Salomón Shang escribe sobre "La leyenda del Innombrable"
- por © Kaplan-NOTICINE.com
Por Salomón Shang *
"La leyenda del Innombrable" es una película dónde tiene lugar una lucha física y, sobre todo, moral, cristalizada a través de unos personajes realmente humanos (de aquí sus complejidades y contradicciones). El pueblo dónde transcurre el film es un lugar que se convierte en el cuadro perfecto para desarrollar un estudio de la personalidad humana en situaciones límite. De esta manera, Osona como espacio geográfico pero, más importante aún, Osona como espacio cinematográfico, adquiere una relevancia capital representando en todo momento el sentimiento de sus personajes: lo que los rodea es el vacío, están aislados en una inmensa extensión de bosque que a la vez es el reflejo de sus vidas densas, espesas, dónde todo aquél que intente cambiar habrá de pagar un precio alto.
Amanda quiere progresar y acabará torturada por el Innombrable; su novio, Quique, el único que ha conseguido sobrevivir en el pueblo (espacio dónde adquiere el estatus del personaje) se ha convertido en un ser menospreciable y cobarde. Y así un detrás de otro. No hay esperanza en este lugar, como tampoco había en la Tulsa de los rebeldes de Coppola o durante los violentos años 20 de Walsh. Una carencia de esperanza que afecta mayor impacto cuando uno recuerda que los hechos de la
película están basados en hechos reales.
Disfrazada de Thriller o de relato policíaco en el uso, La Leyenda del Innombrable quiere ser un fresco del alma humana dónde converge todo tipo de personaje y personalidades, dónde puede que lo de menos es como se resolverá la peripecia argumental, lo que importa es ver el desarrollo y planificación y como ésta influye de manera determinante en la vida de sus personajes. De hecho, el caso de la persecución se resuelve de forma absolutamente casual y casi previsible; no incido demasiado en las investigaciones que llevan a cabo los tres personajes, sino que sencillamente enseño retales de su vida en la que, “por casualidad”, se produce un asesinato.
Puede que la gran apuesta de La Leyenda del Innombrable es que no se limita a explicar una historia de buenos y malos, sino que penetra en las motivaciones de sus personajes y explica su porqué. Un porqué que nos hace entender, comprender, querer, reír y odiar, un porqué que nos hace sentir los personajes. En la película no pretendo tomar excesivo partido por lo que hace a los juicios morales; he jugado a igualar la mayoría de personajes, todos tienen en común el tedio, la monotonía, el acaparamiento de su pueblo. Lógicamente, con sus matices, pero finalmente es esta igualación del verdadero sentimiento de cada uno de los personajes lo que hace que desaparezca la barrera de la pura convención de género para convertirse en una película de tema.
Mediante esta “fórmula” de igualación de caracteres (insisto, con matices), procuro que el espectador se replantee los juicios morales preestablecidos, de manera que uno se pregunte si no haría lo mismo que cualquiera de los personajes si se enfronta a un individuo como el desgraciado del Innombrable. ¿O si fuéramos uno de aquellos perdedores al estilo de Nick Ray no estaríamos dispuestos a jugárnosla con un plan sencillo? Cada uno tiene su respuesta, y yo tengo clara la mía; sí, haremos lo mismo que ellos, porque somos así, humanos, imperfectos, y aún vivimos al mismo pueblo.
El contrapunto claro a todas las personalidades de la película es el personaje de Amanda, que pertenece a otra galaxia. Se siente incómoda en esta felicidad que dan la coherencia aparente y el conformismo. Una cosa similar le pasa a María, la mujer de Jean Louis; tiene mucha menos entidad como personaje, pero intuimos que se trata de una mujer similar a Amanda, pero con un padre poderoso en la zona. Volviendo a Amanda y al contrapunto que ejerce en la historia, ella es el otro punto de vista, el que nos permite observar al resto de personajes des de otra perspectiva y, de esta manera, diferenciarlos. Llegamos a la conclusión que en este pueblo no hay elección: o te hundes o te resignas y “vives” como todos.
Para este tratamiento de los personajes, para intentar conjugar la parodia social con la trama policial, para intentar hacer que se comprenda, para no entrar en juicios cargados de la moralina habitual, para intentar mezclar el género clásico con las ideas personales y por ser una película propia, sentida, y de autor (como odio esta mal entendida palabra), La Leyenda del Innombrable es indudablemente un film muy personal.
(*): Salomón Shang estrena este viernes en España "La leyenda del Innombrable", protagonizada por Clara Galí, Tony Corvillo y su propio director y guionista, con Juan Luis Galiardo en el papel del "Innombrable". Francotirador independiente en el cine catalán, sucede en la carrera de Shang a cintas como "Cineclub", "Madre Cuba", "Zona de Tarkovsky" o "Reencarnación", que tuvieron una muy escasa difusión.
