con todo, "Adiós Madrid" es una película que acerca al espectador a un drama humano, en el que la pérdida, el duelo y la reconciliación se entrelazan para crear una cinta que invita al público a reflexionar sobre las relaciones personales y sobre la importancia del perdón. Las interpretaciones de Godino y Cáceres y la forma de mostrar la ciudad de Madrid, no desde el punto de vista turístico sino desde una perspectiva real, aportan frescura y autenticidad a la película, con una visión más humana de la ciudad.
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Ya se ha estrenado "Adiós Madrid", la nueva película dirigida por Diego Corsini ("Pasaje de vida") y protagonizada por Luciano Cáceres ("El hijo"), Javier Godino ("El secreto de sus ojos"), Fariba Sheikhan ("La Unidad") y Mónica Solaun.
La cinta, coproducida por Argentina y España, que se postula como un drama, sigue a Ramiro (Cáceres), un argentino que viaja a Madrid para decidir sobre la vida o la muerte de su padre, con el que lleva más de 30 años sin hablar, y que está en coma. En Madrid, Ramiro se encuentra por casualidad con los alumnos de la escuela de teatro de su padre, Edgardo, quienes lo guiarán a explorar la vida nocturna de la ciudad y a descubrir los lugares que este solía frecuentar.
En "Adiós Madrid" el duelo por una pérdida ocupa un papel fundamental. Sin embargo, este se explora desde una perspectiva diferente, puesto que las personas que sentían admiración por Edgardo (sus alumnos y su pareja, Ignacio) atraviesan el duelo cuando este aún está vivo. La manera de abordar la figura de Edgardo también demuestra mucha sensibilidad y profundidad emocional, ya que permite que el espectador empatice tanto con Ramiro, que odia a su padre por haberlo abandonado cuando era un niño, como con sus alumnos, quienes sienten fascinación por el que consideran su mentor.
La evolución de la trama, que se desarrolla en una sola noche, se plantea como un viaje a través del cual Ramiro descubre que Edgardo, quien no se ha comportado como un padre para él, sí lo ha sido para sus alumnos. Vemos como, poco a poco, esa coraza que lleva a Ramiro a renegar de su padre se va rompiendo, hasta que entiende que Edgardo intentó recuperar la relación con él, aunque en vano. De esta manera, Corsini consigue crear el hilo narrativo perfecto que permite que la última escena de la película sea una escena conmovedora de perdón y reconciliación, aunque quizás llegue demasiado tarde.
Además de los momentos dramáticos e incluso de tensión entre Ramiro y Julio (Godino), uno de los alumnos de la escuela de teatro, la película también incluye toques de humor, que llevan al espectador a sentirse parte de esa noche madrileña caracterizada por la diversión y la celebración. Esta frescura crea una sinergia con el duelo, la pérdida y la rabia que conviven en el interior de Ramiro.
Gran parte de la trama transcurre durante una sola noche, algo que puede presentar ciertas limitaciones ya que puede dificultar el desarrollo de los personajes o incluso hacer la película algo lenta debido a la ausencia de cambios temporales. No obstante, estos momentos de lentitud resultan necesarios para dar respiro a la trama con el objetivo de equilibrar la intensidad de los planos con múltiples personajes y luces de colores (en la discoteca), que, de otro modo, podrían llegar a resultar visualmente sobrecargados.
Más allá de su argumento, "Adiós Madrid" cuenta con interpretaciones destacadas por parte de Javier Godino y Luciano Cáceres. Ambos actores comparten escenas de tensión que son fundamentales para completar la historia y para que Ramiro comprenda que Edgardo trató de reencontrarse con él, algo que estará muy presente en el desenlace de la cinta. Tanto Godino como Cáceres han demostrado a través de "Adiós Madrid" su versatilidad al dar vida a dos personajes que transitan desde momentos de felicidad eufórica hasta escenas de confrontación entre ellos y con la dura realidad que refleja el film.
Con todo, "Adiós Madrid" es una película que acerca al espectador a un drama humano, en el que la pérdida, el duelo y la reconciliación se entrelazan para crear una cinta que invita al público a reflexionar sobre las relaciones personales y sobre la importancia del perdón. Las interpretaciones de Godino y Cáceres y la forma de mostrar la ciudad de Madrid, no desde el punto de vista turístico sino desde una perspectiva real, aportan frescura y autenticidad a la película, con una visión más humana de la ciudad.
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