Escenas del film

Carlos Iglesias escribe “Un franco, 14 pesetas”

27-IV-06

Por Carlos Iglesias(*)

Mi padre dice que los mejores años de su vida fueron los que pasó en Suiza, de 1960 a 1966. Vivir allí nos abrió los ojos y fue muy difícil encajar la vuelta. Eran años difíciles: mi padre y su amigo eran dos oficiales de primera en la mejor fábrica del momento en España y no podían pagar su propio piso. Por eso vivíamos con mis abuelos en el sótano que les correspondía por ser porteros en una finca del barrio de Argüelles.

Tiempo después de haberse marchado mi padre y su amigo a Suiza, un día mi madre me cogió, me llevó al tren, pasamos muchas horas de pie en el vagón, y… ¡llegamos a un jardín! Salí de un sótano y me llevaron a un lugar maravilloso con un río, bosques, donde podía ir con la bicicleta en verano o jugar con el trineo en invierno. He rodado en la casa donde me crié, y a día de hoy, al abrir las ventanas, el paisaje sigue siendo el mismo que veía cuando era niño. Allí, desde el primer momento, aprendimos que “lo que es de todos es más mío que lo mío”, y no lo he olvidado nunca.

Cuando volví a Madrid, ya con doce y trece años tenía discusiones con los otros chavales porque decían que los niños nacían… ¡por el ombligo! Yo alucinaba porque a mí me habían dado educación sexual en el colegio. Aquello era un mundo impensable para los españoles, con lagos nudistas, bailes donde sacaban a bailar las chicas, que eran las que, además, llevaban la iniciativa sexual. Las suizas se sentían muy halagadas con los piropos. Incluso vi debates en televisión sobre por qué las mujeres suizas se casaban con italianos y españoles, que qué estaba pasando.

Cuando me anunciaron que nos veníamos, para mí fue algo normal, no me impresionó. Tenía la idea de que en España estaba mi familia, mis abuelos, mis tíos. Lo traumático fue cuando ya estaba aquí. Desde que cumplí los dieciocho, he ido todos los años a Suiza. Y a mis mejores amigos siempre les he llevado a conocer donde viví. Suiza tiene ahora 7 millones de habitantes y 2 millones de inmigrantes. Allí siguen viviendo 90.000 españoles.

Les reproché mucho a mis padres haber vuelto. Pero cuando escribí el guión de esta película, me decía que de haberme quedado en Suiza igual hubiese sido mecánico fresador en vez de actor. En cualquier caso, ésta es una historia contada desde la perspectiva y la comprensión que da el tiempo, y desde la ternura y humanidad que da el haberla vivido.

(*): Carlos Iglesias es titulado por la Real Escuela de Arte Dramático de Madrid. Desde los años 80 se dedicó fundamentalmente al teatro, aunque su popularidad se la debe fundamentalmente a la pequeña pantalla, donde hizo entre otras cosas la telecomedia “Manos a la obra” y el programa “Esta noche cruzamos el Mississippi”. En cine, como actor, su últimos trabajos han sido “El caballero don Quijote” y “Ninette”. El día 5 estrena su opera prima tras la cámara, “Un franco, 14 pesetas”, en la que es además de director, guionista y actor.
© Alta Films / NOTICINE.com
Otra imagen del film

Crónica de Adrián Caetano sobre su nuevo film

27-IV-06

por Israel Adrián Caetano (*)

Siempre me gustaron los sobrevivientes, aquellos que no rinden ante la evidencia de lo imposible, convirtiéndose en una suerte de antihéroes románticos, que han conocido el infierno y saben que hay que optar por el paraíso, aunque en esa lucha se les vaya la vida.

Mejor debería decir que me gustan los sobrevivientes, los antihéroes y los inconscientes.

