Crónicas
2003, para la crítica mexicana
12-I-04
A la hora de hacer balance de la situación precaria del cine mexicano, hemos buscado la opinión de un grupo señero de críticos especializados, colaboradores de medios informativos, sobre lo que fue el año pasado. Es difícil y raro que la crítica coincida, sin embargo salvo pequeñas diferencias, este año los expertos lo hacen, he aquí algunos testimonios:
SONIA RIQUER (Gente de Cine/Radio Educación)
Un año más perdido, nuevamente las levísimas esperanzas de crear fondos, incentivos, dinero para dar vida a la industria cinematográfica nacional se frustraron. Si la legislatura anterior logró entender que un peso al cine mexicano era algo que contribuía, aunque fuera mínimamente, a producir más cine y por consecuencia dar trabajo a mucha gente, estimular la creación artística, permitir el desarrollo de experiencias que se ven permanentemente truncadas; el final de año nos presenta la amenaza de Gil a la industria cinematográfica naciona. La lista de los 27 estrenos que registra este año es tramposa porque entre las películas que se presentan se incluyen trabajos de hace más de dos o tres años, pero ¡claro! hasta ahora se exhiben comercialmente, como "Cuento de hadas para dormir cocodrilos", "Sexo por compasión", "El sueño del caimán" y varias más. Francamente es difícil encontrar películas que se recuerden con gusto, algunas lograrán superar el olvido sólo por lo escandalosamente malas que fueron; prefiero las historias en las que encuentro a alguien que quiere expresar algo de manera honesta, sin pretensiones ni artificios, esa autenticidad la encontré especialmente en "Una de dos", de Marcel Sisniega, "El sueño del caimán", de Beto Gómez, y "Japón", de Carlos Reygadas.
JORGE AYALA BLANCO (El Financiero)
El 2003 va a pasar como uno de los años más negros en la historia del cine mexicano, una etapa de marketing brutal que está acabando con el cine, hay pocas películas, pero la mayoría de ellas fueron fracasos comerciales. Lo más destacado de este fracaso, sin duda serían las películas comerciales que apoyo el FIDECINE, como "Sin ton ni Sonia", "Corazón de melón", "Dame tu cuerpo", que son unas comedias light bastante inócuas; en este género se podría añadir a "Asesino en serio" y "Nicotina", esta última es más interesante, con un buen nivel de cine comercial, aunque finalmente anodina. De lo más rescatable están películas al margen de lo que podríamos llamar “la industria cinematográfica” como "Japón", "El sueño del caimán", y las más audaces como "Mil nubes de paz...", de Julián Hernández, y las dos cintas de Marcel Sisniega en video digital, "En las arenas negras" y "Fandango" (estas tres aún sin estrenos comerciales), que están muy por encima de todo lo que se ha hecho, sobre todo de ridiculeces como "La Tregua"; lo cual nos comprueba que el buen cine se hace en México, no gracias al IMCINE, sino a pesar de éste.
LEONARDO GARCÍA TSAO (La Jornada)
Contando películas nuevas, rezagadas y tal, sólo se salvan cuatro títulos: "Cuentos de hadas para dormir cocodrilos", "Nicotina", "El Misterio del Trinidad" y "Japón", son las únicas películas interesantes; realmente este fue el anus horribilis del cine mexicano, entre las medidas gubernamentales y la cosecha cinematográfica escasa y mala. Se filmaron algunas películas con tendencia a la comedia, muy desafortunadas, como "Sin ton ni Sonia", "Dame tu cuerpo", "Corazón de melón", "Asesino en serio", realmente fallidas, cintas que quisieron seguir el modelo exitoso de "Sexo, pudor y lágrimas", y que ni siquiera atrajeron a un público poco exigente. Faltan buenos argumentos, buenos guiones. La capacidad técnica existe, los cineastas de ahora saben filmar, desde más o menos bien, hasta muy bien, son bastante profesionales.
