Visitó la Escuela de Cine de La Habana el vicepresidente de la Academia de Hollywood
- por © Luciano Castillo (Cuba)-NOTICINE.com
5-II-03
Robert G. Rehme, quien recientemente concluyera su quinto período como Presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, en la que ejerce ahora la vicepresidencia en su Junta, ha mostrado su satisfacción por los resultados de su primer viaje a Cuba, como parte de una delegación del Centro de Música y Arte de Los Angeles, que agrupa a la orquesta Filarmónica, el Ballet y la Ópera de esa ciudad. Durante la visita efectuada a la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, no dudó en compararla en cuanto a su funcionamiento con la institución análoga del American Film Institute, de cuya Junta directiva también es miembro.
Vinculado al negocio del cine desde hace medio siglo, la experiencia de Rehme abarca la exhibición, la distribución y la producción de significativos films. Ha desempeñado cargos en las compañías United Artists, Paramount y Universal Pictures, en la que ejerció como presidente de Distribución y Marketing Mundial de éxitos como "E.T.", "En el estanque dorado" y "Conan, el bárbaro". Entre los títulos a los que ha estado vinculado dentro de la industria pueden citarse "La niebla" y "1997: rescate en Nueva York", dirigidos por John Carpenter, así como "Juego de patriotas", protagonizado por Harrison Ford.
En el encuentro sostenido con profesores, estudiantes y trabajadores de la Escuela Internacional de Cine, al ser interrogado sobre cómo la Academia hollywoodiense, a diferencia de los certámenes más importantes del mundo, tradicionalmente ha permanecido de espaldas al cine latinoamericano, enfatizó ante todo que los Oscar no son un festival de cine. "Además de la estatuilla destinada al mejor film de habla no inglesa, existen los premios al mérito para los que el único requisito para optar por ellos es que los films hayan sido exhibidos el menos durante una semana en Los Angeles", precisó, para luego añadir que este año la cinematografía cubana ha propuesto a la Academia para su valoración con destino a las nominaciones el largometraje "Nada", dirigido por Juan Carlos Cremata, egresado de la EICTV. En su esclarecedora intervención sobre esta controvertida categoría, este académico por más de veinte años, explicó que los países deciden los filmes que envían y citó como ejemplo que pese al notable éxito en las taquillas norteamericanas del filme "Hable con ella", de Pedro Almodóvar, la Academia española optó por inscribir "Los lunes al sol", de Fernando León de Aranoa, merecedora de la Concha de Oro en San Sebastián, entre otros reconocimientos.
Respecto al llamado Oscar estudiantil, otorgado a películas realizadas por estudiantes de escuelas de cine en una ceremonia diferente y en otra fecha, cada región selecciona las películas para enviar y el ganador recibe un premio en efectivo ascendente a 10.000 dólares para permitirle realizar otro filme. "No hay fronteras para las películas porque el cine es internacional", declaró Rehme, muy satisfecho, además, por haber logrado introducir finalmente en el reglamento de los Oscar la nueva categoría destinada al cine de animación, víctima de una histórica injusticia durante décadas. Manifestó su euforia por haber podido asistir en la Isla de una proyección del largometraje "Vampiros en La Habana", de Juan Padrón y la posibilidad de disfrutar de su inminente secuela.
En otro momento de su diálogo, Rehme coincidió con el cineasta cubano Julio García Espinosa (director de la EICTV) no solo en que el cine de constituir "un arte para compartir se había convertido en un arte para competir", sino en la debatida ausencia en la trayectoria de los Oscars, pletórica de injusticias, de un género como la comedia. "Siempre había estado en desventaja en las nominaciones, porque los votantes se sienten más atraídos por las grandes películas épicas o los dramas muy serios", y añadió: "Las personas que votan también son seres humanos como nosotros y reaccionan como tales ante los films".
Al responder una pregunta sobre un tema tan cuestionado como el de la presión ejercida por poderosas compañías para imponer sus producciones en los Oscars, como se comentó ocurriera en la pasada edición con "Una mente prodigiosa", de Ron Howard, única razón explicable para que obtuviera tantos inmerecidos reconocimientos por parte de la Academia, Rehme negó el papel desempeñado por estos lobbies financieros y expresó: "No es un sistema perfecto; tratamos de que sea lo mejor posible, pero no es mecánico".
El funcionamiento de la concesión de un Oscar honorario por los cuarenta miembros de la Junta Directiva que representan cada rama de la industria, a una figura relevante del cine mundial; la trascendencia concedida por el American Film Institute a la preservación y restauración de películas, una cátedra que la Escuela Internacional de Cine aspira a crear en un futuro cercano, y la significación de la presencia de un miembro de la Academia como observador de la producción del área en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, fueron otros de los asuntos abordados.
Robert G. Rehmer valoró de muy positivo la presencia entre los colaboradores de la EICTV de personalidades vinculadas a la producción como Sandy Lieberson y Michael Hausmann, como parte del incremento de la visita a Cuba de notorios cineastas norteamericanos, especialmente de Coppola y Spielberg, por su influencia en la industria. En el caso de Spielberg comentó sobre las declaraciones públicas efectuadas a su regreso sobre sus impresiones del viaje a Cuba y en particular a la Escuela Internacional de Cine y TV.