En la Argentina hubo un hecho histórico ignorado, o al menos poco conocido: la fuga de cuatro jóvenes que, por supuestas ideas de izquierda, por haber conocido a alguien que las tuvo, o por las dudas, fueron secuestrados y torturados, exigiéndoseles información sobre sus vidas y las de otros. Esto ocurrió en un centro de detención conocido como La mansión Seré o Atila, donde muchas personas fueron ilegalmente detenidas y varias continúan desaparecidas hasta el día de hoy.

A partir de mi deseo de narrar un escape, recibí la propuesta de los productores de hacer un film, inspirado en un libro de Claudio Tamburrini, uno de los protagonistas de aquella fuga. También me ofrecieron participar en el guión. Se propició entonces un encuentro en Estocolmo, donde vive Claudio, donde conocí también al gran iniciador de esta fuga que es Guillermo Fernández.

Luego pude conocer la historia real, a partir del libro y de informarme por mi cuenta de un hecho tan importante y tan oculto. Lo que más me atrajo, además de ser una historia ocurrida, fue la imagen de cuatro jóvenes desnudos, esposados, corriendo una madrugada de tormenta furiosa para escapar del infierno que les marcaría la vida.

Allí se encontraba la esencia del film.

Cuatro jóvenes desnudos en todo sentido, bajo la lluvia, heridos, magullados, con miedo, corriendo sin saber a donde iba a terminar el encierro.

Es bueno repetirlo.

Me dije entonces que valdría la pena hacer una película sobre esa imagen, sobre esta historia que es también la nuestra.

Para intentar lograr que esa imagen final, la de la fuga, conmoviera a los que la vieran tanto como me había conmovido a mí cuando la imaginé, tenía que contar el infierno que la precedió.

Todos los infiernos son inimaginables y su abstracción hace muy difícil narrarlos.

Elegí entonces dar por sentado ese abstracto, buscando a partir de allí el encuentro con esos cuatro protagonistas y al conocerlos, conocer también su humanidad, y por lo tanto, en ese infierno una luz.

"Crónica de una fuga" cuenta el horror pero no busca horrorizar, sino comprender un poco más en profundidad cómo son las relaciones entre las personas encerradas en una situación límite. Busca encontrar vida en un centro de exterminio clandestino de la dictadura argentina durante los años 70.

Fue un desafío cinematográfico constante: filmar siempre entre cuatro paredes y apostar a la gran entrega conjunta, de actuación, encuadre y luz.

No era fácil generar desde allí el miedo, la paranoia, la neurosis.

¿Cómo concebir la locura?

"Crónica de una fuga" es un thriller perverso, pero de una perversión orquestada, con ejecutores cumpliendo órdenes.

(*) Israel Adrián Caetano nació en Uruguay pero es una de las figuras claves del denominado "nuevo cine argentino", gracias a la cinta "Pizza, birra y faso", que co-dirigió con Bruno Stagnaro. A partir de allí inició su carrera en solitario, que incluye los largometrajes "Bolivia", "Un oso rojo" y ahora "Crónica de una fuga", una película más ambiciosa donde el cineasta independiente cuenta con la distribución de una "major" como Fox y cambia la denuncia social por la política. Rodrigo de la Serna, Pablo Echarri, Lautaro Delgado, Matías Marmorato y Nazareno Casero son los protagonistas de esta cinta basada en el libro de Claudio Tamburrini, "Pase libre", que llegó a las salas argentinas el jueves 27 de abril.
© K&S Films/Redacción-NOTICINE.com
Jorge Olguín

La llegada de Guillermo del Toro pone en el mapa internacional a "Caleuche"

26-IV-06

“Del Toro acepta el ‘Llamado’ del horror”, tituló Hollywood Reporter, aludiendo al título completo del film, “Caleuche: el llamado del mar”, al destacar el ingreso en el proyecto como productor ejecutivo de Guillermo del Toro, el realizador mexicano que ha rodado en Hollywood cintas como "Blade II" o "Hellboy", quien le ha otorgado un cariz internacional a este film de Jorge Olguín.