RAFAEL AVIÑA (Reforma)
Queda claro que lo peor de nuestro cine en este año surgió de las producciones de fórmula comercial: argumentos burdos, puestas en escena artificiosas, severos problemas de historia y de género, ahí están para demostrarlo cintas como "La hija del caníbal", "Asesino en serio", "Sin ton ni Sonia", "Seis días en la oscuridad", "Sofía" y "Santos Diablos". Lo mismo sucedió con las comedias fallidas y dependientes del humor televisivo como "Dame tu cuerpo" o "Corazón de melón", cuyas historias bienintencionadas fueron aplastadas por realizaciones muy planas y muy cercanas a la factura televisiva. Lo más interesante y original salió del cine marginal e independiente ahí está el caso de "Vera", "Seres humanos", "Cuento de hadas para dormir cocodrilos", "Mil nubes de paz cercan el cielo, amor jamás acabarás de ser amor", "El sueño del caimán" y "Japón", un film que a pesar de sus pretensiones de romper con todo molde de nuestro cine resulta intrigante por su propuesta arriesgada como ocurre en "Seres humanos", cuyo drama de pérdidas familiares tiene un aliento fílmico más sincero y poderoso que una cinta como "21 gramos", por ejemplo.
Destacable el trabajo de Ánima Estudios ("Magos y Gigantes"), en el cine de animación, lo que abre una posibilidad nueva en nuestro cine con tan sólo cinco largos de dibujos animados y lo mismo sucede con "Zurdo", un filme que retoma temas poco abordados como sería el fantástico y el cine infantil. Nicotina fue un caso destacable por combinar con inteligencia lo comercial con un cine de búsqueda, además la coproducción más interesante de las surgidas en el año y lo mismo ocurre con Una de dos una película bien hecha apoyada en un buen sentido del humor y de la situación cómica que no funcionó quizá por esa deformación cada vez mayor, por cierto, de nuestro público acostumbrado a los productos televisivos, de marketing y de resonancias urbanas.
A la hora de hacer balance de la situación precaria del cine mexicano, hemos buscado la opinión de un grupo señero de críticos especializados, colaboradores de medios informativos, sobre lo que fue el año pasado. Es difícil y raro que la crítica coincida, sin embargo salvo pequeñas diferencias, este año los expertos lo hacen, he aquí algunos testimonios:
SONIA RIQUER (Gente de Cine/Radio Educación)
Un año más perdido, nuevamente las levísimas esperanzas de crear fondos, incentivos, dinero para dar vida a la industria cinematográfica nacional se frustraron. Si la legislatura anterior logró entender que un peso al cine mexicano era algo que contribuía, aunque fuera mínimamente, a producir más cine y por consecuencia dar trabajo a mucha gente, estimular la creación artística, permitir el desarrollo de experiencias que se ven permanentemente truncadas; el final de año nos presenta la amenaza de Gil a la industria cinematográfica naciona. La lista de los 27 estrenos que registra este año es tramposa porque entre las películas que se presentan se incluyen trabajos de hace más de dos o tres años, pero ¡claro! hasta ahora se exhiben comercialmente, como "Cuento de hadas para dormir cocodrilos", "Sexo por compasión", "El sueño del caimán" y varias más. Francamente es difícil encontrar películas que se recuerden con gusto, algunas lograrán superar el olvido sólo por lo escandalosamente malas que fueron; prefiero las historias en las que encuentro a alguien que quiere expresar algo de manera honesta, sin pretensiones ni artificios, esa autenticidad la encontré especialmente en "Una de dos", de Marcel Sisniega, "El sueño del caimán", de Beto Gómez, y "Japón", de Carlos Reygadas.
JORGE AYALA BLANCO (El Financiero)
El 2003 va a pasar como uno de los años más negros en la historia del cine mexicano, una etapa de marketing brutal que está acabando con el cine, hay pocas películas, pero la mayoría de ellas fueron fracasos comerciales. Lo más destacado de este fracaso, sin duda serían las películas comerciales que apoyo el FIDECINE, como "Sin ton ni Sonia", "Corazón de melón", "Dame tu cuerpo", que son unas comedias light bastante inócuas; en este género se podría añadir a "Asesino en serio" y "Nicotina", esta última es más interesante, con un buen nivel de cine comercial, aunque finalmente anodina. De lo más rescatable están películas al margen de lo que podríamos llamar “la industria cinematográfica” como "Japón", "El sueño del caimán", y las más audaces como "Mil nubes de paz...", de Julián Hernández, y las dos cintas de Marcel Sisniega en video digital, "En las arenas negras" y "Fandango" (estas tres aún sin estrenos comerciales), que están muy por encima de todo lo que se ha hecho, sobre todo de ridiculeces como "La Tregua"; lo cual nos comprueba que el buen cine se hace en México, no gracias al IMCINE, sino a pesar de éste.
