Crítica: "Sin memoria", los torcidos caminos de la ambición
- por © Correcámara-NOTICINE.com
Por Ulises Pérez Mancilla
Abre los ojos. Mira su pasaporte y se reconoce en la foto, es él, pero no lo recuerda. Lo persiguen. Hay un segundo pasaporte, le pertenece a una mujer que también desconoce. Marca números al azar. Tampoco sabe cómo se llama pero dice ser quien afirma el documento que es: Marcelo Peralta. En el número de ella, entra el buzón de voz, mera incógnita. Sigue llamando pero nadie lo reconoce por nombre, hasta que al otro lado del teléfono alguien lo ubica perfecto por su modo de hablar. Es un policía que le pide su ubicación, cuelga y sale corriendo al hotel de paso donde el protagonista se hospeda de incógnito.
"Sin memoria" es un modesto "thriller" policiaco mexicano que se inscribe en el subgénero de películas cuyo protagonista padece amnesia y la trama gira en torno a la reconstrucción de su pasado para entender su peligroso presente. Ésta vez, partiendo de la anécdota de un policía infiltrado en una misión secreta para atrapar a una banda de narcotraficantes en medio de un sistema de seguridad social corrupto, con historia de amor incluida.
La película fue dirigida por Sebastián Borensztein y entre lo novedoso de su propuesta está la descontextualización de su historia, coescrita con el también productor Benjamín Odell. En un intento por neutralizar tiempo y espacio, Borensztein construye su propia ciudad y su propio cuerpo policiaco mediante un atractivo remedo de locaciones que van del Distrito Federal a Guanajuato, pasando por Quintana Roo y Aguascalientes; principalmente apoyado en la dirección de arte de Lizette Ponce ("Quemar las naves", "Mezcal", "Noticias lejanas"), que se sobrepone todo el tiempo a los encuadres cerrados a fin de no mostrar detalle explícito de sus locaciones.
No obstante su buena factura técnica, la película tiene un ritmo abrumadoramente aburrido, en gran medida por su intento de explicar el embrollo en el que se mete; o lo que es lo mismo y pese a la odiosa comparación, lo que Christopher Nolan (por citar un referente de este tipo de cine) construye en elipsis y simbolismos trepidantes de entretenidos e inteligentes, aquí está puesto en diálogos demostrativos y en escenas cuya función narrativa es crear puentes más para entender la premisa que para desarrollar una emotiva trama.
Por lo que respecta al elenco, sobresale Emilio Echevarría actuando un personaje que es juez moral para Beto (la refrescante presencia de Guillermo Iván), quien se enreda en los torcidos (y laberínticos… y redundantes) caminos de la ambición, motivado por su amor a Mónica (una Martha Higareda desencajada y fría). "Sin memoria", cuyo estreno en salas mexicanas está programado para febrero de 2011, es una de las cartas fuertes de Videocine y representa un nuevo intento por mexicanizar el talento argentino (herencia directa de la televisión) a través de un director con esta nacionalidad y cuya ópera prima, "La suerte está echada", le fue comprada por dicha productora para hacer un remake mexicano dirigido por Juan Carlos de Llaca y protagonizado por Alfonso Herrera al mejor estilo de "No eres tú, soy yo".
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Abre los ojos. Mira su pasaporte y se reconoce en la foto, es él, pero no lo recuerda. Lo persiguen. Hay un segundo pasaporte, le pertenece a una mujer que también desconoce. Marca números al azar. Tampoco sabe cómo se llama pero dice ser quien afirma el documento que es: Marcelo Peralta. En el número de ella, entra el buzón de voz, mera incógnita. Sigue llamando pero nadie lo reconoce por nombre, hasta que al otro lado del teléfono alguien lo ubica perfecto por su modo de hablar. Es un policía que le pide su ubicación, cuelga y sale corriendo al hotel de paso donde el protagonista se hospeda de incógnito.
"Sin memoria" es un modesto "thriller" policiaco mexicano que se inscribe en el subgénero de películas cuyo protagonista padece amnesia y la trama gira en torno a la reconstrucción de su pasado para entender su peligroso presente. Ésta vez, partiendo de la anécdota de un policía infiltrado en una misión secreta para atrapar a una banda de narcotraficantes en medio de un sistema de seguridad social corrupto, con historia de amor incluida.
La película fue dirigida por Sebastián Borensztein y entre lo novedoso de su propuesta está la descontextualización de su historia, coescrita con el también productor Benjamín Odell. En un intento por neutralizar tiempo y espacio, Borensztein construye su propia ciudad y su propio cuerpo policiaco mediante un atractivo remedo de locaciones que van del Distrito Federal a Guanajuato, pasando por Quintana Roo y Aguascalientes; principalmente apoyado en la dirección de arte de Lizette Ponce ("Quemar las naves", "Mezcal", "Noticias lejanas"), que se sobrepone todo el tiempo a los encuadres cerrados a fin de no mostrar detalle explícito de sus locaciones.
No obstante su buena factura técnica, la película tiene un ritmo abrumadoramente aburrido, en gran medida por su intento de explicar el embrollo en el que se mete; o lo que es lo mismo y pese a la odiosa comparación, lo que Christopher Nolan (por citar un referente de este tipo de cine) construye en elipsis y simbolismos trepidantes de entretenidos e inteligentes, aquí está puesto en diálogos demostrativos y en escenas cuya función narrativa es crear puentes más para entender la premisa que para desarrollar una emotiva trama.
Por lo que respecta al elenco, sobresale Emilio Echevarría actuando un personaje que es juez moral para Beto (la refrescante presencia de Guillermo Iván), quien se enreda en los torcidos (y laberínticos… y redundantes) caminos de la ambición, motivado por su amor a Mónica (una Martha Higareda desencajada y fría). "Sin memoria", cuyo estreno en salas mexicanas está programado para febrero de 2011, es una de las cartas fuertes de Videocine y representa un nuevo intento por mexicanizar el talento argentino (herencia directa de la televisión) a través de un director con esta nacionalidad y cuya ópera prima, "La suerte está echada", le fue comprada por dicha productora para hacer un remake mexicano dirigido por Juan Carlos de Llaca y protagonizado por Alfonso Herrera al mejor estilo de "No eres tú, soy yo".
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