Colaboración: "Héroes verdaderos", película falsa
- por © Correcámara-NOTICINE.com
Por Domingo Rojo
Ambientada en los inicios del siglo XIX, la película mexicana de animación tradicional "Héroes verdaderos", escrita, dirigida y producida por Carlos Kuri con motivo del Bicentenario que celebramos este 2010, narra la aventura de un grupo de personajes que se involucran accidentalmente en la Independencia de México mientras que, paralelamente, se enfrentan a sus graves conflictos internos y familiares.
El protagonista, Mixcóatl, es un humilde joven indígena que ha forjado desde su nacimiento una entrañable amistad con un criollo de su misma edad, Carlos Navarro, que pertenece a una familia pudiente. Cada uno en su condición está inconforme con la situación social, a causa de las injusticias y falta de oportunidades. Sus destinos se alteran cuando Mixcóatl es acusado por su medio hermano, Xama, de haber asesinado al abuelo de ambos. Xama es, en realidad, el verdadero asesino, que actúa movido por el resentimiento que le provoca su conflicto de identidad, como mestizo que no se siente indígena ni tampoco español. Mixcoátl y Carlos, junto a otros personajes, huyen de la justicia y por azar se unen al cura Miguel Hidalgo y sus allegados que encabezan la insurrección libertaria. Así, participan en los episodios más significativos de la gesta hasta la culminación de la lucha, si bien en el camino se encuentran recurrentemente con Xama, quien pelea del lado del ejército español.
Lo mejor y lo peor de Héroes verdaderos es que recuerda demasiado a "Pocahontas" (Mike Gabriel, Eric Goldberg, 1995), a la estética Disney y su perspectiva simplista del cine y del mundo. Vaya, hasta los rasgos de los personajes están inspirados en la estética disneyiana, pues no en balde el director ha echado mano de animadores provenientes de esos mismos estudios, como Scott Peterson, que le han querido dar el sello de un relato colorido, donde las mascotas son traviesas, los héroes de la patria cantan y toman chocolate.
En su descargo, diríase —muy discutiblemente— que lo mejor del filme es la postura franca de su productor y director de abordar el tema de la Independencia como si fuera un cuento para vender como mercancía en las salas de cine, bajo el argumento de que se trata de una apuesta de negocios. Con esa visión empresarial, Héroes verdaderos ha sido apoyado publicitariamente por diversas marcas y productos de diferentes tipos. Al menos, Kuri es honesto en su propósito comercial.
Lo peor es que, en realidad, técnicamente no alcanza la perfección de las animaciones de Disney, pues el resultado se queda a medio camino, con una animación que parece pirata, a la que se le notan las costuras por todas partes, con personajes que se deforman cuando gesticulan o que lucen diferentes de un plano al otro. Tal parece que, en ese sentido, con Héroes verdaderos la animación mexicana ha retrocedido más de treinta años hasta su primer antecedente importante, "Los tres Reyes Magos" (Fernando Ruiz, Adolfo Torres Portillo, 1976).
Peor aún es el aspecto narrativo, pues la trama está llena de baches, repleta de lugares comunes y de un molesto patrioterismo de héroes inmaculados, que culmina en un discurso final edificante y aleccionador de una narradora en voz off que bien podría ser Elba Esther Gordillo.
Si el film se somete a un análisis riguroso, saltarán las mismas contradicciones que se pueden encontrar en los libros de la historia oficial, los que presumiblemente han servido al director como fuente documental. Lo peor de todo, no es ver al cura Hidalgo cantando, sino preguntarse porqué Xama, el más mexicano de todos los personajes —según la tesis que sostiene que el mestizaje es lo que le da el fundamento a la mexicanidad— es el villano de la historia.
"Héroes verdaderos" es, supuestamente, la primera entrega de una saga fílmica con temas basados en la historia de México, que se complementaría con la Conquista y la Revolución. Kuri tendrá que trabajar horas extras para que sus siguientes películas sean técnicamente más robustas y narrativamente más inteligentes.
Está muy bien que el cine mexicano explore nuevos géneros y técnicas e intente competir en la taquilla con las producciones extranjeras, pero entonces es urgente que su rigor y calidad se eleve para honrar el costo del boleto que pagan los consumidores, quienes pueden elegir por el mismo precio productos mejores.