LEONARDO GARCÍA TSAO (La Jornada)
Contando películas nuevas, rezagadas y tal, sólo se salvan cuatro títulos: "Cuentos de hadas para dormir cocodrilos", "Nicotina", "El Misterio del Trinidad" y "Japón", son las únicas películas interesantes; realmente este fue el anus horribilis del cine mexicano, entre las medidas gubernamentales y la cosecha cinematográfica escasa y mala. Se filmaron algunas películas con tendencia a la comedia, muy desafortunadas, como "Sin ton ni Sonia", "Dame tu cuerpo", "Corazón de melón", "Asesino en serio", realmente fallidas, cintas que quisieron seguir el modelo exitoso de "Sexo, pudor y lágrimas", y que ni siquiera atrajeron a un público poco exigente. Faltan buenos argumentos, buenos guiones. La capacidad técnica existe, los cineastas de ahora saben filmar, desde más o menos bien, hasta muy bien, son bastante profesionales.
RAFAEL AVIÑA (Reforma)
Queda claro que lo peor de nuestro cine en este año surgió de las producciones de fórmula comercial: argumentos burdos, puestas en escena artificiosas, severos problemas de historia y de género, ahí están para demostrarlo cintas como "La hija del caníbal", "Asesino en serio", "Sin ton ni Sonia", "Seis días en la oscuridad", "Sofía" y "Santos Diablos". Lo mismo sucedió con las comedias fallidas y dependientes del humor televisivo como "Dame tu cuerpo" o "Corazón de melón", cuyas historias bienintencionadas fueron aplastadas por realizaciones muy planas y muy cercanas a la factura televisiva. Lo más interesante y original salió del cine marginal e independiente ahí está el caso de "Vera", "Seres humanos", "Cuento de hadas para dormir cocodrilos", "Mil nubes de paz cercan el cielo, amor jamás acabarás de ser amor", "El sueño del caimán" y "Japón", un film que a pesar de sus pretensiones de romper con todo molde de nuestro cine resulta intrigante por su propuesta arriesgada como ocurre en "Seres humanos", cuyo drama de pérdidas familiares tiene un aliento fílmico más sincero y poderoso que una cinta como "21 gramos", por ejemplo.
Destacable el trabajo de Ánima Estudios ("Magos y Gigantes"), en el cine de animación, lo que abre una posibilidad nueva en nuestro cine con tan sólo cinco largos de dibujos animados y lo mismo sucede con "Zurdo", un filme que retoma temas poco abordados como sería el fantástico y el cine infantil. Nicotina fue un caso destacable por combinar con inteligencia lo comercial con un cine de búsqueda, además la coproducción más interesante de las surgidas en el año y lo mismo ocurre con Una de dos una película bien hecha apoyada en un buen sentido del humor y de la situación cómica que no funcionó quizá por esa deformación cada vez mayor, por cierto, de nuestro público acostumbrado a los productos televisivos, de marketing y de resonancias urbanas.
- © Perla Ciuk-NOTICINE.com
Tom Cruise paraliza la Gran Vía madrileña en ausencia de Penélope Cruz
9-I-04
"Pe" estuvo con él en Londres y Roma, pero no le acompañó a su propia ciudad natal, Madrid, este jueves. Tom Cruise aseguró no obstante que la echaba de menos y que su ausencia estaba motivada por compromisos profesionales en Italia. Sólo ante los fotógrafos, el taquillero astro norteamericano, empeñado en conseguir una nominación al Oscar por su papel del militar norteamericano Nathan Algren, redimido tras luchar primero contra y luego al lado de los míticos guerreros nipones, en "El último samurai", continuó su gira europea. Como en otras capitales, Cruise se dió un auténtico baño de masas paralizando por la noche la Gran Vía madrileña. Dedicó un buen rato a firmar autógrafos y hasta sacarse fotos con sus "fans", sin dejar de exhibir en ningún momento una abierta sonrisa. "El último samurai" se estrena comercialmente este viernes en España.
