Noriega, galán sin memoria pero concienzado
- por © Redacción-NOTICINE.com
27-II-03
Es duro ser un galán con conciencia... Eduardo Noriega, que ahora estrena "Novo", su primera película en Francia -¡y en francés!- busca huir del encasillamiento tanto en papeles de "guaperas" como de inquietante culpable o víctima de "thrillers" nacionales. Si hay "chicas Almodóvar", deberían considerarse los "chicos Amenábar", y él es el primero. Nacido en Santander el 1 de agosto de 1973, iba para músico pero pesó más la atracción por el Arte Dramático, que le llevó a la capital del reino en busca de una oportunidad. Se la dieron varios cortos -alguno ya con su amigo Alejandro Amenábar- y luego la película de Montxo Armendáriz "Historias del Kronen". Sin embargo, su menos coral papel de "Tesis" fue decisivo para encarrilar una carrera prolífica cuyos títulos más sobresalientes son "Abre los ojos", "Cha cha cha", "Nadie conoce a nadie", "La fuente amarilla", "Plata quemada", "El espinazo del diablo" y "Guerreros".
Ahora regresa con "Novo", un drama coproducido con Francia y dirigido por el galo Jean-Pierre Limosin, en el que interpreta a Graham, un hombre joven incapaz de recordar los acontecimientos durante más de diez minutos. Sufre de lo que se llama una MCP: memoria a corto plazo. “No estaba planificado -ha dicho Limosin- que Graham fuera español. Lo que pasó fue que mientras estaba seleccionando el reparto vi la película Plata quemada, con excelentes actores, uno de los cuales, Eduardo Noriega, me pareció que era la encarnación física y mental de mi personaje principal. Fui a Madrid para entrevistarme con él... Eduardo no hablaba francés. Esta desventaja se convirtió en una ventaja. Aprendió sus diálogos fonéticamente, lo que también fue dar los primeros pasos hacia el personaje de Graham. Para Eduardo y para Graham, las palabras tienen significados y colores completamente distintos. Eduardo terminó teniendo un acento ‘grahamnés’ más que español...”.
“Novo -añade el director francés- es la palabra que inventa para su padre el hijo de Graham en la escena de la reunión de ambos en la playa, pero es también la búsqueda de una paradójica e insolente sabiduría, la búsqueda de una subversiva inocencia, una búsqueda que se da en la literatura, pero también en el cine, por ejemplo, en Los idiotas, de Lars von Trier”.
El próximo film de Noriega en estrenarse será del catalán Marc Recha, "Las manos vacías", y ahora se dispone a filmar nuevamente en Francia, donde ya se le empieza a conocer. En los últimos Premios César, en París, compartió escenario con Almodóvar y lució la pegatina "No a la guerra".
Es duro ser un galán con conciencia... Eduardo Noriega, que ahora estrena "Novo", su primera película en Francia -¡y en francés!- busca huir del encasillamiento tanto en papeles de "guaperas" como de inquietante culpable o víctima de "thrillers" nacionales. Si hay "chicas Almodóvar", deberían considerarse los "chicos Amenábar", y él es el primero. Nacido en Santander el 1 de agosto de 1973, iba para músico pero pesó más la atracción por el Arte Dramático, que le llevó a la capital del reino en busca de una oportunidad. Se la dieron varios cortos -alguno ya con su amigo Alejandro Amenábar- y luego la película de Montxo Armendáriz "Historias del Kronen". Sin embargo, su menos coral papel de "Tesis" fue decisivo para encarrilar una carrera prolífica cuyos títulos más sobresalientes son "Abre los ojos", "Cha cha cha", "Nadie conoce a nadie", "La fuente amarilla", "Plata quemada", "El espinazo del diablo" y "Guerreros".
Ahora regresa con "Novo", un drama coproducido con Francia y dirigido por el galo Jean-Pierre Limosin, en el que interpreta a Graham, un hombre joven incapaz de recordar los acontecimientos durante más de diez minutos. Sufre de lo que se llama una MCP: memoria a corto plazo. “No estaba planificado -ha dicho Limosin- que Graham fuera español. Lo que pasó fue que mientras estaba seleccionando el reparto vi la película Plata quemada, con excelentes actores, uno de los cuales, Eduardo Noriega, me pareció que era la encarnación física y mental de mi personaje principal. Fui a Madrid para entrevistarme con él... Eduardo no hablaba francés. Esta desventaja se convirtió en una ventaja. Aprendió sus diálogos fonéticamente, lo que también fue dar los primeros pasos hacia el personaje de Graham. Para Eduardo y para Graham, las palabras tienen significados y colores completamente distintos. Eduardo terminó teniendo un acento ‘grahamnés’ más que español...”.
“Novo -añade el director francés- es la palabra que inventa para su padre el hijo de Graham en la escena de la reunión de ambos en la playa, pero es también la búsqueda de una paradójica e insolente sabiduría, la búsqueda de una subversiva inocencia, una búsqueda que se da en la literatura, pero también en el cine, por ejemplo, en Los idiotas, de Lars von Trier”.
El próximo film de Noriega en estrenarse será del catalán Marc Recha, "Las manos vacías", y ahora se dispone a filmar nuevamente en Francia, donde ya se le empieza a conocer. En los últimos Premios César, en París, compartió escenario con Almodóvar y lució la pegatina "No a la guerra".