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Ambientada en los inicios del siglo XIX, la película mexicana de animación tradicional "Héroes verdaderos", escrita, dirigida y producida por Carlos Kuri con motivo del Bicentenario que celebramos este 2010, narra la aventura de un grupo de personajes que se involucran accidentalmente en la Independencia de México mientras que, paralelamente, se enfrentan a sus graves conflictos internos y familiares.
El protagonista, Mixcóatl, es un humilde joven indígena que ha forjado desde su nacimiento una entrañable amistad con un criollo de su misma edad, Carlos Navarro, que pertenece a una familia pudiente. Cada uno en su condición está inconforme con la situación social, a causa de las injusticias y falta de oportunidades. Sus destinos se alteran cuando Mixcóatl es acusado por su medio hermano, Xama, de haber asesinado al abuelo de ambos. Xama es, en realidad, el verdadero asesino, que actúa movido por el resentimiento que le provoca su conflicto de identidad, como mestizo que no se siente indígena ni tampoco español. Mixcoátl y Carlos, junto a otros personajes, huyen de la justicia y por azar se unen al cura Miguel Hidalgo y sus allegados que encabezan la insurrección libertaria. Así, participan en los episodios más significativos de la gesta hasta la culminación de la lucha, si bien en el camino se encuentran recurrentemente con Xama, quien pelea del lado del ejército español.
Lo mejor y lo peor de Héroes verdaderos es que recuerda demasiado a "Pocahontas" (Mike Gabriel, Eric Goldberg, 1995), a la estética Disney y su perspectiva simplista del cine y del mundo. Vaya, hasta los rasgos de los personajes están inspirados en la estética disneyiana, pues no en balde el director ha echado mano de animadores provenientes de esos mismos estudios, como Scott Peterson, que le han querido dar el sello de un relato colorido, donde las mascotas son traviesas, los héroes de la patria cantan y toman chocolate.
En su descargo, diríase —muy discutiblemente— que lo mejor del filme es la postura franca de su productor y director de abordar el tema de la Independencia como si fuera un cuento para vender como mercancía en las salas de cine, bajo el argumento de que se trata de una apuesta de negocios. Con esa visión empresarial, Héroes verdaderos ha sido apoyado publicitariamente por diversas marcas y productos de diferentes tipos. Al menos, Kuri es honesto en su propósito comercial.
Lo peor es que, en realidad, técnicamente no alcanza la perfección de las animaciones de Disney, pues el resultado se queda a medio camino, con una animación que parece pirata, a la que se le notan las costuras por todas partes, con personajes que se deforman cuando gesticulan o que lucen diferentes de un plano al otro. Tal parece que, en ese sentido, con Héroes verdaderos la animación mexicana ha retrocedido más de treinta años hasta su primer antecedente importante, "Los tres Reyes Magos" (Fernando Ruiz, Adolfo Torres Portillo, 1976).
Peor aún es el aspecto narrativo, pues la trama está llena de baches, repleta de lugares comunes y de un molesto patrioterismo de héroes inmaculados, que culmina en un discurso final edificante y aleccionador de una narradora en voz off que bien podría ser Elba Esther Gordillo.
Si el film se somete a un análisis riguroso, saltarán las mismas contradicciones que se pueden encontrar en los libros de la historia oficial, los que presumiblemente han servido al director como fuente documental. Lo peor de todo, no es ver al cura Hidalgo cantando, sino preguntarse porqué Xama, el más mexicano de todos los personajes —según la tesis que sostiene que el mestizaje es lo que le da el fundamento a la mexicanidad— es el villano de la historia.
"Héroes verdaderos" es, supuestamente, la primera entrega de una saga fílmica con temas basados en la historia de México, que se complementaría con la Conquista y la Revolución. Kuri tendrá que trabajar horas extras para que sus siguientes películas sean técnicamente más robustas y narrativamente más inteligentes.
Está muy bien que el cine mexicano explore nuevos géneros y técnicas e intente competir en la taquilla con las producciones extranjeras, pero entonces es urgente que su rigor y calidad se eleve para honrar el costo del boleto que pagan los consumidores, quienes pueden elegir por el mismo precio productos mejores.
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