A primera hora de la tarde, y con rigurosas medidas de seguridad y selección entre los profesionales, el popular actor norteamericano se reunió con la prensa española, en gran medida para repetir su mensaje de comprensión inter-cultural que ya empezó a desgranar el lunes en Berlín, punto de partida de una gira europea que le ha llevado a Londres y Roma, o sea a país por día (¿Si hoy es miércoles esto es Italia?). Precisamente en esta última nación se quedó Penélope Cruz, según su novio, que la disculpó ante sus compatriotas. La actriz filma las últimas escenas del drama "Non ti muovere", de Sergio Castellito, en el que la veremos seriamente afeada. Tom dijo que ella le había mostrado algunas escenas y que estaba "magnífica".
Entre las novedades del discurso promocional madrileño de Tom Cruise, destacaron los mensajes religiosos, que de paso nos dan cierta idea de las afinidades entre el actor norteamericano y su colega española, conocida simpatizante de las ideas budistas: "Soy cienciólogo (discípulo de la Iglesia de la Cienciología), y la base de la Cienciología es el budismo, que también está muy de acuerdo con mi forma de pensar. El código bushido, el camino del guerrero samurai, es muy poderoso. Para un samurai, el acto de decir algo significa que lo va a hacer, no necesita prometerlo. Su grado de responsabilidad es asumir todo lo que dice y hace, y ayudar a los demás a través de la compasión. Eso lo intento aplicar en mi vida diaria. Decidir lo mejor para mí, para mi familia y para la comunidad en general. Me identifico con esta filosofía", aseguró Cruise.
"Pe" estuvo con él en Londres y Roma, pero no le acompañó a su propia ciudad natal, Madrid, este jueves. Tom Cruise aseguró no obstante que la echaba de menos y que su ausencia estaba motivada por compromisos profesionales en Italia. Sólo ante los fotógrafos, el taquillero astro norteamericano, empeñado en conseguir una nominación al Oscar por su papel del militar norteamericano Nathan Algren, redimido tras luchar primero contra y luego al lado de los míticos guerreros nipones, en "El último samurai", continuó su gira europea. Como en otras capitales, Cruise se dió un auténtico baño de masas paralizando por la noche la Gran Vía madrileña. Dedicó un buen rato a firmar autógrafos y hasta sacarse fotos con sus "fans", sin dejar de exhibir en ningún momento una abierta sonrisa. "El último samurai" se estrena comercialmente este viernes en España.
A primera hora de la tarde, y con rigurosas medidas de seguridad y selección entre los profesionales, el popular actor norteamericano se reunió con la prensa española, en gran medida para repetir su mensaje de comprensión inter-cultural que ya empezó a desgranar el lunes en Berlín, punto de partida de una gira europea que le ha llevado a Londres y Roma, o sea a país por día (¿Si hoy es miércoles esto es Italia?). Precisamente en esta última nación se quedó Penélope Cruz, según su novio, que la disculpó ante sus compatriotas. La actriz filma las últimas escenas del drama "Non ti muovere", de Sergio Castellito, en el que la veremos seriamente afeada. Tom dijo que ella le había mostrado algunas escenas y que estaba "magnífica".
Entre las novedades del discurso promocional madrileño de Tom Cruise, destacaron los mensajes religiosos, que de paso nos dan cierta idea de las afinidades entre el actor norteamericano y su colega española, conocida simpatizante de las ideas budistas: "Soy cienciólogo (discípulo de la Iglesia de la Cienciología), y la base de la Cienciología es el budismo, que también está muy de acuerdo con mi forma de pensar. El código bushido, el camino del guerrero samurai, es muy poderoso. Para un samurai, el acto de decir algo significa que lo va a hacer, no necesita prometerlo. Su grado de responsabilidad es asumir todo lo que dice y hace, y ayudar a los demás a través de la compasión. Eso lo intento aplicar en mi vida diaria. Decidir lo mejor para mí, para mi familia y para la comunidad en general. Me identifico con esta filosofía", aseguró Cruise.