Robert G. Rehme, quien recientemente concluyera su quinto período como Presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, en la que ejerce ahora la vicepresidencia en su Junta, ha mostrado su satisfacción por los resultados de su primer viaje a Cuba, como parte de una delegación del Centro de Música y Arte de Los Angeles, que agrupa a la orquesta Filarmónica, el Ballet y la Ópera de esa ciudad. Durante la visita efectuada a la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, no dudó en compararla en cuanto a su funcionamiento con la institución análoga del American Film Institute, de cuya Junta directiva también es miembro.
Vinculado al negocio del cine desde hace medio siglo, la experiencia de Rehme abarca la exhibición, la distribución y la producción de significativos films. Ha desempeñado cargos en las compañías United Artists, Paramount y Universal Pictures, en la que ejerció como presidente de Distribución y Marketing Mundial de éxitos como "E.T.", "En el estanque dorado" y "Conan, el bárbaro". Entre los títulos a los que ha estado vinculado dentro de la industria pueden citarse "La niebla" y "1997: rescate en Nueva York", dirigidos por John Carpenter, así como "Juego de patriotas", protagonizado por Harrison Ford.
En el encuentro sostenido con profesores, estudiantes y trabajadores de la Escuela Internacional de Cine, al ser interrogado sobre cómo la Academia hollywoodiense, a diferencia de los certámenes más importantes del mundo, tradicionalmente ha permanecido de espaldas al cine latinoamericano, enfatizó ante todo que los Oscar no son un festival de cine. "Además de la estatuilla destinada al mejor film de habla no inglesa, existen los premios al mérito para los que el único requisito para optar por ellos es que los films hayan sido exhibidos el menos durante una semana en Los Angeles", precisó, para luego añadir que este año la cinematografía cubana ha propuesto a la Academia para su valoración con destino a las nominaciones el largometraje "Nada", dirigido por Juan Carlos Cremata, egresado de la EICTV. En su esclarecedora intervención sobre esta controvertida categoría, este académico por más de veinte años, explicó que los países deciden los filmes que envían y citó como ejemplo que pese al notable éxito en las taquillas norteamericanas del filme "Hable con ella", de Pedro Almodóvar, la Academia española optó por inscribir "Los lunes al sol", de Fernando León de Aranoa, merecedora de la Concha de Oro en San Sebastián, entre otros reconocimientos.
Respecto al llamado Oscar estudiantil, otorgado a películas realizadas por estudiantes de escuelas de cine en una ceremonia diferente y en otra fecha, cada región selecciona las películas para enviar y el ganador recibe un premio en efectivo ascendente a 10.000 dólares para permitirle realizar otro filme. "No hay fronteras para las películas porque el cine es internacional", declaró Rehme, muy satisfecho, además, por haber logrado introducir finalmente en el reglamento de los Oscar la nueva categoría destinada al cine de animación, víctima de una histórica injusticia durante décadas. Manifestó su euforia por haber podido asistir en la Isla de una proyección del largometraje "Vampiros en La Habana", de Juan Padrón y la posibilidad de disfrutar de su inminente secuela.
En otro momento de su diálogo, Rehme coincidió con el cineasta cubano Julio García Espinosa (director de la EICTV) no solo en que el cine de constituir "un arte para compartir se había convertido en un arte para competir", sino en la debatida ausencia en la trayectoria de los Oscars, pletórica de injusticias, de un género como la comedia. "Siempre había estado en desventaja en las nominaciones, porque los votantes se sienten más atraídos por las grandes películas épicas o los dramas muy serios", y añadió: "Las personas que votan también son seres humanos como nosotros y reaccionan como tales ante los films".
Al responder una pregunta sobre un tema tan cuestionado como el de la presión ejercida por poderosas compañías para imponer sus producciones en los Oscars, como se comentó ocurriera en la pasada edición con "Una mente prodigiosa", de Ron Howard, única razón explicable para que obtuviera tantos inmerecidos reconocimientos por parte de la Academia, Rehme negó el papel desempeñado por estos lobbies financieros y expresó: "No es un sistema perfecto; tratamos de que sea lo mejor posible, pero no es mecánico".
El funcionamiento de la concesión de un Oscar honorario por los cuarenta miembros de la Junta Directiva que representan cada rama de la industria, a una figura relevante del cine mundial; la trascendencia concedida por el American Film Institute a la preservación y restauración de películas, una cátedra que la Escuela Internacional de Cine aspira a crear en un futuro cercano, y la significación de la presencia de un miembro de la Academia como observador de la producción del área en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, fueron otros de los asuntos abordados.
Robert G. Rehmer valoró de muy positivo la presencia entre los colaboradores de la EICTV de personalidades vinculadas a la producción como Sandy Lieberson y Michael Hausmann, como parte del incremento de la visita a Cuba de notorios cineastas norteamericanos, especialmente de Coppola y Spielberg, por su influencia en la industria. En el caso de Spielberg comentó sobre las declaraciones públicas efectuadas a su regreso sobre sus impresiones del viaje a Cuba y en particular a la Escuela Internacional de Cine y TV.