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"La leyenda del Innombrable" es una película dónde tiene lugar una lucha física y, sobre todo, moral, cristalizada a través de unos personajes realmente humanos (de aquí sus complejidades y contradicciones). El pueblo dónde transcurre el film es un lugar que se convierte en el cuadro perfecto para desarrollar un estudio de la personalidad humana en situaciones límite. De esta manera, Osona como espacio geográfico pero, más importante aún, Osona como espacio cinematográfico, adquiere una relevancia capital representando en todo momento el sentimiento de sus personajes: lo que los rodea es el vacío, están aislados en una inmensa extensión de bosque que a la vez es el reflejo de sus vidas densas, espesas, dónde todo aquél que intente cambiar habrá de pagar un precio alto.
Amanda quiere progresar y acabará torturada por el Innombrable; su novio, Quique, el único que ha conseguido sobrevivir en el pueblo (espacio dónde adquiere el estatus del personaje) se ha convertido en un ser menospreciable y cobarde. Y así un detrás de otro. No hay esperanza en este lugar, como tampoco había en la Tulsa de los rebeldes de Coppola o durante los violentos años 20 de Walsh. Una carencia de esperanza que afecta mayor impacto cuando uno recuerda que los hechos de la
película están basados en hechos reales.
Disfrazada de Thriller o de relato policíaco en el uso, La Leyenda del Innombrable quiere ser un fresco del alma humana dónde converge todo tipo de personaje y personalidades, dónde puede que lo de menos es como se resolverá la peripecia argumental, lo que importa es ver el desarrollo y planificación y como ésta influye de manera determinante en la vida de sus personajes. De hecho, el caso de la persecución se resuelve de forma absolutamente casual y casi previsible; no incido demasiado en las investigaciones que llevan a cabo los tres personajes, sino que sencillamente enseño retales de su vida en la que, “por casualidad”, se produce un asesinato.
Puede que la gran apuesta de La Leyenda del Innombrable es que no se limita a explicar una historia de buenos y malos, sino que penetra en las motivaciones de sus personajes y explica su porqué. Un porqué que nos hace entender, comprender, querer, reír y odiar, un porqué que nos hace sentir los personajes. En la película no pretendo tomar excesivo partido por lo que hace a los juicios morales; he jugado a igualar la mayoría de personajes, todos tienen en común el tedio, la monotonía, el acaparamiento de su pueblo. Lógicamente, con sus matices, pero finalmente es esta igualación del verdadero sentimiento de cada uno de los personajes lo que hace que desaparezca la barrera de la pura convención de género para convertirse en una película de tema.
Mediante esta “fórmula” de igualación de caracteres (insisto, con matices), procuro que el espectador se replantee los juicios morales preestablecidos, de manera que uno se pregunte si no haría lo mismo que cualquiera de los personajes si se enfronta a un individuo como el desgraciado del Innombrable. ¿O si fuéramos uno de aquellos perdedores al estilo de Nick Ray no estaríamos dispuestos a jugárnosla con un plan sencillo? Cada uno tiene su respuesta, y yo tengo clara la mía; sí, haremos lo mismo que ellos, porque somos así, humanos, imperfectos, y aún vivimos al mismo pueblo.
El contrapunto claro a todas las personalidades de la película es el personaje de Amanda, que pertenece a otra galaxia. Se siente incómoda en esta felicidad que dan la coherencia aparente y el conformismo. Una cosa similar le pasa a María, la mujer de Jean Louis; tiene mucha menos entidad como personaje, pero intuimos que se trata de una mujer similar a Amanda, pero con un padre poderoso en la zona. Volviendo a Amanda y al contrapunto que ejerce en la historia, ella es el otro punto de vista, el que nos permite observar al resto de personajes des de otra perspectiva y, de esta manera, diferenciarlos. Llegamos a la conclusión que en este pueblo no hay elección: o te hundes o te resignas y “vives” como todos.
Para este tratamiento de los personajes, para intentar conjugar la parodia social con la trama policial, para intentar hacer que se comprenda, para no entrar en juicios cargados de la moralina habitual, para intentar mezclar el género clásico con las ideas personales y por ser una película propia, sentida, y de autor (como odio esta mal entendida palabra), La Leyenda del Innombrable es indudablemente un film muy personal.
(*): Salomón Shang estrena este viernes en España "La leyenda del Innombrable", protagonizada por Clara Galí, Tony Corvillo y su propio director y guionista, con Juan Luis Galiardo en el papel del "Innombrable". Francotirador independiente en el cine catalán, sucede en la carrera de Shang a cintas como "Cineclub", "Madre Cuba", "Zona de Tarkovsky" o "Reencarnación", que tuvieron una muy escasa difusión.
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