- © Redacción-NOTICINE.com
Luces y sombras de 2003 en el cine peruano
9-I-04
El 2003 fue una año agridulce para el cine peruano. Si bien se estrenaron cintas taquilleras y elogiadas por la crítica, como “Paloma de Papel”, de Fabricio Aguilar, o la interesante “El Destino no Tiene Favoritos”, ópera prima de Álvaro Velarde, también hubieron filmes poco logrados y de, coincidentemente, poca aceptación entre el público, como “Un Marciano Llamado Deseo” o “Baño de Damas”. De otro lado, “Ojos que no ven” la obra más reciente de Francisco Lombardi, el realizador peruano más conocido en el mundo, fue tibiamente recibida en el ámbito local, obteniendo sin embargo mejores críticas en el extranjero. De hecho, “Ojos que no ven” logró sendos triunfos en Biarritz y Orense.
Además, el Encuentro Latinoamericano de Cine, organizado por la Universidad Católica de Lima, se reafirmó como una agradable tradición entre el público cinéfilo de Lima. Esta vez, además de contar con la presencia de cineastas como Federico Luppi, Fernando León de Aranoa, Marcelo Piñeyro y el realizador norteamericano John Cameron Mitchel, se pudo apreciar cintas como “El Bonaerense”, “Historia Mínimas”, “Ciudad de Dios”, “Madame Satá”, “La Espera” y “Corazón de Fuego”.
Pero el 2003 también será recordado como el año de la piratería. El ‘boom’ de las copias audiovisuales en VCD y DVD logró mermar la asistencia del público a las salas durante más de la primera mitad del año. Ante esto, la cruzada “antipirata” patrocinada por el Estado, empresas distribuidoras, salas de cine y tiendas de alquiler y venta de video pretende mermar esta influencia que podría resultar devastadora para la industria nacional. Hasta el momento, y en el corto tiempo de implementada la estrategia, ya se pueden ver algunos resultados halagüeños.
De otro lado, si bien a mediados del año el vicepresidente del Consejo Nacional de Cine (CONACINE), organismo estatal encargado de promover el desarrollo de los proyectos cinematográfico locales, denunció agudos recortes presupuestarios que imposibilitarían su supervivencia de éste, el tema se solucionó momentáneamente cuando el Estado decidió otorgar parte del dinero solicitado.
Sin embargo, otros problemas, como la indiferencia del Estado frente al CONACINE o los problemas en la entregar premios a los proyectos beneficiados, persisten. Desde ya, algunos reclaman una nueva ley del artista. La discusión sobre este tema promete ser larga.
Finalmente, el año que pasó concluyó con una buena noticia para los artistas peruanos en general, con la promulgación de la Ley del Artista, Intérprete y Ejecutante, por parte del gobierno. Este conjunto de normas establece un nuevo régimen laboral para los artistas y reconoce el pago de compensación por copia privada, derechos de propiedad intelectual, la formalización del contrato del artista así como benéficos sociales.
El 2003 fue una año agridulce para el cine peruano. Si bien se estrenaron cintas taquilleras y elogiadas por la crítica, como “Paloma de Papel”, de Fabricio Aguilar, o la interesante “El Destino no Tiene Favoritos”, ópera prima de Álvaro Velarde, también hubieron filmes poco logrados y de, coincidentemente, poca aceptación entre el público, como “Un Marciano Llamado Deseo” o “Baño de Damas”. De otro lado, “Ojos que no ven” la obra más reciente de Francisco Lombardi, el realizador peruano más conocido en el mundo, fue tibiamente recibida en el ámbito local, obteniendo sin embargo mejores críticas en el extranjero. De hecho, “Ojos que no ven” logró sendos triunfos en Biarritz y Orense.
Además, el Encuentro Latinoamericano de Cine, organizado por la Universidad Católica de Lima, se reafirmó como una agradable tradición entre el público cinéfilo de Lima. Esta vez, además de contar con la presencia de cineastas como Federico Luppi, Fernando León de Aranoa, Marcelo Piñeyro y el realizador norteamericano John Cameron Mitchel, se pudo apreciar cintas como “El Bonaerense”, “Historia Mínimas”, “Ciudad de Dios”, “Madame Satá”, “La Espera” y “Corazón de Fuego”.