Para septiembre quedó fijado el inicio del rodaje de la película “Caleuche”, de Jorge Olguín, lo cual fue confirmado por dos de los más importantes medios de la industria del cine: la revista Variety y el Hollywood Reporter, quienes además de subrayar la participación de Del Toro, mencionan a los dos protagonistas, ambos chilenos y con carrera en Estados Unidos, la también productora ejecutiva Leonor Varela (“Voces inocentes”, “Blade II”) y Santiago Cabrera (“Empire”).

La nota de Hollywood Reporter agrega que Del Toro decidió involucrarse en el proyecto porque después de leer el guión "decidió que el film era una importante apertura mundial para el género fantástico en Latinoamérica". Por su parte, Variety destaca que la cinta coproducida por Chilefilms y Canal 13 tendrá un presupuesto de dos millones de dólares, uno de los más altos en este país, donde el promedio de las producciones suele tener un costo entre los 500 mil y el millón de dólares.

Las dos películas anteriores de Olguín, “Angel negro” y “Sangre terna”, han sido distribuidas en DVD en los Estados Unidos. Además, Del Toro (cuyo último film, "El laberinto del Fauno" está en la competencia oficial de Cannes 2006) ha comprometido su venida a Chile durante el rodaje. La filmación estaba programada para mayo del presente año, pero debió postergarse para septiembre (primavera) debido al mal tiempo en la zona sur del país, especialmente en la zona de Chiloé, donde transcurre esta historia de fantasía y mitos sobre brujería y barcos fantasmas.

“Caleuche” está negociando su distribución mundial a través de una compañía norteamericana y la posibilidad de que la cinta sea hablada mayoritariamente en inglés, para facilitar su explotación a nivel mundial. Además, Olguín acaba de firmar con un nuevo manager, Dave Brown para la compañía Benderspink, y está estudiando posibles proyectos de cine de horror de producción 100% estadounidense para dirigir en ese país.
© Tatiana Gajardo (Chile)-NOTICINE.com
Desgracias de un emigrante

Rafael Inclán estrena la tragicomedia "Bienvenido paisano"

26-IV-06

El veterano actor mexicano Rafael Inclán ("La perdición de los hombres", "Nicotina", "Asesino en serio") ha presentado este miércoles a la prensa su nuevo trabajo, "Bienvenido, paisano", que dirigida por Rafael Villaseñor Kuri es una tragicomedia que aborda la problemática de los miles de mexicanos que por diversas razones han tenido que emigrar a los Estados Unidos en busca de trabajo, sufriendo el desarraigo y la discriminación al otro lado de la frontera, pero que al regresar son también víctimas de sus propios compatriotas, algunos de los cuales están bien dispuestos a engañar, extorsionar, robar, y suma abusar de esos emigrantes. "Tampoco es una denuncia, es una crítica mediante la comedia", ha comentado Inclán, cuya cinta llega este viernes con 100 copias a las salas mexicanas.

Epifanio (Inclán) es un hombre de aproximadamente cincuenta años, que trabaja como jardinero en los Estados Unidos. Recibe una llamada por celular desde Zacatecas, su lugar de origen, le habla Manuel, hijastro de su hermano Isidro, quien está muy enfermo. Epifanio le comenta en voz baja a su mujer que deberán viajar a su tierra. Mientras arreglan sus maletas, su hija Piffany tiene la misma queja con su papá, ¿Para qué viajar a México? quien le trata de explicar que debe acudir con su hermano aunque ella, lo único que desea, es viajar a Hawai con sus amigas. Ceno, su hijo, por su parte habla con su mamá, sin entender qué puede tener México de atractivo, aunque Cenobia trata de explicárselo sin lograrlo.