Pero el 2003 también será recordado como el año de la piratería. El ‘boom’ de las copias audiovisuales en VCD y DVD logró mermar la asistencia del público a las salas durante más de la primera mitad del año. Ante esto, la cruzada “antipirata” patrocinada por el Estado, empresas distribuidoras, salas de cine y tiendas de alquiler y venta de video pretende mermar esta influencia que podría resultar devastadora para la industria nacional. Hasta el momento, y en el corto tiempo de implementada la estrategia, ya se pueden ver algunos resultados halagüeños.
De otro lado, si bien a mediados del año el vicepresidente del Consejo Nacional de Cine (CONACINE), organismo estatal encargado de promover el desarrollo de los proyectos cinematográfico locales, denunció agudos recortes presupuestarios que imposibilitarían su supervivencia de éste, el tema se solucionó momentáneamente cuando el Estado decidió otorgar parte del dinero solicitado.
Sin embargo, otros problemas, como la indiferencia del Estado frente al CONACINE o los problemas en la entregar premios a los proyectos beneficiados, persisten. Desde ya, algunos reclaman una nueva ley del artista. La discusión sobre este tema promete ser larga.
Finalmente, el año que pasó concluyó con una buena noticia para los artistas peruanos en general, con la promulgación de la Ley del Artista, Intérprete y Ejecutante, por parte del gobierno. Este conjunto de normas establece un nuevo régimen laboral para los artistas y reconoce el pago de compensación por copia privada, derechos de propiedad intelectual, la formalización del contrato del artista así como benéficos sociales.
- © Jimmy Carrillo (Perú)-NOTICINE.com
Casi una veintena de películas colombianas en 2004
9-I-04
El cine colombiano comienza este año con cerca de una veintena de títulos entre pendientes de estreno, en terminación, rodándose o a punto de filmarse. Según el boletín Pantalla Colombia, entre ellos destacan trabajos de conocidos cineastas, como Lisandro Duque, Víctor Gaviria o Sergio Cabrera, además de varias coproducciones. El capítulo más importante lo cubren los films en post-producción, alguna de realmente larga y trabajosa, como la de la cinta del prestigioso Víctor Gaviria "Sumas y restas", cuya filmación terminó hace cerca de dos años en Medellín. Hay otros 8 títulos más en esta situación.
El tercer largo de Gaviria debería estar listo para participar -como los dos anteriores, "Rodrigo D, no futuro" y "La vendedora de rosas"- en el Festival de Cannes, el próximo mayo, tras participar en la convocatoria Cine en Construcción que patrocinan los festivales de San Sebastián y Toulouse. De nuevo son actores no profesionales, esta vez no sólo "niños de la calle", sino de diversas clases sociales, los que participan en esta historia sobre los que viven del narcotráfico.
Las demás cintas que están pendientes de contar con copia final son "Apocalipsur", de Javier Mejía; "El gato escaldado le teme a la piel fría", de Juliana Barrera y María Cristina López; "El Rey", de Antonio Dorado; "Juana tenía el pelo de oro", de Luis Fernando Bottia; "La historia del baúl rosado", de Libia Stella Gómez; "La sombra del caminante", de Ciro Guerra, "Los últimos malos días de Guillermino", de Gloria Nancy Monsalve, y "Perder es cuestión de método", de Sergio Cabrera.
En cuanto a los todavía sin finalizar su rodaje, tenemos el de Felipe Aljure, "Colombian dream", y el Bod Decaud "La gente honrada vive en Francia". Ya se sabe que otros tres podrían filmarse en los próximos meses. Se trata de "Los actores del conflicto", de Lisandro Duque; "Rosario Tijeras", de Emilio Mallé (coproducido por México y España), y "De aquí a mañana", del prolífico Jorge Echeverri, quien tiene terminada pero sin estrenar aún "Malamor".
Tras el éxito de "Los niños invisibles" se espera con interés el próximo trabajo de Duque, "Los actores del conflicto", una comedia de acción sobre la realidad colombiana, con tres actores de teatro -uno de ellos venezolano- que se involucran en una peligrosa aventura: simular ser guerrilleros que se quieren reinsertar, entregar sus armas y así luego ser extraditados con gastos pagados a España. Pero esta farsa corre el riesgo de no salir bien cuando las circunstancias les colocan en el punto de mira de esos "actores" del título: narcotraficantes, guerrilleros, paramilitares y el ejército.
A la espera de distribuidora y salas donde exhibirse, junto a "Malamor", se encuentran "El Esmeraldero", de Eishy Hataya y Andrew Molina; "Humo en tus ojos", de Mauricio Cataño; "María llena eres de gracia", de Joshua Marston, y "Sin amparo", de Jaime Osorio.
El cine colombiano comienza este año con cerca de una veintena de títulos entre pendientes de estreno, en terminación, rodándose o a punto de filmarse. Según el boletín Pantalla Colombia, entre ellos destacan trabajos de conocidos cineastas, como Lisandro Duque, Víctor Gaviria o Sergio Cabrera, además de varias coproducciones. El capítulo más importante lo cubren los films en post-producción, alguna de realmente larga y trabajosa, como la de la cinta del prestigioso Víctor Gaviria "Sumas y restas", cuya filmación terminó hace cerca de dos años en Medellín. Hay otros 8 títulos más en esta situación.
El tercer largo de Gaviria debería estar listo para participar -como los dos anteriores, "Rodrigo D, no futuro" y "La vendedora de rosas"- en el Festival de Cannes, el próximo mayo, tras participar en la convocatoria Cine en Construcción que patrocinan los festivales de San Sebastián y Toulouse. De nuevo son actores no profesionales, esta vez no sólo "niños de la calle", sino de diversas clases sociales, los que participan en esta historia sobre los que viven del narcotráfico.
Las demás cintas que están pendientes de contar con copia final son "Apocalipsur", de Javier Mejía; "El gato escaldado le teme a la piel fría", de Juliana Barrera y María Cristina López; "El Rey", de Antonio Dorado; "Juana tenía el pelo de oro", de Luis Fernando Bottia; "La historia del baúl rosado", de Libia Stella Gómez; "La sombra del caminante", de Ciro Guerra, "Los últimos malos días de Guillermino", de Gloria Nancy Monsalve, y "Perder es cuestión de método", de Sergio Cabrera.
En cuanto a los todavía sin finalizar su rodaje, tenemos el de Felipe Aljure, "Colombian dream", y el Bod Decaud "La gente honrada vive en Francia". Ya se sabe que otros tres podrían filmarse en los próximos meses. Se trata de "Los actores del conflicto", de Lisandro Duque; "Rosario Tijeras", de Emilio Mallé (coproducido por México y España), y "De aquí a mañana", del prolífico Jorge Echeverri, quien tiene terminada pero sin estrenar aún "Malamor".
Tras el éxito de "Los niños invisibles" se espera con interés el próximo trabajo de Duque, "Los actores del conflicto", una comedia de acción sobre la realidad colombiana, con tres actores de teatro -uno de ellos venezolano- que se involucran en una peligrosa aventura: simular ser guerrilleros que se quieren reinsertar, entregar sus armas y así luego ser extraditados con gastos pagados a España. Pero esta farsa corre el riesgo de no salir bien cuando las circunstancias les colocan en el punto de mira de esos "actores" del título: narcotraficantes, guerrilleros, paramilitares y el ejército.
A la espera de distribuidora y salas donde exhibirse, junto a "Malamor", se encuentran "El Esmeraldero", de Eishy Hataya y Andrew Molina; "Humo en tus ojos", de Mauricio Cataño; "María llena eres de gracia", de Joshua Marston, y "Sin amparo", de Jaime Osorio.
- © Corresponsal-NOTICINE.com
"Los hijos del último jardín", primer estreno boliviano de 2004
8-I-04
Desde el primer día de año se está proyectando en La Paz la nueva película de Jorge Sanjinés, producción filmada en video digital donde vuelca el veterano cineasta boliviano, una vez más, su mirada a la compleja sociedad nacionala, donde la convivencia entre diferentes actores y sectores no siempre se guía por la tolerancia y el respeto a las formas de organización que tienen los demás. Eso incluye, como es ya característico en el cine del realizador paceño, el rescate de tradiciones y formas de organización de las comunitarias andinas, para posibilitar una reflexión abierta de los espectadores sobre la Bolivia de la zona rural y semiurbana. La interpretan -entre otros- Víctor Salinas, Alejandro Zárate, Carlos Mendoza, Henry Unzueta, Luis Bolívar, Juan Carlos Calabi, Néstor Peredo, Elsa Antequera y Fátima Sánchez.