"Se puede observar que los mexicanos no son tan bien tratados como lo "cacarea" el gobierno, y esto es desde siempre, porque cuando llegas a una garita se "agandallan" y te bajan del caballo, eso es lo triste y eso es lo que le pasa a esta familia", añadía el actor, que comparte protagonismo en la cinta junto a María Sorté, Teresa Ruíz y Giovani Florido.

Inclán tiene pendientes de estreno otros tres títulos: "Fuera del cielo", "Mosquita muerta" y "Mujer alabastrina", además de una participación especial en la opera prima como largometrajista de Ernesto Contreras, "Párpados azules", junto a Angélica Aragón, Tiaré Scanda y Cecilia Suárez.

Villaseñor Kuri, que se ha producido en populares producciones directamente lanzadas en el mercado del video doméstico ha comentado por su parte que "Bienvenido, paisano" es un intento de mostrar "a esos inmigrantes que ya viven en Estados Unidos, porque poco se habla de ellos, y cuando se hace se les refiere como las remesas por 23 mil millones de dólares. Siempre que se habla de ellos se dice ´equivalen a tanto´, pero no son remesas, son seres humanos como nosotros, que, cuando vienen, se dan cuenta de que aquí está peor que cuando se fueron y mejor deciden volverse a ir".
© Redacción (México) / NOTICINE.com
La rumba, protagonista

Mireia Ros escribe sobre "El triunfo"

26-IV-06

Por Mireia Ros (*)

Años 80. Un barrio de supervivientes.

"El triunfo" es una película de género, con "olor a mafia". Una historia en la que se fusionan el drama, el romanticismo y la acción al ritmo de la rumba.

"El triunfo" es una película de claro-oscuros, de calles estrechas de paredes grises y húmedas, ropa tendida en los balcones, ruido de transistores y olor a refrito, solo iluminada por los colores chillones del vestuario sintético de la época.
La rumba es el hilo conductor y el alma de "El triunfo". La banda sonora combina clásicos de la rumba con hits populares de la época y temas originales que interpretan Nen y sus amigos, Palito, Topo y Tostao. Porque "El triunfo" es rumba en el lenguaje de las imágenes, en los planos, que siguen su ritmo, que se convierten en música y saben observar en silencio cuando hay que escuchar a los personajes.

En realidad es la historia la que impone el ritmo a las imágenes. Una historia rica en situaciones, miradas, canciones y muchos silencios, en la que la tensión se corta con papel de fumar.

Y los personajes tienen rostros reales, pómulos hundidos, ojos saltones y miradas sedientas de comprender, o quizá olvidar, la realidad que los envuelve, buscando una salida que no encuentran, a la desesperada. Y también belleza: la pueril y sexual de Susi (Marieta Orozco) y la sensual y lejana de la Chata (Ángela Molina), ya en la madurez. Y el magnetismo de Nen (Farruco), con su amor por la música y la carga del recuerdo de su padre. Y el señorío y el temple de Gandhi (Juan Diego), el jefe del barrio.

"El triunfo" es la historia de una muerte anunciada, de una venganza, de la transformación de un barrio, de dos hombres... y de una mujer, de una leyenda y de una traición, de una amistad, de los buenos tiempos y de los malos.

"El triunfo" es una historia que caminaba por el barrio, lentamente, despacito "visto ahora, y con el tiempo, me doy cuenta de que yo ya lo sabía"

Todo esto es lo que me atrapó de la novela de Francisco Casavella y la razón por la que decidí embarcarme en la aventura de llevarla a la gran pantalla.

(*): Mireia Ros inició su carrera como actriz con "Alicia en la España de las maravillas", de Jordi Feliu, cinta de las llamadas entonces "de destape". Su evolución le llevó con los años a escribir guiones y dirigirlos. Por "La Moños", su primer largometraje como autora, fue nominada a los Premios Goya a la Mejor Dirección Novel. Ahora estrena "El triunfo", un retrato de la Barcelona marginal de los 80.
© Filmax / NOTICINE.com