"Los hijos del último jardín" cuenta la historia de cinco jóvenes amigos que coinciden en su afición al fútbol y comparten una dura experiencia en los turbulentos días de Febrero Negro. Asqueados por la corrupción que campea en el país y apabullados por la falta de oportunidades, deciden hacer un poco de justicia social por mano propia, restituyéndole al pueblo una parte del dinero dolosamente acumulado por un político corrupto. Así, cuatro de ellos planifican y realizan el asalto a la casa del oscuro parlamentario, pero algo sale mal y se ven obligados a huir de La Paz. Guiados por un profesor universitario, los cinco amigos viajarán, evitando la carretera principal, hasta la comunidad de Pankar Marka (Pueblo de Flores), en un recorrido que les permitirá confrontar su propia visión de la realidad boliviana con la tradicional de las comunidades aymaras.
La película representa un estreno póstumo para su productora ejecutiva y esposa de Sanjinés, Beatriz Palacios, quien falleció el pasado julio, y también para el actor Néstor Peredo, quien dejó de existir a finales del pasado diciembre. Jorge Sanjinés es el director boliviano más reconocido internacionalmente. Ha dirigido los films "Ukamau" (Así es, en aymara) (1966), "Yawar Mallku" (Sangre de cóndor, en quechua) (1969), "El coraje del pueblo" (1971), "El enemigo principal" (Jatun Auka) (1974), "¡Fuera de Aquí!" (¡Lloksy kaymanta!) (1979), "Las banderas del amanecer" (1983), "La nación clandestina" (1989) y "Para recibir el canto de los pájaros" (1995).
Desde el primer día de año se está proyectando en La Paz la nueva película de Jorge Sanjinés, producción filmada en video digital donde vuelca el veterano cineasta boliviano, una vez más, su mirada a la compleja sociedad nacionala, donde la convivencia entre diferentes actores y sectores no siempre se guía por la tolerancia y el respeto a las formas de organización que tienen los demás. Eso incluye, como es ya característico en el cine del realizador paceño, el rescate de tradiciones y formas de organización de las comunitarias andinas, para posibilitar una reflexión abierta de los espectadores sobre la Bolivia de la zona rural y semiurbana. La interpretan -entre otros- Víctor Salinas, Alejandro Zárate, Carlos Mendoza, Henry Unzueta, Luis Bolívar, Juan Carlos Calabi, Néstor Peredo, Elsa Antequera y Fátima Sánchez.
"Los hijos del último jardín" cuenta la historia de cinco jóvenes amigos que coinciden en su afición al fútbol y comparten una dura experiencia en los turbulentos días de Febrero Negro. Asqueados por la corrupción que campea en el país y apabullados por la falta de oportunidades, deciden hacer un poco de justicia social por mano propia, restituyéndole al pueblo una parte del dinero dolosamente acumulado por un político corrupto. Así, cuatro de ellos planifican y realizan el asalto a la casa del oscuro parlamentario, pero algo sale mal y se ven obligados a huir de La Paz. Guiados por un profesor universitario, los cinco amigos viajarán, evitando la carretera principal, hasta la comunidad de Pankar Marka (Pueblo de Flores), en un recorrido que les permitirá confrontar su propia visión de la realidad boliviana con la tradicional de las comunidades aymaras.
La película representa un estreno póstumo para su productora ejecutiva y esposa de Sanjinés, Beatriz Palacios, quien falleció el pasado julio, y también para el actor Néstor Peredo, quien dejó de existir a finales del pasado diciembre. Jorge Sanjinés es el director boliviano más reconocido internacionalmente. Ha dirigido los films "Ukamau" (Así es, en aymara) (1966), "Yawar Mallku" (Sangre de cóndor, en quechua) (1969), "El coraje del pueblo" (1971), "El enemigo principal" (Jatun Auka) (1974), "¡Fuera de Aquí!" (¡Lloksy kaymanta!) (1979), "Las banderas del amanecer" (1983), "La nación clandestina" (1989) y "Para recibir el canto de los pájaros" (1995).
- © Corresponsal-NOTICINE.com